Las cartas de Francisco Ayala sobre

Papeles de Son Armadans

Papeles de Son Armadans, Palma de Mallorca/Madrid, 1956-1979.

En esta revista, fundada y dirigida por Camilo José Cela, Francisco Ayala publicó algunos de los primeros textos que conformarían El jardín de las delicias


Fue de las primeras revistas que se atrevió a publicar durante el franquismo textos en catalán o gallego. Entre sus colaboradores contaba con Caballero Bonald, Ferlosio, Marañón o Castellet.

cartas 1 al 5 de 23
FECHA
10/02/1960
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con correcciones a mano, firma autógrafa y membrete:] BRYN MAWR COLLEGE / BRYN MAWR, PENNSYLVANIA / DEPARTMENT OF SPANISH

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (10/02/1960)

10 de febrero 1960

Mi querido Ricardo:

Llegó, que todo llega en este mundo, el número de La Torre con las cartas cruzadas entre Juan Ramón y Zenobia. Las he leído con enorme interés. ¡Cómo se dibujan las respectivas personalidades desde el comienzo! Tu estudio de introducción es –no habría que decirlo- excelente y, desde luego, oportuno. Creo que en relación con esas cartas no se plantea el problema que con otros papeles del poeta, puesto que él las escribió pensando en la publicidad y en la inmortalidad y en el monumento; y esto es lo que, à son insu, les da enorme interés. La actitud es la misma que tuvo respecto de la creación poética. Vivía, si a eso puede llamársele vivir, en función de ella; y el sublime farsante lo hacía todo con vistas a la extrapolación estética. El resultado, paradójicamente, era rebajar el valor estético de sus perlas artificiales. ¡Qué contraste con la poesía de Machado, a quien le brotaban sin buscarlo ni procurarlo las perlas naturales de su verso como excrecencia del vivir! Por cierto, para Machado hubiera sido afrentoso y terrible el hecho de que sus cartas a Guiomar alcanzaron al público, y aun a tercera persona, aunque ésta lo hubiera sido en verdad, y no la vieja alcahueta de doña Concha Espina. Pero es que él era un hombre, y tenía sindéresis. Por eso, paradójicamente también, interesan más sus cartas: uno sabe que no estaban marcadas.

Lo que ocurrió con Delaware es que el Sr. Roberts estuvo en la convención de Chicago, y allí se encontró con Martinez López, quien dejó saber que ya estabas tú comprometidos con ellos. Seguramente desistió, entonces, el otro de escribirte. Por cierto que el dicho Martínez pasó por aquí con la familia hace unos dias, de camino para España, y estuvimos juntos unas horas durante las cuales, cómo no, te recordamos con el cariño que mereces.

El pobre Molina está preocupadísimo con su artículo. El tiene justificadas suspicacias; digo, justificadas en general, no en en este caso específico, pues seguramente no se da cuenta de que las resistencias que halla su excelente estudio no se deben (si son intencionadas y no resultado de la necedad ambiente, como bien pudiera ocurrir) a que mi libro ha tenido ya demasiado éxito, y eso despierta la envidia de gentes que sólo creen puede reconocerse a un escritor a condición de que se haya muerto previamente, o al menos de que esté muerto en algún modo, y no inquiete, ni moleste, ni diga cosas desagradables. Dado que yo no pienso en morirme por ahora, ni menos dejar de escribir con punta, pues de otro modo no me tomaría el trabajo, ciertos elementos prefieren, consciente o inconscientemente, silenciarme. Por suerte, hay otra gente, y al parecer no demasiado escasa, que tiene la magnanimidad bastante para decir lo que piensa cuando piensa bien de algo: y me refiero en particular ahora a Rodríguez Alcalá, que no contento con su magnífico artículo de Cuadernos Americanos, ha publicado otro, muy generoso, en el último número de la Revista Hispánica Moderna, donde, por cierto, cita tu nombre. Quizás lo habrás visto. Volviendo a Rodrigo, me dijo que tú vas a enviar su trabajo a los Papeles de Cela. Puedes creerme si te digo que me alegraré de que se lo publiquen, más que por mí mismo, por él. Necesita absolutamente esa confortación.

Recibí de Jorge una carta, muy contento con su nuevo puesto como ayudante del Rector. Lo felicité, aunque sería al Rector a quien habría que felicitar.

No dejes de escribirme, y pronto. Déjame conocer tus planes conforme se concreten. Los nuestros consisten en volar hacia España directamente en los últimos dias de mayo o primeros de junio; estar unos pocos en Madrid, y luego ir a Andalucía, y ver un poco aquello. En julio, probablemente, ir a Berlín, donde me han invitado a dar unas clases; en agosto a Inglaterra, y en septiembre, según estemos, y según hayan ido las cosas, se verá que se hace. Todo está aún, como ves, bastante elástico, salvo acaso el proyecto de colar directamente a España, y aun éste pudiera tener variantes todavía.

Saludos muy afectuosos a todos los amigos, y para ti un gran abrazo de

Ayala.-


FECHA
28/07/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Camilo José Cela
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] FRANCISCO AYALA / 54 WEST 16TH STREET / APT. 4F / NEW YORK 11. N. Y.

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fundación Pública Gallega Camilo José Cela

Carta de Francisco Ayala a Camilo José Cela (28/07/1961)

28 de julio de 1961

Muy estimado Cela:

Mi amigo Rodrigo Molina me entera de que ha acogido usted en las páginas de Papeles de Son Armadans un estudio que él ha escrito sobre mi novela Muertes de perro, y el grato deber de darle a usted las gracias me ofrece la oportunidad, deseada desde hace tiempo, de ponerme en contacto personal con usted y rogarle que me cuente en el número de sus amigos, como lo vengo siendo a la distancia desde hace ya no pocos años. Durante el pasado, la circunstancia de estar preparando uno de mis estudiantes, bajo mi dirección, una tesis sobre sus novelas me ha hecho tenerle a usted presente con gran frecuencia. Espero que una próxima ocasión nos reuna para charlar cómodamente.

En cuanto a sus Papeles de Son Armadans, es una revista admirable que, desde luego, sigo siempre con el mayor interés. Si tiene usted gusto en ello, me será muy grato darle alguna colaboración.

Por correo aparte le envío un libro de ensayos que supongo no habrá llegado antes a sus manos. Si desea recibir algún otro de mis escritos que por tal o cual razón sea difícil conseguir ahí, dígamelo, y se lo remitiré igualmente.

Y desde luego, dispongo [sic] de su afectísimo amigo

Francisco Ayala.-


FECHA
18/08/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Camilo José Cela
DESTINO
Palma de Mallorca
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fundación Pública Gallega Camilo José Cela

Carta de Francisco Ayala a Camilo José Cela (18/08/1961)

Nueva York, 18 de agosto de 1961

Sr. D. Camilo José Cela

Palma de Mallorca

Mi querido amigo:

No se imagina cuánto le agradezco la cordialidad de su carta. Viene a confirmar el hecho que yo sentía también dentro de mí: que somos ya viejos amigos desde hace mucho tiempo. En esa disposición de ánimo, y con esa alegría, vuelvo a escribirle hoy.

Lo primero que quiero decirle es que ha cometido usted una imprudencia al preguntarme qué quiero que me envie de sus cosas, pues mi respuesta no podía ser otra que ésta: mándeme todo lo que tenga disponible. Tener sus libros dedicados es para mí algo que estimo mucho. Pero diríjame el paquete a mi nombre, Bryn Mawr College, Bryn Mawr, Pa., USA, pues aunque todos los fines de semana vuelvo a mi casa de Nueva York, prefiero que los paquetes (no las cartas) vayan allí, en evitación de que el cartero los devuelva, por no caber en mi buzón. Es una molestia, ya lo sé, tener en cuenta dos direcciones, una para cartas y otra para paquetes, pero…

Yo no sé qué libros míos podrán interesarle a usted. De aquí en adelante le remitiré cuanto publique, y si quiere alguna cosa anterior que no conozca, me lo dice, y se la haré llegar. En el libro que le he enviado verá usted que el problema de la incomunicación que padecemos me resulta doloroso, y constituye hace tiempo una de mis preocupaciones. Creo que no sin motivo. En estos dias, precisamente, me pasa Molina la carta que adjunto, porque es curiosa. Imagínese que hace ya dos años la censura, siempre imprevisible, autorizó la venta de Muertes de perro en España. El verano pasado, que yo estuve en Madrid y en Barcelona, vi que no se había distribuido el libro. Todo sigue igual ¿Por qué? Vaya usted a saber; por pura negligencia del editor y sus distribuidores. Tanto, que en vista de ello, y estando autorizado el libro, estoy pensando en la conveniencia de intentar una edición ahí. Supongo que la Sudamericana, en vista de como están las cosas, no pondrá objeción, tanto más que la primera debe de estar casi agotada. ¿Qué me aconseja usted? ¿Quién cree usted que podría interesarse en publicar el libro? Dígame su opinión y deme su consejo, pues como comprenderá uno escribe también y principalmente para la Península, y es una triste gracia que una vez pasada la barrera oficial de la censura los libros de uno sean inaccesibles para los lectores españoles, pocos o muchos, que quieran comprarlos. Y perdóneme que lo moleste, como colega, con este tipo de cuestiones. Ahora terminé otra novela, del mismo porte de Muertes de perro y relacionada con ella, a la que he titulado La gran vidorra, y estoy perplejo, pues no sé si ofrecérsela a alguna editorial española (quizás, en caso, a la misma que pudiera publicar ahí la primera) o qué hacer.

El alumno que hace su tesis sobre la obra de usted es un rumano, ya hombre mayor, a quien usted ha recibido, y que escribió un articulo ya en la revista Hispania. Quizás usted lo recuerde. Todavía no tiene el trabajo lo bastante avanzado para poderle dar a usted copia de lo hecho. Y me temo que no va a hacer cosa extraordinaria, porque, aun siendo hombre trabajador, me parece que tiene poca chispa. De todas maneras, cuando lo vea al reanudarse las clases en el mes próximo veremos a ver lo que ha hecho durante el verano, y procuraré informarle a usted de cómo va el trabajo.

Para los Papeles de Son Armadans le envio a usted con esta carta dos originales, que son las últimas cosas de ese tipo que he escrito. Si quiere, puede publicarlos juntos, bajo el título común de Cuentos de amor; y si no, elija el que prefiera, y me devuelve el otro para darlo en otra parte… donde cosas así puedan publicarse, que no será por cierto en La Nación de Buenos Aires.

Basta de lata. Reciba un gran abrazo de su amigo

Francisco Ayala.-

Francisco Ayala

54 W., 16th Street

New York 11, N.Y.


FECHA
18/09/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Camilo José Cela
DESTINO
José Villalonga, 87. Palma de Mallorca
ORIGEN
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fundación Pública Gallega Camilo José Cela

Carta de Francisco Ayala a Camilo José Cela (18/09/1961)

18 de septiembre de 1961

Mil gracias, mi querido Cela, por tanta bondad de su parte. Siguiendo sus indicaciones, escribo a don José Pardo, y espero que todo se arregle para la edición de mi novela de España. Un ejemplar de ella, dedicado, así como de otros dos mis libros, le envio a usted por correo ordinario, y espero que no tarde demasiado tiempo en recibirlos. Yo quedo aguardando con impaciencia los suyos que me anuncia.

Veo que le ha parecido bien lo que le envié para los Papeles de Son Armadans, y puede imaginar cuánto me alegro. Supongo yo que sería mucha lata enviarme las pruebas; y por otro lado, viendo lo cuidadosamente que ustedes presentan la revista, no tengo duda de que saldrá todo muy bien. Pero he echado un vistazo a los originales que le envié, y me doy cuenta de que hay en ellos acentos mal puestos y alguna que otra equivocación, de las que con facilitad pueden subsanarse. Aparte de eso, voy a pedirle que haga dos o tres retoques. Son los siguientes:

En "Una boda sonada", cuartilla 5, linea 32, dice "aí" por decir "así"; en la cuartilla 6, linea 34, creo yo que, en lugar de "virgen" iría mejor "virgo", ¿no le parece?; y en la linea 36, donde dice "para estos efectos" poner "a estos efectos".

En "Baile de máscaras", pág. 4, linea 32, en lugar de "danza de los velos" poner "danza de Anitra".

Perdone esta molestia suplementaria.

A fines de esta semana comienzan mis clases, después de un periodo de calor, aquí en Nueva York, verdaderamente insufrible. Por su causa, y porque el ambiente de guerra fria, explosiones atómicas y estupidez universal quita las ganas de cualquier cosa, el hecho es que se me ha pasado el verano sin hacer casi nada…

Reciba un fuerte abrazo de su amigo

Francisco Ayala.-


FECHA
30/09/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Max Aub
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] BRYN MAWR COLLEGE / BRYN MAWR, PENNSYLVANIA / DEPARTMENT OF SPANISH

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fundación Max Aub

Carta de Francisco Ayala a Max Aub (30/09/1961)

30 de sept. 1961

Querido Max:

Tengo una cosa que se llama “Baile de mascaras” y que se publicará –creo que pronto, porque así me lo dice Cela— en Papeles de Son Armadans. Eso creo que iría muy bien para los fines de la radio. Veo que no me queda más que una copia, y esa mala. Si así lo prefieres, te haré otra, y te la remitiré, pero quizás lo mejor sea esperar a que se publique en esa revista. Son diálogos sueltos, dramatizaciones minúsculas, entrelazadas, sin acotación ninguna. Tendrías que hacerlo hacer en una cinta magnetofónica, con varias voces y música de fondo adecuada a cada escena.

También podrías usar, de Historias de macacos (quiero decir, de ese tomito), el cuento títulado “La barba del capitan”, que está escrito en forma de monólogo, para una voz femenina.

Dime si prefieres que te envie una copia de lo otro. Creo que puede resultar divertido. También podría yo preparar aquí la cinta grabada, pero no sé si eso sería más engorroso, y y [sic] si ustedes pagarían los gastos, o qué.

De lo de Texas, no sé nada hasta ahora, y tú, hijo, eres de un laconismo que ya, ya.

Sabes que Salazar Chapela anda por España? Creo que te lo dije.

Me alegro de saber que Peua va mejorando. Dale nuestros más cariñosos recuerdos.

Y recibe un abrazo de

Ayala.-