Epistolario de Francisco Ayala

25/04/1966

DESTINATARIO: Gullón, Ricardo REMITENTE: Ayala, Francisco

FECHA
25/04/1966
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] NEW YORK UNIVERSITY / GRADUATE SCHOOL OF ARTS AND SCIENCE / WASHINGTON SQUARE, NEW YORK, N.Y. 10003

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (25/04/1966)

25 de abril 1966

Querido Ricardo: te contesto enseguida, y no puedo sin embargo darte ninguna información que pueda serte de utilidad. El otro dia pregunté a Molina si tú le habias mandado el curriculum, y me dijo que sí, y que se lo había pasado inmediatamente a Starr, para que él te escriba si lo considera oportuno. Me lo dijo en forma desabrida; pero creo que el desabrimiento no era ni contigo ni conmigo, sino con el chairman, pues como te lo dije, están en términos poco cordiales (y no creo que haya sido por eso demasiado conducente el que te haya presentado como formando uña y carne con él). De otra parte, tengo la impresión de que el mismo Starr se encuentra en una posición difícil con los decanos; sospecho que lo consideran fracasado, y es humano que, siendo mi ida, no la gota de agua que colma el vaso de sus contratiempos, sino una pedrada descomunal, y él mismo una persona escasamente inteligente, finja no verme cuando ocasionalmente nos encontramos, después de haberme expresado los más amistosos sentimientos a la hora de la dimisión que le presenté. Quiero decirte con esto, que la decisión, si decisión hubiere, vendría de instancias más altas, como por otro lado es natural tratándose de un puesto de tanta importancia. A mí no me han preguntado hasta ahora nada, aunque yo, en conversaciones ‘casuales’ con diferentes colegas, he repetido que no veo otra persona con quien NYU pueda resolver su problema si no eres tú; y claro está que espontáneamente no puedo hacer nada, dada mi situación de dimisionario. Espero, sin embargo, que me pregunten, si es que Starr lleva tu nombre al Decano, pues éste está conmigo en muy amistosa relación. Si yo supiera algo de un modo u otro, enseguida te lo comunicaría. Entre tanto, en esa última conversación mia con Rodrigo éste me dijo que si podríamos ir a cenar en su casa el sábado 30, y cuando le dije que sí me completó la información diciéndome que iba a invitar también a Concha Zardoya, a quien había conocido en mi casa. Como esta bella joven aprovechó las vacaciones para darse una vueltecita por París, no había podido Rodrigo ‘contactarla’ antes; y ahora lo ha hecho por una carta, a la cual responderá ella, según ayer me dijo, telefoneándole. Como puede verse, no ceja; pues si le desairan su primer sugestión, que eres tú, ¿por qué tendría que despepitarse por tener lista una alternativa? Yo que él, más bien me daría por enojado y no trataría de allanarles el camino. Por cierto que si se imagina va a manejar a esa fémina se equivoca de parte a parte, porque le saldría la criada respondona, y su trato le resultaría más amargo que el tuyo o el mio, que al fin somos filósofos y no nos curamos de las pompas y vanidades de este bajo mundo. Pero cada cual es el autor de su propio mal. #Por lo que se refiere a las cartas de recomendación, que en efecto no son sino un estúpido rito, creo que no hay inconveniente en que sean de Ernesto y mias, pero debes dar ante todo la de Marichal (o/y Anderson Imbert) y Blanco Aguinaga (y/o Durán).

Hoy he recibido una larga carta de J.L. Cano donde me habla de su proyectado viaje. Ya le contestaré. Es un tanto impráctico todo eso, pero allá él. Yo ya le expliqué de viva voz cómo son las cosas. Habla de dar conferencias en 20 universidades, y si lo hace va a quedarse como para que lo echen al gas, y sacará menos dinero que si arreglase (aun sin salir de los cuatro meses que le dejan en la Campsa) un curso de verano para terminación de la tournée de conferencias o algo por el estilo.

Estoy hasta los pelos (pocos me quedan) de trabajo. Saludos muy afectuosos de Nina y un gran abrazo

Ayala.-