Las cartas de Francisco Ayala sobre

Jorge Luis Borges

Jorge Luis Borges. Buenos Aires, 1899-Ginebra, 1986.

Joven poeta ligado al ultraísmo, Borges fue después uno de los escritores más brillantes del siglo XX, ligado al grupo de la revista Sur, en la que durante años colaboró también Ayala.


Ambos mantuvieron una larga relación de amistad, con testimonios de admiración mutua como la reseña que Borges dedicó a la narración El Hechizado de Ayala o los “Comentarios textuales a ‘El Aleph’” de este. El ejemplar de la primera edición de Ficciones (1944) que se conserva en la biblioteca de la Fundación Francisco Ayala está dedicado por Borges “A Francisco Ayala, con total amistad”.

cartas 16 al 20 de 24
FECHA
03/05/1962
REMITENTE
Ricardo Gullón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Ricardo Gullón a Francisco Ayala (03/05/1962)

3 de mayo de 1962

Professor Francisco Ayala

54 West 16th Street

Querido Paco:

Desde hace dos días tengo en mi poder esta hoja esperando recibir la adhesión personal del Presidente de la Universidad, para unirla al documento que hoy te remito. Pero como esa adhesión se retrasa y veo que en estos días hay aquí una vorágine de actos y celebraciones, prefiero no esperar más, por si el tiempo apremia.

Va, pues, la adhesión de los profesores del Departamento, y ojalá sirva para que a nuestro amigo le concedan el premio que tanto desea. Andersson iba a recordar al Presidente lo de la carta especial que de él esperamos, y en cuanto la tenga en mi poder, te la haré seguir.

La racha de malas noticias es realmente abrumadora. Hoy me llega la de la muerte en Méjico, de un infarto pulmonar, del pobre Emilio Prados, una de las personas más buenas y generosas que andaban por este cochino mundo. Estoy muy afectado por esta noticia.

El próximo semestre no voy a dar un curso sobre novela contemporánea. Para variar, hablaré del ensayo, pero no por eso mis estudiantes dejarán de leerte, pues en vez de Muertes de perro leerán El escritor en la sociedad de masas, después de leer a Ortega, claro.

Recuerdos a Nina y un fuerte abrazo de


FECHA
12/05/1962
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (12/05/1962)

12 de mayo de 1962.

Querido Ricardo:

Ahí va la lista, con 200 firmas, que he enviado al Presidente de la Academia sueca, advirtiéndole que, probablemente, seguirá todavía una lista complementaria. Para cómo se han hecho las cosas, creo que no es poco lo conseguido.

Pane me dice que, al final, no puede arreglarse lo de I. M. Gil. Por lo visto, a Pane, que es bueno como su nombre, lo han dejado en la estacada, y anda medio cabreado, pensando en irse de Rutgers. Lo cierto es que rara vez se lo encuentra en su oficina, donde antes se pasaba la vida.

Lo que me dices de que seguiré presente en tus oraciones académicas, esta vez a cuenta de mis ensayos, me conmueve como una prueba más, no sólo de tu amistad, sino de tu generosidad. Recibe un abrazo.

Y no te escribo más, porque ando con las prisas de todas las postrimerías.

Recuerdos muy cariños [sic] de Nina, y de mi parte... otro gran abrazo.

Ayala.-


FECHA
01/06/1962
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Camilo José Cela
DESTINO
José Villalonga, 87. Palma de Mallorca
ORIGEN
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fundación Pública Gallega Camilo José Cela

Carta de Francisco Ayala a Camilo José Cela (01/06/1962)

1 de junio de 1962

Mi querido Cela:

Perdone que no le haya contestado antes a su carta, que le agradecí mucho. Es verdad, que estos dias últimos, y podría decir semanas mejor, han sido de un trabajo enorme para mí, pues el final del curso se ha complicado esta vez con el hecho de que, a principios del próximo, paso a la New York University, que me conviene más desde muchos puntos de vista, y eso me ha obligado a gestiones diversas y fastidiosas.

No creo que ya haya que hacer nada más en el asunto Borges. Me enteré, por noticias de Suecia, de que el petitorio de premio Nobel por la Sociedad Argentina de Escritores tenía la misma fuerza que si lo hubiera pedido su abuelita que lo quiere tanto. Como yo envié 200 firmas de otros tantos sabios profesores, si al final le dan el premio, será en virtud de ellas. Pero creo que Kennedy está empeñado a favor del valetudinario poeta Frost, y supongo que el argumento de su muerte próxima tocará las fibras sensibles del alma sueca, y Borges, que sólo puede invocar en contra su ceguera, se quedará para otra vez. Ya veremos que pasa.

Me permití enviarle al susodicho su carta, para que vea, o le lean, las palabras que usted dice a propósito suyo.

Supongo que ya recibiría el ejemplar dedicado de "Una boda sonada". Lo está siendo el cuento, que ha gustado mucho y me está trayendo una cantidad de cartas, aunque echo de menos las de tono insultante e indignado que la cosa pide. Ahora, dentro de unos días, voy a ir a Buenos Aires, donde saldrá mi nuevo [sic] novela, continuación en cierto modo de Muertes de perro (ésta se va a titular El fondo del vaso), y procuraré que hagan un librito (muy breve ha de ser), con esos cuentos y algunos otros, más uno inédito que no habría revista capaz de manchar sus páginas con él (quizás lo hubiera hecho Papeles, pero habiendo censura, para qué hablar). Ya se verá.

Recibí una carta del joven Sergio; y voy a pedirle a usted que le diga, en respuesta a una información que me pide, lo siguiente:

Para establecer canje con La Torre, lo mejor será que se dirija a Jorge Enjuto, Oficina del Rector, Universidad de Puerto Rico, Rio Piedras, Puerto Rico, y le diga de parte mia lo que quiera. Es muchacho excelente, y buen escritor además, aunque casi nunca escribe, y él mismo ignora (fíjese qué tipo raro) que es buen escritor. Este puede ser que dé la orden de canje, y hasta pudiera ser que conteste a la carta; si no lo hace él, nadie lo hará.

Y termino. Tengo muchas ganas de que nos encontremos, querido Cela; pienso que, de aquí a un año, tal vez pueda ser; o al menos, yo he de procurarlo.

Abrazos de

Francisco Ayala.-


FECHA
23/11/1964
REMITENTE
Damián Bayón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
S.l.
ORIGEN
París
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Instituto de América de Santa Fe. Legado Damián Bayón. Archivo (Santa Fe, Granada)

Carta de Damián Bayón a Francisco Ayala (23/11/1964)

París, 23 de noviembre de 1964

Querido Ayala:

Entre dos págnias [sic] de una eterna escritura que nadie ve y nadie lee me acuerdo de Uds. con cariño y saudade. ¿Qué es de sus buenas vidas? Inmediatamente los veo in mente: Ud. escribiendo algún misterioso libro y Nina atareada con las “relaciones exteriores” de la casa. ¿Qué saben de los chicos? Sé que Nina se queja de no tener noticias mías pero a la muy tranquila no se le ocurre siquiera ponerme unas letras.

¿Estuvo en México? ¿Vió a Murena? Cuente hombre cuente. De Murena recibí una carta que vino caminando pues era del mes pasado. Me cuenta algunas cosas buenas pero siempre saben a poco, por ejemplo que Victoria Ocampo le escribió a Malraux reclamando porque no la consultaron cuando fue De Gaulle...

El otro día estuve en una conferencia de Maravall en mi Escuela. Habló de la idea de progreso en la España de los siglos XVI y XVII. Muy bien, después le retrucaron Braudel y Bataillon. Se acordaba de mí pero como él había venido para la Conferencia de la Unesco no me atrevia a molestarlo con invitaciones a mi casa. Le hicieron prometer que va a volver durante este curso para hablar de las comunidades.

París no da abasto de exposiciones. Hay una de arte negro, otra de collages, otra de naifs y me falta salas nuevas del Museo Guimet con cosas del Nepal y del Tibet, en fin la locura. Me apresto a ver Puntilla y su valet, de Brecht por el excelente T.N.P. Ya vi un Ricardo III bastante bueno, Les ailes de la colombe (un Henry James), una Vida es sueño interesante y no sé qué más. Todavía no me decido por El desierto rojo de Antonioni que ha sido criticada duramente por nuestros dictadores Cortázar. Que, por suerte, me invitan de tiempo en tiempo con gente interesante. Yo, para no ser menos, tengo mañana en mi casa a Miguel Angel Asturias que vuelve del Congreso de los Negritos en Berlín.

A Borges lo vi de lejos, lo escuché divirtiéndose la mar con la poesía gauchesca. Pero había un mar de gente. Aurora habló con la “novia” que según ella no pasa de “secretaria” -y por una vez debe ser cierto- y dijo cosas sensatas: que le gusta estar con gente joven y que la madre ya está tan delicada que el pobre se hace mala sangre cuando viaja con ella. Aquí ha sido la apoteosis, por fin están entendiendo algo al personaje (no bien todavía). En cambio al loco de Mallea a quien me aprestaba a ver pasó como exhalación. Arciniegas me dijo que estaba... y ya se había ido. Escriba y “largue”. Abrazos numerosos de


FECHA
27/10/1965
REMITENTE
Damián Bayón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
S.l.
ORIGEN
París
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Instituto de América de Santa Fe. Legado Damián Bayón. Archivo (Santa Fe, Granada)

Carta de Damián Bayón a Francisco Ayala (27/10/1965)

París, 27 de octubre de 1965

Querido Ayala:

¡Al fin llegó su “azul” que se hizo esperar meses esta vez...! Ante todo gracias por su tercera gran ayuda. Las dos primeras salieron estupendas: Universidad de Puerto Rico y Cuadernos. Este nuevo Instituto de Estudios Latinoamericanos puede ser una buena manera de ir a pasar unos meses en Nueva York, verlos, encantarme... y ganar unos buenos dólares con la bendición de mi Escuela de Altos Estudios que verá que me llaman del extranjero. Inútil repetirle cuánto le agradezco.

Y ya que hablamos aunque tangencialmente de Cuadernos que murió de su buena muerte natural, le diré que estuve con Iglesias (me encargan siempre unas notas periódísticas que pagan bien) y me contaron que, tal como yo lo intuía, sale una nueva revista del Congreso bajo la dirección de Rodríguez Monegal. Mis amigos uruguayos -pese a su nacionalismo ingénito, sobre todo frente a argentinos- me han dicho que es “pobre mozo”. A mí me había gustado bastante las cosas que escribe (me acuerdo de un ensayo sobre Borges), pero me interesaría sobremanera que Ud. me dijera que le parece el pejerto.

No me vendría mal empezar a colaborar de nuevo ya que escribí 30 cartas ofreciéndo artículos (desde un polo hasta el otro) y sólo contestaron 2: un diario de Santa Fé que acepto, y otro de Bahía Blanca que dijo que no. Los demás...

Mis viajes parecen terminados por la presente estación. Renuncio a ir a Buenos Aires por el momento, no puedo entramparme pagando 900 dólares en cuotas como el año pasado. Pero si viera que hay algo que hacer en los States y "donner un coup de pouce" quizá me animara para Navidad a pagarme un viaje de 300 dólares (por 21 días) a esas tierras abundantes y revueltas con negros, Klu-Klux-Klan y cohetes que explotan cuando no deben o viceversa.

No tengo ejemplares de mi libro. Los muy canallas después de pagarme sólo 300 dólares me mandaron cinco ejemplares. Mandé pedir, mandé comprar, etc. Un silencio digno es la única respuesta. Pero como dicen que el que calla otorga... Cuando tenga demás está decirle que le mandaré aunque ya sabe Ud. que es muy elemental y no sentiré otra cosa que una gran vergüenza cuando ojos tan implacable [sic] y aquilinos como los suyos (¿se acuerda que lo encontré parecido a Faulkner cuando lo vi por primera vez en la Naciones Unidas?) se dignen leer esas ya viejas páginas.

Francastel me propone una nueva investigación apasionante. Convoca unos coloquios sobre Los Magnates en el siglo XVII que se desarrollarán en junio del 66 en París y Varsovia y quiere que yo me ocupe de esos señores pero de los españoles en Nápoles y Sicilia. Le pido S.O.S. sus conocimientos y luces me pueden ser preciosos como en la tesis, no deje de mandármelos. Tendré que viajar a Nápoles ¿qué pena, no...? Abrazos de