Las cartas de Francisco Ayala sobre

Nina Ayala

Nina Ayala Silva. Madrid, 1934.

Hija de Francisco Ayala y Etelvina Silva Vargas, historiadora del arte y profesora de universidad, se licenció en Arquitectura y obtuvo el máster y el doctorado en Historia del Arte en Columbia University.


Destacan en su obra los estudios sobre arte español de los siglos XVI al XVIII. Es madre de Juliet Mallory y abuela de sus tres hijas, las descendientes de Francisco Ayala.

cartas 71 al 75 de 90
FECHA
10/04/1966
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con correcciones a mano, firma autógrafa y membrete:] NEW YORK UNIVERSITY / GRADUATE SCHOOL OF ARTS AND SCIENCE / WASHINGTON SQUARE, NEW YORK 3, N.Y.

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (10/04/1966)

10 de abril de 1966

Mi querido Ricardo: Te agradezco muchísimo el tono de confianza con que está escrita tu carta última, y con la misma intimidad te contesto a ella haciendo comentarios que son, claro está, para tu exclusivo consumo. #Ante todo te diré que he aceptado por fin lo de Chicago. El jueves pasado estuve allí, vi cómo eran las cosas sobre el terreno, llegamos a un acuerdo sobre los puntos que a mí más me importan, y hoy escribiré mi carta de dimisión a NYU. #Entre tanto, Rodrigo ha tenido una trifulca con el chairman, según aquel me cuenta por teléfono, pues se siente desconsiderado, preterido, ofendido y humillado, es decir, privado del poder (del “mando, mucho mando”) que tanto ambiciona. Lo que le pasa en el fondo es que se ha puesto muy soliviantado al ver la propuesta lucrativa y honorífica que me han hecho a mí, pues cosa tal tiene que hacérsele insufrible a una persona que piensa, como piensa él (y a mí también me lo tiene repetido) que las distinciones o ventajas con que el prójimo pueda verse favorecido se deben a su simpatía y buenas amistades (léase: a que uno es un vivo, y un pillastre, y se maneja entre contubernios), en lugar de pensar que Dios, en sus inescrutables designios, distribuye diversamente sus gracias entre los hijos de Adán, dando lugar así a la envidia cainita. Estará preguntándose probablemente por qué medios y con qué intrigas astutamente puestas en juego habré logrado yo esa que él juzga bicoca, sin darse cuenta que, dadas las condiciones actuales, basta tirarse un pedo para que le ofrezcan a uno el oro y el moro, y que, relativamente hablando, si el que tiene algún merito encuentra cierta recompensa, el que no tiene ninguno, o tiene deméritos, está disfrutando de una situación que las circunstancias increíbles de la vida universitaria actual hubiera hecho incocebible ni aún para soñada hace no más que diez años.#Por otro lado, es también cierto (y ¡claro está! debido a esas mismas circunstancias) que el chairman, un buen hombre por lo demás, es absolutamente negado. Incapaz de entender nada ni de hacer las cosas por sí mismo, despistado en cuanto a quién es quién, un cierto instinto le hace sin embargo desconfiar de Rodrigo, y no le deja meter cuchara, lo tiene a raya, y éste se siente frustrado en sus ansias de control y autoridad, que busca satisfacer por el camino desviado de la administración, ya que en las clases carece de dominio. Así están las cosas. El departamento, y la universidad entera, es un marasmo. Y en cuanto al chairman, Starr, tengo la impresión de que se le considera fracasado y no tardará demasiado en dar el bote. Aunque nunca se sabe, pues en su dia lo buscaron con candil… Como yo he de estar aquí todavía un mes o algo más, pudiera ser que me preguntaran acerca de la sustitución (sin cuya pregunta no puedo yo, como comprenderás, sugerir nada); pero pudiera ser, digo, porque estoy procurando quedar en los mejores términos con la Administración. ¡Ojalá! # Estos dias, como te imaginaras, no he hecho nada más que ocuparme con estos jaleos, y asistir con mis experimentados consejos a mi hija y yerno en la innoble pero también inevitable manipulación de las ofertas de puestos que ellos también han recibido, como cada quisque…# Para los efectos de nuestro posibles encuentros en el futuro próximo te diré que en Chicago empiezo a enseñar para principios de octubre (ahí tienen el sistema de quarters) y enseñaré ése, que es el de otoño, y el de invierno, por lo pronto; luego, ya se verá. Desde luego, tengo plena libertad de movimientos, dentro de lo discreto; y lo discreto es que esos dos quarters los enseñe. Iré a Madrid en junio, pero estaremos aquí a principios de julio para asistir a nuestra natividad. Lo que haya de hacer hasta el 1º de octubre, no lo sé, aunque probablemente me aplique a escribir algo nuevo. No dejes de darme tus noticias pronto. Recuerdos de Nina y un gran abrazo.

Ayala.-


FECHA
20/05/1966
REMITENTE
Damián Bayón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
S.l.
ORIGEN
París
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Instituto de América de Santa Fe. Legado Damián Bayón. Archivo (Santa Fe, Granada)

Carta de Damián Bayón a Francisco Ayala (20/05/1966)

París, 20 de mayo de 1966

Mon Cher Ami,

¿Quién no escribe a quién...? Confieso que me he perdido. Pero ahora –de golpe he tenido ganas de comunicarme y me pongo manos a la obra.

Terminé el pesado trabajo de las traducciones sobre Le Corbusier para La Torre. Y me he puesto en seguida a estudiar un tema que se presenta magro. En efecto, Francastel me ha encargado que en unos Coloquios que convoca a fines de junio aquí en el Marais yo me ocupe de los Magnates españoles en el Reino de Nápoles, entre 1580 y 1670. Es muy tarde para Don Pedro de Toledo (el primero) y es demasiado pronto para los Borbones... Leo todo lo que puedo aquí, me daré una vueltita por Venecia (¡sacrificado que uno es!) para revisar bibliotecas y librerías italianas. De España me hice venir unos libracos de un señor Francisco (otro) Elías de Tejada, carlista para más datos. El hombre sabe (consulté sobre él con Maravall en diciembre) pero está empeñado en demostrar la leyenda blanca de España en Nápoles y habla sobre todo de historiadores, filósofos y teóricos de la política.

Leo también a un Francisco del cual no tiene que avergonzarse: Quevedo pero me pierdo en el fárrago de la Conjuración de Venecia y sigo sin ver claro. La verdad es que me parece que magntes [sic] o no los españoles poco hicieron allí en ese tiempo. Las fortalezas vienen del tiempo de Alfonso V, el urbanismo de Toledo, en las Historias de la Arquitectura italianas poco hay. Y cosa extraña, los españoles que se ocupan de América como cosa propia -con razón- parecen tener repugnancia a ocuparse de Nápoles y Sicilia (sin razón). Es una mina de oro que quizá explote. Intuición tenía Francastel cuando me empujaba en ese sentido...

Diga lo que sepa al respecto, que será mucho: autores, el “libro”. Maravall me señaló informes de ingenieros pero siempre es más antiguo que la época que “intereso” (ver Puerto-Rico). Pesqué un dato bueno: Galasso, Mezzogiorno nel Rinascimento e l’età moderna, me lo compraré en las Italias. Pero escriba Ayala, escriba...

Si los cálculos no me traicionan estaré en los USA entre el 20 de setiembre y el 10 de octubre (Nueva York y rodando un poco para ver arquitectura moderna: New Haven, Harvard), espero verlos entonces y conversarlos como es debido. He sido sin duda ya juzgado en la Recherche pero no han tenido a bien comunicarme si he sido elegido. Veremos. Me voy por 15 días a Viena y Venecia con un amigo arquitecto (para variar) y vuelvo para los dichos Coloquios. ¿Cómo anda Nina chica, lo lleva bien...? Cariños a todos, un gran abrazo del siempre


FECHA
18/06/1966
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Max Aub
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fundación Max Aub

Carta de Francisco Ayala a Max Aub (18/06/1966)

18 de junio 1966

Mi querido Max:

Nina, junior, que gesta pacientemente en Nueva York, me envia tu carta del día 1º., a la que contesto enseguida. Es cierto que voy a enseñar en Chicago, pero manteniendo el domicilio de Nueva York, pues el nuevo puesto me consiente gran libertad de movimientos, y Nina, en su calidad de abuela inminente, no quiere, y es muy lógico, separarse de nuestra hija y lo que viniere.

Ya me habías dicho lo de Jerusalem, y veo que se ha concretado. Me alegro, pues constituye una experiencia más. Supongo, y hasta creo estar seguro, de que te concederán también la beca Guggenheim, y eso te proporcionará cierta holgura para escribir. A la vejez, por causa de las circunstancias absurdas de nuestras vidas, y del caso de este pais, estamos recibiendo el reconocimiento que se nos debe. En el último núm. de Cuadernos para el Diálogo he visto una cosa tuya reproducida, y un artículo. Yo, por mi lado, también estoy haciendo acto de presencia en modos diversos. Más vale tarde que nunca.

Lo que me dices de “El Nuevo pensamiento político español” me parece muy bien, pero habrá que volver a hablar sobre ello, pues de momento no tengo nada, y aquí me están urgiendo a que escriba algo. ¿Tú no piensas pasar por Estados Unidos a tu ida hacia Jerusalem? Me gustaría que hablásemos. Y quizás se podría urdir alguna cosa antes, no sé.

Te felicito por haber acabado un nuevo tomo sobre la guerra de España, y ya ardo en impaciencia por verlo.

No dejes de procurar que me envien un ejemplar de la Historia de la Literatura, pues creo que para los editores será útil que yo la tenga a mano.

He estado el otro dia con Antonio Espina, que está formidable de salud y aspecto; pienso que nos volveremos a ver, aunque yo no voy a estar ya muchos dias. Después de algunos en París, el 15 de julio estaremos de vuelta en Nueva York, donde espero noticias tuyas.

Nuestros cariñosos saludos a Peua, y un abrazo muy fuerte de

Ayala.-


FECHA
16/07/1966
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Damián Bayón
DESTINO
París
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa. Al pie, se añade párrafo manuscrito firmado por Nina Silva]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Instituto de América de Santa Fe. Legado Damián Bayón. Archivo (Santa Fe, Granada)

Carta de Francisco Ayala a Damián Bayón (16/07/1966)

16 de julio de 1966

Querido Damián:

¡Vaya! dirá usted. ¡Otro papelito azul! Estos no me dejan descansar. Apenas los dejo al estribo del avión, y enseguida, zas, otro papelito azul. Bueno, paciencia.

Nuestro viaje fue tan bueno como todos los anteriores tramos, es decir, excelente. Y llegamos cuando el calor horrible de dias a atrás parece dar tregua. El joven matrimonio, en la dichoso [sic] espera. Nina, impresionante, y todos impacientes. De un dia a otro se producirá el acontecimiento. Hemos hablado largamente de todo y de todos, y entre todos, muy en especial del juvenil si no ya tan joven docente de la Sorbonne, cuyos méritos y prestigios crecen sin cesar, y cuya anunciada visita se aguarda para fines de septiembre.

El cuadro de De Juan se portó muy bien durante el viaje, instalado en un rinconcito del avión; y tampoco a la salida dió nada que hacer; de modo que aquí está esperando a que sus dueños lo coloquen en su museo privado, como lo harán probablemente hoy mismo. Dígale a esos amigos excelentes que les estamos muy agradecidos a sus atenciones, y usted dígame cómo se encuentra él después del contratiempo sufrido. Nina se afligió mucho al enterarse. Aunque es de suponer que ya esté restablecido y que todo no haya sido nada, nos gustaría asegurarnos.

Aquí me tiene sepultado en papeles. Enseguida empezaré el desbroce, y cuando lo termine invocaremos a las musas que, en mi caso, son enemigas del desorden y están acostumbradas a la limpieza.

Escriba, Bayón, escriba, como clama una de las pocas palabras memorables del bardo Jiménez Mantecón.

Saludos (pero de verdad, ¿eh?) de los Mallory, nada diré de Nina senior, y un abrazo de

Ayala.-

[Escrito a mano:]

Querido Damián: aunque yo no suelo añadir nada a las cartas del que arriba suscribe, quiero que esta vez no falten mis garabatos, para decirle lo mucho que gozamos? disfrutamos? [sic] de su compañía. Siempre despues de quedarnos solos recordamos todos los ratos agradables que pasamos juntos tanto en la conversación como buscando bistró (sin carne de caballo).

Si aún hay alguien todavia en Paris de sus buenos amigos, para ellos van tambien mis recuerdos.

Grandes abrazos y grandes deseos de que venga usted pronto a visitarnos.

Nina


FECHA
02/08/1966
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Jaime Benítez
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y anotaciones a mano]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo Jaime Benítez. Universidad de Puerto Rico

Carta de Francisco Ayala a Jaime Benítez (02/08/1966)

2 de agosto de 1966

Queridos Lulú y Jaime:

Durante meses hemos estado esperando la oportunidad de encontrarnos con ustedes, como creíamos que ocurriría (según anuncios y rumores) antes de salir de Nueva York, y luego durante el tiempo que hemos pasado en España. Cuando hay tantas y tantas cosas de qué hablar, las cartas son mal sustituto. Pero con la última noticia por nuestra parte, que ya habrán recibido directamente de Nina y Michael, verdaderamente autores de la misma, pues nosotros somos meros abuelos, ya no hay caso de aguardar más, y me pongo a teclearles esta carta-boletín.

En efecto, anteayer, por fin, nació nuestra nieta, que es una criatura preciosa (avia dixit), y que llegó con toda felicidad. Sobre este punto, no es necesario elaborar: todos estamos encantados, aunque la fecha del acontecimiento ha supuesto cortar nuestro merecido veraneo a mediados de julio en que hubimos de regresar para hallarnos presentes. Y ahora, hasta 1 de octubre en que empiezan mis clases en Chicago, aquí estoy “vacando”, como gustaba decir Ortega, a mis labores de pluma, mientras el resto de la familia contempla con embeleso al mínimo sujeto que ha agregado un unidad a su número.

Pues esa es la otra noticia, que ustedes conocerán probablemente con todos sus detalles y aún más: dejo la NYU y paso a enseñar en la de Chicago, donde me han ofrecido unas condiciones sumamente favorables, con vistas a permitirme que en los años próximos pueda aplicarme al desarrollo de mis posibles escrituras, académicas o ficcionales, usando bastante la libertad. Ya le daré a ustedes los detalles cuando nos veamos, pues no dudo de que muy pronto, de un modo u otro, hemos de encontrarnos. Y casi con esto termino mi carta; es decir, pidiéndoles que nos digan, aunque sea con dos lineas, si piensan venir por aquí en las semanas próximas, pues insisto en que la conversación no tiene sustituto epistolar, y tenemos mucha gana de conocer las nuevas perspectivas de ustedes, y de charlar acerca de todo con holgura.

En anticipación de nuestro próximo encuentro, les envia, con cariñosos recuerdos para toda la familia, un gran abrazo su ¡ay! viejo amigo

Ayala.-

[Escrito a mano:] Querida Lulú. Ya veras que esto de ser abuelos es una cosa de volverse gagá. No hacemos más que celebrar la belleza de la nieta y Paco el que más. Ya te llegará a tí el turno.

Grandes abrazos y cariños para todos de

Nina