Cartas enviadas a Ricardo Gullón:

Ricardo Gullón

1908 Astorga, León - 1991 Madrid

Licenciado en Derecho por la Universidad de Madrid en 1929, fundó con Ildefonso Manuel Gil la revista Literatura (1934). Alternó la docencia en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo con la práctica jurídica, tras una depuración de treinta meses por colaboración con el ejército republicano. 


En 1953 viajó a Puerto Rico, donde permaneció durante tres años. También enseñó Literatura Española en las universidades de Columbia, Chicago y Texas en Austin, entre otras. Ayala le dedica un capítulo de Recuerdos y olvidos.

cartas 31 al 35 de 122
FECHA
11/11/1963
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] NEW YORK UNIVERSITY / WASHINGTON SQUARE COLLEGE OF ARTS AND SCIENCE / WASHINGTON SQUARE, NEW YORK 3, N.Y. / DEPARTMENT OF SPANISH AND PORTUGUESE

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (11/11/1963)

11 de noviembre de 1963

Querido Richard:

Aprovecho la festiva circunstancia de que hoy hace 45 años se firmó el Armisticio y debemos conmemorarlo, pues ponía término como sabes a la última guerra de la historia universal, para dedicar un ratito a escribirte. Y puesto que estamos en talante de recordar fechas (la palabra talante debe usarse siempre que se pueda encajar, como es sabido), contestaré a tu malvada insinuación de que yo fui estudiante pez ya que me licencié el mismo año que tú, mucho más joven que yo, diciéndote que no recuerdo bien la fecha, pero quizás por un rasgo de modestia habré dado, no aquella en que terminé los cursos, sino otra, más tardia, en que hice el examen de reválida con el noble propósito de ver si me costaba menos el título. Pero no estoy seguro: dejemos que en el siglo XXIII o XXIV lo averiguen los futuros ratones de biblioteca.

Llegó ¡araca! (si ignoras el significado del término, Arocena puede ilustrarte) El problema del liberalismo, y no sólo me halaga la amistosa solapa de diestro cálamo trazada, sino que también observo, hojeando el mamotreto, que no son tan abundantes las erratas como los destellos de genio que contiene. Gran milagro es ése. Supongo que, aun cuando más no fuere en pago de tu solapada colaboración al volumen, Eugenio habrá tenido la eugenialidad de enviarte un ejemplar, sobre cuya portada resplandece, imaginaria, la más cariñosa dedicatoria. Ahora, supongo, servirá la edición de pasto a los roedores, lo cual no me aflige, dado que yo roí ya también los 500 dólares que me pagaron por ella.

Respecto del susomentado Arocena, yo no creo poderle conseguir conferencia alguna, dado que ya el año pasado pinché en hueso queriendo hacer igual servicio a Max Aub y temo que tras un segundo pinchazo me manden el toro al corral. Middlebury está ahora encomendado a las manos diestras de auriga tan reconocido como Emilio González López, a quien tú conoces no menos que yo. Si todavia estuviera menesteroso (otra palabreja al uso) de Visiting Professor para la temporada entrante, quizás recibiría con júbilo la sugestión correspondiente, y si yo lo veo se lo diré; pero una carta sería quizás más veloz que la casualidad del encuentro. Y en cuanto a Princeton, ahí está Lloréns, que os colmará las medidas, caballeros. Con todo eso, recogerá Arocena el bastante dinero para comerse un sandwich giant size a la hora de cada almuerzo, sin dejarse uno en blanco.

¿Te das cuenta, qué pocas novedades tengo que contarte? Aquí estuvo I.M.G. con su familia el otro dia, y lo pasamos bastante bien, charlando de todo y de todos. (De tí, bien, claro está). Nina te envia sus afectuosos recuerdos. Y yo un abrazo muy fuerte

Ayala.-


FECHA
29/11/1963
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] NEW YORK UNIVERSITY / WASHINGTON SQUARE COLLEGE OF ARTS AND SCIENCE / WASHINGTON SQUARE, NEW YORK 3, N.Y. / DEPARTMENT OF SPANISH AND PORTUGUESE

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (29/11/1963)

29 de noviembre de 1963

Mi querido Ricardo:

Hoy que no han matado, parece, a ningún presidente, ni al asesino del asesino del idem, te escribo, como hace dias tenía gana de hacerlo, y no lo hice por la susodicha razón, que me hace pensar, pobre Kennedy, en la N. de la R. que puso el periódico de Nakens a la noticia de un rayo en una iglesia: “Y aquí, en la redacción de El Motín, sin novedaz”. Allí, en El Pardo, nada. Bueno, qué se le va a hacer. ¡A otra cosa,mariposa!

Leí en su versión castellana tu artículo sobre la novela española moderna, y leí el de Soldevila sobre un servidor, adornado éste (el artículo, digo; no el servidor) con muy abundantes y docorativas [sic] erratas, que al autor lo han de haber puesto frenético, pues aun es muy joven y no sabe que ésa es la gracia, condimento y aliño de todo artículo que se estime. El artículo de Inesita no volví a leerlo, pero la felicito de nuevo por su publicación reiterada.

En este momento está Nina entregada a la lectura de tu estudio aparecido en Universidad de México, y de vez en cuando me lee algún parrafito del bondadoso patriarca ya difunto, lectura que me hará agarrar el número de la revista con ansia loca no bien haya terminado de devorarlo ella.

Ayer estuvieron aquí los Ferrater y los Mora, quienes, aparte devorar, no trabajos literarios, sino un suculento pavo, no suministraron informaciones de interés sobre el difunto Bryn Mawr (difunto para mí, se entiende), salvo acaso la de que el joven Gonzalez, que tanto se distingue por su silencio, oral y epistolar, parece haber abandonado definitivamente la idea que alguna vez acarició de doctorarse, y cambia las solemnes vestiduras académicas por los laureles del poeta y los honrados callos del agricultor, o al menos el sosegado y sonriente reposo del rentista, retirándose al México natal. Es noticia, aunque esperada, no totalmente fidedigna, pues como bien sabes la gente adivina e inventa vidas ajenas con sin igual diligencia. En este caso, es tan verosimil la especie que me resisto a creerla cierta.

Y... eso es todo; pues no te interesará saber que el anciano Zulueta (don Luis de) ha llegado a Manhattan cargado de años para animarnos a perdurar en esta vida a nosotros los muchachos; ni que Nilita Vientós me escribió larga y cariñosa carta; ni que el joven Marañón vino a besarme la mano el otro dia (Jesús, que eufemístico estoy); ni que... Bueno, finis coronat opera, y aun opereta. Escribe copiosamente, con destino a la lectura privada se entiende, dándome cuenta de las escrituras públicas, o destinadas a ser tales en breve tiempo, aunque nunca tanto como el autor de turno (que en este caso lo eres tú) desearía, pues uno quisiera ver publicadas las cosas antes incluso de haberlas escrito.

Saludos, y un abrazo de

Ayala.-


FECHA
09/12/1963
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] NEW YORK UNIVERSITY / WASHINGTON SQUARE COLLEGE OF ARTS AND SCIENCE / WASHINGTON SQUARE, NEW YORK 3, N.Y. / DEPARTMENT OF SPANISH AND PORTUGUESE

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (09/12/1963)

9 de diciembre 1963

Mi querido Ricardo:

Ahí va mi respuesta a la consulta confidencial que me haces. Yo creo que no debes excluir a Max Aub. En primer lugar, no hay duda de que pertenece a la generación, en cuanto comenzó escribiendo ‘deshumanizadamente’; en segundo lugar, ha escrito mucho, inclusive muchas novelas, y aunque la cantidad en sí misma no significa gran cosa, algo significa de todos modos, si se dan otros supuestos. Éstos se reducen, claro está, al de una calidad mínima, que tampoco sería justo negarle, aunque las valoraciones oscilen según los criterios y gustos personales. Para mí, las novelas de Max pecan en dos direcciones (y supongo que por esos pecados, y quizás otros, es por lo que a ti no te gustan). Una de las cosas que me hacen a ratos antipática su prosa es el empeño ‘deliberado’ de ser castiza. Sin embargo –y esto explicaría lo deliberado del empeño– no puede evitar, aunque muy de vez en cuando, el galicismo de construcción, que sería en ella como en su expresión oral el acento. Pero, así como éste es clamoroso, para detectar el galicismo en su prosa hay que tener el oido muy fino. Otra cosa que no me gusta en sus novelas es que están escritas un poco ‘a lo que salga’, pero ¿quien puede hacer demasiado hincapie en ese reproche, cuando hoy cree la gente que escribir es como mear o, según la cantidad de materia, cagar? ¿Cuantos novelistas se preocupan de dar una estructura a su composición, lógrenlo o no? Resulta, en lo que se refiere a sus novelas de la guerra, que lo que a Max le sale es lo primero que lleva adentro, o sea la visión combatiente, según la cual los caracteres son buenos o malos según su posición política, lo cual es falso en un plano superficial, aunque llevando las cosas a un plano más profundo pudiera no serlo tanto.

Me doy cuenta de que además, aunque esto no lo dices, te aterra un poco la enorme balumba de letra impresa que pesa sobre las seis letras de su firma. Pero quizás eso mismo –y ahí te brindo la solución ecléctica que buscas– te da una buena razón para seleccionar en cada género lo que está más logrado, y presentarlo en su aspecto mejor, haciéndole gracia de sus menos felices momentos. Nadie va a pretender que a autor tan copioso lo estudies en su totalidad, y ya está bien juzgarlo por lo mejor que ha producido, sobre todo cuando, como es el caso, se trata de un autor-pulpo, cuya producción carece de estructura interna y de verdadera evolución, o al menos, así me parece a mí.

A Eugenio le mandé una lista de personas, encabezada con tu nombre, a quien quería que remitieran El problema del... Me dice haber dado orden y quiero creerlo. Si todavía no lo ha hecho, yo te enviaré uno de los 5 ejemplares que me remitió a mí (por contrato me corresponden más, de manera que es otra razón para que haya cumplido mi encargo).

Con Emilio Gz. Lz. mis relaciones son más bien frias. De todos modos,lo llamaré para lo de Arocena. Ni en Princeton ni en Bryn Mawr tienen cursos de verano. Si lo que Arocena quiere es quedarse en este pais, y enseñar literatura, que lo diga claramente, y le buscaríamos sitio.

Saludos, y un abrazo

Ayala.-


FECHA
17/01/1964
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y correcciones a mano]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (17/01/1964)

17 de enero de 1964

Querido Ricardo:

Recibí tu carta, y hasta pude descifrarla por completo; como puedes ver, hago notables progresos en paleografía.

Me ha alegrado mucho la noticia de que Eugenio enviara por fin mi libro del liberalismo, que ya no es pecado. Habrás visto que ha quedado muy bien, e incluso ese prólogo (donde estás aludido para preocupación y delicia de los eruditos futuros, y que escribí originalmente con destino al primer Cuaderno de Tiempo de España donde ha aparecido) le viene de perilla al libro. Lástima que éste, después de todo, esté destinado a apolillarse en los almacenes de la Editorial.

Recibí también la separata tuya sobre la Novela española moderna, que pasa a figuraren la categoría A de mis impresos, junto con la otra separata sobre D. Sandalio, ensayo que previamente había leido en Papeles como creo haberte dicho (o, si no te lo dije en su momento, pensé decírtelo, pues me gustó mucphísimo [sic]). También recibí –anoche– la visita de tu joven Jane, a quien obsequié con té –o jerez– y simpatía, como es debido. Lo que no ha llegado todavía, en cambio, es la nueva edición de De Goya al arte abstracto que me anuncias. No me extraña, pues si fuera poca la pereza de la gente en Puerto Rico, también los carteros tienen que recuperarse de las fiestas y suculentos aguinaldos. El servicio U.S. Mail está adquiriendo una eficiencia que promete llegar a un punto en que sólo el de la República de Ghana (poquísima) le gane.

Me alegro mucho de que Javier venga a estudiar aquí contigo; creo que es muy buena decisión. Si se detiene a su paso por Nueva York, espero que no deje de llamar y venir a vernos.

En el último número de la Rev. de Occ., que acaba de salir, viene un artículo mio, cuya separata te enviaré cuando las haya, donde echo un cuarto a espadas en eso del realismo literario que en aquel subdesarrollado pais se propugna. Supongo que te interesará leerlo.

He visto en estos dias las pruebas de Death as a way of life, con lo cual creo que ahora es cierto, y el tan demorado libro florecerá en la primavera. Pero ¿florecerá? El ‘editor’ es un boludo de marca mayor, y temo que la propaganda de tan importante obra maestra dejará mucho que desear, sin que yo pueda suplirla, dada mi natural falta de conexiones con el ambiente literario local. Supongo que todo lo entenderán al revés, o en forma caricaturesca. (Por cierto –y es una asociación de ideas– ¿has visto las memeces que dice Time comentando la figura de Unamuno, a base de un libro de una Mrs. Rudd, publicación de vuestra editorial ahí?)

Bueno, nada más por hoy. Escribe sin demora y con mucho material informativo y noticioso. Un gran abrazo de

Ayala.-


FECHA
14/02/1964
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (14/02/1964)

14 de febrero de 1964

Querido Ricardo:

Recibo tu carta, y como estos dias he pensado en tí por diferentes motivos, ninguno especial ni urgente desde luego, te contesto a vuelta de correo.

No, aun no me ha llegado De Goya al arte abstracto; ya venirá [sic], supongo.

La noticia que tienes por Brunhilda de mi vuelta a Puerto Rico es, como de costumbre, imprecisa. Tengo ganas de ir a darme un garbeo; tengo la indicación de Benitez de que se proponía invitarme a uno de esos cachipunes o mesas redonda que de vez en cuando organizan; pero… eso es todo hasta el momento. Si voy, será por una semana, y ello antes de mayo, pues en mayo parece ser que la NYU va a enviarme a España a dar lo exámenes de sus criaturos, con lo cual me pagarán el viaje, y no voy a decir que no. Ya ves lo que son los rumores.

Quizás tengo buena memoria para algunas cosas que me interesan, en compensación de tenerla pésima para otras muchas que deberian interesarme. Lo de Androcles lo recordaba muy bien; pero no tu –al parecer– principal motivo de desagrado hacia los 20 playeros o maricones de playa, pues lo cierto es que no presencié la representación de Santa Juana. Por supuesto que hubiera querido mencionarte, en vez de aludirte, en ese prólogo; pero no me pareció discreto hacerlo, tanto más que esas páginas debian aparecer primero, como en realidad aparecieron, publicadas en España (y sin retaceos, ni tachaduras, por cierto) en el primer número de Tiempo de España, que dirigió Aranguren.

Me alegro de que Javier se encuentre contento ahí. No dejes de darle cariñosos saludos de mi parte. Creo que tiene verdadero talento, a pesar de lo cual le pronostico un buen porvenir en este pais y en este mundo.

No entiendo bien a qué artículo sobre el realismo te refieres; aunque ahora ya caigo: el de la Revista de Occidente. Claro que te enviaré uno en cuanto me lleguen las separatas. Se trata del realismo… socialista.

Si se recibe ahí la Revista de la Universidad de México podrás ver en el último número una carta mia a Rodríguez Alcalá donde digo unas cuantas cosas que me interesaba decir acerca de mis propias cosas, sobre todo en respuesta indirecta a unas sandeces que se han publicado en Buenos Aires. Mi carta no brilla por su modestia, desde luego, pero creo que digo cosas, y desde luego me interesaba decirlas, aunque ya debería estar escarmentado uno de que ‘a palabras sordas, oidos necios’. Le han puesto el título de ‘Carta de Atlántico’ (?).

Y a propósito de necedad: no me extraña lo que me cuentas sobre el libro de esa señora acerca de Unamuno. Y me ha hecho gracia la manera reservada con que apunta al entusiasta recomendante. Si siempre usas de tales reticencias, es seguro que, como dicen en mi tierra, no morirás de cornada de burro.

Y nada más por hoy. Con los saludos de Nina, recibe un abrazo de

Ayala.-