Las cartas de Francisco Ayala sobre

La Torre

La Torre. Revista General de la Universidad de Puerto Rico. San Juan, 1953

El emblema de esta revista, que apareció por vez primera coincidiendo con el cincuentenario de la Universidad de Puerto Rico, es la torre que preside el edificio del campus de Río Piedras. Su director nominal era el rector Jaime Benítez.


Benítez puso en manos de Ayala su publicación, como una parte del catálogo de la Editorial Universitaria de Puerto Rico. En un breve manifiesto inicial puede leerse que la revista nace como “instrumento de acción espiritual” interesado en “los problemas vivos de nuestro tiempo”, y, aunque preocupada “por Puerto Rico y sus problemas”, dispuesta a actuar “en un mundo abierto”.

Ayala abandonó definitivamente la Universidad de Puerto Rico en 1958, pero la revista se ha seguido publicando hasta fechas muy recientes, aunque con altibajos en su calidad material y en la de sus contenidos.

cartas 46 al 50 de 75
FECHA
25/04/1960
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Jorge Enjuto
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo Jaime Benítez. Universidad de Puerto Rico

Carta de Francisco Ayala a Jorge Enjuto (25/04/1960)

25 de abril de 1960

Querido Jorge:

Vuelvo a escribirle hoy en relación con un asunto algo delicado, para el que invoco su discreción. Consulte esta carta con Ricardo y manejen la cosa como mejor les parezca. Quizás sepa usted que Molina, pariente de Ricardo y buen amigo mio, envió a La Torre un artículo sobre Muertes de perro que le prometieron publicar. Él está un poco ansioso, no sabiendo si aparecerá o no; y temiendo que de pronto salga en la versión que él dió hace un montón de meses y que ha modificado bastante, mejorándola muchísimo. Pero nadie le responde ni le dice nada, ni sabe a quien apelar.

Por otro lado, me han llegado rumores de que La Torre ha salido de la Editorial y –me dicen– ha sido transferida a la Biblioteca. No sé si es así, o son cuentos de los cien mil que la gente propala; pero tampoco me parecería inverosímil, teniendo en cuenta varias circunstancias. En fin, no lo sé. Supongamos que sea cierto, y que ahora está encargado Lázaro de hacer la revista. Si así fuera, o si –siendo de otro modo– lo consintiera el “cuadro”, me gustaría que usted –discretamente, insisto– averiguara si van a publicar el artículo de Molina; pues en tal caso convendría sustituir el original “original”, por el nuevo. Pero sin que parezca en modo alguno que yo presiono, ni estoy ansioso por que aparezca, ya que todo artículo que se escribe, se publica antes o después, en un sitio u otro. El de Molina es buenísimo. Molina mismo es buenísimo también, y sería justo que le dieran esa satisfacción. Pero usted que conoce el paño convendrá conmigo en que, si se hace una gestión, aunque más no sea exploratoria, tiene que ser con habilidad extrema. Vean ustedes lo que crean mejor, y dígame enseguida lo que haya. Si fuera caso de que, en efecto, hayan de insertar ese trabajo, yo le mandaría a usted la nueva versión para que cuide de todo.

Ya recibí la aceptación de mi renuncia. Supongo que todo está en marcha. Para que vea usted cómo se las gastan en esa que llaman “empleomanía” le adjunto la hoja de la Junta de Retiro de 30 de junio del 57 donde me acreditan 2070.45, mientras que en la carta de Rivera Brenes que usted me remitió, y que le devuelvo también, aparecen sólo 2038.44. Se ve que mi dinero se ha encogido con el paso de los años en que ha estado depositado ahí. Incluso tendrán una explicación que darle, aunque sea la de que le llovió a los billetes y eran de paño catalán.

Escriba, y no deje de decirme dónde va a parar Aurorita en Madriz.

Le abraza

Ayala.-


FECHA
02/10/1960
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (02/10/1960)

N.Y., 2 de octubre de 1960.

Querido Ricardo:

Por el joven González he sabido de tus pasos en la tierra texana, e incluso de tus propósitos de escribirme, que ahora espero se cumplan con la debida amplitud, una vez que, reintegrado a la vida sedentaria, o semi-tal, tengo una dirección fija (o dos), que excluyen todo pretexto para el silencio epistolar. Yo tampoco te había escrito a tí por no saber dónde estabas. Lástima grande que tengamos que reducirnos a las limitaciones de la letra escrita, en lugar de poder expandirnos en la libre conversación que permitiría un intercambio de impresiones, noticias, etc., adecuado al volúmen de experiencia (como en ocasión memorable dijo el sabio amigo Recaséns Siches) realizada y acumulada en estos últimos meses. De España habría tanto que hablar, que más bien renuncio. Me he encontrado las cosas distintas de lo que pensaba, y no desde luego mejores que la imagen que me pintaba de ellas. En lo que hay de mejoría (eliminación de molestias policiacas externas) reside la posibilidad de reparar en el mal profundo, que está en la actitud, diversa en sus manifestaciones, pero concurrente en lo esencial, que tienen las gentes frente al régimen, y frente al mundo en general. Para resumirte mi impresión en una sola palabra: “deprimente”. Y en cuanto a las perspectivas... no hablemos. La República del Congo ofrece un modelo de lo que está preparando Franco para el dia remotísimo en que Dios quiera acordarse de él.

En Madrid me encontré con algunos de los viejos amigos, y con otros nuevos (Laín, Ridruejo, y demás). Vi mucha, mucha gente. Entre ella, a Angel Ferrán, a quien visitamos en su casa acompañados de Bayón; y naturalmente,se habló de tí. Estuve también mucho con Jorge Campos, a quien encontré muy simpático. Taurus me va a publicar ahora un libro de ensayos y estudios literarios (todos los cuales, o casi, conoces tú perfectamente), y Aguilar va a hacer un tomo con todas mis novelas cortas, desde la época de Revista de Occidente hasta hoy. Esos son los dos únicos arreglos editoriales que he hecho allí durante aquellos dias. En Andalucía, de la que solo conocía mi Granada natal, reencontrada después de cuarenta años justos (qué barbaridad), Sevilla me fascinó; y me hubiera encantado el paisaje de la llamada costa del sol si hubiera podido levantar la vista de los cráteres que adornan la carretera, como por lo demás todas las de ese desdichado pais. Para qué voy a contarte la clase de emociones que me aguardaban en las piedras, árboles y aguas de Granada. Esto, que es el pasado, y convencerme de que España entera es también un pasado irrevocable, es lo que he sacado, como principal cosecha, de mi viaje. Estoy muy contento de haberlo hecho. Cuánto me gustaría que pudiéramos charlar de todo!

El resto del viaje, por toda Europa occidental, incluso Inglaterra (buen contraste todo ello –incluso Inglaterra, tan “vieja” en muchos aspectos– con la famosa piel de toro) fue agradable, llovido, cansado...

Y aquí me tienes de nuevo, trabajando de nuevo, tanto en lo profesional como en lo gustoso, es decir, en el cultivo de las letras, que es un entretenimiento inocente y barato.

De Puerto Rico he tenido noticias diversas, y en gran parte tristes. Ya había sabido meses ha la desgracia del pobre Manolín, y puedes creer que me afligió de veras. Ahora me dice Benitez, quien estuvo aquí en la semana pasada, que se ha quedado inhabilitado definitivamente. Y además, que Fernández Méndez se encuentra “mentalmente” enfermo, cosa que también había llegado a mis oidos por otros conductos puertorriqueños. Eso explica retrospectivamente algunas rarezas y anomalias de las que uno había podido darse cuenta atribuyéndolas a meros defectos de carácter. La muerte de Marrero es otra mala noticia; y no sé si es buena, que lo ha sucedido en el puesto la pelirroja Esther Rios. Los incesantes embarazos de Brunhilda, que desde algún punto de vista merecerán plácemes, perjudican tanto a la revista La Torre, de la que es directora y única responsable, como al problema poblacional de la Isla de la Simpatía; que –otra noticia– volverá a contar desde enero, si no hay novedad, con las luces filosóficas del gran Carpio. Bueno, majo, no podrás quejarte de laconismo por parte mia. Corresponde en forma debida, y serás recompensado con dilatadas respuestas.

Entre tanto, recibe un fuerte abrazo de

Ayala.-


FECHA
18/08/1961
REMITENTE
Jorge Enjuto
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo Jaime Benítez. Universidad de Puerto Rico

Carta de Jorge Enjuto a Francisco Ayala (18/08/1961)

18 de agosto de 1961

Dr. Francisco Ayala

54 West 16th Street

Apt. 4 F

New York 11, New York

Apreciado don Paco:

Aquí le envío el cheque de $300 que le adeudábamos y perdona usted que hayamos tardado tanto en librarse [sic], pero ya sabe los muchos problemas que nos trae la burocracia.

No sabemos de ustedes hace tiempo aunque tengo idea de que fui yo quien le escribí la última carta. Esperamos que todos estén bien. Ricardo se fué hace unos días a Madrid para tramitar la compra de parte de la Colección Guerrero para la Sala Zenobia-Juan Ramón Jiménez. De allí a Méjico para asistir a un congreso, antes de regresar a la Universidad de Tejas.

Julito, el tragaldabas, vendrá a fines de mes a Puerto Rico para pasarse una semana antes de regresar a Princeton a continuar estudios. Creo que en camino se quedará en Nueva York unos días y posiblemente haya de visitarlos, en espera de una invitación a comer los ya merecidamente famosos “callos de Nina”.

Nina chica debe haber terminado ya el ensayo que estaba haciendo entre sol y música y sería bueno que si es así, nos lo mandara para publicarlo en La Torre.

Les escribiré pronto con detalles más sustanciosos sobre los acontecimientos isleños. Hasta entonces, un abrazo muy fuerte para los tres de este su amigo que tanto los aprecia.

Jorge

ltb

Anexo: Cheque Núm. 2991


FECHA
21/09/1961
REMITENTE
Jorge Enjuto
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo Jaime Benítez. Universidad de Puerto Rico

Carta de Jorge Enjuto a Francisco Ayala (21/09/1961)

21 de septiembre de 1961

Querido don Paco:

Acabo de encontrar en uno de los bolsillos de mi chaqueta, el que siempre llevo lleno de cartas sin contestar, la suya del 5 de septiembre que aparentemente quedó olvidada hasta este momento.

Estoy tratando de conseguir ahora mismo a Brunhilda para preguntarle lo del trabajo de Nina. No está, pero han quedado en la oficina de darle el mensaje para que me llame. A ver si recibo la llamada antes de terminar la carta, pero si no, le pondré una post data contestando la información que me pide.

Carpio está de nuevo con nosotros contento y con toda la familia. Me parece más maduro que la última vez que le ví, y en su caso por ello quiero decir más joven y natural que lo que antes era. Su estancia en Alemania debió hacerle mucho bien. Está de nuevo trabajando en la Editorial, no solamente porque ello supone una buena ayuda para él, sino porque además buena falta hace por allá, sobre todo para poner un poco en buen camino a nuestra querida Torre.

Huéscar también regresó y está asimismo trabajando en el mismo sitio. Carpio no más llegar se compró un flamante Volkswagen que le chocaron, como era de esperarse, a los dos días de tenerlo. No pasó de ser un rasguño, pero el hombre se llevó el disgusto de órdago. Supongo que tenga noticias directas suyas para este viaje.

Marías nos ha sorprendido nuevamente con su grata visita y está ofreciendo una serie de conferencias en la Facultad de Humanidades sobre don Miguel de Unamuno.

De Ricardo acabó de recibir carta desde Texas en donde espero que el huracán que allí pasó no le haya dejado en la calle. Me dice que lo pasó muy bien en México y que piensa volver allí a la primera oportunidad.

Aurorita desde que la nombraron Presidenta de la Sección de Literatura del Ateneo está que no hay quien la aguante. Sale todos los días en los periódicos y por si no fuera poco aparecerán en las próximas semanas al menos tres libros de ella –dos sobre Machado y uno de cosecha propia– que la colocarán en las filas de los profesionales de la pluma. Todo esto le ha dado un cierto aire de suficiencia que no le sienta nada mal.

Julito se pasó quince días con nosotros, y como es natural, después de alimentarlo por ese tiempo la economía familiar ha quedado en precaria situación. A su regreso a Princeton pensaba visitarlos a ustedes y sin la menor vergüenza pedirle a Nina una “callada” de esos que de vez en cuando hacen las delicias del grupo más selecto de sus amistades.

Espero que usted esté preparándose ya para su próxima visita a Europa y que a su paso por Alemania se quede en París unos días. Si es así, acuérdese de nosotros cuando allí se encuentre.

Con recuerdos y abrazos para todos de Aurora, que aunque no está aquí sé que había de hacerlo con sumo gusto, reciban por separado las dos Ninas y usted uno muy fuerte de este amigo que de veras lo quiere,

Jorge

Sr. Francisco Ayala

54 W., 16 St., Apt. 4 F

New York City


FECHA
26/10/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con correcciones a mano y con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (26/10/1961)

26 de octubre de 1961

Querido Ricardo:

Contesto a tu carta, aunque noticiosa, breve, en vísperas –casi– de un viaje a Alemania, donde me han invitado comme il faut, es decir, todos gastos pagos, para una especie de simposium sobre los problemas de América Latina. Siendo tiempo de clases, tendré que reducir mi excursión a tres semanas justas, tras de las cuales me tendrás aquí de nuevo el 26, Kruchef mediante. Ojalá me espere una carta tuya.

Ya veo que ves algunas dificultades en lo del número español de T.Q.; no me parecen graves, ni menos, insuperables. Creo que la idea tendría éxito.

Hace unos dias estuvo en casa Benítez; no me dijo que iba a ir a Texas –aunque Max Aub si me había escrito sobre este proyecto–; sí se sorprendió de saber que ahí está Borges, y me pidió la dirección para escribirle…

Mándame la separata de tu trabajo sobre Unamuno tan pronto como la tengas. ¿Sabes algo del 1  de La Torre? Yo, nada. Esa es la torre del silencio. Por noticias indirectas sé que en ella se encuentra de nuevo –nuevo Segismundo– el Carpius; pero habiendo descubierto sin duda que la vida es sueño, no se ha dignado ponerme unas lineas de mínima cortesía, cosa que no me extraña, pues esta ave, que ya era rara en la isla, tiende a pasar sobre la entera superficie de la tierra al catálogo de las especies desaparecidas. Lo que ello tenga que ver con las poluciones atómicas, u otras, lo ignoro.

Termino; y al releer tu carta y mi respuesto [sic], advierto que la separata que me prometías era la de tu ponencia, y no del trabajo sobre Unamuno. Tampoco conocía el contenido de esa ponencia, aunque sí me habías hablado de ella. Anyway, mandámelo todo.

Saludos, y un gran abrazo de

F. Ayala.-

[Escrito a mano:] 1 nº especial