Epistolario de Francisco Ayala

30/03/1968

DESTINATARIO: Ayala, Francisco REMITENTE: Gullón, Ricardo

FECHA
30/03/1968
REMITENTE
Ricardo Gullón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Ricardo Gullón a Francisco Ayala (30/03/1968)

30 de marzo de 1968

Querido Paco:

No he vuelto a escribirte esperando ver si tenía alguna noticia tuya y por la inseguridad respecto al lugar en que te encontraba. Por la carta de Agnes veo que das por supuesto que el haberme quedado aquí es porque no quiero desprenderme de Texas, y francamente no quiero que tú, por lo menos tú, creas que el no haber aceptado la invitación de Chicago Circle fue por sentirme apegado a esto.

El que no aceptara se debe a factores clarísimos. Empezaron ofreciéndome $22,000 anuales y cuando yo les dije que ganaba 23 y probablemente recibiría 25 en el mes de setiembre, no estoy seguro de que me creyeran, pues es en ese momento cuando se produce la conversación entre el decano de Chicago y el de aquí.

Me ofrecieron entonces los $25,000, pero en cambio Compton me dijo que no podía asegurarme que pudiera llevarse a cabo lo que en una conversación anterior me había ofrecido; a saber, que podía concentrar mis cursos en dos trimestres para quedarme libre seis meses. No olvides además que estas negociaciones las tuvieron paradas desde finales de diciembre hasta mediados de febrero, razón por la cual a primeros de febrero, me decidí a pedir aquí el grant para el año que viene, pues al menos quería asegurarme algún tiempo libre si fallaban negociaciones de caminar tan lento.

Como te dije, al informar al decano Silber se han mejorado algunas cosas. Otras no, porque para eso habría que cambiar la naturaleza de los hombres que le hacen a uno difícil la vida. Así estoy resignado pero de ninguna manera contento. Lo que pasa es que he decidido seguir el consejo que Lázaro y tú me habéis dado: me dedicaré a lo mío y que hagan lo que les dé la gana. Las consecuencias se verán en seguida, pero a mí personalmente no me afectarán: contratarán a los mediocres con preferencia a los inteligentes y establecerán una serie de programas absurdos. Al nuevo chairman le espera un trabajo de aupa, pues el departamento está pulverizado. Yo tengo por delante ocho meses de ausencia y a la vuelta me dedicaré a mis clases y a escribir. Si entre tanto sale alguna cosa que me interese, la aceptaré, pero no entraré en negociaciones con quienes no están decididos a proceder con rapidez y decisión. Compton me parece un chico muy bueno, pero ese decano que de entrada le ofrece veinte cuatro [sic] mil dólares a Homero Castillo y se le ocurre que a mí puede llevarme pagándome dos mil menos, no debe tener mucha idea de quién es quién.

De mis planes, te diré que pienso llegar a Madrid en los primeros días de junio y en algún momento ir a Puerto Rico, si es que las cosas se arreglan como espero. Es posible que después pasemos una temporada en Nueva York o en California pues cualquier sitio es bueno para escribir el libro machadesco que para entonces espero se encuentre muy avanzado. Nos encontraremos en Madrid y espero que también en Puerto Rico. En ese periodo de libertad de movimientos que voy a tener, exploraré discretamente las posibilidades de un cambio, pero voy a dejarme de puñeterías y a plantear claramente las cosas. Ahora pienso que si los de Chicago hubieran sabido antes lo que yo ganaba y la cuantía del aumento de sueldo que iba a recibir en el nuevo presupuesto, habríamos ganado tiempo y quizá todo se hubiera resuelto de otra manera.

Recuerdos a Nina y para ti un fuerte abrazo de