Las cartas de Francisco Ayala sobre

Américo Castro

Américo Castro. Cantagalo, Brasil, 1885-Lloret de Mar, Gerona, 1972.

Colaborador de Menéndez Pidal en el Centro de Estudios Históricos y de Giner de los Ríos en la Institución Libre de Enseñanza, en 1931 fue nombrado embajador de la República Española en Berlín.


Exiliado con motivo de la Guerra Civil, enseñó, entre otras universidades norteamericanas, en la de Princeton, donde creó escuela. Ayala, que coincidió con él en diferentes destinos, lo calificó como “una figura de fascinante interés en nuestra historia intelectual”, pese a discrepar de sus ideas sobre la realidad histórica de España.

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FECHA
18/08/1947
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Pedro Salinas
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Buenos Aires
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] REALIDAD / REVISTA DE IDEAS / DEFENSA 119, 1º / BUENOS AIRES

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Houghton Library. Harvard University

Carta de Francisco Ayala a Pedro Salinas (18/08/1947)

Buenos Aires, 18 de agosto de 1947.

Sr. Don Pedro Salinas.

Mi querido Salinas:

Estoy medio enojado con usted, pues a su inicial interés por nuestra Realidad ha seguido un silencio que no puedo interpretar sino como prueba de desinterés. Aquella colaboración “especial” no llegó nunca, ni noticias acerca del movimiento intelectual norteamericano... Pero no quiero hacerle reproches: por el ritmo de vida a que me obligan las circunstancias comprendo el caso de los demás, y justifico todas las omisiones. De todas maneras, hemos tenido ese capítulo suyo sobre Rubén Darío, que ha aparecido en el 4º núm. de la revista, y con él incorporamos su firma a las páginas de Realidad. Verá usted, cuando reciba el ejemplar que le envio, que hemos luchado con bastante éxito contra la plaga de la errata, esa dañina especie, aunque la imprenta se ha vengado a última hora de nuestro celo adornando con una “g” decorativa el nombre de su universidad, donde fechamos el trabajo,

Me gustaría mucho tener su opinión sobre los sucesivos números, y saber si para el futuro quiere usted prestarnos una colaboración más especial. Ahora estamos preparando uno extraordinario dedicado a Cervantes, para el que contamos, entre otras cosas, con un artículo de Américo Castro, otro de Bataillon, y varios que ha puesto a nuestra disposición Angel Flores, redactados por profesores de ahí. Veremos si resulta tan bueno como espero.

De su venida a Buenos Aires ¿no se pudo arreglar nada? Me gustaría tanto verle, charlar con usted...

No deje de escribir aunque sean pocas lineas. Las recibiré con alegría. Entre tanto, reciba un cordial saludo de su buen amigo

Francisco Ayala.-

Disponemos el envio de un ejemplar de Realidad, y un giro bancario por treinta dólares, de cuya cantidad le ruego acuse recibo.


FECHA
12/07/1948
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Fidelino de Figueiredo
DESTINO
Sao Paulo
ORIGEN
Buenos Aires
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] REALIDAD / REVISTA DE IDEAS / DEFENSA 119, 1º - TEL. 33-3482 - BUENOS AIRES - REP. ARGENTINA

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Letters to Fidelino de Figueiredo (Collection 2034). Library Special Collections, Charles E. Young Research Library, UCLA.

Carta de Francisco Ayala a Fidelino de Figueiredo (12/07/1948)

12 de julio de 1948

Señor

Prof. Fidelino de Figueiredo

SAN PAULO

Mi querido amigo:

El correo no es sino una de las tantas cosas como vemos deteriorarse día a día en este encantador mundo. Dejémoslo.

Le hago mandar el nº 8 de la Revista Realidad para que se forma idea de su carácter. Yo creia que sería bien conocida ahí, pues en otras partes se difunde bien y ha ganado tal prestigio que suele ser considerada como la mejor de lengua española. Un ensayo que usted quiera mandarnos honrará sus páginas.

Mi pregunta por Campos Pereira tenía como razón de ser haber leído últimamente su libro El paraíso volvió, que me ha interesado en cierto grado y he citado últimamente en un artículo sobre literatura de la postguerra que publiqué en La Nación.

¿Ha visto usted ya el libro de Américo Castro España en su historia? Es un hermoso volumen lleno de cosas inteligentes y que debería suscitar apasionadas polémicas si hubiera todavía en el mundo interés por estas cosas.

No deje de darme noticias suyas y de preparar la deseada colaboración. Entre tanto espero el Boletin de Letras nº 6 que ha de interesarme como los anteriores me interesaron.

Reciba un cordial abrazo de su fiel amigo

Francisco Ayala.-

Francisco Ayala


FECHA
05/01/1951
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Vicente Llorens
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta manuscrita con membrete:] FRANCIS SCOTT KEY / Apartment Hotel / TWENTIETH AND F STREETS. N.W. / WASHINGTON, D.C.

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu. Archivo Vicente Llorens

Carta de Francisco Ayala a Vicente Llorens (05/01/1951)

5 enero 51

Mi querido Lloréns:

Se frustró mi propósito de hacerles una breve visita, pues a la hora de viajar me sentí engripado y, en efecto, recibí al año nuevo con un ataque de fiebre que por suerte ha sido muy pasajero.

Pero ya no hay oportunidad; y lo siento. Dígaselo así a los amigos.

Le envio por correo aparte unos librajos que me proponía entregarle a mano.

Abrazos a don Americo, a Anderson, y a usted, de su cordial amigo.

Francisco Ayala.-


FECHA
12/04/1956
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Vicente Llorens
DESTINO
Princeton University. Department of Modern Languages and Literatures
ORIGEN
Universidad de Puerto Rico
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con correcciones a mano, firma autógrafa y membrete:] UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO / EDITORIAL UNIVERSITARIA / RIO PIEDRAS. PUERTO RICO

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu. Archivo Vicente Llorens

Carta de Francisco Ayala a Vicente Llorens (12/04/1956)

12 de abril de 1956

Sr. Vicente Lloréns

Dept. of Modern Languages and Literature,

Princeton University,

Princeton, New Jersey.

Querido Vicente:

Recibí tu carta y la leí con gran placer por cuanto demuestra un temple muy jocundo, resultado –y ahí está el mérito– de haber superado las dificultades y miserias de la humana existencia hacia un plano de definitiva serenidad espiritual. Entres esas miserias, no es la menor el haber cumplido el medio siglo; pero como las otras, y quizás más que las otras, consiente que se le de la vuelta y hacerse la reflexión de que no le pueden quitar a uno lo bailado, y de que todo lo que venga de ahí en adelante se le da por añadidura, o como por acá decimos de ñapa. Con eso, te estoy diciendo lo que sentí en la fecha crítica. La verdad es que no me impresionó, ni alteró mi visión del mundo, tanto como la ocasión de hace diez años. Creo que los cuarenta son el verdadero borde donde se separan las vertientes de la vida; y ahora, aunque no me sometí a ningún chequeo, creo que me encuentro bastante bien y dispuesto a vivir otro medio siglo, lo cual tal vez no valga la pena.

Hablando de chequeo, ya yo tuve esa experiencia de las operaciones de retaguardia cuando ingresé en las Naciones Unidas; pues esa horrible organización, con el propósito sin duda de vejar a sus funcionarios desde el primer momento, hace con ellos lo que las viejas de pueblo con sus gallinas cuando quieren averiguar si van a poner. En el mero instante comprendí que había dado un mal paso, aunque puedo jurarte que la cosa no me gustó nada. Sin embargo, gané sobre tí el haber tenido esa experiencia antes de haber cumplido los 50, lo que permite incluirla, con un poco de buena voluntad, entre los deslices de la alocada juventud.

Yo creo que iré a Nueva York en los primeros días de junio, y que asistiré como padre embobado a la graduación de mi hija. En esa oportunidad nos veremos, espero. De todos modos hemos de mantenernos en contacto.

Recibí una carta hoy de King sobre el artículo de Casalduero. A él y a Willis voy a indicarlos como testigos de conocimiento en mi expediente de naturalización, pues se me ha ocurrido pedir la ciudadanía. Con esta oportunidad, le escribiré en los días próximos.

De lo de Galíndez, qué quieres que te diga. Sólo tengo la esperanza de que esta vez no le salga la broma gratis al Sr. Trujillo.

El artículo de Castro no lo he visto todavía, pero con lo que me dices, y conocerlo a él, ya me lo imagino. Qué obsesión de hombre.

El hijo de Ortega me promete un original inédito de su padre para iniciar el número especial que queremos dedicarle. Espero que a tí se te ocurra la otra media idea que te falta y escribas el trabajo. Si la bondad divina te hubiera favorecido con las envidiables dotes de Zulueta, en cambio, ese artículo no aparecería en una revista tan elegante como La Torre, sino a la sumo en una revista como La Democracia. (Nueva)

Como no quiero cansarte con esta carta, y ya protesta la persona a la que se la estoy dictando, pongo punto.

Recibe un cordial abrazo de tu amigo

Francisco Ayala.-

FRANCISCO AYALA

bmr


FECHA
27/09/1957
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Vicente Llorens
DESTINO
S.l.
ORIGEN
64 College Road, Princeton, New Jersey
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu. Archivo Vicente Llorens

Carta de Francisco Ayala a Vicente Llorens (27/09/1957)

Princeton, 27 de septiembre 1957.

Querido Vicente: Esperé a escribirte esta carta aguardando noticias tuyas, pero como tardan, mientras llegan o no, la empiezo, y saldrá cuando tenga unas señas más o menos seguras a donde remitírtela. Pete me dijo que había recibido unas lineas tuyas, y don Américo, recién llegado, que había estado contigo en España; pero ninguno me da una dirección concreta.

Bueno, aquí todo está perfectamente. Nosotros llegamos a “ésta tu casa” el dia previsto, es decir, el lunes 16, y encontramos todo en orden. A la mañana siguiente se presentó Mrs. Dorman, y desde entonces ha seguido viniendo con regularidad, para alivio de Nina, que encuentra en ella una importante ayuda. El resto de las cosas se ha desenvuelto con la prevista normalidad. Los vecinos Alexander son de lo más cordiales; echamos nuestras parrafadas, y la señora le ha ayudado a Nina, entre otras cosas, a conseguir un hombre que arregle la TV, que es para ella un entretenimiento insustituible. Toda la cuestión de proveedores y otras minucias domésticas se ha desenvuelto sin inconveniente, y ahora a final de mes te haré el ingreso del alquiler, pagueré [sic] el teléfono, electricidad, etc.

En cuanto a lo académico, también estoy satisfecho de cómo se presenta el curso. En el 301 había 6 inscritos, se dió de baja 1; hemos empezado con Larra, seguirá Sarmiento, y todo irá bien, pues los muchachos parecen agradables. El curso para graduados, que es, como recordarás, sobre Quevedo, será más trabajoso, ya que los estudiantes, cuatro, dan la impresión de ser demasiado desiguales. Veremos como se puede arar con bueyes tan disparejos.

La gente de la facultad, como siempre, estupenda. Todo son amabilidades por parte de Pete, de King, de los demás amigos. Te diré que se te añora, aunque tan poco tiempo hace que faltas.

Como puedes ver, la temporada se presenta agradable para nosotros, tanto más, estando tan cerca de nuestra hija, que ya el domingo vino a pasarlo con nosotros; y este fin de semana le devolveremos la visita en Nueva York.

Pero hablemos de tí. No te olvides que prometiste escribirme, para que nos mantengamos en contacto. Te imaginarás cuánto deseo que este viaje te resulte fecundo en el trabajo inmediato, y estimulante en relación con el otro que, a plazo un poco más largo, tienes que darnos sobre la presente emigración. Pero además de trabajar, debes procurar distraerte un poco, que buena falta te hace después de los sufrimientos por que has pasado. Cuéntanos que has hecho hasta ahora, y qué te propones hacer, que te prometo respuesta rápida y puntual.

Al regreso de N.York encuentro tu carta; y así, termino ésta para echárla al correo. Veo, por lo que me cuentas, que la España de Larra sigue impertérrita. Podría publicarse La diligencia con leves retoques, y sería de actualidad, salvo en lo bien escrito.

Esa fotografía me la ha dado para que te la envie la Sra. Alexander: ella está muy orgullosa de su obra. Yo me reservo mi juicio crítico.

Bueno, recibe nuestros cariñosos saludos, y un abrazo de tu amigo

Ayala.-