Epistolario de Francisco Ayala

30/12/1968

DESTINATARIO: Mallea, Eduardo REMITENTE: Ayala, Francisco

FECHA
30/12/1968
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Eduardo Mallea
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] THE UNIVERSITY OF CHICAGO / CHICAGO 37. ILLINOIS / DEPARTMENT OF ROMANCE LANGUAGES AND LITERATURES / 1050 EAST 59TH STREET

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Archivo Eduardo Mallea

Carta de Francisco Ayala a Eduardo Mallea (30/12/1968)

Nueva York, 30 de diciembre 1968

Mi querido Eduardo: Antes de que el año termine quiero contestar a tu carta y desearles toda clase de aventuras para el próximo, según es la costumbre, y según corresponde a mis verdaderos sentimientos.

Recibí, en efecto la carta de Hornos Paz, y le contesté tan pronto como me fue posible (no de inmediato, porque esta última temporada ha sido de muchísimo trabajo para mí). Le agradecía la invitación, y le decía que, teniendo el propósito, como lo tengo, de ir a Buenos Aires por algunos dias dentro del año próximo, podríamos entonces hablar sobre los términos en que tendría efecto mi colaboración (que –le advertía– no puede ser demasiado frecuente), a menos que él tenga alguna idea y quiera escribirme, en cuyo caso podríamos quizá ponernos de acuerdo desde ahora.

Mi viaje a Buenos Aires será sobre la base una invitación de la universidad de La Plata, y creo que lo haré, yendo desde Madrid, a principios de Agosto, –por más que uno nunca sabe cómo estarán las cosas, aquí, ahí, y en todas partes, de aquí a esas fechas; pero el propósito es ése. Y te diré que me seduce bastante la idea de volver a estar en Buenos Aires una temporadita, aunque sea breve.

Me da envidia leer en tu carta que estás lleno de proyectos, y que te aplicas a ellos, pues por mi parte yo estoy en un momento de gran desconcierto y en una ebullición interior que quizá dé algo de sí, pero que temo pueda no ser en modo alguno creadora. Tanto viajar es quizá (y fíjate cuánto repito esta palabra) el síntoma de la inquietud en que, espiritualmente, me encuentro. Digo “tanto viajar” porque, aparte mi travesía aérea frecuente entre Chicago y Nueva York, el mes que viene iré a Puerto Rico, luego pasaré el de febrero en California, en marzo iré, creo, a España, para regresar en seguida a Chicago; y luego en junio otra vez a Europa, de ahí a Buenos Aires, y qué sé yo. Bueno.

Espero tu nuevo libro con el interés de siempre, que es mucho, pues ya sabes cuánto me gusta tu obra, y con qué placer la veo completarse de manera tan armónica y feliz. Es sano que pienses siempre en la novela “salvadora”, y no sería buena señal la complacencia en lo hecho; pero créeme: estás salvado, aunque nunca escribas la segunda parte de la Galatea.

Nuestros cariños a los dos, y un gran abrazo de

Ayala.-