Epistolario de Francisco Ayala

25/10/1957

DESTINATARIO: Río , Ángel del REMITENTE: Ayala, Francisco

FECHA
25/10/1957
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ángel del Río
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con anotaciones a mano, firma autógrafa y membrete:] PRINCETON UNIVERSITY / PRINCETON, NEW JERSEY / Department of Modern Languages and Literatures

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
The Hispanic Society of America

Carta de Francisco Ayala a Ángel del Río (25/10/1957)

25 de octubre de 1957

Querido Angel:

Ahora, y no antes, veo su artículo sobre mi Historia de macacos. Lo he leido con enorme placer, y no tanto por sus juicios favorables, de los que descuento la parte correspondiente a la amistad, cuanto por la inteligencia y agudeza crítica que revela; pues claro está que, a estas alturas, no va uno a pagarse de elogios, mientras que la apreciación adecuada se agradece mucho. Y mucho es lo que le agradezco a usted la suya.

Me le imagino aprovechando bien su viaje. Verdaderamente, la tal licencia sabática es una bendición, de la que yo también he disfrutado a fondo. Tiene, eso sí, un pregusto jubilatorio no del todo agradable, sin embargo; pues para vacaciones resulta quizás un poco excesiva, y tampoco da el tiempo de ponerse a hacer otra cosa en serio; pero me parece que me estoy quejando de vicio, o como tros [sic] dicen, de harto.

Ahora estoy aquí, trabajando bastante, y con gusto. Me he metido a dar un curso sobre Quevedo para graduados, y raro será que no salga de ahí algún escrito más o menos largo, pues me parece que estoy descubriendo algunos puntos de vista nuevos sobre este tio tremendo. Ya charlaremos cuando volvamos a encontrarnos.

En esta campestre (de campus) soledad sonora, lejos del tropical ruido, se me ocurre pensar que, para mí, basta ya de Puerto Rico; y que cuánto me convendría hallar un hueco en alguna de las universidades de la región donde quedarme definitivamente. De pronto, como suelen acontecer tales cosas, me doy cuenta de que ya no aguanto más aquel ambiente demasiado insular, y que lo que pudo ser divertido a la corta, a la larga se hace insufrible. Preveo una etapa, además, de lios políticos intensificados, si cabe, en los que no quisiera verme envuelto, y tampoco vea como lo evite sin estar ausente; de modo que qué le parece? Pero esto, querido Angel, no lo comente sino con los debidos recaudos, pues no quisiera, dada la amistad que me une con la gente aquélla, presentar el caso, llegado el momento, sino como un alejamiento temporal. En fin, ya veremos.

Déle nuestros cariñosos saludos a Amelia, y reciba un gran abrazo de su amigo

Francisco Ayala.-

[Escrito a mano:] Despacho esta carta con retraso de su fecha porque he tenido que aguardar a que Carmencita me diera su dirección.