Las cartas de Francisco Ayala sobre

El fondo del vaso

El fondo del vaso. Buenos Aires, Sudamericana, 1962.

En algunas cartas esta novela de Ayala, estrechamente vinculada a Muertes de perro (1958), aparece titulada como La gran vidorra. La obra refleja no solo la trivial corrupción humana, sino también su posible redención.


Está incluida en el volumen I de las Obras Completas del autor, que se ocupó de este díptico narrativo en el ensayo “El fondo sociológico en mis novelas”.

cartas 11 al 15 de 42
FECHA
26/05/1962
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] RUTGERS, THE STATE UNIVERSITY / COLLEGE OF ARTS AND SCIENCES / NEW BRUNSWICK, NEW JERSEY

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (26/05/1962)

26 de mayo 62

Querido Ricardo:

Felizmente lo de Gil parece haberse arreglado a última hora. Me dijo Pane que le telegrafiaba con respuesta pagada ofreciéndole el puesto por un año en las condiciones convenidas, que son excelentes. Ojalá sea así, y lo tengamos aquí en septiembre.

Te escribo a toda prisa, entre exámenes y preparativos de viaje. Salimos el dia 10 por la mañana.

La continuación de Muertes, que por fin se titula El fondo del vaso, sale en el mes próximo, si es verdad lo que me dicen; de modo que no tardarás en recibir, como dirían algunos amigos, tu sendo ejemplar. Y ojalá que te guste.

Quizás habrás visto ya un cuento, “Boda sonada”, no tan indecente como de ordinario, pero más ordinario que indecente. Te enviaré una separata de todos modos.

Te imaginarás cuanto me alegro de que ya te hayan concedido el waiver o como eso se llame.

En efecto, recibí la carta del Presidente, y se la remití al de la Academia sueca.

Si quieres algo para Buenos Aires, voy directamente allí, donde pasaré unos dias antes del Brasil, me escribes enseguida.

Recibe un fuerte abrazo de

Ayala.-


FECHA
01/06/1962
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Camilo José Cela
DESTINO
José Villalonga, 87. Palma de Mallorca
ORIGEN
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fundación Pública Gallega Camilo José Cela

Carta de Francisco Ayala a Camilo José Cela (01/06/1962)

1 de junio de 1962

Mi querido Cela:

Perdone que no le haya contestado antes a su carta, que le agradecí mucho. Es verdad, que estos dias últimos, y podría decir semanas mejor, han sido de un trabajo enorme para mí, pues el final del curso se ha complicado esta vez con el hecho de que, a principios del próximo, paso a la New York University, que me conviene más desde muchos puntos de vista, y eso me ha obligado a gestiones diversas y fastidiosas.

No creo que ya haya que hacer nada más en el asunto Borges. Me enteré, por noticias de Suecia, de que el petitorio de premio Nobel por la Sociedad Argentina de Escritores tenía la misma fuerza que si lo hubiera pedido su abuelita que lo quiere tanto. Como yo envié 200 firmas de otros tantos sabios profesores, si al final le dan el premio, será en virtud de ellas. Pero creo que Kennedy está empeñado a favor del valetudinario poeta Frost, y supongo que el argumento de su muerte próxima tocará las fibras sensibles del alma sueca, y Borges, que sólo puede invocar en contra su ceguera, se quedará para otra vez. Ya veremos que pasa.

Me permití enviarle al susodicho su carta, para que vea, o le lean, las palabras que usted dice a propósito suyo.

Supongo que ya recibiría el ejemplar dedicado de "Una boda sonada". Lo está siendo el cuento, que ha gustado mucho y me está trayendo una cantidad de cartas, aunque echo de menos las de tono insultante e indignado que la cosa pide. Ahora, dentro de unos días, voy a ir a Buenos Aires, donde saldrá mi nuevo [sic] novela, continuación en cierto modo de Muertes de perro (ésta se va a titular El fondo del vaso), y procuraré que hagan un librito (muy breve ha de ser), con esos cuentos y algunos otros, más uno inédito que no habría revista capaz de manchar sus páginas con él (quizás lo hubiera hecho Papeles, pero habiendo censura, para qué hablar). Ya se verá.

Recibí una carta del joven Sergio; y voy a pedirle a usted que le diga, en respuesta a una información que me pide, lo siguiente:

Para establecer canje con La Torre, lo mejor será que se dirija a Jorge Enjuto, Oficina del Rector, Universidad de Puerto Rico, Rio Piedras, Puerto Rico, y le diga de parte mia lo que quiera. Es muchacho excelente, y buen escritor además, aunque casi nunca escribe, y él mismo ignora (fíjese qué tipo raro) que es buen escritor. Este puede ser que dé la orden de canje, y hasta pudiera ser que conteste a la carta; si no lo hace él, nadie lo hará.

Y termino. Tengo muchas ganas de que nos encontremos, querido Cela; pienso que, de aquí a un año, tal vez pueda ser; o al menos, yo he de procurarlo.

Abrazos de

Francisco Ayala.-


FECHA
21/08/1962
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (21/08/1962)

Nueva York 21 de agosto 1962.

Mi querido Ricardo:

Apenas regreso a Nueva York, te escribo, porque tengo ganas de comunicar contigo. Ignoro si en estos momentos te encontrarás ahí, en Austin, pero por si acaso, ahí te escribo, con el ruego de que tan pronto como recibas mi carta des señales de vida.

El viaje ha sido excelente, sin otro contratiempo que la enfermedad de una cuñada mia, que nos aflige sobre todo por las repercusiones emocionales en mi hermano. Fuera de eso, todo el resto ha sido estupendo. En Buenos Aires vi bastante gente, de mis viejos amigos, y durante aquellos días que allí estuve salió mi nueva novela, que por fin se llama El fondo del vaso, y de la cual te envié enseguida el ejemplar correspondiente. Supongo que ya lo habrás recibido para estas fechas. Entre otras cosas, hice una grabación antológica de cosas mias (fiction) que ahora debe de estar pasándose por la Radio Municipal a razón de cinco minutos diarios en un programa de un mes. Y saldrá, o habrá salido ya en estos dias, la nueva edición popular de La cabeza del cordero, de la que te enviaré ejemplar tan pronto como los tenga.

En Brasil, en cambio, me he reducido casi a ‘fare il turista’, que bien vale la pena. En fin, hemos paseado, descansado; vuelto a pasear; visto cosas (entre otras, Brasilia, sobre la cual tengo compromiso de escribir algo); sacado fotos, no todas malas, y disfrutado de esa ciudad única (ciudad sin fósforos, como escribía un traductor de las UN interpretando ‘matchless’) hasta agotar los dólares disponibles, cosa que siempre acontece antes de lo previsto.

Al regreso, y entre los papeles que encuentro, está el programa mimeografiado de Rutgers donde veo anunciado a I. M. Gil, con alegría inmensa por mi parte. Dime cuando llega, y si estás en contacto con él dale mi dirección de Nueva York para que me busque tan pronto como haya llegado, pues tengo mucha impaciencia por confirmar personalmente la buena amistad que con él me une a la distancia, y creo que le será útil conversar de todo antes de que se ponga a trabajar en sus clases.

Otra cosa que he encontrado es el número unamuniano de La Torre, que me parece estupendo. No lo he leido, claro está, pero sí tu trabajo, que me parece soberbio. Realmente, cada cosa que haces es mejor que la anterior, que parecía insuperable. (A propósito de cosas tuyas: voy a poner como lectura guía este semestre en Rutgers tu ‘Galdós’, pues a don Benito irá dedicado el curso.)

Te digo que me han enviado un número de La Torre, y no exagero. Si quiero cortar las hojas de mi ensayo para publicarlo en libro, como haré más o menos pronto, no podré hacerlo, a menos que compre un ejemplar al efecto. La gente de Puerto Rico persiste en su mutismo. A Jorge le escribí antes del verano, contestando a unas propuestas semi-oficiales, y esta es la hora que no me ha contestado. Carpio, ídem...

Dime, ¿no piensas darte una vuelta por aquí antes de que empiece el curso? Supongo que sí. Dime tus planes. Tengo, como imaginarás, mucha gana de que hablemos.

Escríbeme enseguida. Y recibe un gran abrazo de

Ayala.-


FECHA
31/08/1962
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
José M.ª Ferrater Mora
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo “Epistolario del Legado Ferrater Mora”. Universitat de Girona. Cátedra Ferrater Mora de Pensamiento Contemporáneo

Carta de Francisco Ayala a José M.ª Ferrater Mora (31/08/1962)

31 de agosto de 1962.

Querido José María:

Aunque mi maestro y escoliasta tuyo, el del plural apellido, te califique de ecléctico, para mí no hay duda que eres filósofo idealista, y tu última carta lo prueba. Hacer cuestión por un retraso de sólo quince o veinte dias en la que yo te había escrito con la fecha ilustre de 14 juillet, sin tener para nada en cuenta la realidad de universal desorden, huelgas postales, y demás lindezas que amenizan la vida de este planeta, de este continente y, muy en particular, de la noble patria de Sanmartín y Sarmiento, donde –para que te des idea– quise poner un telegrama a Chile y el empleado me recomendó que no tirase la plata, pues el mensaje llegaría –si llegaba– no antes de una semana, revela una invencible propensión a adherirte a los esquemas ideales, según los cuales las cosas son como deben ser, o no son nada. Consuélate con que, al final, quince o veinte dias no son nada en relación con la eternidad, a la que está destinado aún el mínimo de nuestros escritos.

Bueno, hénos aquí, y supongo que héos ahí, felices todos de haber consumido un verano más, y una cantidad siempre excesiva de dólares. La última parte de nuestro viaje fue bastante agradable. El tiempo que pasamos en Brasil, con visitas a San Pablo, Rio de Janeiro, Brasilia, y Ourso [sic] Preto, resultó bastante placentero, y hasta (milagro) trabajé algo, aunque gracias a Dios, no demasiado.

Ahora, entre los muchos papeles que aquí encuentro, veo un telegrama de la Sra. Anderson, Registrer, fecha 11 de junio (dia siguiente al de nuestra partida) pidiéndome el grado del joven Leimseidor. Éste es un majadero del primer semestre, que me dijo que no le diera la nota hasta que él me avisara, al final del segundo semestre, para incorporarla a las de su college. Nunca me dijo nada, así es que si ha tenido perjucio [sic], suya es la culpa. Hoy le escribo a la registradora, y si la ves, explícaselo. La nota es 87.

Supongo que tú, a tu vez, te habrás encontrado ahí un ejemplar, amablemente dedicado por el autor, de El fondo del vaso, cuya publicación tuvo lugar en los dias de mi estada en la Reina del Plata.

Ahora estamos descansando un poco de las vacaciones, que tanto cansan. Durante los próximos quince dias viviremos de incognito en Nueva York, y luego, qué remedio, volveremos a la diaria rutina.

Espero amplias informaciones acerca de las últimas etapas de vuestro veraneo, y prometo escribir otra vez con amplitud y detalle acerca de todas las cosas y muchas más, tan pronto como me favorezcas con tu respuesta.

Saludos y abrazos de

Ayala.-


FECHA
01/09/1962
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Juan Fernández Figueroa
DESTINO
S.l.
ORIGEN
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] FRANCISCO AYALA / 54 WEST 16TH STREET / APT. 4F / NEW YORK 11 N. Y.

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Archivo de la revista Índice. Archivo Biblioteca Diputación Provincial de Cáceres

Carta de Francisco Ayala a Juan Fernández Figueroa (01/09/1962)

1º de septiembre de 1962.

Muy estimado Fernández Figueroa:

Hace ya bastante tiempo me pidió usted colaboración para Indice, y yo prometí que se la enviaría cuando dispusiera de algo adecuado, entendiendo por tal, no un trabajo de alcance meramente literario, sino más bien una cosa situada en la linea de las preocupaciones político-sociales de la revista, y que sin embargo tuviera perspectivas de superar los inconvenientes de la censura. (Por supuesto que lo literario, por su via indirecta, se relaciona también con esa linea, y a veces resulta más eficaz; pero ahí me parece –quizás por ello– superar los diferentes criterios que concurren en la mente censoriana, empresa casi irrealizable; y así, por ejemplo, aquel cuento mio, "Violación en California", que ustedes tuvieron la bondad de reseñar, no hubieran podido en cambio publicarlo, por razones demasiado obvias... En general, tengo la experiencia de que la censura considera más indeseables, o más 'peligrosas', mis obras de invención que las discursivas.) Pues bien, volvamos al caso: como parece que se inicia un nuevo curso político en España, al que corresponde el ablandamiento de la censura, creo que todos debemos contribuir a ese resultado tratando de forzarle la mano. En tal sentido, quisiera yo ahora poder cumplir mi ofrecimiento de colaborar con ustedes; y vea lo que se me ocurre:

La Universidad Veracruzana va a reeditar un antiguo libro mio, Razón del mundo, que trata el famoso problema de España, junto con otros escritos sueltos sobre el mismo tema en momentos sucesivos, hasta el trabajo que publiqué en Cuadernos de París comentando el número español de Atlantic Monthly, que seguramente usted leería. Y esta nueva edición lleva un prólogo recapitulador. Por correo ordinario, y junto con una [sic] ejemplar de mi nueva novela, El fondo del vaso, recien aparecida en Buenos Aires, le envio a usted una copia de dicho prólogo. No creo que sea caso de insertarlo íntegro en Indice; pero quizás podría usted, con su habilidad y conocimiento del ambiente, 'manipularlo' y darle forma apta, sobre todo con vistas a suscitar un poco de polémica, que es precisamente de lo que más carece la vida intelectual en España. Si se me diera pie para ello, yo entraría de lleno en la polémica, y podríamos abrir una brecha, una pequeña brecha entre otras, para empezar a despejar la situación. Como verá usted cuando lo reciba, todo mi trabajo apunta, claro está, en dirección al tema de la integración de España en la nueva Europa. Véalo, en fin, y dígame lo que piense de todo ello, y vamos a ver si podemos dar un empujoncito más para que salte de una vez la costra roñosa que sus peores humores han desarrollado sobre nuestro desdichado pais.

Con un cordial saludo, queda suyo

Francisco Ayala.-