Las cartas de Francisco Ayala sobre

Luis A. Arocena

Luis A. Arocena. Buenos Aires, 1914-Austin (Texas), 1993.

Luis A. Arocena se licenció en Historia en el Instituto Superior del Profesorado de Buenos Aires en 1937 y se doctoró en Historia en la Universidad de Madrid en 1957. Desarrolló su carrera académica en la Universidad de Buenos Aires, en la Universidad de Puerto Rico y en la Universidad de Texas en Austin.


Arocena fue autor de Antonio de Solís: cronista indiano, El Inca Garcilaso y el humanismo renacentista, y una edición completa anotada de la Verdadera Historia de la Conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo, entre otras obras. Colegas en la Universidad de Puerto Rico, su relación con Francisco Ayala se fraguó durante el exilio del autor granadino en Buenos Aires.

cartas 6 al 10 de 11
FECHA
11/11/1963
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] NEW YORK UNIVERSITY / WASHINGTON SQUARE COLLEGE OF ARTS AND SCIENCE / WASHINGTON SQUARE, NEW YORK 3, N.Y. / DEPARTMENT OF SPANISH AND PORTUGUESE

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (11/11/1963)

11 de noviembre de 1963

Querido Richard:

Aprovecho la festiva circunstancia de que hoy hace 45 años se firmó el Armisticio y debemos conmemorarlo, pues ponía término como sabes a la última guerra de la historia universal, para dedicar un ratito a escribirte. Y puesto que estamos en talante de recordar fechas (la palabra talante debe usarse siempre que se pueda encajar, como es sabido), contestaré a tu malvada insinuación de que yo fui estudiante pez ya que me licencié el mismo año que tú, mucho más joven que yo, diciéndote que no recuerdo bien la fecha, pero quizás por un rasgo de modestia habré dado, no aquella en que terminé los cursos, sino otra, más tardia, en que hice el examen de reválida con el noble propósito de ver si me costaba menos el título. Pero no estoy seguro: dejemos que en el siglo XXIII o XXIV lo averiguen los futuros ratones de biblioteca.

Llegó ¡araca! (si ignoras el significado del término, Arocena puede ilustrarte) El problema del liberalismo, y no sólo me halaga la amistosa solapa de diestro cálamo trazada, sino que también observo, hojeando el mamotreto, que no son tan abundantes las erratas como los destellos de genio que contiene. Gran milagro es ése. Supongo que, aun cuando más no fuere en pago de tu solapada colaboración al volumen, Eugenio habrá tenido la eugenialidad de enviarte un ejemplar, sobre cuya portada resplandece, imaginaria, la más cariñosa dedicatoria. Ahora, supongo, servirá la edición de pasto a los roedores, lo cual no me aflige, dado que yo roí ya también los 500 dólares que me pagaron por ella.

Respecto del susomentado Arocena, yo no creo poderle conseguir conferencia alguna, dado que ya el año pasado pinché en hueso queriendo hacer igual servicio a Max Aub y temo que tras un segundo pinchazo me manden el toro al corral. Middlebury está ahora encomendado a las manos diestras de auriga tan reconocido como Emilio González López, a quien tú conoces no menos que yo. Si todavia estuviera menesteroso (otra palabreja al uso) de Visiting Professor para la temporada entrante, quizás recibiría con júbilo la sugestión correspondiente, y si yo lo veo se lo diré; pero una carta sería quizás más veloz que la casualidad del encuentro. Y en cuanto a Princeton, ahí está Lloréns, que os colmará las medidas, caballeros. Con todo eso, recogerá Arocena el bastante dinero para comerse un sandwich giant size a la hora de cada almuerzo, sin dejarse uno en blanco.

¿Te das cuenta, qué pocas novedades tengo que contarte? Aquí estuvo I.M.G. con su familia el otro dia, y lo pasamos bastante bien, charlando de todo y de todos. (De tí, bien, claro está). Nina te envia sus afectuosos recuerdos. Y yo un abrazo muy fuerte

Ayala.-


FECHA
06/12/1963
REMITENTE
Ricardo Gullón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Ricardo Gullón a Francisco Ayala (06/12/1963)

Diciembre 6 de 1963

Dear Frankie:

Contesto en seguida tu carta última para que no se me pierda entre la increíble balumba epistolar y de la otra que se acumulan sobre mi mesa. Estoy trabajando a marchas forzadas pues quiero acabar este mismo mes el Unamuno y tal vez el primer tomo de La generación española de 1925. Pues ahora resulta que al poner en limpio lo ya escrito, resulta que sólo los poetas (aún eliminando algunos de los menos interesantes) han llenado más de 330 páginas y ya el mamotreto basta para un grueso volumen. Además, calculo que necesitaré, como mínimo, 150 páginas más para los prosistas. Estoy esperando respuesta de Guillermo de Torre, director literario de la colección, a ver qué se decide.

Con la mayor reserva y asegurándote de modo cabal mi discreción, quiero que me digas si tú en mi caso incluirías un capítulo dedicado a Max Aub. Sus novelas no acaban de gustarme; algunos de sus cuentos, sí, y de su teatro también estoy más bien lejano. Quiero saber tu opinión, pues la verdad es que personalmente me es muy simpático y me siento inclinado a hablar de él, pero temo que al ponerme a escribir se note que sus novelas no me entusiasman. Quizá pudiera optarse por una solución ecléctica, pero ¿cuál?

Te mando por correo separado un sobretiro de mi artículo sobre la novela española contemporánea. Eugenio tuvo la lealtad de advertirme que no harían para mí las separatas que deseaba, y gracias a eso las tengo, pues las encargué directamente y las pagué de mi modesto bolsillo. Tiene algunos retoques en lo que se refiere a los más jóvenes, incluyendo unas líneas que no aparecieron en la versión inglesa, pero en general los cambios son mínimos.

No supongas que me van a enviar de Puerto Rico El problema del liberalismo, pues no me mandan nada, ni siquiera unas líneas de vez en cuando. De modo que si tienes ejemplares mándame uno, y caso de que Eugenio se decida a soltar un ejemplarito, te remitiría a mi vez el que él hubiese enviado.

Respecto al gaucho Arocena que en este momento entra en mi despacho, elegante y discreto como suele, está contento y esperando que le llegue alguna invitación para asomarse al Este. Tengo poco predicamento con Emilio González López, de manera que si tienes oportunidad de hacerle tú la sugerencia, dile que aquí está el maestro de las historias y de la historia dispuesto a soltar los reóforos que fueren necesarios.

Lo de Kennedy me ha llegado al alma y todavía me obsesiona el recuerdo de los terribles días vividos hace dos semanas.

Saludos a Nina (lástima de pavo que me perdí) y un abrazo muy fuerte de


FECHA
09/12/1963
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] NEW YORK UNIVERSITY / WASHINGTON SQUARE COLLEGE OF ARTS AND SCIENCE / WASHINGTON SQUARE, NEW YORK 3, N.Y. / DEPARTMENT OF SPANISH AND PORTUGUESE

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (09/12/1963)

9 de diciembre 1963

Mi querido Ricardo:

Ahí va mi respuesta a la consulta confidencial que me haces. Yo creo que no debes excluir a Max Aub. En primer lugar, no hay duda de que pertenece a la generación, en cuanto comenzó escribiendo ‘deshumanizadamente’; en segundo lugar, ha escrito mucho, inclusive muchas novelas, y aunque la cantidad en sí misma no significa gran cosa, algo significa de todos modos, si se dan otros supuestos. Éstos se reducen, claro está, al de una calidad mínima, que tampoco sería justo negarle, aunque las valoraciones oscilen según los criterios y gustos personales. Para mí, las novelas de Max pecan en dos direcciones (y supongo que por esos pecados, y quizás otros, es por lo que a ti no te gustan). Una de las cosas que me hacen a ratos antipática su prosa es el empeño ‘deliberado’ de ser castiza. Sin embargo –y esto explicaría lo deliberado del empeño– no puede evitar, aunque muy de vez en cuando, el galicismo de construcción, que sería en ella como en su expresión oral el acento. Pero, así como éste es clamoroso, para detectar el galicismo en su prosa hay que tener el oido muy fino. Otra cosa que no me gusta en sus novelas es que están escritas un poco ‘a lo que salga’, pero ¿quien puede hacer demasiado hincapie en ese reproche, cuando hoy cree la gente que escribir es como mear o, según la cantidad de materia, cagar? ¿Cuantos novelistas se preocupan de dar una estructura a su composición, lógrenlo o no? Resulta, en lo que se refiere a sus novelas de la guerra, que lo que a Max le sale es lo primero que lleva adentro, o sea la visión combatiente, según la cual los caracteres son buenos o malos según su posición política, lo cual es falso en un plano superficial, aunque llevando las cosas a un plano más profundo pudiera no serlo tanto.

Me doy cuenta de que además, aunque esto no lo dices, te aterra un poco la enorme balumba de letra impresa que pesa sobre las seis letras de su firma. Pero quizás eso mismo –y ahí te brindo la solución ecléctica que buscas– te da una buena razón para seleccionar en cada género lo que está más logrado, y presentarlo en su aspecto mejor, haciéndole gracia de sus menos felices momentos. Nadie va a pretender que a autor tan copioso lo estudies en su totalidad, y ya está bien juzgarlo por lo mejor que ha producido, sobre todo cuando, como es el caso, se trata de un autor-pulpo, cuya producción carece de estructura interna y de verdadera evolución, o al menos, así me parece a mí.

A Eugenio le mandé una lista de personas, encabezada con tu nombre, a quien quería que remitieran El problema del... Me dice haber dado orden y quiero creerlo. Si todavía no lo ha hecho, yo te enviaré uno de los 5 ejemplares que me remitió a mí (por contrato me corresponden más, de manera que es otra razón para que haya cumplido mi encargo).

Con Emilio Gz. Lz. mis relaciones son más bien frias. De todos modos,lo llamaré para lo de Arocena. Ni en Princeton ni en Bryn Mawr tienen cursos de verano. Si lo que Arocena quiere es quedarse en este pais, y enseñar literatura, que lo diga claramente, y le buscaríamos sitio.

Saludos, y un abrazo

Ayala.-


FECHA
21/07/1966
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
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S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (21/07/1966)

21 de julio de 1966

Mi querido Ricardo:

Contesto a tu carta calculando el tiempo para que coincida con tu llegada a Boulder. Nosotros estamos aquí, esperando todavía el santo advenimiento: hoy sale de cuenta; veremos cuánto se demora. Entre tanto, estoy despachando multitud de cosas atrasadas, y lo que es más grave, sin ganas ningunas de trabajar. Parece que la pereza se me hace endémica. No he asomado por NYU salvo un dia para recoger mi correspondencia, y sin haber visto a nadie. Supongo –estoy prácticamente seguro– de que no han conseguido a nadie, una vez fracasadas las gestiones contigo. El dia antes de salir de Madrid fue a verme Blanco Aguinaga, y por él supe que, al mismo tiempo, las habían estado haciendo también para recuperar a Casalduero, con éxito negativo. Te repito lo que ya te dije en mi anterior: nunca se sabe qué es lo mejor, y esta reflexión quizás valga más que como consuelo a posteriori.

Las cosas de España me resultaron muy interesantes, y al mismo tiempo (uno dificilmente puede asumir la actitud del mero espectador), irritantes en gran medida. Desde enero hasta junio, el cambio es notable. Funciona la libertad de expresión (libertad condicionada, por supuesto) en medida apreciable, pero inferior a lo que hubiera sido de esperar, pues la gente no se anima a hacer uso de las posibilidades existentes, no sé si porque nada tiene que decir, o porque la corrupción que el régimen ha producido hace que se sientan incómodos y molestos quienes han estado quejándose de él año tras año y ahora carecen de pretexto para guardar silencio. Por supuesto, despotricar en los cafés y decir chistes es fácil, y no compromete demasiado, mientras que la expresión pública de opiniones concretas comporta una responsabilidad. El hecho es que hasta ahora sólo se ha creido en el caso el gobierno de denunciar y recoger publicaciones eclesiásticas: la única oposición real parece ser la de los curas. Por otro lado, resulta que, con las nuevas posibilidades de expresión, el grupito monárquico del que es portavoz ABC ha empezado a actuar muy enérgicamente. Por supuesto, basta ver los nombres, y basta ver lo que el susodicho órgano dice (si no bastara conocerlo de antiguo) para darse cuenta de que ésa es una oposición reaccionaria, a la derecha del régimen tal cual hoy es éste. O sea que se trata de una oposición integrada por los terratenientes resentidos al ver su posición disminuida a efectos del desarrollo económico, amas de casa a quienes la criada les sale respondona, cara y abusiva, cavernícolas que ya no pueden volver la mirada a Roma puesto que el Papa se les ha hecho cripto-comunista, y residuos sociales por el estilo, todos nostálgicos de una monarquía imposible. Y lo absurdo del caso es que nuestros amigos liberales, antifranquistas, ex-republicanos y hasta ex-exiliados están haciendo el juego a ese grupo en la vana esperanza de que la monarquía les lleve el gato al agua, los muy ilusos. Piensan que la implantación de este régimen es ineluctable (y lo será, si no se crean alternativas, cuando Dios llame al Caudillo a su seno), y que con él ellos van a mangonear. Viendo lo extendido de ese mito llego a pensar que el equivocado debo de ser yo, pero enseguida, discutiendo con los amigos, me doy cuenta de que no han pensado más allá de sus narices, pues son incapaces de responder a una segunda pregunta que se les haga; de modo que –concluyo– lo que pasa es que la gente se ha desentrenado por completo, y viven dentro de los planteamientos ofrecidos por el régimen, sin la menor iniciativa propia. Por otro lado, me parece que se trata de una crisis muy pasajera, y que el ejercicio, que ya ha comenzado, de la expresión pública, conducirá a una situación más normal, sin que se produzca el daño que comportaría instaurar el anacrónico y peligrosísimo armatoste monárquico. En fin, veremos, como dijo el ciego. La salud de Franco (otro mito nacional) es excelente, y promete larga vida.

Estuve con todos los amigos, en especial con Cano, que sueña con su venida a los US. Nos encontraremos, espero, en Austin. También nos reunimos con Manolo durante los dos dias que pasó en Madrid. Enjuto, ya doctorado, voló para Puerto Rico y se ocupa noche y dia en hacerle el trabajo al nuevo rector de Rio Piedras, Abraham Gonzalez, que es amigo suyo. Aurorita se quedó en Madrid hasta doctorarse también (cosa que tuvo efecto antes de nuestra salida), y ahora remolonea, pues no tiene gana de regresar, y lo hará para dar comienzo al curso, o sea en el mes que viene. Que hayan sacado el doctorado ambos, me alegra, pues tenía yo verdadero temor, no por ella, sino por Jorge, y aún no alcanzo a darme cuenta de cómo se ha cumplido el milagro, no por merecido, menos milagro, aunque el diablo lo haya hecho.

Me alegro mucho de saber que Arocena se ha portado bien contigo. Yo lo estimo muchísimo más de lo que él se imagina, pues sé que es excelente persona, y sólo alguna debilidad de carácter he tenido que reprocharle en determinadas ocasiones. Pero eso es mínimo, y si se piensa que quién no tiene sus defectos, se reduce a nada.

Nada más se me ocurre comentarte. Espero que vuelvas a escribirme, pues te sobrará tiempo, desde ese campus, y te contestaré quizás con más noticias para entonces, ya que ahora estoy sumergido en el vacio del verano neoyorkino.

Nina te envia sus saludos afectuosos, y yo un abrazo muy fuerte.

Ayala.-


FECHA
22/03/1967
REMITENTE
Ricardo Gullón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Ricardo Gullón a Francisco Ayala (22/03/1967)

22 de marzo de 1967

Prof. Francisco Ayala

54 West 16th Street

New York, New York

Querido Paco:

Unas líneas a la carrera para que las recibas antes de tu viaje a Europa. Ya veo que lo estás pasando bien y aún lo pasarás mejor en París, en Suiza y en Madrid. Mis buenos deseos te acompañarán a todas partes.

Gracias por el envío de la conferencia, que ha quedado muy bien. No recibiste con tiempo la transcripción de la cinta magnetofónica porque surgieron dificultades con la muchacha encargada de hacerlo que, además sólo trabaja dos horas al día para el Departamento. No hubiera añadido nada a lo escrito por ti, que es excelente; todo ha quedado bien articulado y bien escrito, aunque a mi juicio el trabajo es un poco corto. Si pudieras añadirle tres o cuatro páginas, sería perfecto; se ha dado el caso de que Ramón, que también envió la suya, no escribió más que nueve páginas, y esto hará que el volumen tanga [sic] menos entidad de la calculada.

No han llegado los ejemplares de tu nuevo libro; supongo, en cambio, que hace por lo menos dos semanas debe estar en tu poder la nueva edición del Galdós, que te hice enviar directamente a Nueva York. Ferrater ya había recibido su ejemplar cuando estuve en Filadelfia, por segunda vez, hace quince días.

No dejes de tenerme al tanto de tu paradero. Yo voy a estar desde el 10 de junio al 8 de agosto en Iowa City, enseño en el Departamento de Español de la University of Iowa por la potísima razón de que me pagan más que en Colorado. Creo que Onís te ha ofrecido menos dinero del que te mereces. Si yo hubiera sabido que pensabas enseñar este verano, tal vez se habría encontrado modo de traerte aquí, pues aunque generalmente no hay dinero para tales lujos, este año, al no estar ni Ramón, ni Arocena ni yo, se pudo disponer de algún fondo para un profesor visitante.

Recuerdos a Nina y un abrazo muy fuerte de

Ricardo Gullón

RG/lwc