Las cartas de Francisco Ayala sobre

Editorial Losada

Editorial Losada, Buenos Aires, fundada en 1938.

Fue fundada en 1938 en Buenos Aires por varios exiliados españoles, entre los que se encontraban Pedro Henríquez Ureña, Amado Alonso, Guillermo de Torre o el propio director, Gonzalo Losada. 


La editorial pronto se convirtió en referente cultural en toda Latinoamérica. Durante su exilio en Argentina, Ayala publicó en Losada Razón del mundo, Tratado de Sociología y La cabeza del cordero

cartas 11 al 13 de 13
FECHA
06/09/1955
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Vicente Llorens
DESTINO
Princeton University. Department of Modern Languages and Literatures
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] FRANCISCO AYALA / UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO / PUERTO RICO

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu. Archivo Vicente Llorens

Carta de Francisco Ayala a Vicente Llorens (06/09/1955)

Nueva York, 6 sept. 55.

Querido Lloréns:

Acabo de llegar a Nueva York, después de pasar mes y medio en Méjico y California, donde asistí al Congreso de Literatura Iberoamericana para invitar en nombre de la Universidad de Puerto Rico a celebrar en la isla el próximo. En fin, ya estoy aquí, y en cualquier momento puedo acercarme a Princeton, aunque prefiero descansar antes unos pocos dias y arreglar unos cuantos asuntos, en parte financieros, pues este viaje me ha esquilmado. Y como supongo, a juzgar por su última carta, que también usted ha de haber regresado, lo primero que hago es ponerme en contacto mediante estas lineas. Cuando usted me contesto [sic] podremos acaso conversar por teléfono, si hace falta, o irme yo ahí.

Sabrá usted que Wade se encargó de contratarme alojamiento, y al parecer lo ha hecho en una casa de Vandeventer St. Ruego a usted que tanto a él como a Willis, si ya han regresado, les dé mis saludos y les diga que me apronto a ir para Princeton en uno de estos dias.

Me he encontrado, retrasmitida desde Puerto Rico, una carta de King, preguntándome si valdría Nuevas Inquisiciones de Borges, en lugar de Inquisiciones; desde luego, sí. También pregunta por alguna edición aparte del ensayo de Martí “Nuestra América”. Está en un pequeño volumen, así titulado, de Losada. Con esta carta le envio a usted otra listita de libros que conviene estén en la Biblioteca, y que en su mayoría, supongo, estarán.

Por último, quiero darle un encargo, relacionado con la burocracia de los pagos: que ponga en conocimiento del Tesorero, o de quien corresponda, a los fines de la retención para el “income tax”, que soy residente de Estados Unidos (A7395507), casado, y que tengo como dependientes, además de mi mujer, a mi hija de 20 años, estudiante de la Columbia University. Con arreglo a esos datos deberá hacerme la deducción, cuando disponga los pagos.

Bueno, querido Lloréns, espero que habrá pasado lo mejor posible el verano, y me prometo mucho placer y provecho de la oportunidad que ahora vamos a tener de conversar frecuentemente.

Hasta pronto. Reciba un cordial abrazo de su amigo

Ayala.-

35, Claremont Ave.

Riverside 9-2855


FECHA
09/05/1958
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
José M.ª Ferrater Mora
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo “Epistolario del Legado Ferrater Mora”. Universitat de Girona. Cátedra Ferrater Mora de Pensamiento Contemporáneo

Carta de Francisco Ayala a José M.ª Ferrater Mora (09/05/1958)

9 de mayo de 1958.

Mi querido Ferrater:

Dada la fuerza de tu imaginación, no necesitarás que te diga cuánto te he agradecido tu carta, que recibo en este momento. Y prueba de ello es que, contrariando todas las previsiones y la lógica misma de la naturaleza, me instalo ante la maquina de escribir, desdeño por un rato las incitaciones de la popularidad que me asedia, y me aplico a la actividad cuyo fruto son las lineas que tendrás ante los ojos si el correo se digna cumplir su cometido. En realidad, es sólo un aparente desdén, pues si sacrifico por un momento glorias efímeras, nunca más largas que la indigestión producida por un banquete, es a cambio de la más duradera que aguarda al tomo de nuestra correspondencia. Pero si los curiosos lectores de épocas venideras acudieran a ella en busca de mis impresiones sobre el Buenos Aires del año crucial de 1958, buen chasco van a llevarse. Cuando nos veamos, si aún dura para entonces el posible interés del asunto, te contaré verbalmente (pues que la butaca es siempre más cómoda que el sillín mecanográfico) lo que quieras saber de ello. En cambio podrán averiguar esos lectores, cuya hipotética legión probablemente se reduzca en verdad a algún que otro curioso erudito, que he visto la maquete [sic] de tu Diccionario, verdaderamente impresionante, y que López Llausás me ha comunicado su intención de remitirte por via aérea, sin reparar en erogaciones, el primer ejemplar de la obra; que están todos orgullosos de sacarla a relucir, y que ocasionalmente (esto es, con ocasión de haberme quejado yo del despojo inicuo por parte de Losada de mis legitimas ganancias sociológicas) el gran Antonio, quizás para que vea yo la diferencia de editorial a editorial y who is who in Argentina, me dijo, sin advertir que podía morirme de envidia, lo que piensa que vas a cosechar tú con tu libro.

No creas que no tuve yo una pequeña crónica de tu paso por la Isla de la Simpatía, cúyo es el apodo que le enjaretó el Cansado de su Nombre: el mundo es chico, y no sóla la susodicha, y mi sistema de espionaje no omite rincón de la tierra.

Aún no tuve noticia alguna de Rutgers; por lo visto, Rodríguez Alcalá debe de irse para ganar más en sueldo y categoría; si de aquí al lunes no he tenido news le escribiré a Vázquez Amaral, o a Pane, urgiéndoles, para saber a qué atenerme. Claro está que eso de Baltimore sería excelente; y para qué te cuento la alegría que me produce saber que has tenido oportunidad de hacerme ese bien. En efecto, no hay que dejarlo de la mano. Veremos si de un modo o de otro me traslado a Tierra Firme. Lo de la charla (yo procuraría que fuese impresionante, como sugieres) tienes que arreglarlo tú.

Mi novela saldrá a principios de junio. Voy a pedir que te manden un ejemplar a París, para que mates un poco el aburrimiento que, como es notorio, produce ese pueblito, y sobre todo para que apagues con su lectura las nostalgias americanas que te asaltarán sin duda tan pronto como abandones este Continente, –pues se trata de una novela “americana”.

A mi hermano José Luis y a Rosa, su mujer, le dí los recuerdos de ustedes, y estuvimos hablando un buen rato acerca del pasado y presente, dejando al futuro que hable por sí mismo. Ellos están bastante bien; a mí me encontraron muy viejo.

Y termino, pues no quiero quitarte mucho de tu importante tiempo.

Saludos muy afectuosos de Nina para todos ustedes, y un abrazo de

Ayala.-


FECHA
06/04/1960
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Guillermo de Torre
DESTINO
Buenos Aires
ORIGEN
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Biblioteca Nacional de España. Mss/22819/6

Carta de Francisco Ayala a Guillermo de Torre (06/04/1960)

6 de abril de 1960

Querido Guillermo:

Hace tiempo que tengo intención de escribirte, y se van pasando las semanas sin que pase yo del propósito a la acción. Es la eterna historia, y no hace falta explicar las causas. De todas maneras, ahora hago un rato, acuciado por la proximidad de nuestro viaje a Europa, que será en la última semana de mayo. Pienso ir primero a España, y pasar en Madrid unos ocho dias, visitando luego mi Andalucía natal y, no obstante, desconocida para mí. Espero, pues, tener la "experiencia" de España tras más de 20 años y toda una vida de ausencia, y esa experiencia es lo que, primordialmente, voy buscando. Pero también me propongo ver si es posible llevar adelante el plan de una revista de que tenemos hablado, y en el que no he adelantado mucho, porque quiero marchar sobre seguro, en lo económico, o no marchar. Los contactos que haga allí pueden ser decisivos o, por el contrario, hacerse desistir de la idea, o someterla a postergación indefinida. Ferrater Mora, que irá también a España, actuará de acuerdo conmigo para el mismo propósito; y veremos lo que sale, si sale algo. Me gustaría que me escribas a este propósito dándome tus impresiones, sugestiones y consejos (no sólo alrededor de dicho plan, sino acerca del viaje en general, puesto que ya eres veterano en esas lides). Y ya que me escribas, hazlo con la bastante amplitud para comentar sobre todas las cosas y muchas más.

Supongo que habrás visto el castañazo que el joven Maurín le atiza en Cuadernos al no menos jóven, pero sí mucho menos inteligente, Goytisolo por su famoso libro sobre la novela. Hace falta "clarificar" el ambiente en lo relativo a las letras españolas, y poner en su sitio, como tú lo hiciste también, aunque con elegante moderación, a tanta pretenciosa ignorancia como campea ahora. En verdad, sería muy sano trazar un panorama y hacer una valoración de la literatura que ahora se hace en España, cotejándola con la que se hace en Argentina, Méjico, Cuba, etc., para que no prosperen equívocos como los que fomenta el inefable Coindreu, a quien habría que decirle que nada tiene que ver el culo con las témporas. (Para no hablar de las insensateces de un Sender, pongo por caso). En fin...

Supe, y sentí mucho, la muerte del pobre Luzuriaga. ¡Qué racha! Escribí a la familia, pero parece que la huelga de correos demoró mi carta.

Cuando me escribas, no dejes de contarme cosas de ahí, literarias o no, pues siempre me interesa mucho la vida porteña. Y sobre todo, cuéntame de vosotros. Siempre os recordamos con inalterable afecto, y Nina se refiere a Norah en todas las oportunidades.

Yo no te podría contar nada de por acá, dada la vida dispersa y absurda que aquí más que en otras partes está uno obligado a llevar. Estuvo, como sabes, Victoria Ocampo, y ahora está nuestra amable compatriota y colega Rosa Chacel, que disfruta de una beca Guggenheim cuya prórroga está pidiendo por un año más, pues todavía no ha tenido tiempo de pensar qué va a hacer, o si va a hacer algo, para justificar dicha beca. En verdad, hay gentes para quienes la vida es beca perpetua. Y ¿cómo está esa novela que, al parecer, acaba de publicar bajo el sello de Losada y con dinero del Estado argentino?

Bueno, querido Guillermo, recibe nuestros saludos, y un gran abrazo de tu viejo amigo

Francisco Ayala.-