Las cartas de Francisco Ayala sobre

Germán Arciniegas

Germán Arciniegas. Bogotá, 1900-1999. 

Ensayista, historiador, editor, diplomático y político, Arciniegas fue embajador de Colombia en Argentina (1940), donde frecuentó el grupo de la revista Sur. Entre las numerosas revistas que fundó, es destacable la Revista de Indias, en la que Ayala publicó distintos ensayos. Dirigió los Cuadernos del Congreso por la Libertad de la Cultura entre 1963 y 1965.

cartas 6 al 6 de 6
FECHA
20/11/1965
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Damián Bayón
DESTINO
París
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Instituto de América de Santa Fe. Legado Damián Bayón. Archivo (Santa Fe, Granada)

Carta de Francisco Ayala a Damián Bayón (20/11/1965)

20 de noviembre de 1965

Querido Damián:

Llegó su carta con el artículo, y como tenía aún por contestar la anterior, me refiero a ambas. Empezaré por el susodicho, que me parece excelente, y que haré llegar a las manos de la Revista de Occidente -suponiendo que una revista tenga manos- por el procedimiento más seguro y con la más vehemente recomendación. Supongo que tendrán mucho gusto en publicarlo. Me parece un error de parte suya hacer alusión en él a una segunda parte venidera, pues si su intención es ver de que la publiquen en la misma revista, hubiera tenido que entregarlas juntas para que así puedan decidir sobre ello; y si no han de publicar una segunda parte (cosa de la que, en todo caso, no estarían seguros antes de conocer su texto), claro está que a nadie le gusta anunciar una continuación que quede, o pueda quedarse, colgada. Pero esto fácil es de subsanar, y no constituye problema alguno. Ya le diré, pues, lo que haya.

Supe -ya que usted me habla de los difuntos Cuadernos- que Arciniegas anda por ahí (digo, ahora, por aquí) al parecer muy ‘baffled’ por el hecho de que una publicación cuya calidad tanto había mejorado bajo su dirección haya sufrido tal muerte. Sit transit... [sic]

Su libro, aún no lo recibí. Espero que el filosofo positivista a quien usted ha encargado que me lo remita, cumpla el encargo.

Lamento que, como el Virrey Osuna, tenga usted que desplazarse al dorado destierro de Napoles y Sicilia en busca de los magnates del siglo XVII; pero temo que no podré serle a usted de mucha utilidad en relación con personajes tan empingorotados, que están fuera de mi alcance, pues mi familiaridad con los Dos Reinos es nula.

El joven Manuel Puig hasta el momento no me ha llamado; y de Sarduy no tengo noticias hace un montón de meses. Si lo ve, dígale que no deje de escribirme. He leido en una revista mejicana una cosa suya que me ha gustado muchísimo.

No tengo apenas nada nuevo que contarle, pues apenas es novedad que Victoria Ocampo nos ha honrado con su visita, y creo que todavía está aquí, pues no se ha despedido; ni será nuevo -no lo es, desde luego- que Murena llega a fines de la semana próxima y estará por aquí unos cuantos dias, de paso para Europa donde, por supuesto, se encontrará con usted.

Los residentes, padre e hijos, no producimos news, porque nuestra vida es azacaneada, y tenemos que sudar los pesos con que nos ganamos el pan, a diferencia de ciertos enchufados que yo conozco, a quienes, nada menos en la Ville Lumière, les pagan para que escriban sus propias cosas confortablemente. Pero ¡así es la vida, y no hay que quejarse, pues también la mucha fagina tiene sus encantos, aunque otro no fuera que el de ver llegar el weekend para descansar un poco, recuperar fuerzas, y darse el gusto de escribirle papelitos azules a los buenos y queridos amigos oligarcones!

Saludos muy afectuosos de todos nosotros, y un gran abrazo

Ayala.-