Las cartas de Francisco Ayala sobre

Editorial Sudamericana

Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1939.

La Editorial Sudamericana surgió en torno al grupo de intelectuales argentinos encabezado por Victoria Ocampo, quedando la dirección editorial a cargo del exiliado español Antonio López Llausàs, quien pronto se convertiría en el propietario del sello. 


A la editorial Sudamericana le debemos las primeras ediciones de Los usurpadores y Muertes de perro, entre otras obras ayalianas. 

cartas 1 al 5 de 8
FECHA
19/05/1949
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Arnaldo Orfila
DESTINO
Pánuco, 63. México, D.F.
ORIGEN
Buenos Aires
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] Francisco Ayala

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Archivo Histórico del Fondo de Cultura Económica. Sección Autores, Expediente n.º 22

Carta de Francisco Ayala a Arnaldo Orfila (19/05/1949)

Buenos Aires, 19 de mayo de 1949.

Sr. Dr. A. Orfila Reynal

Pánuco, 63

MÉXICO

Mi querido amigo:

Mucho siento que no les convenga a ustedes el libro que le proponía. Me hago cargo de las circunstancias que usted me indica, y que son, en general, las que está atravesando toda la industria editorial. Contemplándolas en su conjunto, le expresaba a usted mi lamentación a propósito de las barreras que cada vez se oponen a la difusión del libro. Leí el artículo de Cosío, y me pareció excelente; lástima que, a raiz de las represalias mexicanas, la cosa toma otro aire y pierde mucha fuerza. A mí, como escritor, toda traba opuesta a la circulación de libros me parece mal, porque no hay que ser demasiado lince para darse cuenta que toda medida de esa índole suscita una contramedida por parte de los demás, y terminaremos en forma que hasta El Salvador tenga que tener autarquía intelectual-editorial… lo que, en la práctica, equivale a favorecer a España, único pais cuyo mercado interno ofrece el mínimo indispensable para sostener una industria editorial, entre todos los de lengua española. Pero estas explicaciones se las doy a usted en respuesta a sus razones; yo me limitaba a lanzar una queja, pues sé bien que cada uno encuentra siempre buenas razones en defensa de su propia posición particular, y no aspiro a convencer a nadie.

Le hemos agradecido muy cordialmente el envio del artículo de Alfonso Reyes, que se publicará en primer lugar en el núm. 15 de Realidad, ya en la imprenta. No tengo la dirección de él, pero ruego a usted que le transmita de mi parte un afectuoso saludo y que, al contestarme, me dé sus señas. E insista, querido Orfila, con los demás amigos, para que tambien me remitan colaboración. Los temas que más nos interesan son aquellos que traten, en relación con los principios o rasgos más generales, problemas de alcance también general, aunque tengan un emplazamiento local concreto.

Si quiere ser tan amable como siempre, en otra cosa todavía, le agradeceré pase a Cuadernos Americanos el adjunto escrito, comentario de Carpeaux (que ya colaboró ahí), a mi último libro, por si quieren darlo como nota. Se trata de un librito del que la Ed. Sudamericana remitió ejemplar a Larrea.

Y no le quito más tiempo por hoy. Me gusta mucho conversar con usted, pero si pudiera hacerlo sin tener que pulsar el teclado de la máquina…

Saludos muy afectuosos a su señora, y usted reciba un abrazo de su buen amigo

Francisco Ayala.-


FECHA
04/02/1951
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
José M.ª Ferrater Mora
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Universidad de Puerto Rico
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO / RÍO PIEDRAS, PUERTO RICO / FACULTAD DE ESTUDIOS GENERALES

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo “Epistolario del Legado Ferrater Mora”. Universitat de Girona. Cátedra Ferrater Mora de Pensamiento Contemporáneo

Carta de Francisco Ayala a José M.ª Ferrater Mora (04/02/1951)

4 de febrero de 1951.

Mi querido Ferrater:

Hoy mismo escribo a Borges –no lo había hecho antes por la necesidad de atender a una balumba de cosas, de las que poco a poco me voy desprendiendo– y le pido que le envíe a usted,no sólo los dos tomitos en cuestión, sino también el Aleph, caso de que disponga de algún ejemplar.

No será menester que le diga cuanto le agradezco sus palabras relativas a mis novelas. Las ha leído usted con generosidad de espíritu, y ha tenido también la generosidad de decirme que le gustan, cosa que, increíblemente, resulta excepcional, aun más que lo primero.

Voy a pedirle un favor: cuando quise escribirle a Clavería unas palabras para decirle que había leído sus dos trabajos –verdaderamente sugestivos y serios– sobre Unamuno, y que los he dado a leer a Serrano Poncela, me dí cuenta de que no tengo conmigo su dirección. Entre tanto, se han pasado unas cuantas semanas, y lo que hubiera podido decirle ya está un poco frío. Me pesa, porque, en todo caso, hubiera debido agradecer a ese simpático matrimonio sus gentilezas. Y el favor que quiero pedirle a usted es que me disculpe con ellos, diciéndoles, sencillamente, lo que me ha pasado, y me transmita su dirección para una próxima oportunidad.

Yo sabía que andaba por ahí el hijo de López Llausás, pues me retransmitieron desde Nueva York una carta del padre, donde me lo anunciaba. Lástima que no lo veré, a menos que se quede por aquí unas horas a su regreso. Me alegro de que le haya confirmado la que recordará usted era mi impresión acerca de las editoriales argentinas y en particular de la Sudamericana.

He conversado con Medina Echevarría sobre el capítulo que tuve ocasión de medio leer en el original de usted, y se mostró muy interesado. En verdad, escribimos unos cuantos, los unos para los otros; pero así está bien, después de todo.

Dígale a Jaimito que me acuerdo mucho de él, de sus idiomas y de sus picardías. Saludos a su esposa, y reciba usted un abrazo de

Francisco Ayala.-


FECHA
09/03/1960
REMITENTE
Damián Bayón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
S.l.
ORIGEN
París
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Instituto de América de Santa Fe. Legado Damián Bayón. Archivo (Santa Fe, Granada)

Carta de Damián Bayón a Francisco Ayala (09/03/1960)

París, 9 de marzo de 1960

Querido Ayala:

Recibida hace ya tiempo su sabia y modesta carta. Gracias. Sí, me parece que tiene razón, comprando Uds. auto estaremos todos más libres de hacer lo que queramos o podamos. Por aquí las cosas marchan, yo metido en mis libros y olvidado casi de que París canta con el canto de las sirenas. Los Cortázar volvieron hace diez días, los vi la noche de llegada solamente. Venían tostados del sol y contentos. Dejaron Bs.As. no tan mal como lo encontraron unos meses antes y pudieron trabajar en el barco de vuelta. Julio está de moda entre la “nouvelle vague” argentina. El hecho de no vivir allí lo debe valorizar aun más. Las armas secretas , su último libro, se vende bien y Sudamericana le ha pedido dos de sus novelas, inéditas hasta ahora. El gran cronopio está contento, no habla en el vacío. A Aurora la contrataron para traducir los libros de Lawrence Durrel: Justine, Balthazar y Mountolive y cuando salga el cuarto de la serie, ese también. Como el autor me gusta me ha parecido estupendo que Aurora lo traduzca, pero le sacará canas verdes.

Me fuí por unos días a Suiza y en el interín pasó por aquí Raimundo Lida y señora. Lo sentí verdaderamente. Lo mismo me pasó con los Orfila, un almuerzo junto[s] y después ya no coincidimos más. No se puede estar en la procesión y repicar, o viceversa.

Después de un pesado librote sobre Carlos Vº me despaché uno ligero sobre Felipe IIº y sigo hurgando en las librerías en busca de algo. Los libros españoles son tan caros aquí que prefiero comprarlos en España o la Argentina. No encontré los que Ud. me señaló. Ahora estoy embarcado en España en su historia , de Américo Castro y me entero de cosas y me confirmo en otras con gran deleite. Me parece menos nacionalista que el gran viejo Menéndez Pidal y no hay duda de que tiene muchas cosas interesantes que decir. En Egipto descubrí a América -a través de España- con sus ruidos callejeros, el negro llevado por las mujeres, la primacía del hombre. Para nosotros el origen es siempre España, pero ¡qué extraño es cuándo descubrimos los orígenes del origen! Y que didáctico resulta. Nos habíamos acostumbrado a pensar una España y resulta, claro, que estaba hecha de tantas cosas contradictorias resueltas -o no resueltas- en la historia.

Me gustaría ya saber las fechas del viaje de Uds. ¿Las hay? No deje de comunicármelas. De P.R. siempre estoy informado por la fiel Luisita. Parece que Jorge Enjuto trabaja de veras pues está en la Oficina del Rector ¿Sabe el cuento de D. Jaime con Oppenheimer? El día que éste pareció era al siguiente de la muerte de Bueso, el Rector se hizo un lío y al presentar al famoso Premio Nobel, agregó: Dr. Roberto Eisenhower... Parece que la gente se rió a carcajadas. Y es que Ike andaba por allí también y el inconsciente le jugó una mala pasada. Ayer en clase a Levi-Strauss le pasó algo parecido; hablaba del chamán y de unos sueños eróticos y dijo: “Le savant et ses rêves érotiques...”.

Un gran abrazo de


FECHA
18/08/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Camilo José Cela
DESTINO
Palma de Mallorca
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fundación Pública Gallega Camilo José Cela

Carta de Francisco Ayala a Camilo José Cela (18/08/1961)

Nueva York, 18 de agosto de 1961

Sr. D. Camilo José Cela

Palma de Mallorca

Mi querido amigo:

No se imagina cuánto le agradezco la cordialidad de su carta. Viene a confirmar el hecho que yo sentía también dentro de mí: que somos ya viejos amigos desde hace mucho tiempo. En esa disposición de ánimo, y con esa alegría, vuelvo a escribirle hoy.

Lo primero que quiero decirle es que ha cometido usted una imprudencia al preguntarme qué quiero que me envie de sus cosas, pues mi respuesta no podía ser otra que ésta: mándeme todo lo que tenga disponible. Tener sus libros dedicados es para mí algo que estimo mucho. Pero diríjame el paquete a mi nombre, Bryn Mawr College, Bryn Mawr, Pa., USA, pues aunque todos los fines de semana vuelvo a mi casa de Nueva York, prefiero que los paquetes (no las cartas) vayan allí, en evitación de que el cartero los devuelva, por no caber en mi buzón. Es una molestia, ya lo sé, tener en cuenta dos direcciones, una para cartas y otra para paquetes, pero…

Yo no sé qué libros míos podrán interesarle a usted. De aquí en adelante le remitiré cuanto publique, y si quiere alguna cosa anterior que no conozca, me lo dice, y se la haré llegar. En el libro que le he enviado verá usted que el problema de la incomunicación que padecemos me resulta doloroso, y constituye hace tiempo una de mis preocupaciones. Creo que no sin motivo. En estos dias, precisamente, me pasa Molina la carta que adjunto, porque es curiosa. Imagínese que hace ya dos años la censura, siempre imprevisible, autorizó la venta de Muertes de perro en España. El verano pasado, que yo estuve en Madrid y en Barcelona, vi que no se había distribuido el libro. Todo sigue igual ¿Por qué? Vaya usted a saber; por pura negligencia del editor y sus distribuidores. Tanto, que en vista de ello, y estando autorizado el libro, estoy pensando en la conveniencia de intentar una edición ahí. Supongo que la Sudamericana, en vista de como están las cosas, no pondrá objeción, tanto más que la primera debe de estar casi agotada. ¿Qué me aconseja usted? ¿Quién cree usted que podría interesarse en publicar el libro? Dígame su opinión y deme su consejo, pues como comprenderá uno escribe también y principalmente para la Península, y es una triste gracia que una vez pasada la barrera oficial de la censura los libros de uno sean inaccesibles para los lectores españoles, pocos o muchos, que quieran comprarlos. Y perdóneme que lo moleste, como colega, con este tipo de cuestiones. Ahora terminé otra novela, del mismo porte de Muertes de perro y relacionada con ella, a la que he titulado La gran vidorra, y estoy perplejo, pues no sé si ofrecérsela a alguna editorial española (quizás, en caso, a la misma que pudiera publicar ahí la primera) o qué hacer.

El alumno que hace su tesis sobre la obra de usted es un rumano, ya hombre mayor, a quien usted ha recibido, y que escribió un articulo ya en la revista Hispania. Quizás usted lo recuerde. Todavía no tiene el trabajo lo bastante avanzado para poderle dar a usted copia de lo hecho. Y me temo que no va a hacer cosa extraordinaria, porque, aun siendo hombre trabajador, me parece que tiene poca chispa. De todas maneras, cuando lo vea al reanudarse las clases en el mes próximo veremos a ver lo que ha hecho durante el verano, y procuraré informarle a usted de cómo va el trabajo.

Para los Papeles de Son Armadans le envio a usted con esta carta dos originales, que son las últimas cosas de ese tipo que he escrito. Si quiere, puede publicarlos juntos, bajo el título común de Cuentos de amor; y si no, elija el que prefiera, y me devuelve el otro para darlo en otra parte… donde cosas así puedan publicarse, que no será por cierto en La Nación de Buenos Aires.

Basta de lata. Reciba un gran abrazo de su amigo

Francisco Ayala.-

Francisco Ayala

54 W., 16th Street

New York 11, N.Y.


FECHA
25/09/1964
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Camilo José Cela
DESTINO
La Bonanova
ORIGEN
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fundación Pública Gallega Camilo José Cela

Carta de Francisco Ayala a Camilo José Cela (25/09/1964)

25 de septiembre de 1964

Querido Camilo:

Inmediatamente después de recibir tu carta escribí a mi hermano Eduardo dándole tu dirección y explicándole lo que te había sugerido, para que, en caso de interesar el asunto a la empresa que dirige, se ponga en contacto con tu hermano. Hoy en dia, en España como en todas partes, no es dinero lo que falta para hacer negocios, sino capacidad de organización y trabajo. Quien la tenga, puede levantar un capital enseguida.

Respecto de mis libros… cuánto me gustaría tener oportunidad de conversar contigo acerca de aspectos que serían engorrosos y pesados de explicar por carta. Probablemente para la primavera podamos encontrarnos de nuevo. Pero ahora, en resumen, te diré que la única objeción oficial está centrada en mi inocente Cabeza del cordero, que veremos si al fin consigo hacer que traguen.

Por otro lado –y tu carta ha sido un fuerte estímulo– he escrito a la Editorial Sudamericana quejándome una vez más, pero en forma más apremiante, de que no hayan conseguido que se pongan a la venta en España libros que la censura ha aprobado. Y me prometen que van a hacer ahora una campaña de promoción intensa. Si lo hacen así, quedarán agotadas las ediciones correspondientes, que es lo que yo deseo para quedar en condiciones de mayor libertad. Debo decirte que por lo demás no tengo queja ninguna de la Editorial Sudamericana, cuyo gerente es un viejo amigo a quien quiero mucho, y que trata siempre de complacerme. Pero es absurdo que mis novelas, buenas o malas o como fueren, no sean accesibles a su público natural, que es el de España. Con esto que te digo, y con la perspectiva de que la indigesta Cabeza pase por fin, estaremos en franquía para cualquier otro proyecto de más alcance.

En cuanto a la novela corta de que hablamos, ojalá pueda escribirla para la fecha que me indicas. Ya te diré.

Un fuerte abrazo de

Ayala.-

Ah, una vez más se me olvidaba decirte: Mi "Carta Literaria" a Rodríguez Alcalá se publicó cuando yo iba a irme de aquí, y pedí por eso al joven Vilar que enviara unas cuantas separatas a las direcciones que le di, remitiéndome aquí el resto de aquéllas. Hizo lo primero, pero hasta ahora nunca llegaron a mis manos las separatas sobrantes, que deben de estar por ahí en algún rincón. Si así fuera, y tuvieras la bondad de hacérmelas remitir, te lo agradecería mucho.