Las cartas de Francisco Ayala sobre

Regreso a España

Primer viaje de regreso a España.

En el verano de 1960, Ayala regresa por primera vez a España desde 1939, de manera discreta, acompañado por su primera esposa y, en parte del recorrido, por Damián Bayón...


Por diferentes testimonios escritos de este amigo, sabemos que los Ayala pasaron por San Sebastián, Valladolid, Segovia, El Escorial, Madrid, y las ciudades andaluzas de Sevilla, Córdoba, Málaga y Granada, a la que Ayala no había vuelto desde que en 1922 se trasladó a Madrid con su familia. Se puede leer un relato minucioso de ese viaje y de su reflejo en la obra de Ayala en la introducción de Salvador Ariztondo a su edición de 49 cartas (1955-1990) entre Francisco Ayala y Damián Bayón.
cartas 1 al 5 de 20
FECHA
08/01/1960
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
José Luis Cano
DESTINO
Av. de los Toreros 51. Madrid
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Biblioteca del Centro Cultural de la Generación del 27

Carta de Francisco Ayala a José Luis Cano (08/01/1960)

New York, 8 de enero de 1960

Mi querido Cano:

Mil gracias por su carta de 28 de diciembre pasado, y por la noticia que me da sobre la aparición en el número de febrero de Insula del artículo de la Sra. Maslow. Como usted comprenderá perfectamente, el público que más me interesa alcanzar es el de España; y ya que, por decisión de la imprevisible censura, el libro se está vendiendo ahí, hay que procurar que haga el mayor impacto posible. Que tiene capacidad para hacerlo, me consta por la reacción de muchas almas sensibles, que se sienten insultadas por su crueldad, o crudeza; en verdad, porque pega donde duele, como ciertos certeros puntapies. Es lo único que puede hacer uno –digo, ese uno que es el escritor– si acaso puede hacer algo; y creo que eso es más eficaz que la propaganda, y la política, de que se rien a carcajadas quienes de sus malas artes saben mucho más que uno.

Pienso ir a Madrid en Junio, bien a comienzos, para visitar Andalucía, que es mi tierra natal, pero de la que sólo conozco la ciudad de Granada, antes de que se eche encima el demasiado calor. Entonces, si no hay novedad que lo impida, nos veremos y podremos charlar con la amplitud que deseo.

El proyecto de revista espero que cuaje; pero no tengo prisa, ni voy a precipitar las cosas, que están marchando por sus pasos. A la edad que uno tiene, y después de las pasadas experiencias, no vale la pena de lanzarse a tal empresa si no es en condiciones de que tenga eficacia plena. Y creo que podremos llegar a ello. Esta es una de las tantas cosas sobre que hemos de conversar cuando yo vaya.

Cierto que Ricardo está muy refractario a regresar. Me parece que el año que viene va a irse a Texas, donde tiene una oferta. Pero el hombre está malhumorado, epistolarmente taciturno, de un pesimismo que sólo en términos metafísicos se justificaría, y a mí tampoco me escribe sino cuando ya no tiene más remedio. Desde el verano no lo he visto, pues en estas navidades no se ha dado por acá la vuelta que otros años se consintió. Espero, sí, encontrarlo antes de salir yo para Europa.

Termino, querido Cano, deseándole en el año que comienza las mismas cosas que para mí mismo deseo, y enviándole un gran abrazo.

Su amigo

Francisco Ayala.-


FECHA
16/01/1960
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Melchor Fernández Almagro
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Archivo de la Real Academia Española

Carta de Francisco Ayala a Melchor Fernández Almagro (16/01/1960)

Nueva York, 16 de enero de 1960

Querido Melchorito:

Por la entusiasta buena voluntad de Carmen Bravo, que me envia el recorte, he leido la alusión que me haces en un reciente artículo tuyo, y me apresuro e escribirte, con la alegria que ese gesto ha despertado en mí. Creía que, acaso, me tuvieras por muerto en tu amistad, puesto que la prolongada ausencia funda presunción de muerte, y no crees que esta aprensión no me pesaba, porque, de mi parte, el tiempo no ha disminuido en mí, sino al contrario depurado y acendrado los viejos afectos. Tu mención, pues, me ha llenado de un jubilo tan intenso como quizás no te lo imagines. Inmediatamente te escribo, para cerrar ese paréntesis dentro del que se encierra lo principal de nuestras vidas; y espero que, aun no siendo ya jóvenes, nos quede lo bastante de ellas para reanudar el trato fraterno que las circunstancias rompieron.

Como tengo el proyecto de ir a Madrid en junio, esa será una buena oportunidad para que nos ofrezcamos verbalmente un resumen verbal de las noticias, que serían demasiado prolijas para tratadas epistolarmente, de nuestras respectivas vidas y milagros. En cuanto a los mínimos que yo he hecho en el terreno literario, supongo que tendrás alguna noticia, igual que la tengo yo de tus libros. No hace muchos meses pedí a mi editor que, desde Buenos Aires, te remitiera una novela, Muertes de perro, que está teniendo éxito en este continente, y ahora según creo ha empezado a venderse en España. Quizás la hayas leido.

Y eso es todo por hoy. Cuando hay demasiada tela cortada, uno apenas sabe por donde empezar, y lo deja para más adelante.

Recibe un gran abrazo de tu viejo amigo

Ayala.-


FECHA
24/01/1960
REMITENTE
Damián Bayón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
S.l.
ORIGEN
París
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Instituto de América de Santa Fe. Legado Damián Bayón. Archivo (Santa Fe, Granada)

Carta de Damián Bayón a Francisco Ayala (24/01/1960)

París, 24 de enero de 1960

Querido Ayala:

Recibí hace varios días su carta pero me lo estaba pensando. Le diré, francamente, en qué consisten mis actividades futuras. Es probable que en primavera (mayo o junio) tenga que ir a España a consultar archivos y bibliotecas. Eso ocurrirá en Madrid y Sevilla. Después, si tengo dinero en agosto -mes de vacaciones aquí- me gustaría ir a Bs.As. a ver a mi familia y amigos que hace ya tres años que no veo. Nuestras estrellas, pues, convergen hacia junio y en la Península. Pero vayamos por partes. No le sugiero traer el auto. Aquí pueden comprar uno y se lo vuelven a comprar (con muy poca pérdida) cuando se vayan. Se hace oficialmente con la misma casa vendedora, si quiere le averigüo precios y marcas. Pero sugiero que quizá si vienen por aquí primero pudiéramos ir juntos hasta Madrid -vía San Sebastián- yo me quedaría allí pongamos diez o doce días y Uds. podrían seguir viajando por donde les convenga. Después me pasarían a recoger por Sevilla en donde yo estaría unos diez días también y de ahí el regreso conjunto. Podríamos ir en mi auto o en el de Uds. si compran pero yo no debo faltar de aquí más de un mes seguido. Si pasaran julio en un sitio fijo cuando yo me voy -si me voy- a Bs.As. en agosto se los presto para que se paseen por donde más les guste y convenga. Es una sugestión, Ud. puede hacer otras y contrapropuestas. Si no quieren gastar tratemos de unificar planes. Tiene Ud. la palabra.

Otra cosa: de vuelta de mi excursión “piramidal”, que lo fué, en todo sentido, me he enfrascado en la España del XVI y XVII. Leo historia, la literatura de la época pero me falta su sabio consejo para los autores políticos, los cronistas, los secretarios tipo Gattinara y compañía, los Pérez, los Conde-Duques de Olivares. ¿Los libros de Marañón sobre estos dos últimos sujetos son buenos? Diga por esa boca. Yo me atreveré a preguntarle a Braudel y a Bataillon pero todavía sé muy poco y no me atrevo. Cualquier sugerencia sobre cómo “agarrar” el clásico y el barroco -en todos los órdenes- será bien recibida. Me intriga saber cuánto de borgoñona habrá tenido la corte, la influencia italiana de Gattinara si la hubo. Carlos Vº se habrá mandado hacer el palacio en Granada por Machuca insistiendo en el “italianismo” o no le importaba o entendía de eso...? Imagínese que lindas lecciones me irá dando por esas benditas tierras de España mientras las surcamos en un raudo automóvil. Pero si me indica libros antes los leeré en bibliotecas, los compraré, los haré buscar en España ¿de acuerdo?

El cargo de Chef de Travaux no tiene otra obligación que la de escribir mucho y bueno (según palabras de Braudel) y en eso estoy metido de cabeza. De ahí, si doy satisfacción, pasaré a ser titular del cargo y después asistente y sub-director de estudios, etc. Ese es el escalafón. Yo preparo lo que se llama un doctorado de investigación, en un nuevo sistema llamado el Tercer Ciclo, que trata de ir contra los títulos excesivamente académicos que anquilosaban la enseñanza francesa. Ya ve que es interesante. Termino para que la carta llegue pronto a sus manos y me conteste qué piensa de todo esto. Cariños a las Ninas, un abrazo de


FECHA
10/02/1960
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con correcciones a mano, firma autógrafa y membrete:] BRYN MAWR COLLEGE / BRYN MAWR, PENNSYLVANIA / DEPARTMENT OF SPANISH

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (10/02/1960)

10 de febrero 1960

Mi querido Ricardo:

Llegó, que todo llega en este mundo, el número de La Torre con las cartas cruzadas entre Juan Ramón y Zenobia. Las he leído con enorme interés. ¡Cómo se dibujan las respectivas personalidades desde el comienzo! Tu estudio de introducción es –no habría que decirlo- excelente y, desde luego, oportuno. Creo que en relación con esas cartas no se plantea el problema que con otros papeles del poeta, puesto que él las escribió pensando en la publicidad y en la inmortalidad y en el monumento; y esto es lo que, à son insu, les da enorme interés. La actitud es la misma que tuvo respecto de la creación poética. Vivía, si a eso puede llamársele vivir, en función de ella; y el sublime farsante lo hacía todo con vistas a la extrapolación estética. El resultado, paradójicamente, era rebajar el valor estético de sus perlas artificiales. ¡Qué contraste con la poesía de Machado, a quien le brotaban sin buscarlo ni procurarlo las perlas naturales de su verso como excrecencia del vivir! Por cierto, para Machado hubiera sido afrentoso y terrible el hecho de que sus cartas a Guiomar alcanzaron al público, y aun a tercera persona, aunque ésta lo hubiera sido en verdad, y no la vieja alcahueta de doña Concha Espina. Pero es que él era un hombre, y tenía sindéresis. Por eso, paradójicamente también, interesan más sus cartas: uno sabe que no estaban marcadas.

Lo que ocurrió con Delaware es que el Sr. Roberts estuvo en la convención de Chicago, y allí se encontró con Martinez López, quien dejó saber que ya estabas tú comprometidos con ellos. Seguramente desistió, entonces, el otro de escribirte. Por cierto que el dicho Martínez pasó por aquí con la familia hace unos dias, de camino para España, y estuvimos juntos unas horas durante las cuales, cómo no, te recordamos con el cariño que mereces.

El pobre Molina está preocupadísimo con su artículo. El tiene justificadas suspicacias; digo, justificadas en general, no en en este caso específico, pues seguramente no se da cuenta de que las resistencias que halla su excelente estudio no se deben (si son intencionadas y no resultado de la necedad ambiente, como bien pudiera ocurrir) a que mi libro ha tenido ya demasiado éxito, y eso despierta la envidia de gentes que sólo creen puede reconocerse a un escritor a condición de que se haya muerto previamente, o al menos de que esté muerto en algún modo, y no inquiete, ni moleste, ni diga cosas desagradables. Dado que yo no pienso en morirme por ahora, ni menos dejar de escribir con punta, pues de otro modo no me tomaría el trabajo, ciertos elementos prefieren, consciente o inconscientemente, silenciarme. Por suerte, hay otra gente, y al parecer no demasiado escasa, que tiene la magnanimidad bastante para decir lo que piensa cuando piensa bien de algo: y me refiero en particular ahora a Rodríguez Alcalá, que no contento con su magnífico artículo de Cuadernos Americanos, ha publicado otro, muy generoso, en el último número de la Revista Hispánica Moderna, donde, por cierto, cita tu nombre. Quizás lo habrás visto. Volviendo a Rodrigo, me dijo que tú vas a enviar su trabajo a los Papeles de Cela. Puedes creerme si te digo que me alegraré de que se lo publiquen, más que por mí mismo, por él. Necesita absolutamente esa confortación.

Recibí de Jorge una carta, muy contento con su nuevo puesto como ayudante del Rector. Lo felicité, aunque sería al Rector a quien habría que felicitar.

No dejes de escribirme, y pronto. Déjame conocer tus planes conforme se concreten. Los nuestros consisten en volar hacia España directamente en los últimos dias de mayo o primeros de junio; estar unos pocos en Madrid, y luego ir a Andalucía, y ver un poco aquello. En julio, probablemente, ir a Berlín, donde me han invitado a dar unas clases; en agosto a Inglaterra, y en septiembre, según estemos, y según hayan ido las cosas, se verá que se hace. Todo está aún, como ves, bastante elástico, salvo acaso el proyecto de colar directamente a España, y aun éste pudiera tener variantes todavía.

Saludos muy afectuosos a todos los amigos, y para ti un gran abrazo de

Ayala.-


FECHA
09/03/1960
REMITENTE
Damián Bayón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
S.l.
ORIGEN
París
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Instituto de América de Santa Fe. Legado Damián Bayón. Archivo (Santa Fe, Granada)

Carta de Damián Bayón a Francisco Ayala (09/03/1960)

París, 9 de marzo de 1960

Querido Ayala:

Recibida hace ya tiempo su sabia y modesta carta. Gracias. Sí, me parece que tiene razón, comprando Uds. auto estaremos todos más libres de hacer lo que queramos o podamos. Por aquí las cosas marchan, yo metido en mis libros y olvidado casi de que París canta con el canto de las sirenas. Los Cortázar volvieron hace diez días, los vi la noche de llegada solamente. Venían tostados del sol y contentos. Dejaron Bs.As. no tan mal como lo encontraron unos meses antes y pudieron trabajar en el barco de vuelta. Julio está de moda entre la “nouvelle vague” argentina. El hecho de no vivir allí lo debe valorizar aun más. Las armas secretas , su último libro, se vende bien y Sudamericana le ha pedido dos de sus novelas, inéditas hasta ahora. El gran cronopio está contento, no habla en el vacío. A Aurora la contrataron para traducir los libros de Lawrence Durrel: Justine, Balthazar y Mountolive y cuando salga el cuarto de la serie, ese también. Como el autor me gusta me ha parecido estupendo que Aurora lo traduzca, pero le sacará canas verdes.

Me fuí por unos días a Suiza y en el interín pasó por aquí Raimundo Lida y señora. Lo sentí verdaderamente. Lo mismo me pasó con los Orfila, un almuerzo junto[s] y después ya no coincidimos más. No se puede estar en la procesión y repicar, o viceversa.

Después de un pesado librote sobre Carlos Vº me despaché uno ligero sobre Felipe IIº y sigo hurgando en las librerías en busca de algo. Los libros españoles son tan caros aquí que prefiero comprarlos en España o la Argentina. No encontré los que Ud. me señaló. Ahora estoy embarcado en España en su historia , de Américo Castro y me entero de cosas y me confirmo en otras con gran deleite. Me parece menos nacionalista que el gran viejo Menéndez Pidal y no hay duda de que tiene muchas cosas interesantes que decir. En Egipto descubrí a América -a través de España- con sus ruidos callejeros, el negro llevado por las mujeres, la primacía del hombre. Para nosotros el origen es siempre España, pero ¡qué extraño es cuándo descubrimos los orígenes del origen! Y que didáctico resulta. Nos habíamos acostumbrado a pensar una España y resulta, claro, que estaba hecha de tantas cosas contradictorias resueltas -o no resueltas- en la historia.

Me gustaría ya saber las fechas del viaje de Uds. ¿Las hay? No deje de comunicármelas. De P.R. siempre estoy informado por la fiel Luisita. Parece que Jorge Enjuto trabaja de veras pues está en la Oficina del Rector ¿Sabe el cuento de D. Jaime con Oppenheimer? El día que éste pareció era al siguiente de la muerte de Bueso, el Rector se hizo un lío y al presentar al famoso Premio Nobel, agregó: Dr. Roberto Eisenhower... Parece que la gente se rió a carcajadas. Y es que Ike andaba por allí también y el inconsciente le jugó una mala pasada. Ayer en clase a Levi-Strauss le pasó algo parecido; hablaba del chamán y de unos sueños eróticos y dijo: “Le savant et ses rêves érotiques...”.

Un gran abrazo de