Las cartas de Francisco Ayala sobre

Hugo Rodríguez Alcalá

Hugo Rodríguez Alcalá. Asunción, 1917-Buenos Aires, 2007.

Escritor y ensayista paraguayo, Rodríguez Alcalá fue profesor de Literatura durante cuatro décadas en diversas universidades estadounidenses. Tras jubilarse en 1984 regresó a Asunción y comenzó a dirigir talleres literarios.


A mediados de los cincuenta Alcalá conoció a Ayala en San Francisco; a partir de entonces fraguaron una “amistad duradera”, en palabras del escritor granadino. Rodríguez Alcalá, que escribió varios artículos sobre la narrativa ayaliana, dirigió la tesis doctoral de Keith Ellis sobre el mismo tema. Por su parte, Ayala publicó en 1964 su conocida “Carta literaria a H. Rodríguez Alcalá”, ensayo en el que reflexiona sobre su propia obra.

cartas 1 al 5 de 18
FECHA
23/04/1958
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Vicente Llorens
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Buenos Aires
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu. Archivo Vicente Llorens

Carta de Francisco Ayala a Vicente Llorens (23/04/1958)

Buenos Aires, 23 de abril de 1958.

Querido Vicente:

En medio del barullo de invitaciones, visitas, gestiones, discusiones y charlas, que son los amenidades que asaltan al visitante cuandoregresa [sic] tras larga ausencia, y más en este pais, que sigue siendo el único de los que hablan español con una cierta sensibilidad para las cosas en que perdemos el tiempo los llamados intelectuales, busco un ratito para ponerte estas lineas con una finalidad concreta. Resulta que están organizando o reorganizando las universidades del interior de la República, con gran dificultad en cuanto a recluta del profesorado, pues todo el mundo quiera [sic] estar en Buenos Aires, la reina del Plata; y es el caso que pagan bien. Se trata de que me han pedido nombre de posibles candidatos; y en seguida me he acordado de aquel amigo de don Américo que tanto deseaba salir de España, y en cuyo favor hice yo una gestión recomendándolo para Puerto Rico, sin saber hasta hoy el éxito. Él, y cualquier otro posible interesado, de cualquier especialidad, podría hallar fácil acomodo. Te lo digo, por que [sic] es una oportunidad de hacer ese servicio a gente que acaso lo necesita, dadas las condiciones de España. Imagínate que el ex Rector de Salamanca, Tovar, está en la Universidad de Tucumán, paraje hermoso, que yo conozco, pero tan distante de la Capital, y del resto del mundo... En fin, si crees que alguien de tu conocimiento puede estar interesado (y te ruego que se lo digas también a Ferrater, que va pronto para España), que ese alguien escriba, invocando mi nombre, al Dr. Luis M. Baudizzone, Arenales 2040, Buenos Aires, para llevar las negociaciones directamente.

Como te digo, yo estoy en plena actividad, y muy contento, porque al regresar todo son mieles, y es el momento propicio para agradecer y no aceptar ofertas que a lo mejor lo hubieran hecho a unofeliz [sic] en otras circunstancias; y contento también porque está haciendo un tiempo maravilloso, lo cual, siendo el ser humano animal por su condición física, contribuye notablemente, en colaboración con los descomunales y riquísimos bifes, a la felicidad espiritual del sujeto, si bien con riesgo muy efectivo de incrementar el volumen y consiguiente peso del propio ente.

Entre tanto, Nina sigue en Chile, donde yo pasé también unos pocos dias, y pasaré otros más al regreso. De este modo, reducimos los gastos de permanencia casi hasta el nivel de cero, a cuyo nivel se encuentran los ingresos, o casi.

Todavía no recibí las prometidas noticias de Rutgers; supongo que ya no han de tardar mucho en llegar, pues les rogué que no demoren el comunicarme lo que haya. De todos modos, si tú, o Ferrater, veis al joven Rodriguez Alcalá, no dejeis de preguntarle, para que tengamos, como quien dice, el asunto bajo control. Y apenas sepa yo algo directamente, también te escribiré diciéndotelo.

El librito de Ferrater sobre Ortega, salió, y me informan de que se vende bastante bien. Mi novela no tardará mucho, pues ya estoy corrigiendo pruebas.

Y no puedo escribirte más, porque ya me aguardan, y salgo a la disparada, como aquí dicen, al tiro, como dicen en Chile, o corriendo, que es gerundio.

Dale especiales recuerdos a cada uno de nuestros amigos y colegas, y recibe un fuerte abrazo de

Ayala.-


FECHA
09/05/1958
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
José M.ª Ferrater Mora
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo “Epistolario del Legado Ferrater Mora”. Universitat de Girona. Cátedra Ferrater Mora de Pensamiento Contemporáneo

Carta de Francisco Ayala a José M.ª Ferrater Mora (09/05/1958)

9 de mayo de 1958.

Mi querido Ferrater:

Dada la fuerza de tu imaginación, no necesitarás que te diga cuánto te he agradecido tu carta, que recibo en este momento. Y prueba de ello es que, contrariando todas las previsiones y la lógica misma de la naturaleza, me instalo ante la maquina de escribir, desdeño por un rato las incitaciones de la popularidad que me asedia, y me aplico a la actividad cuyo fruto son las lineas que tendrás ante los ojos si el correo se digna cumplir su cometido. En realidad, es sólo un aparente desdén, pues si sacrifico por un momento glorias efímeras, nunca más largas que la indigestión producida por un banquete, es a cambio de la más duradera que aguarda al tomo de nuestra correspondencia. Pero si los curiosos lectores de épocas venideras acudieran a ella en busca de mis impresiones sobre el Buenos Aires del año crucial de 1958, buen chasco van a llevarse. Cuando nos veamos, si aún dura para entonces el posible interés del asunto, te contaré verbalmente (pues que la butaca es siempre más cómoda que el sillín mecanográfico) lo que quieras saber de ello. En cambio podrán averiguar esos lectores, cuya hipotética legión probablemente se reduzca en verdad a algún que otro curioso erudito, que he visto la maquete [sic] de tu Diccionario, verdaderamente impresionante, y que López Llausás me ha comunicado su intención de remitirte por via aérea, sin reparar en erogaciones, el primer ejemplar de la obra; que están todos orgullosos de sacarla a relucir, y que ocasionalmente (esto es, con ocasión de haberme quejado yo del despojo inicuo por parte de Losada de mis legitimas ganancias sociológicas) el gran Antonio, quizás para que vea yo la diferencia de editorial a editorial y who is who in Argentina, me dijo, sin advertir que podía morirme de envidia, lo que piensa que vas a cosechar tú con tu libro.

No creas que no tuve yo una pequeña crónica de tu paso por la Isla de la Simpatía, cúyo es el apodo que le enjaretó el Cansado de su Nombre: el mundo es chico, y no sóla la susodicha, y mi sistema de espionaje no omite rincón de la tierra.

Aún no tuve noticia alguna de Rutgers; por lo visto, Rodríguez Alcalá debe de irse para ganar más en sueldo y categoría; si de aquí al lunes no he tenido news le escribiré a Vázquez Amaral, o a Pane, urgiéndoles, para saber a qué atenerme. Claro está que eso de Baltimore sería excelente; y para qué te cuento la alegría que me produce saber que has tenido oportunidad de hacerme ese bien. En efecto, no hay que dejarlo de la mano. Veremos si de un modo o de otro me traslado a Tierra Firme. Lo de la charla (yo procuraría que fuese impresionante, como sugieres) tienes que arreglarlo tú.

Mi novela saldrá a principios de junio. Voy a pedir que te manden un ejemplar a París, para que mates un poco el aburrimiento que, como es notorio, produce ese pueblito, y sobre todo para que apagues con su lectura las nostalgias americanas que te asaltarán sin duda tan pronto como abandones este Continente, –pues se trata de una novela “americana”.

A mi hermano José Luis y a Rosa, su mujer, le dí los recuerdos de ustedes, y estuvimos hablando un buen rato acerca del pasado y presente, dejando al futuro que hable por sí mismo. Ellos están bastante bien; a mí me encontraron muy viejo.

Y termino, pues no quiero quitarte mucho de tu importante tiempo.

Saludos muy afectuosos de Nina para todos ustedes, y un abrazo de

Ayala.-


FECHA
23/11/1958
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
José Luis Cano
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] RUTGERS, THE STATE UNIVERSITY / DEPARTMENT OF ROMANCE LANGUAGES / NEW BRUNSWICK, NEW JERSEY

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Biblioteca del Centro Cultural de la Generación del 27

Carta de Francisco Ayala a José Luis Cano (23/11/1958)

23 de noviembre 1958

Mi querido José Luis Cano:

Mil gracias por su carta, que acabo de recibir, y por el artículo que en ella incluye acerca de mi libro. No hay que decir cuánto me alegro de que le haya gustado, y de que haya tenido la generosidad de decirlo. También me ha satisfecho el saber que a Vicente Aleixandre le ha parecido bien. En realidad, esa novela está teniendo desde el primer momento una resonancia grande, sobre todo, como es natural, en América, donde se han publicado ya, y van a publicarse, distintos trabajos sobre ella. Uno de esos trabajos, escrito por Hugo Rodriguez Alcalá, se lo ha enviado Gullón a Canito proponiéndole que lo publiquen ustedes en un suplemento de Insula, con la idea de se produzcan efectos de carambola (la misma idea adivino en la exhortación final de su artículo), –pues evidentemente el trópico empieza en Tierra de Fuego y pasa por donde pretendía nuestro amigo Guillermo de Torre en ocasión memorable que pasaba el meridiano intelectual de Hispanoamérica. En fin, y resumiendo: lo que quisiera pedirle a ustedes en relación con el trabajo de Rodriguez Alcalá es que decidan pronto si han de publicarlo, para, en caso negativo, dejar al autor que le dé el destino en que primeramente pensó. Caso de que lo hayan de publicar, deberá llevar al pie una nota advirtiendo quien es su autor y que se trata de un estudio presentado como ponencia al Congreso de Instituto Iberoamericano de Literatura que se celebrará en Nueva York dentro de unos meses.

La prohibición del libro de Otero, sea cual fuere su contenido, es cosa que produce estupefacción, dada la corta difusión que en cualquier caso alcanza la poesía, y que lógicamente permitiría una coartada de liberalidad, no ya liberalismo, a quienes de otro modo dejan ver tan a las claras su oquedad mental. Qué mundo inmundo!

Respecto de mi viaje, depende, entre otras cosas, de que cuaje un proyecto que tengo entre manos, todavía demasiado verde para que valga la pena de anticiparle nada. Pero si cuaja, será probablemente para el verano próximo.

Le repito las gracias más efusivas por sus palabras, mecanografiadas e impresas, y le envio un cordial abrazo. Suyo

Francisco Ayala.-

Tome nota de mi nueva dirección:

54 W., 16th Street, Apt. 4F.

NEW YORK 11, N.Y., USA


FECHA
15/01/1959
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
José M.ª Ferrater Mora
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Rutgers University
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con nota final y firma autógrafas y con membrete:] RUTGERS, THE STATE UNIVERSITY / DEPARTMENT OF ROMANCE LANGUAGES / NEW BRUNSWICK, NEW JERSEY

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo “Epistolario del Legado Ferrater Mora”. Universitat de Girona. Cátedra Ferrater Mora de Pensamiento Contemporáneo

Carta de Francisco Ayala a José M.ª Ferrater Mora (15/01/1959)

15 de enero 1959

Querido Ferrater:

Hablé con el chairman, Mr. Pane, quien ha [sic] su vez ha llevado inmediatamente el “problema” a la Administración; y aunque ésta aún no dicho [sic] su última palabra, podemos desde luego interpretar los datos de la situación de modo favorable a nuestros planes. En efecto, su reacción ha sido ofrecerme el sueldo regular de full professor aquí, que es inferior al ofrecido por Bryn Mawr, y tratar de compensarme de la diferencia proponiéndome que, por el expediente del “trabajo de investigación”, mi actividad en Rutgers se reduzca a la mitad (digamos, a un día por semana). Aunque uno de los más altos ideales de la vida humana, en el que yo me comulgo fervientemente, es el del noble ocio, mi respuesta ha sido negativa; es decir, que tendrían que igualar la oferta de ustedes para que me quedara; y mi impresión, concordante con la de Pane, es que eso no pueden hacerlo, porque siendo universidad del Estado, sugeta [sic] a presupuesto legislativo, no tienen en verdad margen para negociar a base de sueldos, sino tan sólo mediante recursos como el sugerido, y que, combinado con el hecho de la proximidad a Nueva York, podría ser un aliciente muy fuerte para mí, si no tuviera en cuenta otros factores no menos considerables.

Así, pues, y aunque la aceptación oficial se la dirigiré, como es lógico, a la Srta. McBride dentro de pocos dias, te escribo enseguida para que sepas tú, y para que lo sepa la Sra. Marshall, que prácticamente es ya cosa hecha. Excuso decirte que me alegro mucho, una vez tomada la decisión, por todas las cosas que bien sabes y que no explayo para no regalarte el oido (o, en este caso, la vista). Una de ellas es nuestro proyecto de una revista; y esa si la menciono porque, pensando en él, se me han ocurrido algunas consideraciones que quiero comunicarte. Por ejemplo: habíamos hablado siempre de una publicación en español, que cumpliría las funciones estimulantes y catalizadoras, así como jerarquizadoras, tan necesarias en nuestro mundo intelectual, incumplidas (sobre todo las últimas) por revistas como Cuadernos. Pero, en cambio, descuidaría algo que me parece quizás más importante: colocar el pensamiento de habla española (si así puede decirse, si el pensamiento tiene un habla, que yo creo que sí) en condiciones de ser conocido fuera del área del idioma. Los hispanoparlantes intelectuales todos leen inglés y francés, por lo menos; pero en el ancho mundo, ¿quién lee español? ¡Que lo lean!, se dirá. Bueno, sí; pero... En fin, la cuestión es si no convendría dar los textos traducidos, o en edición bilingüe, o con un resumen en inglés tras de cada uno. Son cuestiones a estudiar, antes de presentar el plan a quienes puedan subvencionarlo. Otra cuestión sería la de formar un comité de advisers lo bastante amplio, y lo bastante adecuado, para que resulte respetable y no embarazoso... Pero ya habrá tiempo de planear todo esto.

Te agradezco que escribieras a Gorkin. Después, el impaciente Rodríguez Alcalá me escribió diciéndome, desesperado, que había remitido el artículo a la revista de la Universidad de Buenos Aires; yo le he contestado que no es óbice, pues ahí, si aparece, será como enterrado; y sé que a Cuadernos no le importa que sus artículos aparezcan también en otras revistas.

Termino, porque suena el timbre y es un poeta puertorriqueño que viene a darme una gran lata. Antes de que suba quiero haber terminado esta carta.

Saludos y abrazos de

Ayala.-

[Escrito a mano:] Supongo que no habrá inconveniente para lo del fondo de retiro.


FECHA
22/01/1959
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ignacio Iglesias
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] RUTGERS UNIVERSITY / The State University of New Jersey / INTERDEPARTMENT COMMUNICATION

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Colección Ignacio Iglesias Suárez. Archivo y Biblioteca de la Fundación Pablo Iglesias (Alcalá de Henares, Madrid)

Carta de Francisco Ayala a Ignacio Iglesias (22/01/1959)

22 de enero de 1959.

Mi querido Iglesias:

Mil gracias por la atención que ha prestado a mi novela Muertes de perro. La reseña suya, que acabo de leer, es una de las más lúcidas entre los muchos artículos que ya han salido comentando ese libro. Me parece, sobre todo, un gran acierto el que usted, a diferencia de otros críticos que escinden mis escritos en dos sectores incomunicados, el literario y el –digámoslo así– científico, apunte a la unidad esencial de mi producción. En efecto, la novela presenta desde el lado de la humanidad concreta los mismos problemas que en términos generales y abstractos he tratado en otros libros. Y esto es lo que, en general, pasan por alto los críticos, quienes, o bien se atienen al aspecto político, haciendo hincapié en la sátira contra la dictadura (J. L. Cano, en Insula, termina exhortando a la lectura, sin duda para el efecto de carambola), o bien consideran los aspectos literarios, técnicos, estilísticos, etc. Lo que hay debajo de las dictaduras (y que usted lo alude, al mostrar que una sucede a otra sobre el mismo ambiente), eso suele pasarse por alto. Y creo que no a causa de escasa atención, sino más bien por una especie de embarazo que a todos nos paraliza cuando se trata de reconocer el mal en que nosotros mismos estamos envueltos. Fundamentalmente, la novela es una diatriba, en todos los tonos, pero particularmente en el del sarcasmo, contra el nacionalismo; y si uno es enemigo de las dictaduras, pero comparte los sentimientos nacionalistas donde éstas arraigan, se sentirá tentado a aplaudir la sátira contra el dictador, y a omitir la sátira contra la situación básica que lo produce.

Pero el libro se está leyendo, y se está comentando, aunque casi siempre de soslayo, y yo creo que no será un libro inutil, ni un libro más. He presenciado, en la Argentina, algunas de las reacciones que ha producido, otras me han llegado en forma de carta, y tengo la impresión de que quienes han captado su fondo todavía no se atreven a publicar los efectos del impacto recibido. Usted, querido Iglesias, no conoce Hispanoamérica, y no puede imaginarse la sensibilidad que existe entre la mejor juventud para este tipo de planteamientos. Ahora mismo, frente a lo que está pasando en Cuba, mi novela “vive”. Yo creo que, con todos sus amargores, es saludable medicina; precisamente, por tratarse de una novela, y no de un libro directamente combativo.

Hace unos pocos días me envió Hugo Rodriguez Alcalá copia de un excelente artículo que, según me dice, les ha remitido a ustedes por indicación de Ferrater Mora. El que sea un escritor americano (R. Alcalá es paraguayo) quien hace esos comentarios, y no un español, les añade significación y valor. Y los objetivos últimos de mi novela coinciden tan a fondo con los propósitos del Congreso, que ese artículo encajará, creo, admirablemente en las páginas de Cuadernos. Según me dice el autor, va a leerlo como ponencia en el próximo congreso de [sic] Instituto de Literatura Iberoamericana, aquí en Nueva York.

Dígale a Gorkin que no se olvide de dar señales de vida. Yo creo que a final de mayo voy a ir a Europa, y permanecer varios meses, hasta fines de setiembre, en relación con un trabajo que he de hacer para la universidad de Princeton; pero todavía no es seguro. Así es que probablemente nos veremos para entonces. Entre tanto, no deje de ponerme unas líneas, que yo soy buen corresponsal y contesto a las cartas.

Otra vez muchas gracias por su nota, y un gran abrazo de su amigo y compañero

Francisco Ayala.-

Francisco Ayala

Importante: haga tomar nota de mi actual dirección; a saber

54 W., 16th Street, Apt. 4F

NEW YORK 11, N. Y.