Carta de Damián Bayón a Francisco Ayala (09/03/1960)
París, 9 de
marzo de 1960
Querido
Ayala:
Recibida hace ya tiempo su sabia y
modesta carta. Gracias. Sí, me parece que tiene razón, comprando Uds. auto
estaremos todos más libres de hacer lo que queramos o podamos. Por aquí las
cosas marchan, yo metido en mis libros y olvidado casi de que París canta con
el canto de las sirenas. Los Cortázar volvieron hace diez días, los vi la noche
de llegada solamente. Venían tostados del sol y contentos. Dejaron Bs.As. no
tan mal como lo encontraron unos meses antes y pudieron trabajar en el barco de
vuelta. Julio está de moda entre la “nouvelle
vague” argentina. El hecho de no vivir allí lo debe valorizar aun
más.
Las
armas secretas
, su último libro, se vende bien y Sudamericana le ha pedido
dos de sus novelas, inéditas hasta ahora. El gran cronopio está contento, no
habla en el vacío. A Aurora la contrataron para traducir los libros de Lawrence
Durrel:
Justine, Balthazar y Mountolive y cuando
salga el cuarto de la serie, ese también. Como el autor me gusta me ha parecido
estupendo que Aurora lo traduzca, pero le sacará canas verdes.
Me fuí por unos días a Suiza y en el
interín pasó por aquí Raimundo Lida y señora. Lo sentí verdaderamente. Lo mismo
me pasó con los Orfila, un almuerzo junto[s] y después ya no coincidimos más.
No se puede estar en la procesión y repicar, o viceversa.
Después de un pesado librote sobre
Carlos Vº me despaché uno ligero sobre Felipe IIº y sigo hurgando en las
librerías en busca de algo. Los libros españoles son tan caros aquí que
prefiero comprarlos en España o la Argentina. No encontré los que Ud. me
señaló. Ahora estoy embarcado en
España
en su historia
, de Américo Castro y me entero de cosas y me confirmo en
otras con gran deleite. Me parece menos nacionalista que el gran viejo Menéndez
Pidal y no hay duda de que tiene muchas cosas interesantes que decir. En Egipto
descubrí a América -a través de España- con sus ruidos callejeros, el negro
llevado por las mujeres, la primacía del hombre. Para nosotros el origen es
siempre España, pero ¡qué extraño es cuándo descubrimos los orígenes del
origen! Y que didáctico resulta. Nos habíamos acostumbrado a pensar una España
y resulta, claro, que estaba hecha de tantas cosas contradictorias resueltas -o
no resueltas- en la historia.
Me gustaría ya saber las fechas del
viaje de Uds. ¿Las hay? No deje de comunicármelas. De P.R. siempre estoy
informado por la fiel Luisita. Parece que Jorge Enjuto trabaja de veras pues
está en la Oficina del Rector ¿Sabe el cuento de D. Jaime con Oppenheimer? El
día que éste pareció era al siguiente de la muerte de Bueso, el Rector se hizo
un lío y al presentar al famoso Premio Nobel, agregó: Dr. Roberto Eisenhower...
Parece que la gente se rió a carcajadas. Y es que Ike andaba por allí también y
el inconsciente le jugó una mala pasada. Ayer en clase a Levi-Strauss le pasó
algo parecido; hablaba del chamán y de unos sueños eróticos y dijo: “Le savant et ses rêves érotiques...”.
Un gran abrazo de