Las cartas de Francisco Ayala sobre

Ínsula

Ínsula. Revista de Letras y Ciencias Humanas. Madrid, 1946-.

Ínsula fue fundada en el Madrid de la posguerra por Enrique Canito y José Luis Cano. Desde entonces alterna números de miscelánea con monográficos. 


La primera publicación de Ayala en la revista fue su relato “El prodigio” en 1961. En 2006 Ínsula dedicó un número monográfico a Francisco Ayala coordinado por Luis García Montero.

cartas 6 al 10 de 28
FECHA
16/02/1960
REMITENTE
Ricardo Gullón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Ricardo Gullón a Francisco Ayala (16/02/1960)

16 de febrero de 1960

Sr. D. Francisco Ayala

54 West 16 Street.

New York, N. Y.

Querido Paco:

Contesto en seguida tu carta del día 10 pues, como siempre, me alegró recibirla ya que trasluce una buena salud espiritual y un equilibrio intelectual que para mí quisiera. Me conforta especialmente que te hayan interesado las cartas de Zenobia y Juan Ramón Jiménez, pues no estaba seguro de si a todo el mundo le iban a resultar tan apasionantes como a mi. A mi juicio Zenobia sale engrandecida de esta correspondencia, y su clarividencia aun destacaría más si pudiéramos publicar algunas cartas más íntimas y directas que por el momento ha parecido discreto dejar inéditas. No olvides que la familia del poeta está llena de prejuicios y suspicacias y el sobrino de Juan Ramón acaba de publicar un artículo en el que supone que estamos tramando una conjura contra él y contra Dios sabe quien.

De Rodrigo hace tiempo que no tengo noticias y no sé si por fin ha reclamado su artículo a Eugenio Fernández Méndez. Yo creo que este lo publicará en uno de los próximos números, pues no tiene nada contra su autor ni contra ti. Basta que piense que la misma suerte que su ensayo corrieron los de Da Cal, Salazar Chapela, Rodriguez Luis y hasta las cartas de Gabriela Mistral. No fué, creo yo, sino un deseo de hacer de otra manera lo que yo había hecho, para mostrar que la rectificación podía mejorar el número en proyecto. En este caso puede estar seguro Rodrigo de que nada hay contra él.

Escribí un artículo largo sobre la novela para el número especial que Texas Quarterly va a dedicar a España. En él te encontrarás repetidamente citado y elogiado Muertes de perro. Estoy deseando ver el otro artículo de Rodriguez Alcalá, en la Revista Hispánica Moderna. El enviado a Insula aparece en el número de febrero, si bien debo confesarte que hube de ponerme muy serio con Cano para que se decidiera a darlo, ya que alegaba que la obra habiendo sido comentada por él no necesitaba más complementos críticos. Con relación a Insula habrá visto Rodrigo que insertaron en lugar preferente su artículo sobre Machado, en el número especial que acaban de dedicar al gran poeta.

Temo que no podamos vernos esta primavera o a comienzos del verano. Pienso ir a Middlebury en los últimos días de junio, deteniéndome un poco de tiempo en Nueva York. Volaré a España el 17 de agosto y regresaré a Tejas el 10 de septiembre, pero ya sin escala en Nueva York, o con escala de horas. Dado tu plan de viaje, no sé cómo podríamos coincidir en algún sitio.

Aurorita y Jorge te recuerdan siempre con mucho cariño. Los tres hablamos de ti con frecuencia y más de una vez lamentamos no tenerte a nuestro lado.

Un gran abrazo


FECHA
08/03/1960
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Jorge Enjuto
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] BRYN MAWR COLLEGE / BRYN MAWR, PENNSYLVANIA / DEPARTMENT OF SPANISH

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo Jaime Benítez. Universidad de Puerto Rico

Carta de Francisco Ayala a Jorge Enjuto (08/03/1960)

8 de marzo de 1960

Mi querido Jorge:

Mil gracias otra vez por su eficacia amistosa. El expediente de Nina llegó enseguida, y creo que, por lo que a este asunto se refiere, no tengo necesidad de molestarle más.

Tampoco quería hacerlo para lo relativo a la Caja de Jubilaciones, y ya estaba pensando a qué otro amigo recurrir para llevar la lata delante; inclusive se me ocurrió el nombre Manolín; pero como usted ha tenido la imprudencia de preguntarme si recibí el informe de la Asociación, etc., usted va a seguir cargando con la lata susodicha. Escribí a la dirección que usted me proporcionó la siguiente carta, que textualmente copio: “Estimado Sr. Roig: Probablemente por ignorar ustedes mi actual dirección, no he recibido desde que estoy en uso de licencia ningún resumen de mi cuenta en esa Asociación. –Le agradeceré que disponga tomar nota de mis señas, que son las del membrete, y me dirijan a ellas los papeles que deba recibir como miembro de la Asociación. –Atentamente…” A esa carta, que además de muy fina me parece bastante clara, recibo la respuesta mimeografiada que le remito a usted con el formulario adjunto. En vista de ello, he pensado que lo mejor es, en efecto, llenar ese formulario y que me devuelva los chavos; primero, porque más vale pájaro en mano que…, etc.; segundo, porque si alguna vez me jubilara, dada la eficacia burocrática de la organización, cobrarían esos centavos mis bisnietos, y eso si tenían suerte; y tercero, porque si alguna vez me resuelvo, como no sería imposible, a volver a la UPR y ahí me quieren todavía para entonces, ya veríamos de arreglar ese asunto, que es mínimo.

Por consiguiente, he llenado con mi hermosa firma el lugar correspondiente del papelucho, y se lo remito a usted para que consulte la cuestión con don Jaime, y arreglen mi renuncia, de modo que yo reciba devuelto ese dinero, que por lo visto no quieren devolver si no es renunciando al cargo. Usted sabe que yo prescindía de él, y lo dejaba ahí, aunque me parece absurdo que uno no pueda disponer de lo suyo, y aunque ya sé que a los efectos prácticos ello significara darlo por perdido. Pero puesto que ellos me invitan elegantemente a renunciar, no tengo inconveniente, y aún me parece preferible. Tenga, pues, la bondad de hablarlo con el Rector, y decirme si no hay otra fórmula, y cómo debo presentar la renuncia.

Y perdona tanto fastidio.

Abrazos

Francisco Ayala.-

Dígale a Aurorita que ya he visto Insula y que la felicito muy cordialmente.


FECHA
12/03/1960
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] BRYN MAWR COLLEGE / BRYN MAWR, PENNSYLVANIA / DEPARTMENT OF SPANISH

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (12/03/1960)

12 de marzo 1960

Mi querido Ricardo:

He dejado pasar varios dias, o ya semanas, sin contestar a tu carta, porque el mucho trabajo, los viajes semanales y, para que nada falta, los resfrios propios de la temporada, me han tenido, cuando no sin ganas, sin tiempo. Hoy lo encuentro, y te escribo estas lineas.

En mis clases, he dedicado últimamente bastante atención a la poesía de J. R. J. y, como puedes figurarte, he usado mucho los materiales que tú estás haciendo accesibles acerca de él. También he “usado” a propósito de Machado.

Rodrigo, con quien acabo de hablar por teléfono, está muy contento con el lugar destacado que han dado a su artículo de Insula. Ya veo cuanta mano has tenido –aparte de tu propia colaboración– en ese número. Queda estupendo, a decir verdad. Por cierto que me ha llamado la atención lo que dice J. L. Cano al mencionarme en su crítica sobre Serrano: por lo visto, él ignora que mi primero y segundo libro son sendas novelas, a las que siguieron varias novelas cortas, sepultadas hoy en la Rev. De Occidente, que después de todo no es mal mausoleo. Todo esto me hace pensar en que quizás convenga publicar un volumen con mis novelas cortas, para que aparezca cuando salga la –más larga que estoy escribiendo ahora, y sobre cuyo posible título quisiera consultarte, para ver qué te parece prima facies; a saber: La Gran Vidorra, o Bocanegra Reivindicado; o viceversa; o sólo uno de ambos.

Ya me anunció Cano que en febrero saldrá el artículo de la Sra. Maslow. Te imaginarás cuánto te agradezco lo que hiciste en el asunto. Lo peor de la situación literaria española es que, aun entre las mejores gentes, se ha perdido el sentido de las proporciones, y todo es equivalente a todo, de modo que sólo la amistad funciona; esto es maravilloso es un sentido, pero funesto en otro. Debo confesarte que no sé si me atrae más, o me asustas más, la perspectiva de la proyectada visita a nuestro desdichado pais.

¿Cuando sale el Texas Quarterly? Tengo impaciencia por conocer tu artículo; y como todo tarda tanto, te agradecería que, si tienes una copia, me la envies. Te la devolvería, si la necesitas.

Veo por lo que me dices que no vamos a coincidir en ninguna parte por no sé cuanto tiempo, a menos que, habiéndome gustado la ida a España, resuelva darme una segunda vuelta en septiembre por Madrid, y allí nos viéramos antes de tu salida para Texas. De no se así, tendrías que invitarme a dar una conferencia en dicha universidad durante el curso, para que pasáramos juntos siquiera un fin de semana.

Y nada más por hoy, sino un grande abrazo de

Paco.-


FECHA
18/04/1960
REMITENTE
Ricardo Gullón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Ricardo Gullón a Francisco Ayala (18/04/1960)

18 de abril de 1960

Sr. D. Francisco Ayala

54 West 16th Street

New York, N. Y.

Mi querido Paco:

Perdona que haya tardado unas cuantas semanas en contestar tu carta porque esta última temporada me dediqué primero intensamente a adelantar el mamotreto de las prosas juanramonianas, y luego con la estancia aquí de Ernesto Da Cal, que pasó conmigo dos semanas, no me ha quedado mucho tiempo libre.

Ahora, abocado a mi próxima marcha de Puerto Rico, ya que quedan puramente dos meses para mi salida de la isla, empiezo a sentir dejarla. La explicación de este sentimiento creo yo que se basa en que acaso por vez primera fué aquí donde yo me encontré a gusto después de muchos años de incomodidad, en el trabajo y en otras cosas. Fatalmente Puerto Rico y la Universidad van asociados a esa idea y a esa sensación de trabajo grato que antes me había faltado. Estoy, por otra parte, lleno de dudas y preocupaciones en cuanto al futuro, y me gustaría charlar contigo de mis proyectos, pues tu buen juicio y la frialdad con que miras las cosas me sería de mucha ayuda.

Me alegra que te gustara el número machadiano de Insula. No quedó mal, verdaderamente. Verías, como es natural, el artículo de la señora Maslow, al fin aparecido. Tienes mucha razón al decir que se perdió toda proporción en el enjuiciamiento de los valores literarios españoles, y en verdad es maravilloso que la amistad funcione como funciona y salve muchas cosas y haga tolerante la vida en diversos aspectos. Pero en lo que se refiere a la crítica literaria, la situación es deplorable. –No te puedo enviar el original del artículo para el Texas Quarterly, porque no sé dónde puse la copia. Si apareciera entre los cien mil papeles que me abruman, te la enviaría con mucho gusto.

Siento que no podamos vernos en Nueva York a donde llegaré a mediados de junio. Rodrigo y Ernesto me han invitado para que pase con ellos unos días y me detendré en esa urbe por breve tiento, pues antes de llegarme a Middlebury, quiero hacer otras cosas en distintas ciudades.

No tengas en cuenta mi retrato en contestarte, y escríbeme pronto. Un fuerte abrazo de 


FECHA
17/01/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta manuscrita con membrete:] BRYN MAWR COLLEGE / BRYN MAWR, PENNSYLVANIA / DEPARTMENT OF SPANISH 

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (17/01/1961)

17 enero 61

Querido Ricardo: Tu carta me ha puesto en un estado de furia. ¿Quien es el puto hijo de poeta amigo y muerto? Dos o tres excelentes condiciones que se prestan a combinación sorprendente. ¿Quien? O siquiera ¿con qué letra empieza?

Y no es eso sólo. ¿Crees tú que hay derecho a decir lo de Julián Marías sin más explicaciones? ¿Quieres que reviente yo de curiosidad? Te exijo, si no una telegrafica o telefónica respuesta, por lo menos que aclares sin demora en cumplida carta ambos enigmas. Y paso a contestar, o comentar, varios puntos de la tuya anterior.

Ya he hecho gestiones para ver si vamos a tener o no los chavos (chavos son, no hay aquí énfasis negativo) para la conferencia, y te volveré a escribir tan pronto como tenga respuesta. Espero que será afirmativa, y que podremos coordinar con Princeton.

Tus noticias acerca de mi libro han sido las primeras. Ellos, ya sabes cómo se las gastan. Le he escrito a Campos que no sea tan güevón, que mande el contrato, que conteste a mis cartas y que me envien ejemplares del libro.

Los tuyos me los dió Ernesto, aunque no antes del sábado pasado. No obstante lo cual, ya he leido, acá y allá, en ambos. Son fun-da-men-ta-les. El estudio de la prosa del poeta maldiciente pero bienescribiente es precioso. Libros, como digo, imprescindibles, además de –y éste es el milagro– gratísimos.

Lo de encontrar un puesto en el East es cuestión de estar al tanto y que se conozca tu disponibilidad. Como ya estás en circulación dentro de este ambiente no te faltarán propuestas; y luego viene el regateo. Tan pronto como yo sepa de algo te lo diré y, sobre todo, lo diré.

No te imaginas la gana que tengo de que hablemos de tanta y tanta cosa.

Volviendo a Marías: la verdad es que su artículo en Atlantic es indecente. Respecto de ese número, estoy tentado de escribir un comentario, quizás para Cuadernos, llamando la atención sobre varios puntos. En general, es bueno, y el editorial está bien orientado; no sé a quién se deba.

Escríbeme enseguida (a N. York)

¿No recalarás en la gran metropoli a tu paso hacia a o desde P.R.?

Abrazos de

Ayala.-

¡Ah! Acabo de leer el palo que le atizas en Insula a Hemingway. ¡Bien dado! ¡Duro, por cabrón! A mi casi me hicieron vomitar sus ¿qué son? en Life. Por cierto que cuando publicó Por quién doblan las campanas también yo le di un castañazo en La Nacion de Bs. As.