Las cartas de Francisco Ayala sobre

New York University

New York University (Nueva York).

Entre 1962 y 1965, Ayala enseñó simultáneamente en la NYU y en Rutgers University. Recuerda de este periodo que “mi tarea docente me resultaba grata”, estimulante y fecunda, pues “es lo cierto que algunos de mis estudios críticos sobre autores clásicos han surgido al margen de mis estudios universitarios”. Durante este periodo descubre el envidiable privilegio que supone “vivir en una urbe tan variada y tan llena de alicientes” y conoce, entre otros futuros amigos, a Rosario Hiriart, primero alumna y después investigadora de su obra.

cartas 1 al 5 de 33
FECHA
13/12/1961
REMITENTE
Ricardo Gullón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Ricardo Gullón a Francisco Ayala (13/12/1961)

13 de diciembre de 1961

Sr. D. Francisco Ayala

54 West Sixteenth Street

New York, N. Y.

Querido Paco:

Como ves no tardo en contestar tu carta última y empiezo felicitándote por partida doble. En primer término para desearte unas pascuas muy plácidas y productivas, en todos los aspectos. En segundo término por tu paso a New York University, del que me enteré ayer por carta de Rodrigo Molina. Puedo asegurarte que me alegro como si de cosa propia se tratara, pues sé que tu deseo era instalarte definitivamente en Nueva York, donde estoy seguro que te ha llevado el reconocimiento general de tus méritos y talentos, etc., etc. Tendrás así más tiempo para trabajar, y por esto no te felicito a ti, sino que me felicito, pues los partos de tu ingenio se multiplicarán y disfrutaré leyendo cuanto vaya saliendo de tu pluma.

No puedo comprender que pudieras pasar un mes en Alemania y París, regodeándote a tus anchas, siendo así que había faltado en el Congreso el aventajado ex­-filósofo don Julián Marías. Quizá no le han invitado, o no ha podido asistir, por la multitud de tareas, unas propias de su sexo y otras impropias, que le esperan en este continente. Espero que durante las navidades le agasajes y mimes para que te de buena nota cuando redacte tus informes de fin de curso.

Espero con impaciencia esa separata de tu cuento en los Papeles. Me interesa sobre todo comparar la versión completa con la publicada en la revista, pues quiero ver si consigo calar un poco en la cretinizante Censura española. Nunca se puede saber lo que van a tachar y lo que no, y tu cuento, aun mutilado, tiene gracia y está preciosamente escrito. Lo que me jeringa contigo es que, sin querer, comparo tu facilidad y tu gracia de pluma con el trabajo que me cuesta sacar adelante esos ensayos y articulejos que por ahí pululan. No sé cómo moños te arreglas para escribir como quien se bebe un vaso de buen vino.

Estoy sudando para poner en pie los capítulos de Unamuno dedicados a El otro y Teresa. No te chotees, pero lo que tu dictarías a Brunhilda, tu secretaria igualmente avispada, entre taza y taza de café, me lleva semanas de sudores, malos humores, dolores de cabeza y de otras partes, y por cierto, que, escribiendo de Unamuno, no me entendiste bien lo que te dije respecto a las pruebas de La Torre. Van a mandarme las mías y las del artículo que traduje, pero de tu joya privada nada se ha dicho. Creo prudente que le pongas unas líneas a la hermosa señora Molinary, para que te lo manden y puedas darle tú mismo un vistazo. Ya sabes cómo se la gasta por los pagos boriquas.

Dícenme que doña Fela quiere organizar una corrida de toros, e inmediatamente se me ha venido a las mientes la dificultad que tendrá para seleccionar el ganado, con tanta abundancia y competencia. Ignoro quienes serán los diestros encargados de trastear a los elegidos.

Dame las noticias que tengas sobre este acontecimiento sensacional.

Tampoco yo he recibido el último número de La Torre. No me extraña. Escribí el prologo para modernismo. Ordené todo el libro. Puse la firma de Eugenio junto a la mía, mandé el original a la imprenta y Aguilar, editor honrado, me pagó la mitad del anticipo y, según mis instrucciones, puso a disposición de nuestro amigo el resto del dinero. Pues bien: ni una palabra a mí, ni una palabra a Aguilar. ¿Puedes entender esto?

Recuerdos a Nina y para ti un fuerte abrazo de


FECHA
28/12/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] BRYN MAWR COLLEGE / BRYN MAWR, PENNSYLVANIA / DEPARTMENT OF SPANISH

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (28/12/1961)

28 de diciembre de 1961

Mi querido Ricardo:

Mucho te agradezco tu felicitación por mi paso a la Universidad de Nueva York que tendrá efecto en el año académico próximo. Es, en verdad, una cosa que me conviene desde todos los puntos de vista, puesto que, viviendo aquí, no tendré que hacer los viajes semanales que, en un futuro más o menos próximo, quizás me hubieran resultado cansados en exceso; de modo que estoy contento.

Espero que para estas fechas ya te haya llegado, completo, el "Baile de máscaras", y hayas podido seguir la secuencia que la censura había roto. También yo recibí tu separata del artículo, cuyo único punto censurable (y claro está que lo hemos comentado los amigos con la natural tristeza) es el ataque que diriges (sic) en él contra el arte pictórico de inocentes criaturitas cuyo único pecado es el original de llamarse pluralmente Marías.

Me halaga, pero también me indigna, que me supongas dotado de facilidad literaria. Paciencia es lo que tengo, pero también me cuestan sudores los partos del ingenio, y sin duda no menos que a tí. Verbigratia: acabo de poner el punto final a un nuevo cuento, “El as de bastos”, más impublicable que los anteriores: consta de seis hojas, y me ha costado no menos de 15 dias de trabajo. ¿Facilidad? Sí, sí.

Siguiendo tu sabio consejo escribí a Puerto Rico (pero no a Mrs. Molinary, que ya ni contesta, sino a Jorge) para que me envien las pruebas. Me dice que Geño, tan geñal siempre, se niega (y esto va también a cuenta tuya), aunque Enjuto no desespera de arrancárselas a último momento y, en otro caso, promete corregir tu trabajo y el mio él mismo, por aquello de que del mal el menos.

Lo de las corridas de toros que doña Fela planea es primera noticia para mí. Según parece, no ha cundido tanto la alarma entre las presuntas víctimas. Pero yo creo que tampoco hay motivo para ella, pues los animales que allí se crían son mansos, y están, o se creen, exentos, como no sea para las charlotadas. En cuanto a los propósitos de dicha doña (cuyas actividades anuncia impúdicamente en dicho apelativo), no entiendo que se encaminen a conseguir indirectamente el estado de viuda; siempre sería uxoricidio; y si se echan al corral, tentativa.

El número de La Torre no me lo mandan, ni me lo mandarán. Lo he reclamado. He escrito al filósofo Carpio, que no me contesta; y esto tampoco me extraña mucho pues, según me informa Enjuto, el número unamuniano se encuentra detenido a la espera de que el mencionado filósofo acabe de escribir un artículo destinado a completar y cerrar con broche de oro tan precioso conjunto. Así es que será para el cincuentenario de la muerte de don Miguel. Lo cual, nada importa, pues todos escribimos para la eternidad.

Nilita está por acá, y vino a vernos. Siempre tan simpática.

Felicidades por las fiestas. Y que el año próximo no sea sólo cuestión de un dedo. Abrazos

Ayala.-


FECHA
01/06/1962
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Camilo José Cela
DESTINO
José Villalonga, 87. Palma de Mallorca
ORIGEN
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fundación Pública Gallega Camilo José Cela

Carta de Francisco Ayala a Camilo José Cela (01/06/1962)

1 de junio de 1962

Mi querido Cela:

Perdone que no le haya contestado antes a su carta, que le agradecí mucho. Es verdad, que estos dias últimos, y podría decir semanas mejor, han sido de un trabajo enorme para mí, pues el final del curso se ha complicado esta vez con el hecho de que, a principios del próximo, paso a la New York University, que me conviene más desde muchos puntos de vista, y eso me ha obligado a gestiones diversas y fastidiosas.

No creo que ya haya que hacer nada más en el asunto Borges. Me enteré, por noticias de Suecia, de que el petitorio de premio Nobel por la Sociedad Argentina de Escritores tenía la misma fuerza que si lo hubiera pedido su abuelita que lo quiere tanto. Como yo envié 200 firmas de otros tantos sabios profesores, si al final le dan el premio, será en virtud de ellas. Pero creo que Kennedy está empeñado a favor del valetudinario poeta Frost, y supongo que el argumento de su muerte próxima tocará las fibras sensibles del alma sueca, y Borges, que sólo puede invocar en contra su ceguera, se quedará para otra vez. Ya veremos que pasa.

Me permití enviarle al susodicho su carta, para que vea, o le lean, las palabras que usted dice a propósito suyo.

Supongo que ya recibiría el ejemplar dedicado de "Una boda sonada". Lo está siendo el cuento, que ha gustado mucho y me está trayendo una cantidad de cartas, aunque echo de menos las de tono insultante e indignado que la cosa pide. Ahora, dentro de unos días, voy a ir a Buenos Aires, donde saldrá mi nuevo [sic] novela, continuación en cierto modo de Muertes de perro (ésta se va a titular El fondo del vaso), y procuraré que hagan un librito (muy breve ha de ser), con esos cuentos y algunos otros, más uno inédito que no habría revista capaz de manchar sus páginas con él (quizás lo hubiera hecho Papeles, pero habiendo censura, para qué hablar). Ya se verá.

Recibí una carta del joven Sergio; y voy a pedirle a usted que le diga, en respuesta a una información que me pide, lo siguiente:

Para establecer canje con La Torre, lo mejor será que se dirija a Jorge Enjuto, Oficina del Rector, Universidad de Puerto Rico, Rio Piedras, Puerto Rico, y le diga de parte mia lo que quiera. Es muchacho excelente, y buen escritor además, aunque casi nunca escribe, y él mismo ignora (fíjese qué tipo raro) que es buen escritor. Este puede ser que dé la orden de canje, y hasta pudiera ser que conteste a la carta; si no lo hace él, nadie lo hará.

Y termino. Tengo muchas ganas de que nos encontremos, querido Cela; pienso que, de aquí a un año, tal vez pueda ser; o al menos, yo he de procurarlo.

Abrazos de

Francisco Ayala.-


FECHA
14/04/1963
REMITENTE
Ricardo Gullón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Ricardo Gullón a Francisco Ayala (14/04/1963)

14 de abril de 1963

Querido Paco:

En vista de lo que me anunciabas en tu carta sobre una posible invitación para enseñar en New York University, retrasé un poco la contestación, mas parece que los señores de esa administración no se animan. Por cierto, que de donde ha llegado es de Indiana University y ahora mismo voy a contestarles que no.

En Austin tengo un jefe magnífico, buen amigo y muy preocupado por el departamento; tengo además una research assistant personal, que me alivia enormemente todo el trabajo; está, finalmente, el buen Ramón Martínez López que es un hombre buenísimo y muy inteligente, con quien se puede contar en todas las ocasiones. Me faltáis, en cambio, vosotros, y hay días que daría cualquier cosa por poder comunicarme con una persona como tú, que tan bien me conoce y por quien siento afecto profundísimo.

De todas maneras os agradezco a Rodrigo, a Ernesto y a ti vuestra propuesta y buenos deseos. Como verías por la postal que te escribimos en San Francisco, pasé allí muy buenos días y fuimos a Palo Alto donde hablé a los graduados en Stanford University. Es posible que en algún momento pueda ir allá a pasar un semestre, y de fijo resultaría muy agradable. Con Montesinos tuve larga conversación, libaciones y alimentos terrestres. Está magnífico de todo, incluso de memoria, aunque no sé por qué se queja de que le falta.

Inés envió a La Torre su estupendo ensayo, siguiendo tu consejo, o, para ser más exacto, yo mismo se lo remití a Jorge para que lo publique. Me dice esta niña que no te manda ahora una copia porque no la tiene y, en buena parte por culpa mía, anda escasa de tiempo para preparártela. Inesita es tu mejor propagandista y ha sabido leer en el fondo de tu persona mejor que muchos pseudo varones que pasan de los cuarenta.

Acabo de comprar el libro de Nora y estoy leyéndolo. Ha hecho un esfuerzo grande y es probable que en futuras ediciones corriga [sic] algunos fallos que ahora se observan. En lo que a ti se refiere es lástima que no haya leído las novelas. Me ha sorprendido que recuerde las tentativas que osé en mis verdes años, y la generosidad con que las comenta.

Díme si don Américo se dió al fin por enterado de tu prólogo. Que lo ha leído, casi me atrevería a asegurarlo. Tal vez piense que lo mejor será dar la callada por respuesta. Sigue en Austin, donde el próximo semestre tendremos a Arocena para explicar Historia de la cultura hispanomericana.

Recuerdos a Nina y para los dos de Inés muy afectuosos, y un gran abrazo


FECHA
21/04/1963
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (21/04/1963)

21 de abril de 1963

Querido Ricardo:

Recibí tu postal y carta subsiguiente; pero no la fotografía del Buda colosal que, como lo decía el poeta romano Marcial (ojo, no español; romano), presenta el dedo de enmedio. A pesar de faltarme ese inapreciable testimonio gráfico, no quiero dejar de darte el peritaje técnico que de mí solicitas acerca del posible significado esotérico del mencionado gesto, que tanto recogijo te ha producido y tanto ha de haber escandalizado, supongo, a tus bellas acompañantes. Si es así, no hay motivo ni para lo uno ni para lo otro. Se trata de obscenidad sagrada, y basta.

Ante todo, quisiera oponerme a la interpretación obvia de que ese Buda es una estatua al Dr. Miró Cardona, en cuya encarnación deberíamos ver el último avatar del dios. Si se hubiera tratado de representar la justa cólera del doctor hubiera hecho falta, no un Buda apacible que hace la peseta para bendecir al mundo, sino una imagen de la diosa Shiva, haciendo cortes de mangas con sus brazos innumerables, frenéticamente. La verdad es que ese Buda representa a Kruchef, y el dedo que exhibe en estado de erección no es sino la punta de lanza cubana con que señala a nuestro blando y ya húmedo seno. Pero no olvides que esta es una interpretación esotérica, y por lo tanto debes abstenerte de divulgarla.

En efecto –hablando ahora de cosas más serias que la historia universal– la gente NYU no se han animado a sustituir a Casalduero, quizás por considerarlo insustituible, quizás porque esas cosas deben meditarse durante varios años. Ya se verá lo que acontece en el próximo quinquenio.

De todos modos, pronto nos veremos en Madrid. Nosotros tenemos pensado el viaje para el 31 de mayo, pero no sabemos dónde hemos de alojarnos. Dime cuales son tus planes concretos, y quedemos en comunicar a través de Ínsula, o la Revista de Occidente, u otro contacto, de modo que nos encontremos antes de que la mera casualidad nos junte.

A Inesita dile que me alegro de que ya su trabajo esté en lo alto de La Torre, de donde caerá a su debido tiempo hasta el llano de la pública avidez lectora. Que no se preocupe de hacerme una copia, pues espero vivir lo bastante para leerlo en letras de molde.

Don Americo no ha dado señales de vida, pero tampoco ha de haberlo matado el disgusto, pues se hubieran sabido las de su muerte. De seguro habrá optado –pues yo también estoy seguro de que lo habrá leido– por guardar un prudente silencio acerca de mi cautelosa aun cuando severa rociada; y si es así, ello demostraría que, impulsivo y todo, sabe cuidarse y escarmentar en cabeza albornozada.

Me alegro de que Arocena vaya por ahí el año pr´xmo [sic]. Es buen muchacho.

A I.M.G. lo veo con la debida periodicidad. El miércoles próximo vienen a vernos. Está muy contento, y la gente muy contenta con él, loado sea Franco.

Recuerdos muy cariñosos y un gran abrazo de

Ayala.-