Cartas recibidas de Ricardo Gullón:

Ricardo Gullón

1908 Granada Granada - 1991

Licenciado en Derecho por la Universidad de Madrid en 1929, fundó con Ildefonso Manuel Gil la revista Literatura (1934). Alternó la docencia en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo con la práctica jurídica, tras una depuración de treinta meses por colaboración con el ejército republicano. 


En 1953 viajó a Puerto Rico, donde permaneció durante tres años. También enseñó Literatura Española en las universidades de Columbia, Chicago y Texas en Austin, entre otras. Ayala le dedica un capítulo de Recuerdos y olvidos.

cartas 11 al 15 de 44
FECHA
03/05/1962
REMITENTE
Ricardo Gullón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Ricardo Gullón a Francisco Ayala (03/05/1962)

3 de mayo de 1962

Professor Francisco Ayala

54 West 16th Street

Querido Paco:

Desde hace dos días tengo en mi poder esta hoja esperando recibir la adhesión personal del Presidente de la Universidad, para unirla al documento que hoy te remito. Pero como esa adhesión se retrasa y veo que en estos días hay aquí una vorágine de actos y celebraciones, prefiero no esperar más, por si el tiempo apremia.

Va, pues, la adhesión de los profesores del Departamento, y ojalá sirva para que a nuestro amigo le concedan el premio que tanto desea. Andersson iba a recordar al Presidente lo de la carta especial que de él esperamos, y en cuanto la tenga en mi poder, te la haré seguir.

La racha de malas noticias es realmente abrumadora. Hoy me llega la de la muerte en Méjico, de un infarto pulmonar, del pobre Emilio Prados, una de las personas más buenas y generosas que andaban por este cochino mundo. Estoy muy afectado por esta noticia.

El próximo semestre no voy a dar un curso sobre novela contemporánea. Para variar, hablaré del ensayo, pero no por eso mis estudiantes dejarán de leerte, pues en vez de Muertes de perro leerán El escritor en la sociedad de masas, después de leer a Ortega, claro.

Recuerdos a Nina y un fuerte abrazo de


FECHA
26/11/1962
REMITENTE
Ricardo Gullón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Ricardo Gullón a Francisco Ayala (26/11/1962)

26 de noviembre de 1962

Querido Paco:

Contesto a vuelta de correo tu carta última, pues de todas maneras pensaba escribirte hoy. Es más: creí que podría hacerlo durante los días de vacación, pero siempre me ocurre que por ffaz [sic] o por nefas en los días en que no tengo nada que hacer es cuando me encuentro más sujeto.

Tienes mucha razón en lo que me dices a propósito de Unamuno y Freud. Encontré citas de don Miguel que parecen calcadas del ilustre vienés y estoy seguro de que lo había, si no leído, barruntado. De otra manera no se explica las coincidencias. Con Freud ocurre que sus doctrinas se divulgaron tanto y tan temprano que se ha podido hablar de él sin haber leído sus libros. Este es achaque tan corriente que no vale la pena de insistir sobre él. Conozco centenares de personas y de profesores, que no sé si pueden ser consideradas personas, que, [sic] capaces de discutir a San Pablo sin saber que existió Cristo.

Tengo que confesarte que todavía no está en Puerto Rico la reseña de El fondo del vaso. Por ahora no he pasado de las notas de lectura, y tienes que culpar, no tanto a mi pereza, sino a un estupido deseo que siento con frecuencia de hacer algo distinto y muy especial cuando me ocupo de tus libros. Sabes que, aparte del afecto cada día mayor que siento por ti, mi admiración por tu obra es muy grande y me irrito pensando que no soy capaz de sacar de ella lo que siento que merece. Pero ya no vaciliré [sic] más. Tengo otra vez el libro entre manos y de esta nueva lectura saldrá, mejor o peor, la reseña en cuestión.

Me ayudará tu agente particular en Austin, que efectivamente hace doble servicio, pero que, por encima de todas las cosas, siempre que habla de ti se le dibuja una sonrisa llena de cariño. No vuelvas a pensar que un mundo en el que te encuentres personas como Jorge, Ines o Manolo Gil está del todo perdido. Esta chiquilla es para mí una ayuda inapreciable, pues tiene la honradez de decirme cuales de mis ideas le parecen claras y cuales turbias, con lo cual voy rectificando sobre la marcha algunas afirmaciones temerarias o expuestas sin la adecuada precisión.

Nuestros amigos boricuas son un caso patológico, en cuanto a correspondencia. Jorge está haciendo poco a poco el hombre que tiene sobre sí todas las responsabilidades: rectoría, editorial, librería, profesores que piden favores, lidias con los berrendos y, no te asumbre [sic], hasta director de la Biblioteca quisieron hacerle.

Voy a pedir el libro de Nora, que todavía no he visto. No tengo su dirección, pero puedes escribirle a Editorial Gredos, Benito Gutiérrez 29, Madrid, y le harán seguir tu carta.

Un fuerte abrazo de


FECHA
20/02/1963
REMITENTE
Ricardo Gullón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Ricardo Gullón a Francisco Ayala (20/02/1963)

20 de febrero de 1963

Querido Paco:

Muchas gracias por tu carta que esperaba con impaciencia. Llegué a Los Angeles hace casi tres semanas y estoy metido en la rutina de trabajo corriente, que en este caso me ocupa más tiempo que nunca porque he decidido volver a leer todos los libros de mis cursos, cosa rara en un profesor, lo que parece demostrar que no acabo de serlo. Pero no es esto lo que me tiene fastidiado, sino un derrame sinovial que padecí hoy hace cuatro semanas, y que me tiene hecho la puñeta desde entonces. (Al dictarle lo de “hecho la puñeta”, le encantadora Inesita ha soltado un “Boy!” del tamaño del edificio, pero la verdad es que así estoy, y aún con cuatro pares).

El médico me ha dicho que se pasaría pronto, pero no hay tal. Estoy como el primer día, a pesar de que me extrajeron el líquido en seguida, y no sé qué hacer. Me muevo poco, pero me muevo, pues creo que la inmovilidad sería contraproducente, y en las circunstancias actuales sería difícil pasar una semana tendido en una butaca.

Lo de vernos en Madrid me parece de perlas. Es ciudad que se domina fácilmente con los medios ordinarios de locumoción [sic] y doy por supuesto que allí estarán algunos buenos amigos, aparte de Manolo y los Enjuto. Estaré un mes en España y más adelante pasaré un tiempo, relativamente largo, en Puerto Rico, para acabar de una vez con la edición de un curioso libro semi-inédito de Juan Ramón.

Vísperas de mi salida de Austin recibí Razón del mundo, del que no leí sino el prólogo, que es de veras polémico. A don Américo le habrás dado un disgusto notable, y tal vez se te enfade, aunque estuviste muy hábil en el modo de plantear las cuestiones. Ahora que el viejo maestro no se paga de habilidades cuando le tocan a lo que tanto le importa. Siento no tener aquí el texto para comentártelo con detalle.

No sabes cuánto envidio tu facilidad de trabajo. Verguenza me da cuando pienso que necesité trece meses para escribir el capítulo de El otro, y no lo he acabado. Ahora, Inés está luchando por recortar el monstruo y dejarlo en extensión razonable, pues le he tomado tal asco al capitulito, que no quiero ni verlo. La verdad monda y lironda es que me he dejado atrapar como un necio por el engranaje académico, y no sé cómo corregirlo. El próximo semestre tendré ocho tesis a mi cargo, y será ya el final. Por no hablarte de mi pereza, que se ampara en cualquier cosa.

Ines dice que te va a escribir inmediatamente y te manda recuerdos. Dáselos a Nina de mi parte y recibe un fuerte abrazo de

Ricardo Gullón

RG/am


FECHA
14/04/1963
REMITENTE
Ricardo Gullón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Ricardo Gullón a Francisco Ayala (14/04/1963)

14 de abril de 1963

Querido Paco:

En vista de lo que me anunciabas en tu carta sobre una posible invitación para enseñar en New York University, retrasé un poco la contestación, mas parece que los señores de esa administración no se animan. Por cierto, que de donde ha llegado es de Indiana University y ahora mismo voy a contestarles que no.

En Austin tengo un jefe magnífico, buen amigo y muy preocupado por el departamento; tengo además una research assistant personal, que me alivia enormemente todo el trabajo; está, finalmente, el buen Ramón Martínez López que es un hombre buenísimo y muy inteligente, con quien se puede contar en todas las ocasiones. Me faltáis, en cambio, vosotros, y hay días que daría cualquier cosa por poder comunicarme con una persona como tú, que tan bien me conoce y por quien siento afecto profundísimo.

De todas maneras os agradezco a Rodrigo, a Ernesto y a ti vuestra propuesta y buenos deseos. Como verías por la postal que te escribimos en San Francisco, pasé allí muy buenos días y fuimos a Palo Alto donde hablé a los graduados en Stanford University. Es posible que en algún momento pueda ir allá a pasar un semestre, y de fijo resultaría muy agradable. Con Montesinos tuve larga conversación, libaciones y alimentos terrestres. Está magnífico de todo, incluso de memoria, aunque no sé por qué se queja de que le falta.

Inés envió a La Torre su estupendo ensayo, siguiendo tu consejo, o, para ser más exacto, yo mismo se lo remití a Jorge para que lo publique. Me dice esta niña que no te manda ahora una copia porque no la tiene y, en buena parte por culpa mía, anda escasa de tiempo para preparártela. Inesita es tu mejor propagandista y ha sabido leer en el fondo de tu persona mejor que muchos pseudo varones que pasan de los cuarenta.

Acabo de comprar el libro de Nora y estoy leyéndolo. Ha hecho un esfuerzo grande y es probable que en futuras ediciones corriga [sic] algunos fallos que ahora se observan. En lo que a ti se refiere es lástima que no haya leído las novelas. Me ha sorprendido que recuerde las tentativas que osé en mis verdes años, y la generosidad con que las comenta.

Díme si don Américo se dió al fin por enterado de tu prólogo. Que lo ha leído, casi me atrevería a asegurarlo. Tal vez piense que lo mejor será dar la callada por respuesta. Sigue en Austin, donde el próximo semestre tendremos a Arocena para explicar Historia de la cultura hispanomericana.

Recuerdos a Nina y para los dos de Inés muy afectuosos, y un gran abrazo


FECHA
21/10/1963
REMITENTE
Ricardo Gullón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Ricardo Gullón a Francisco Ayala (21/10/1963)

21 de octubre de 1963

Querido Paco:

Te veo perdido en las delicias de los papers estudiantiles en los que tantas cosas se aprenden, especialmente paciencia. Como nunca está de más ejercitarla considero que eres muy afortunado al trabajar en un centro donde no faltan ocasiones de mostrar cuánta se posee.

No sé si te dije en mi anterior que al fin me he decidido a publicar el tantas veces anunciado libro sobre la generación de 1925, incompleto como se halla, pues ni tengo tiempo ni humor para volver a escribirlo. El proyecto primitivo no incluía sino poetas, y por eso el libro iba a llamarse “generación poetica”. Ahora pienso que debo incluir algo sobre prosistas y ese algo será el ensayo que escribí sobre Guillermo de Torre para que sirviera de prólogo al libro que editó Seix y Barral y sendos capitulillos dedicados a Jarnés y a ti.

Me convendría saber algunos datos precisos tuyos, de manera que si me envias un breve curriculum vitae, haría uso discreto de los datos que me facilitaras, no para recargar con ellos el capítulo; sí para decir en él algo exacto de tu vida; por ejemplo: tiempo de tu estancia en la Argentina y Puerto Rico; fechas de tu estancia en Estados Unidos, etc. Y claro es, las de tus andanzas juveniles por Europa. No las de la historia privada, sino las que puedan hacerse saber a un público honesto.

Por aquí no hay novedades dignas de mención, salvo que este año tenemos con nosotros dos argentinos: Arocena y Garasa, con quiénes paso muchos y agradables ratos. Arocena me ha encargado que te de recuerdos, al saber que pensaba escribirte.

He recibido El as de Bastos, y lo saboreo con más gusto del que te imaginas. Nuestra rubia Inés se avalanzó [sic] sobre el tomito, pero se sintió defraudada, pues no entendió ni un peñazo de lo que en el primer cuento pasaba. El explicárselo lo dejo a tu cargo. De todas maneras el cuento es estupendo, uno de los mejores tuyos, tal vez tan bueno como el “de Maupassant”. A la chita callando has escrito una porción de narraciones de primerísimo orden.

La traducción de Muertes de perro como Death as a Way of Life me parece malísima. El título tuyo es expresivo y vigoroso mientras el que estos manus te proponen suena casi científico. Como ellos conocen su negocio, y yo ni ese ni ninguno, a lo mejor resulta que lo que yo creo es un error hace vender el libro y en ese caso todo está bien.

Trabajo menos de lo que quisiera, pues se me van los días en menudencias y en atender puñeterías diversas. Quisiera averiguar cómo te las quitas de encima, si te las quitas, imitando tu sabiduría para disponer de más tiempo libre.

Para Nina muchos recuerdos y recibe un fuerte abrazo de