Las cartas de Francisco Ayala sobre

Arnaldo Orfila

Arnaldo Orfila. La Plata, Argentina, 1897-Ciudad de México, 1997.

Fundador de la Universidad Popular Alejandro Korn, fue gerente de la filial en Buenos Aires de Fondo de Cultura Económica, editorial que dirigió entre 1948 y 1965. Fundó, además, las editoriales EUDEBA y Siglo XXI.

cartas 1 al 5 de 8
FECHA
12/02/1952
REMITENTE
Julián Calvo
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
Universidad de Puerto Rico
ORIGEN
Fondo de Cultura Económica
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Archivo Histórico del Fondo de Cultura Económica. Sección Autores, Expediente n.º 22

Carta de Julián Calvo a Francisco Ayala (12/02/1952)

Febrero 12 de 1952.

CA.

F-638

Sr. Francisco Ayala.

Facultad de Estudios Generales.

Universidad de Puerto Rico.

Río Piedras, Puerto Rico.

Mi querido Ayala:

He recibido su carta del día 8 y con mucho gusto le suministro a continuación las informaciones que me pide:

Paulino Masip, Pirineos 450, Lomas de Chapultepec, México, D.F.

Antonio Espina, Iztaccíhualt 27-8, México, D.F.

Agustín Yañez, Montes de Oca 170, México, D.F.

Jorge López Páez, Avenida Sonora 69, México, D.F.

Como información adicional, también quiero decirle que mi nombre no es Joaquín sino Julián. Joaquín es Díez-Canedo y yo soy yo. [¿]En serio le parecen a usted buenos “muy buenos” esos poemas de Eugenio Fernández Méndez? Lo siento mucho no compartir su opinión, pero a fuer de tolerante no tengo inconveniente en decirle a don Jesús Silva Herzog lo que usted quiera.

Ayer he escrito a Serrano Poncela sobre la proyectada edición de su libro sobre Unamuno. Orfila no ve otra solución que hacer algún arreglo, con esa Universidad, por ejemplo, parecido al que permitió reeditar el libro de Veblen. Hable usted con él y ojala se pueda encontrar una fórmula aprovechable. El caso es que yo tengo la seguridad de que el libro tendría éxito.

No se sí usted sabe que Yañez ha sido elegido académico.

Muchos recuerdos a los amigos y para usted un extrecho [sic] abrazo del que lo es suyo de todas veras.

Julián Calvo

JC/mam


FECHA
19/02/1952
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Julián Calvo
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Archivo Histórico del Fondo de Cultura Económica. Sección Autores, Expediente n.º 22

Carta de Francisco Ayala a Julián Calvo (19/02/1952)

19 de febrero de 1952.

Querido Julián Calvo:

Perdóneme el lapsus relativo a su nombre de pila. Quizás dicté Joaquín, o quizás me entendió mal la taquígrafa, y luego yo no me fijé. Pero no crea que me he propuesto fabricar un producto sintético con ustedes.

En materia de poesía, yo ya no sé lo que es bueno y lo que es sólo mediano; pero me gustaría, de todos modos, que haya una respuesta y que ésta, sea cual fuere, pueda exhibírsele al autor.

Mil gracias por las direcciones que me comunica; su eficiencia no se desmiente.

Respecto del libro de Serrano Poncela –y comunique esto a Orfila–, ya él mismo me había comunicado su carta, digo la de usted, que me parece, francamente, desdichada. Comprenderán ustedes que, por ser director de un departamento y hallarse en condiciones de contratar libros para la Universidad, no puede él comprometer a priori a la institución en la adquisición de un libro personal suyo; lo cual no impide, por supuesto, que una vez aparecido haya de tener aquí buena acogida. La alusión al libro de Veblen no resulta, por lo tanto, demasiado oportuna desde ningún punto de vista. Pero lo que ya me parece de todo punto incomprensible, después de nuestras conversaciones y de haberle explicado yo muy bien a Orfila que el negocio de librería tiene que estar netamente separado de todo lo relativo a la universidad, es que ustedes, en carta a otro profesor, y al mismo tiempo que le hacen aquella sugestión, mezclen todavía en el asunto mi plan de importación de libros, haciendo un revoltijo del que sólo pueden derivarse disgustos para mí, y ninguna ventaja para nadie. Quisiera rogarles, en bien de todos, la máxima discreción y tacto en estas cuestiones, en las cuales resulta fácil para la malicia ajena hacer interpretaciones incorrectas. Si ustedes me hubieran consultado, en lugar de escribirle a él esa carta, yo les hubiera podido decir que él se propone encargar la edición por cuenta de la universidad de una antología, y que está en condiciones de ordenar pedidos; pero que no podría decorosamente pedir a la universidad que compre una parte considerable de un libro suyo inédito a fin de que le sea editado. Por otra parte, creo que estamos todos de acuerdo en que el libro tendría éxito, y yo pondría la mano al fuego de que en el peor de los casos sería un negocio editorial pasable, aunque estoy convencido de que, habida cuenta de todos aquellos factores, resultaría en definitiva excelente. Me parece que vale la pena reconsiderar la cuestión. Pero, en todo caso, por favor, tengan cuidado en lo que escriben. La lectura de su carta me produjo un verdadero disgusto.

Saludos muy cordiales a todos nuestros amigos comunes, y en especial a Joaquín Díez-Canedo, y para usted un fuerte abrazo de su buen amigo

Francisco Ayala.-


FECHA
29/02/1952
REMITENTE
Julián Calvo
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
Universidad de Puerto Rico
ORIGEN
Fondo de Cultura Económica
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Archivo Histórico del Fondo de Cultura Económica. Sección Autores, Expediente n.º 22

Carta de Julián Calvo a Francisco Ayala (29/02/1952)

febrero 29 de 1952.

CA.

E-954

Sr. Francisco Ayala.

Universidad de Puerto Rico.

Río Piedras, Puerto Rico.

Mi querido amigo:

Recibí su carta del día 19 de febrero y di cuenta a Orfila de cuanto usted me dice sobre el fastidioso incidente con Serrano Poncela. Orfila me dice que le va a contestar a usted. Yo creo que la cosa no tiene mayor importancia y que quizá usted lo ha visto todo bajo un ángulo desmedido. En todo caso, le puedo asegurar que no había en nuestra opinión el más mínimo propósito de causarle a usted ninguna molestia.

También yo sé lo que es bueno, malo y mediano en poesía. Sí sé lo que me gusta y lo que me disgusta. Como también lo que más o menos encaja de algún modo en mi Weltanschauung por su lado literario o específicamente poético. Claro que lo que no se acomoda a eso, no me gusta, aunque a los 42 años sepamos ya todos guardar un cierto respecto [sic] a lo ajeno. Pero todo esto no tiene nada que ver con que yo vea en la primera ocasión a don Jesús Silva Herzog y me interese por complacerles a usted y a su amigo.

Muchos saludos a todos y ya sabe que puede mandar.

Le abraza su buen amigo

Julián Calvo.

JC/mam.


FECHA
22/01/1953
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Francisco Romero
DESTINO
Eduardo Costa 2660. Martínez, Buenos Aires
ORIGEN
Universidad de Puerto Rico
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO / RIO PIEDRAS. PUERTO RICO / EDITORIAL UNIVERSITARIA

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Archivo familiar

Carta de Francisco Ayala a Francisco Romero (22/01/1953)

22 de enero de 1953

Sr. Francisco Romero

Eduardo Costa 2660

Martínez (Provincia de Buenos Aires)

Buenos Aires, Argentina

Mi querido Romero:

Aunque he sabido de usted una y otra vez por vía indirecta, y sobre todo por la directísima vía de sus escritos, quiero cumplir ahora el propósito que hace tiempo tenía de escribirle dándole algunas noticias de nuestra vida y milagros por el mundo exterior. Pero ha pasado tanto tiempo desde que salí de ahí, y por otra parte es tan probable y quizás seguro que usted también esté informado indirectamente de mis cosas, que la verdad, no sé por donde empezar. Empezaré por decirle que la venida de Carpio puso en mi poder un ejemplar de su Teoría del Hombre –prestado, por supuesto– y con eso tuve la oportunidad tan deseada de conocer el libro de cuya gestación y terminación sabía por José Luis. Por supuesto, no voy a hacerle comentarios en esta carta, ya que sería necesario emplear muchas hojas para hacer un mero resumen de lo que hemos conversado Carpio y yo. Lo único que le diré es que me gustaría recibir un ejemplar propio, y si el ínclito y nunca bien ponderado Losada no quiere darlo, tendré mucho gusto en remitirle el importe para que lo sume al pedido que por decisión mía le hicieron de El poder en los Hombres y en los Pueblos de Bertrand Russell, en virtud del cual salió del "clavo". Yo quiero tener su libro en lo que llamaría mi biblioteca, sino fuera porque los viajes y cambios de residencia me imponen una dispersión lamentable; en todo caso, tenerlo conmigo.

Aparte de la dirección del curso, cuyo contenido conoce usted más o menos por el libro que le hice enviar desde España, estoy ahora al frente de la Editorial Universitaria, donde he iniciado una serie de publicaciones para algunas de las cuales voy a pedirle su cooperación. Vaya pensando en algún clásico del pensamiento, que tenga usted gusto y gana de editar, con un estudio preliminar; y mejor aún, dígame unas cuantas posibilidades dentro de lo que usted estaría dispuesto a emprender, para que de ese modo le ofrezcamos a esta universidad la ventaja y el honor de su colaboración.

También vamos a sacar ya la revista que desde hace tanto tiempo se proyectaba, pero hacia cuya publicación no se dió otro paso sino el de pedir unos cuantos artículos que por una u otra causa se han quedado todos inutilizables, entre ellos el de usted, cuyo contenido ya no es inédito. Volveré a escribirle en relación con la revista (su título es La Torre), con vistas a una nueva colaboración.

En estos días acabo de regresar de un viaje, a México primero, donde tuve que hacer varias gestiones relacionadas con ésta y otras publicaciones, y donde me encontré a Orfila recién llegado de Buenos Aires y pude tener por él noticias frescas de todos ustedes; y a Nueva York después, para pasar el año nuevo con Nina y la niña, que ahora están allí por causa de los estudios de la última. Ví la escuela de arquitectura y tuve la satisfacción de comprobar que ha comenzado con buen pie en esa carrera, de modo que estoy contento y compensado del sacrificio que supone la separación. En familia, los hemos recordado a ustedes, imaginando cómo estarán las niñas y sobre todo Panchito, después de estos años transcurridos.

Yo siempre tengo ganas y hasta propósitos de darme una vuelta por Buenos Aires; pero no sé cuando será, ya que el gasto es demasiado grande para incurrir en él sin un pretexto plausible. A lo mejor surge de pronto una oportunidad y caigo por ahí.

Me gustaría mucho recibir carta suya, lo más amplia posible en noticias y comentarios acerca de todo y de todos; pero no me atrevo a pedírselo con demasiada insistencia, ya que mi propia escasez epistolar me confiere dudosos títulos para ello.

Salude de mi parte cordialmente a Annelise y a su mamá, y así como a los muchachos, y usted recibe un abrazo de,

Francisco Ayala.-

FRANCISCO AYALA

Director

Editorial Universitaria

FA:bmr


FECHA
10/02/1953
REMITENTE
Francisco Romero
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
Universidad de Puerto Rico
ORIGEN
Eduardo Costa 2660. Martínez, Buenos Aires
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con partes ilegibles]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Archivo familiar

Carta de Francisco Romero a Francisco Ayala (10/02/1953)

10 febrero 1953

Sr. D. Francisco Ayala, en Puerto Rico

Querido amigo:

Recibo su carta. Yo pensaba mandarle mi Teoría del hombre, pero hubo que dedicar muchos ejs. a propaganda, y fui postergando y espaciando el envío a los amigos. Supongo que le habrá llegado ya al recibir ésta, o lo recibirá más tarde: nada se puede prever de nuestras comunicaciones postales. El caso es que yo le dediqué un ej. y encargué en la editorial que se lo despacharan. Entre paréntesis debo decirle que no me llegó ningún libro suyo; vi uno que recibió Mantovani, de paso, pero yo no lo recibí.

Me parece gran idea la de la Edit. Universitaria, de que también me habla Carpio. Si ustedes me mandan lo que vaya saliendo, yo lo haré conocer aquí entre mi gente. Veré si puedo colaborar con ustedes, lo que sería para mí gusto y honor. Por ahora estoy recargadísimo, porque ahora el escribir es mi única ocupación remunerativa, y he aceptado compromisos editoriales que me ocuparán muchos meses, porque yo escribo despacio. Si pudiera, me gustaría dirigir la edic. de algún autor alemán poco difundido; lo podría acaso traducir Rovira Armengol, y yo revisarlo y hacer un estudio preliminar; usaríamos alguno de los libros de difícil adquisición que yo poseo. En fin, es lamentable tener que decir que supongo que Rovira necesitaría saber las condiciones de su traducción. Doy el nombre de Rovira porque me merece confianza y estoy en relación con él.

Sabrá usted que están suspendidas las clases del Colegio Libre. Imaginaba yo que esto me dejaría en mayor libertad para mis cosas más personales, pero parece q. no será así. A la semana de suspenderse los cursos se me metieron en casa varios de mis habituales oyentes, y tuve que dedicarles las mañanas de los domingos. Y me han buscado unos cuantos grupos juveniles para que los oriente, de Bs. Aires, La Plata y aun de localidades vecinas. Todo esto aparte de mi grupo más íntimo y cerrado, que [ilegible] siempre en contacto conmigo, y de algún curso importante en perspectiva. Pero quiero sobre todo escribir, y veré cómo soslayo lo demás. [ilegible] hacer dos libros para el Fondo, para lo cual me comprometió Orfila. Y sigo madurando otras cosas.

Nos alegra mucho la sólida carrera que de seguro hará su hija. Anneliese quiere escribir a Nina, de modo que esperamos la dirección. [ilegible] las hijas siguen sus estudios con mucho empeño y excelentes resultados, Panchito es estudiante pasable pero magnífico gimnasta, esa combinación que dada la edad no me desagrada: nada más triste que un chico mustio.

Debo decirle q. el porvenir de mi Teoría del hombre me importa mucho, porque he puesto en ella mucho de lo que yo soy capaz. Empújenla un poco en la Universidad. Tengo la impresión de q. va muy bien editorialmente, pero carezco todavía de informes seguros. Publiqué un libro con trabajos [ilegible], Sobre la filos. en América. Le mandé ej. apenas salió. Me apenó mucho la noticia de la enfermedad de Frondizi; dígale que espero y deseamos esté ya repuesto. También le ruego diga a Carpio que recibí su carta y la contestaré estos días.

Envíe a Nina y a su hija nuestros saludos cuando les escriba. Mi mujer le manda recuerdos muy amistosos, y yo un abrazo.