La piel de onagro

Una de las numerosas colecciones que publicaba la editorial Atlántida en esos años era la biblioteca Billiken, dirigida por Rafael Dieste. La colección se organizaba por series temáticas que se distinguían por colores, y en ella colaboraron, como autores, traductores, adaptadores o ilustradores, numerosos exiliados españoles.
Antes de publicar su conocido ensayo sobre la Historia de la libertad (1943) en la serie Oro, Francisco Ayala había colaborado ya en la colección Roja, compuesta por adaptaciones de grandes obras de la literatura universal destinadas a lectores jóvenes: en 1940 apareció la versión reducida por Ayala de La piel de onagro, de Balzac, y en 1941 la de La cartuja de Parma, de Stendhal, ambos ilustrados por Aniano Lisa.