Carta de Francisco Ayala a José M.ª Ferrater Mora (12/02/1971)
Madrid, 12 de febrero de 1971
Querido José María:
Al
regreso de tu natal Barcelona, donde he pasado varios dias muy agradablemente y
por fin he entrado en contacto con el ambiente literario de allí, me encuentro
tu carta, en respuesta a una mía que, por lo visto, sólo el Zip Code salvó de
extraviarse por culpa de un error mío. Todo eso se evitará en el futuro, cuando
cada Weltbürger tenga su correspondiente número, que será el mismo del teléfono
de bolsillo, y con eso baste para alcanzarlo doquiera se halle. Mientras tanto,
la pobre humanidad será víctima de sus propios errores, en ese punto y en todos
los demás.
Mi
ida a Barcelona no fue a humo de pajas, pues he hecho arreglos con Seix-Barral
para la publicación (o re-idem) de algunos de mis libros, de modo que no esté
toda mi magra carne en el asador madrileño. La ciudad está espléndida (a
Barcelona me refiero), y tanto en ella como en ésta de donde te escribo el
tiempo me ha acogido con un trato especial: es delicioso, y cuando recibo
cartas de la USA con datos meteorológicos experimento esa especie de regocijo
que, inevitablemente, debo considerar maligno... aunque levemente maligno.
Aquí,
después del susto pasado, tengo la impresión de que la gente ha adquirido nueva
confianza en el porvenir. Veremos si, como otras veces, no adquiere España la
normalidad justamente en el momento en que el mundo vuelve a desquiciarse, como
amenaza hacerlo ahora.
He
visto a varios amigos que lo son comunes, y todavía tengo bastante que hacer
antes de regresar a mis labores docentes, quizá con unos dias en Puerto Rico
antes de ello. Veremos cuando vemos, para no dejar de la mano el verbo ver,
esas películas tuyas que sólo conozco hasta ahora por referencias. Aquí están
poniendo una de Saura, titulada El jardín
de las delicias, cuyas intenciones adivina uno; pero si hay que adivinarlas
eso quiere decir que no están expresadas con la energía artística exigible, lo
que implica una medida de fracaso quizá imputable a las “circunstancias”; pero
éstas suelen cargas [sic] con más
responsabilidades de lo que fuera justo.
En
fin, nada más por hoy. Un abrazo de
Ayala.-