Las cartas de Francisco Ayala sobre

La Torre

La Torre. Revista General de la Universidad de Puerto Rico. San Juan, 1953

El emblema de esta revista, que apareció por vez primera coincidiendo con el cincuentenario de la Universidad de Puerto Rico, es la torre que preside el edificio del campus de Río Piedras. Su director nominal era el rector Jaime Benítez.


Benítez puso en manos de Ayala su publicación, como una parte del catálogo de la Editorial Universitaria de Puerto Rico. En un breve manifiesto inicial puede leerse que la revista nace como “instrumento de acción espiritual” interesado en “los problemas vivos de nuestro tiempo”, y, aunque preocupada “por Puerto Rico y sus problemas”, dispuesta a actuar “en un mundo abierto”.

Ayala abandonó definitivamente la Universidad de Puerto Rico en 1958, pero la revista se ha seguido publicando hasta fechas muy recientes, aunque con altibajos en su calidad material y en la de sus contenidos.

cartas 61 al 65 de 75
FECHA
14/04/1963
REMITENTE
Ricardo Gullón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Ricardo Gullón a Francisco Ayala (14/04/1963)

14 de abril de 1963

Querido Paco:

En vista de lo que me anunciabas en tu carta sobre una posible invitación para enseñar en New York University, retrasé un poco la contestación, mas parece que los señores de esa administración no se animan. Por cierto, que de donde ha llegado es de Indiana University y ahora mismo voy a contestarles que no.

En Austin tengo un jefe magnífico, buen amigo y muy preocupado por el departamento; tengo además una research assistant personal, que me alivia enormemente todo el trabajo; está, finalmente, el buen Ramón Martínez López que es un hombre buenísimo y muy inteligente, con quien se puede contar en todas las ocasiones. Me faltáis, en cambio, vosotros, y hay días que daría cualquier cosa por poder comunicarme con una persona como tú, que tan bien me conoce y por quien siento afecto profundísimo.

De todas maneras os agradezco a Rodrigo, a Ernesto y a ti vuestra propuesta y buenos deseos. Como verías por la postal que te escribimos en San Francisco, pasé allí muy buenos días y fuimos a Palo Alto donde hablé a los graduados en Stanford University. Es posible que en algún momento pueda ir allá a pasar un semestre, y de fijo resultaría muy agradable. Con Montesinos tuve larga conversación, libaciones y alimentos terrestres. Está magnífico de todo, incluso de memoria, aunque no sé por qué se queja de que le falta.

Inés envió a La Torre su estupendo ensayo, siguiendo tu consejo, o, para ser más exacto, yo mismo se lo remití a Jorge para que lo publique. Me dice esta niña que no te manda ahora una copia porque no la tiene y, en buena parte por culpa mía, anda escasa de tiempo para preparártela. Inesita es tu mejor propagandista y ha sabido leer en el fondo de tu persona mejor que muchos pseudo varones que pasan de los cuarenta.

Acabo de comprar el libro de Nora y estoy leyéndolo. Ha hecho un esfuerzo grande y es probable que en futuras ediciones corriga [sic] algunos fallos que ahora se observan. En lo que a ti se refiere es lástima que no haya leído las novelas. Me ha sorprendido que recuerde las tentativas que osé en mis verdes años, y la generosidad con que las comenta.

Díme si don Américo se dió al fin por enterado de tu prólogo. Que lo ha leído, casi me atrevería a asegurarlo. Tal vez piense que lo mejor será dar la callada por respuesta. Sigue en Austin, donde el próximo semestre tendremos a Arocena para explicar Historia de la cultura hispanomericana.

Recuerdos a Nina y para los dos de Inés muy afectuosos, y un gran abrazo


FECHA
21/04/1963
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (21/04/1963)

21 de abril de 1963

Querido Ricardo:

Recibí tu postal y carta subsiguiente; pero no la fotografía del Buda colosal que, como lo decía el poeta romano Marcial (ojo, no español; romano), presenta el dedo de enmedio. A pesar de faltarme ese inapreciable testimonio gráfico, no quiero dejar de darte el peritaje técnico que de mí solicitas acerca del posible significado esotérico del mencionado gesto, que tanto recogijo te ha producido y tanto ha de haber escandalizado, supongo, a tus bellas acompañantes. Si es así, no hay motivo ni para lo uno ni para lo otro. Se trata de obscenidad sagrada, y basta.

Ante todo, quisiera oponerme a la interpretación obvia de que ese Buda es una estatua al Dr. Miró Cardona, en cuya encarnación deberíamos ver el último avatar del dios. Si se hubiera tratado de representar la justa cólera del doctor hubiera hecho falta, no un Buda apacible que hace la peseta para bendecir al mundo, sino una imagen de la diosa Shiva, haciendo cortes de mangas con sus brazos innumerables, frenéticamente. La verdad es que ese Buda representa a Kruchef, y el dedo que exhibe en estado de erección no es sino la punta de lanza cubana con que señala a nuestro blando y ya húmedo seno. Pero no olvides que esta es una interpretación esotérica, y por lo tanto debes abstenerte de divulgarla.

En efecto –hablando ahora de cosas más serias que la historia universal– la gente NYU no se han animado a sustituir a Casalduero, quizás por considerarlo insustituible, quizás porque esas cosas deben meditarse durante varios años. Ya se verá lo que acontece en el próximo quinquenio.

De todos modos, pronto nos veremos en Madrid. Nosotros tenemos pensado el viaje para el 31 de mayo, pero no sabemos dónde hemos de alojarnos. Dime cuales son tus planes concretos, y quedemos en comunicar a través de Ínsula, o la Revista de Occidente, u otro contacto, de modo que nos encontremos antes de que la mera casualidad nos junte.

A Inesita dile que me alegro de que ya su trabajo esté en lo alto de La Torre, de donde caerá a su debido tiempo hasta el llano de la pública avidez lectora. Que no se preocupe de hacerme una copia, pues espero vivir lo bastante para leerlo en letras de molde.

Don Americo no ha dado señales de vida, pero tampoco ha de haberlo matado el disgusto, pues se hubieran sabido las de su muerte. De seguro habrá optado –pues yo también estoy seguro de que lo habrá leido– por guardar un prudente silencio acerca de mi cautelosa aun cuando severa rociada; y si es así, ello demostraría que, impulsivo y todo, sabe cuidarse y escarmentar en cabeza albornozada.

Me alegro de que Arocena vaya por ahí el año pr´xmo [sic]. Es buen muchacho.

A I.M.G. lo veo con la debida periodicidad. El miércoles próximo vienen a vernos. Está muy contento, y la gente muy contenta con él, loado sea Franco.

Recuerdos muy cariñosos y un gran abrazo de

Ayala.-


FECHA
01/08/1963
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Madrid
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (01/08/1963)

Madrid, 1 de agosto de 1963

Mi querido Ricardo: Menos afortunado que tú, yo padezco el calor sin el consuelo que proporcionan siempre los grandes clásicos. Del que tú estás ya leyendo ha llegado a mis manos ayer, via aérea, un primer ejemplar de [sic] nuevo librito titulado El as de Bastos, que a su debido tiempo encontrarás esperándote en Texas. Como la editorial Sur, que lo edita, gusta de pagar a sus autores en especie, quizás por desprecio al vil metal, creo que puedo dar orden de remitir ejemplares con alguna más latitud que suele; y te agradeceré que me digas, mediante breve lista, qué personas crees dignas de recibir –en toda la extensión del planeta– el obsequio de un ejemplar de tan escandaloso libro, es decir, gente que no vaya a tirarlo, asqueada, o a quemarlo, indignada.

Lo que me dices del marasmo producido ahí por la ausencia de Jorge, no deja de preocuparme. ¿No se ha conseguido, entonces, poner La Torre bajo control más directo de Benítez y en manos de Bruni? Sería una verdadera pena que tan prestigiosa revista decayera mediante el habitual proceso de deterioro interno y aparición intermitente y retrasada. Va a mandarte –a tí, por consejo mio– el amigo Marra-López, en calidad de colaboración para la susodicha publicación, un trozo censurado de su libro que trata del antoclericalismo [sic] de Barea. Te ruego que mires por ello, y también que preguntes a Eugenio cuando va a publicar el artículo que sobre mis novelas, a propósito de El fondo del vaso, pidió Enjuto a Ignacio Soldevila, y éste remitió. Convendría que, antes de abandonar esa bendita tierra, dejaras a salvo nuestra pobre revista. Y dime de todas maneras, si Brunhilda sigue ahí, y en qué condiciones, o si en definitiva se retiró para consagrarse de lleno a las laboras [sic] propias de su sexo.

También, cuando vuelvas a escribirme –como espero harás sin demora– me digas cómo va la cuestión universitaria. Respecto de ciertos personajes, no podrá Benitez decirme que no le avisé: Rey don Sancho, rey don Sancho / no digas que no te aviso...

Mis noticias, que esperas, pero que son más bien insípidas, se reducen a informarte de que fuimos a Lisboa, recogimos a Nina, seguimos hasta Santiago, Astorga, León, Zamora, Salamanca, Mérida, Sevilla, Córdoba, Granada y Madrid, y aquí estamos ahora haciendo los pequeños arreglos a que nos obliga la ingrata y penosa condición de propietarios, y dispuestos a pasarnos aquí el resto de las vacaciones, puesto que nos hemos quedado sin chavo. Veré si la calor me permite escribir un sesudo ensayo sobre la función de la literatura hoy y hace 40 años (tema absurdo que la Revista de Occidente me propone para un número con que piensan conmemorar la fecha de su aparición... hace 40 años, a [sic] sea ocho lustros, cuatro decenios, o un cuatro [sic] de siglo y quince años.

Entre tanto, la vida literaria está muerta, o a punto de morir. Ayer fui a la última soirée o sarao de Ínsula, que sin Aurorita no brilla, aunque había otros elementos femeninos de filiación desconocida pero anyway bastante competentes. Empieza agosto, y aun el más indigente plumífero se desplaza, aunque más no sea a San Rafael, que también lo era, al menos en cuanto a las alas; y a mí no me quedará más recurso que la amable horchatería y la lectura del ABC, que tanto ilustra.

De Enjuto tuve una postal, fecha 29 del pasado, desde Santiago, nada informativa, pero de cuyo solo ser ya se desprende que abandonaron Luarca y, dejándose allí, supongo, el lastre de la mother-in-law, excursionan por la península. Según noticias oficiosas e indirectas, supe que los rotativos de Luarca echaron el resto en elogio de la pareja ilustre de hijos, natural ella y él in-law, de la ilustre villa. Ignoro cuales serán sus planes de veraneo, pero espero que éste termine antes de nuestra partida rumbo al nuevo mundo y la gran urbe, de modo que volvamos a encontrarnos aquí.

Y me parece que eso es todo lo que puedo contarte. Releo la carta, pues yo también, como otros sabios, gusto de releer, y veo que está escrita con incoherencia, insuficiencia, y quizás mala ortografía. Achácalo a la temperatura ambiente y, con tu habitual generosidad, perdona sus muchas faltas. Abrazos

de Ayala y familia


FECHA
13/10/1963
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] NEW YORK UNIVERSITY / WASHINGTON SQUARE COLLEGE OF ARTS AND SCIENCE / WASHINGTON SQUARE, NEW YORK 3, N.Y. / DEPARTMENT OF SPANISH AND PORTUGUESE

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (13/10/1963)

13 de octubre de 1963

Mi querido Ricardo:

Esta vez se me han pasado sin escribirte más dias de lo regular y de lo que hubiera querido: pejigueras mil, académicas unas y otras extracurriculares, me han tenido sin tiempo ni para rascarme, que es una de las actividades más urgentes del ser humano. Hoy, después de un examen de doctorado y antes de echarme a corregir trabajos, por fin te escribo. Y claro está, se me olvidará decirte la mayor parte de las cosas en que había pensado durante este entretiempo.

Empezará con el noticiario personal: Por fin parece que está lista la traducción de Muertes de Perro y se publicará en la primavera bajo el título de Death as a way of life. ¿Que te parece este título? Yo no se si decir que ‘va’ o ‘bah’. #He recibido noticia de que una casa italiana, Longanesi (nemotecnia a base de longaniza) va a publicar ésa novela en un tomo con El Fondo del Vaso. # Respecto de esta última, han llegado dos repercusiones más o menos críticas de Argentina: un artículo, sin firma, donde me insultan por inmoral o poco menos, en respuesta por el método de Ahn a mi artículo sobre el estado del país en 1962, y otro, en Sur, del joven Enrique Pezzoni, que hace un análisis afectuoso y sagaz del libro. (Pero me doy cuenta de que acabo de confundir una cosa: el primero de aquellos artículos es sobre El As de Bastos). # En relación con dicho As y con el libro que antes le había enviado, me ha escrito Andersson sendas cartas, muy finas y cordiales, acusando recibo. Cuando lo encuentres (que a lo mejor es dentro de un rato) dale las gracias de mi parte. #Por aquí anduvo Benítez, y me contó lo más recientes bochinches de la Isla de la Simpatía. De algunos de ellos, ya tenía yo anticipo en tu última carta. #Recibí carta de Fernández Mendez preguntándome si yo me acordaba en que condiciones se había contratado luengos años ha el libro de Mesnard, pues la editorial francesa reclama cumplimento de contrato, y ellos no tienen los papeles, que están sumamente archivados en San Juan. ¡Si serán pelotudos! #Hice rápida visita a Washington D.C. para participar en mesa redonda (ya uno se va reduciendo a los placeres de la mesa), organizada por la Embajada de Chile sobre novela hispanoamericana. Uno de los ilustres participantes, Schiessinger Jr., empezó confesando que nunca había leido ninguna, lo cual es siempre un buen comienzo. #De Jorge no he tenido noticia alguna. Me lo imagino disfrutando de los placeres de la villa y corte. # Bueno, yo creo que el noticiario se ha terminado, si se agrega que, a su paso por aquí, telefoneó Judith Ellenbogen, obstinadísima en casarse con el danzante de marras.

Ahora espero que me escribas tú, y me cuentes todo acerca de tus actividades (digo, no todo, sino aquello que no ofenda mi natural pudor). Supongo que, dueño de mejor servicio de información que el mío, sabrás más que yo de las próximos pasos de La Torre, cuyo número sobre Machado calculo que debe de estar en la imprenta, y por consiguiente, ya tirado el anterior, del que me hablabas en tu misiva postrera. Veremos, y requeteveremos.

No tardes mucho en responder: tienes a tu servicio espléndida asistencia clerical, mientras que yo tengo que oficiar por mí mismo.

Un gran abrazo de

Ayala.-


FECHA
30/01/1964
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Nilita Vientós Gastón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] NEW YORK UNIVERSITY / WASHINGTON SQUARE COLLEGE OF ARTS AND SCIENCE / WASHINGTON SQUARE, NEW YORK 3, N.Y. / DEPARTMENT OF SPANISH AND PORTUGUESE

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fundación Nilita Vientós Gastón. Puerto Rico

Carta de Francisco Ayala a Nilita Vientós Gastón (30/01/1964)

30 de enero de 1964

Querida Nilita:

Mil gracias por su carta y por publicar el artículo de Enjuto. Le ruego que me envie, si no le molesta ordenarlo, un par de ejemplares del número de Asomante en que aparece inserto.

Vi, en efecto, el #42 de La Torre con el espléndido trabajo de Soldevila, no hace muchos dias que lo he recibido.

Supongo que le llegará a usted La Revista de Occidente. En el último número, correspondiente a enero actual, aparece una artículo mio que iba destinado al número extraordinario, donde digo unas cuantas cosas acerca de la literatura tal como se encuentra hoy en España que, la verdad sea dicha, escribí sin esperanzas de las que [sic] dejaran publicar, y más bien con intención provocadora. El hecho es que han visto la luz pública, y esa revista se vende allí hasta en los quioscos de barrio. Como no es caso único ni ya excepcional, parece claro que se está abriendo brecha en el ‘integrismo’ del régimen, lo cual como síntoma resulta alentador.

Recibiría el libro que me pidió, pues se lo envié enseguida.

Sigo con ganas de hacerles a ustedes una visita, y con propósito de cumplirlas, aunque sea por breves dias. Espero la oportunidad, con el deseo de que ésta se presente en marzo próximo. Veremos.

Entre tanto, reciba los saludos afectuosos de Nina y mios.

Cordialmente

Francisco Ayala.-