Las cartas de Francisco Ayala sobre

Hugo Rodríguez Alcalá

Hugo Rodríguez Alcalá. Asunción, 1917-Buenos Aires, 2007.

Escritor y ensayista paraguayo, Rodríguez Alcalá fue profesor de Literatura durante cuatro décadas en diversas universidades estadounidenses. Tras jubilarse en 1984 regresó a Asunción y comenzó a dirigir talleres literarios.


A mediados de los cincuenta Alcalá conoció a Ayala en San Francisco; a partir de entonces fraguaron una “amistad duradera”, en palabras del escritor granadino. Rodríguez Alcalá, que escribió varios artículos sobre la narrativa ayaliana, dirigió la tesis doctoral de Keith Ellis sobre el mismo tema. Por su parte, Ayala publicó en 1964 su conocida “Carta literaria a H. Rodríguez Alcalá”, ensayo en el que reflexiona sobre su propia obra.

cartas 16 al 18 de 18
FECHA
25/09/1964
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Camilo José Cela
DESTINO
La Bonanova
ORIGEN
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fundación Pública Gallega Camilo José Cela

Carta de Francisco Ayala a Camilo José Cela (25/09/1964)

25 de septiembre de 1964

Querido Camilo:

Inmediatamente después de recibir tu carta escribí a mi hermano Eduardo dándole tu dirección y explicándole lo que te había sugerido, para que, en caso de interesar el asunto a la empresa que dirige, se ponga en contacto con tu hermano. Hoy en dia, en España como en todas partes, no es dinero lo que falta para hacer negocios, sino capacidad de organización y trabajo. Quien la tenga, puede levantar un capital enseguida.

Respecto de mis libros… cuánto me gustaría tener oportunidad de conversar contigo acerca de aspectos que serían engorrosos y pesados de explicar por carta. Probablemente para la primavera podamos encontrarnos de nuevo. Pero ahora, en resumen, te diré que la única objeción oficial está centrada en mi inocente Cabeza del cordero, que veremos si al fin consigo hacer que traguen.

Por otro lado –y tu carta ha sido un fuerte estímulo– he escrito a la Editorial Sudamericana quejándome una vez más, pero en forma más apremiante, de que no hayan conseguido que se pongan a la venta en España libros que la censura ha aprobado. Y me prometen que van a hacer ahora una campaña de promoción intensa. Si lo hacen así, quedarán agotadas las ediciones correspondientes, que es lo que yo deseo para quedar en condiciones de mayor libertad. Debo decirte que por lo demás no tengo queja ninguna de la Editorial Sudamericana, cuyo gerente es un viejo amigo a quien quiero mucho, y que trata siempre de complacerme. Pero es absurdo que mis novelas, buenas o malas o como fueren, no sean accesibles a su público natural, que es el de España. Con esto que te digo, y con la perspectiva de que la indigesta Cabeza pase por fin, estaremos en franquía para cualquier otro proyecto de más alcance.

En cuanto a la novela corta de que hablamos, ojalá pueda escribirla para la fecha que me indicas. Ya te diré.

Un fuerte abrazo de

Ayala.-

Ah, una vez más se me olvidaba decirte: Mi "Carta Literaria" a Rodríguez Alcalá se publicó cuando yo iba a irme de aquí, y pedí por eso al joven Vilar que enviara unas cuantas separatas a las direcciones que le di, remitiéndome aquí el resto de aquéllas. Hizo lo primero, pero hasta ahora nunca llegaron a mis manos las separatas sobrantes, que deben de estar por ahí en algún rincón. Si así fuera, y tuvieras la bondad de hacérmelas remitir, te lo agradecería mucho.


FECHA
15/03/1966
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Eduardo Mallea
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] NEW YORK UNIVERSITY / GRADUATE SCHOOL OF ARTS AND SCIENCE / WASHINGTON SQUARE, NEW YORK 3, N.Y.

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Archivo Eduardo Mallea

Carta de Francisco Ayala a Eduardo Mallea (15/03/1966)

Mi querido Eduardo:

Vino a casa y entregó a Nina (pues yo estaba ausente) tu carta y libro el joven César Magrini, a quien llamé luego por teléfono y quedamos en que vendría a vernos ayer lunes, después de un viaje que iba a hacer por Nueva Inglaterra. No vino, ni tampoco llamó por teléfono. Sentiría que se hubiera marchado ya sin haber tenido ocasión de conocerlo personalmente.

Te agradezco muchísimo el regalo del libro, que ya conocía a través de esa mujer infatigablemente ocupada en estudiar tu obra para su tésis doctoral. Temo –quede ello inter nos–, y ya habrás podido darte cuenta conversando con ella, que los esfuerzos de esta dama no van a contribuir demasiado a poner de relieve tus méritos literarios. Veremos.

En cuanto a Poderío de la novela, me parece una obra de interés extraordinario, no sólo por su valor intrínseco, que –no hay que decirlo– es muy alto, como por su función iluminadora, al proyectar luz sobre el conjunto de tus escritos anteriores. Mucho me gustaría que el amigo López Llausás me enviara un ejemplar de El resentimiento tan pronto como salga de prensa. Aquí podría adquirirlo yo, pero tardan bastante en llegar a librería en Nueva York los libros de procedencia argentina.

De nosotros, las novedades no son sensacionales. Hice una escapada a Madrid para arreglar varias cuestiones de orden editorial que estaban medio empantanadas, y regresé con la impresión de que no resultó vana mi ida. Los frutos, bajo forma de reimpresiones, no tardarán en cosecharse… creo. Y en mayo, lo menos al final que mis obligaciones docentes consientan, iremos a Italia, donde acaba de salir la traducción de El fondo del vaso después de Muertes de perro que, al parecer, se vendió muy bien, y todavía será tiempo de que me hagan alguna de esas interviews que los editores preparan a veces para promover la venta de sus libros. De ahí pasaremos a España, para dar otro empujón a los libros que se preparan, y regresaremos a Nueva York en julio, a tiempo de asistir al nacimiento de nuestro primer nieto, que se anuncia para esas fechas.

Quien, procedente de Buenos Aires, estuvo ayer en casa a verme fue mi antiguo y excelente amigo Ernesto Garzón. Con él hablamos mucho de ese ambiente, y de varias de las alimañas que pululan por la gran urbe.

Rodríguez Alcalá me escribe diciendo que ha mandado un ensayo analizando un cuento mio a un concurso de La Nación. Dios le asista; pues a juzgar por los antecedentes… ¡Bueno!

En fin, termino. Nina envía sus más cariñosos saludos para ustedes dos, y yo un grande y cordial abrazo

Ayala.-


FECHA
05/11/1969
REMITENTE
Manuel Andújar
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
6019 Ingleside Avenue, Chicago
ORIGEN
Madrid
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con añadidos a mano]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Instituto de Estudios Giennenses. Diputación de Jaén

Carta de Manuel Andújar a Francisco Ayala (05/11/1969)

Madrid, 5 de noviembre de 1969

Sr. D. Francisco Ayala

6019 Ingleside Ave.

CHICAGO, 37, Ill.

Mi querido amigo:

El mismo día en que me escribió su grata carta se confirmó oficialmente la sorpresa, que no adjetivo, del nuevo Gobierno, del que tendrá Vd. ya diversas noticias y no pocos comentarios exteriores.

El cambio de personal en esas esferas nos tiene a todos en situación de expectativa. Confío en que no se produzca un retroceso.

Independientemente de ello, habría mucho que comentar, mano a mano, de los últimos acontecimientos literarios. Como en este terreno algo habrá de ocurrir, lo dejo para recapitulación cuando tenga la gran alegría de abrazarle nuevamente en Madrid.

También por el Sr. Aymá, que estuvo en Madrid antes de la crisis, supe de su planteamiento respecto a Los usurpadores. Me parece excelente la inclusión de dos relatos breves, y creo preferible que los estudios de Rodríguez Alcalá vayan como apéndices. Estimo importante lo que hablamos del prólogo, y de acuerdo con sus indicaciones seguramente, y en tal sentido también le he escrito yo, Aymá intentará obtenerlo de Camilo José Cela o de Miguel Delibes, por este orden confidencial.

Ya está en composición su novela, ([añadido a mano:] El fondo del vaso) y confío, por lo que acaban de decirme en Producción, que en unos pocos días más le enviaremos a Vd. galeradas.

Se me ocurre, asimismo con carácter personal, que sería altamente deseable, si no trastorna mucho sus planes, su presencia aquí coincidiendo con la aparición del libro.

Con mis mejores saludos para su esposa, le mando un fuerte y cordialísimo abrazo,