Triste día para trovadores, caballeros andantes y princesas el de la muerte de Martín de Riquer.
Martín de Riquer, maestro de medievalistas, decano de la Real Academia, ha cometido «la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida»: la de «dejarse morir sin más ni más, sin que nadie le mate» o, en su caso, solo haya podido hacerlo la mucha edad.
Francisco Ayala y Martín de Riquer, que tan diferentes trayectorias tuvieron en tantos aspectos, quedan unidos en la historia de los estudios literarios por el hilo común de Cervantes: no leemos igual el Quijote después de ellos, lo que basta para que se advierta «que la muerte no triunfó / de sus vidas con sus muertes».