En las ‘Lecturas de Francisco Ayala’ no solo se lee, como pudo comprobarse ayer, tras la sesión dedicada a los relatos de ‘Historia de macacos’.
Podría decirse que las «Lecturas de Francisco Ayala» se desarrollan en tres fases: lectura previa de los textos propuestos, sesión de comentario sobre ellos y cervecita con algo de tapeo para rematar (que no sin intención se fijaron las sesiones los jueves por la tarde).
No se reste importancia a ese momento postrero de las «Lecturas», pues, en realidad, solemos tomarlo como prolongación de la tertulia: en un tono distendido, con salpicón de bromas las más veces, seguimos hablando del texto leído y del autor; de otras lecturas y de otros autores; y también, en algunas ocasiones, de la experiencia que ha supuesto para cada uno la lectura y el recentísimo diálogo en torno a ella.
Leer a Francisco Ayala no es difícil; pero su obra narrativa suele resultar compleja porque los relatos, de una extensión generalmente reducida, contienen muchas referencias y sentidos que corresponde al lector interpretar. En el grupo de lectura de la Fundación estamos constatando que, además de los conocimientos previos o la competencia lectora que cada cual tenga, para entender cabalmente los textos y obtener de ellos provecho y satisfacción la aportación colectiva es insustituible.
Como, en cierto sentido, nos hace ver el autor al introducir perspectivas diversas en sus narraciones, la confrontación de las diferentes lecturas en el diálogo nos recuerda que, aunque nunca podemos conocerlo todo, sabremos más cuantos más puntos de vista logremos sumar.
Esta es una de las observaciones más frecuentes en el après-lecture. Ayer mismo, después de la sesión que dedicamos a comentar «Historia de macacos» y «The Last Supper», estuvimos todos de acuerdo en lo enriquecedor que resulta leer así; había un sentimiento común que finalmente Cati puso en palabras: «Después de tantos años como lectora, ha sido para mí un regalo encontrar un grupo en el que puedo hablar y escuchar sobre lo que leo».
Naturalmente, brindamos por ello.