Las cartas de Francisco Ayala sobre

Nina Ayala

Nina Ayala Silva. Madrid, 1934.

Hija de Francisco Ayala y Etelvina Silva Vargas, historiadora del arte y profesora de universidad, se licenció en Arquitectura y obtuvo el máster y el doctorado en Historia del Arte en Columbia University.


Destacan en su obra los estudios sobre arte español de los siglos XVI al XVIII. Es madre de Juliet Mallory y abuela de sus tres hijas, las descendientes de Francisco Ayala.

cartas 21 al 25 de 90
FECHA
31/12/1955
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Eduardo Mallea
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] PRINCETON UNIVERSITY / PRINCETON, NEW JERSEY / Department of Modern Languages and Literatures

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Archivo Eduardo Mallea

Carta de Francisco Ayala a Eduardo Mallea (31/12/1955)

Nueva York, 31 diciembre 1955.

Querido Eduardo:

Acabo de recibir tu carta “oficial” invitándome a colaborar en la nueva fase de La Nación, y la he contestado enseguida en la forma que verás por la copia adjunta. Pero no quiero limitarme a esa respuesta, sino expresarte mi gratitud por el afecto y nunca desmentida amistad que me muestras, y a los que puedes estar seguro que correspondo con creces; pues pasan los años, y tú eres y sigues siendo uno de los pocos seres humanos que para mí cuentan de veras, y cuya ausencia siento, pues la comunicación epistolar es siempre deficiente... y no digamos cuando el corresponsal eres tú, porque entonces es cosa de reirse.

Supe por Valmaggia, que estuvo aquí en casa durante su paso por Nueva York, el cargo que te habían dado, y lo comentamos con alegría. Le encargué que te diera un abrazo de mi parte, cosa que, naturalmente, se habrá olvidado de hacer. Ahora, no sé dónde te alcanzará esta carta; pero en todo caso me gustaría tener unas lineas tuyas con tu dirección más permanente en Europa, pues no sería nada dificil que a mediados de año podamos encontrarnos. Para entonces creo que podré tener una que llaman licencia sabática y que consiste en un año con sueldo completo, y estoy proyectando pasarla en el norte de Africa, observando aquel mundo en ebullición; pero antes, claro está, me daré una vuelta por el continente europeo, tanto más, que mi hija, ya para entonces arquitecta, probablemente pasará un año estudiando en Italia.

Quizás recibirías antes de salir de Buenos Aires un ejemplar que hice enviarte de mi nuevo librito, Historia de macacos, publicado por la Revista de Occidente. Hay en él varias novelas cortas que tú ya conoces, y otras que no. Es la misma colección que me había pedido Goyonarte [sic], y que le di con cierta renuencia, porque deseaba, como al fin lo he hecho, publicarlo en España para experimentar la reacción, que ya por lo que se refiere a la censura no deja de ser curiosa. Cuando Goyanarte rompió con Victoria le retiré el libro, que él quería publicar en su nueva editorial; y por supuesto Sur no se creyó en el caso, ni por mero cumplido, de ofrecerme editarlo...

Ahora estoy metido en una novela larga, que espero adelantar durante los próximos meses de residencia en la selva, así como también terminar un librucho sobre la materia del libro que estoy dictando en Princeton; algo que irá bien, quizás, en los Breviarios del Fondo. Entre todas estas cosas, irá saliendo la colaboración a que ahora me comprometo contigo para La Nación, y que será prácticamente exclusiva, pues como puedes imaginarte no me quedará demasiado tiempo para nada más. Esta colaboración, voy a emprenderla con cariño y entusiasmo, pues vale la pena luchar por que se restablezca el tono intelectual de Buenos Aires que, tras la pasada experiencia, no puede seguir alimentandose de preciosismos y jugueteos. Si uno puede ayudar en algo, debe de hacerlo.

De parte de todos nosotros reciban ustedes dos la afectuosa expresión de nuestros sentimientos de Año Nuevo, con lo mejores augurios y un abrazo de

Francisco Ayala.-


FECHA
12/04/1956
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Vicente Llorens
DESTINO
Princeton University. Department of Modern Languages and Literatures
ORIGEN
Universidad de Puerto Rico
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con correcciones a mano, firma autógrafa y membrete:] UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO / EDITORIAL UNIVERSITARIA / RIO PIEDRAS. PUERTO RICO

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu. Archivo Vicente Llorens

Carta de Francisco Ayala a Vicente Llorens (12/04/1956)

12 de abril de 1956

Sr. Vicente Lloréns

Dept. of Modern Languages and Literature,

Princeton University,

Princeton, New Jersey.

Querido Vicente:

Recibí tu carta y la leí con gran placer por cuanto demuestra un temple muy jocundo, resultado –y ahí está el mérito– de haber superado las dificultades y miserias de la humana existencia hacia un plano de definitiva serenidad espiritual. Entres esas miserias, no es la menor el haber cumplido el medio siglo; pero como las otras, y quizás más que las otras, consiente que se le de la vuelta y hacerse la reflexión de que no le pueden quitar a uno lo bailado, y de que todo lo que venga de ahí en adelante se le da por añadidura, o como por acá decimos de ñapa. Con eso, te estoy diciendo lo que sentí en la fecha crítica. La verdad es que no me impresionó, ni alteró mi visión del mundo, tanto como la ocasión de hace diez años. Creo que los cuarenta son el verdadero borde donde se separan las vertientes de la vida; y ahora, aunque no me sometí a ningún chequeo, creo que me encuentro bastante bien y dispuesto a vivir otro medio siglo, lo cual tal vez no valga la pena.

Hablando de chequeo, ya yo tuve esa experiencia de las operaciones de retaguardia cuando ingresé en las Naciones Unidas; pues esa horrible organización, con el propósito sin duda de vejar a sus funcionarios desde el primer momento, hace con ellos lo que las viejas de pueblo con sus gallinas cuando quieren averiguar si van a poner. En el mero instante comprendí que había dado un mal paso, aunque puedo jurarte que la cosa no me gustó nada. Sin embargo, gané sobre tí el haber tenido esa experiencia antes de haber cumplido los 50, lo que permite incluirla, con un poco de buena voluntad, entre los deslices de la alocada juventud.

Yo creo que iré a Nueva York en los primeros días de junio, y que asistiré como padre embobado a la graduación de mi hija. En esa oportunidad nos veremos, espero. De todos modos hemos de mantenernos en contacto.

Recibí una carta hoy de King sobre el artículo de Casalduero. A él y a Willis voy a indicarlos como testigos de conocimiento en mi expediente de naturalización, pues se me ha ocurrido pedir la ciudadanía. Con esta oportunidad, le escribiré en los días próximos.

De lo de Galíndez, qué quieres que te diga. Sólo tengo la esperanza de que esta vez no le salga la broma gratis al Sr. Trujillo.

El artículo de Castro no lo he visto todavía, pero con lo que me dices, y conocerlo a él, ya me lo imagino. Qué obsesión de hombre.

El hijo de Ortega me promete un original inédito de su padre para iniciar el número especial que queremos dedicarle. Espero que a tí se te ocurra la otra media idea que te falta y escribas el trabajo. Si la bondad divina te hubiera favorecido con las envidiables dotes de Zulueta, en cambio, ese artículo no aparecería en una revista tan elegante como La Torre, sino a la sumo en una revista como La Democracia. (Nueva)

Como no quiero cansarte con esta carta, y ya protesta la persona a la que se la estoy dictando, pongo punto.

Recibe un cordial abrazo de tu amigo

Francisco Ayala.-

FRANCISCO AYALA

bmr


FECHA
23/12/1956
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
José M.ª Ferrater Mora
DESTINO
S.l.
ORIGEN
París
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo “Epistolario del Legado Ferrater Mora”. Universitat de Girona. Cátedra Ferrater Mora de Pensamiento Contemporáneo

Carta de Francisco Ayala a José M.ª Ferrater Mora (23/12/1956)

Paris, 23 de diciembre de 1956.

Querido Ferrater:

En vísperas de navidad, y próximo el año nuevo, me doy cuenta –para eso se han hecho las fiestas– de que no puedo descuidar más tiempo el escribirte. Es más que probable que te deba carta. Satisfago esa deuda ahora, contándote el empleo –o desperdicio– del tiempo que va desde principios de junio, en que salí de Puerto Rico, hasta ahora. Primero hice una recorrida de toda Hispanoamérica (con excepción de pocos países) como integrante de un grupo presidido por el rector, con el objeto de averiguar si era verdad que cada país estaba en el sitio que, de acuerdo, proclaman los textos de geografía y las compañías de aviación. Comprobado eso, volé de Río de Janeiro a París, donde me esperaban ansiosas mi mujer e hija, la primera, ya en uso de la beca que le concedió su escuela al graduarse con los altos méritos a que, como hija de su padre, estaba más que obligada. Y la segunda, acompañándola, cual la clásica soga tras el caldero. La ansiedad de ambas se justificaba sobre todo por la expectativa de que adquiriese yo un automovil y les prestara servicios de chofer, como lo hice, según cumple a todo jefe de familia consciente de su dignidad y deberes del cargo. Francia, palmo a palmo, e Italia no menos, Austria, Alemania, Suiza, y Francia otra vez, tuvieron el honor de recibirnos como huéspedes. Y ahora, hace ya una semana, nos hemos quedado solos aquí los progenitores, mientras la nueva arquitecta ha llegado a Nueva York para empezar a trabajar en su oficio.

Total, yo he quedado reventado, sin ganas de moverme, y dispuesto a escribir por todo lo que no lo he hecho durante este tiempo. Sé que el mundo reclama imperiosamente mis escritos, y no quiero defraudarlo. Me quedaré acochinado aquí durante plazo no menor de un mes, quizás mes y medio; y luego… Dios dirá. Quería haber ido a Egipto y Marruecos, pero no está el horno para bollos; cualquiera sabe lo que se me ocurra hacer, en aprovechamiento del resto de la sabática, cuando vuelva a sentir ganas de moverme.

Eso es todo. Si quieres avergonzarme respondiendo enseguida esta carta, puedes hacerlo al Hotel Sévigné, 6 rue Belloy, Paris 16e. Recibiré con humildad la lección, y la aprovecharé demostrándote haberme corregido.

Nina, aquí aburrida a mi lado, me encarga muchos cariños para vosotros tres. Yo os envio un abrazo muy cordial.

Tuyo

Francisco Ayala.-


FECHA
18/01/1957
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Jaime Benítez
DESTINO
S.l.
ORIGEN
París
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo Jaime Benítez. Universidad de Puerto Rico

Carta de Francisco Ayala a Jaime Benítez (18/01/1957)

París, 18 de enero de 1957.

Queridos amigos Lulú y Jaime:

Pueden imaginarse lo “desapontados” que quedamos al comprobar, después de tanto haberlo esperado, que Jaime había renunciado a venir. Y, en verdad, no fuimos nosotros sólos quienes nos impacientábamos esperándolo, pues además de Caillois, que estaba avisado, y los jóvenes Enjutos, que lo sabían por nosotros, también José Bergamín, por un lado, y Eduardo Mallea (ahora embajador ante la Unesco) por el otro, tenían ganas de conocerlo personalmente… Bueno, no vale la pena de darle más vueltas a eso, que es agua pasada. Hablemos mejor de lo presente y lo venidero, que interesa más.

Nuestro propósito al quedarnos una pequeña temporada en París era (como les decía en mi carta anterior), 1º descansar un poco los molidos huesos, después de tan continuo viaje; y 2º escribir yo alguna cosa, para que no se me olvide el ejercicio de las letras a fuerza de practicar exclusivamente el oficio de chofer. Respecto de lo primero, realmente hemos descansado –y yo, personalmente, más de lo que quisiera, pues ahora me he tenido que pasar una semana en la cama con la grippe correspondiente–; y en cuanto a lo segundo, he escrito, sí, pero menos de lo que me proponía, en parte por la circunstancia de la susodicha grippe, y en parte por culpa del buen tiempo, que está siendo delicioso, fresco o incluso muy frío, pero claro y seco, de modo que quién se mete en casa a borronear cuartillas estando ahí al lado los Campos Elíseos y todo lo demás?

En definitiva, creo que se acerca ya el momento de asomar siquiera las narices, ya que no zambullirse, en el mundo no-occidental, para ver con qué se come eso, y no saberlo sólo por los periódicos. Estamos trazando un plan ambicioso, que consiste en visitar por lo pronto los países musulmanes “potables”, empezando por Turquía, y luego seguir hacia la India, detenernos allí algún tiempo, ver alguna gente, algunas universidades (para lo cual ya estoy haciendo las conexiones), y luego seguir hacia las Islas Filipinas que desde hace mucho tiempo y por razones obvias me interesan bastante; en fin, saltar hasta el Japón y quedarnos allí durante la última etapa de la licencia, para regresar dando la vuelta al mundo. De esa manera, le habré echado una mirada al mundo que ahora comienza a levantar cabeza, después de haber recibido aquí impresiones contradictorias de las que hablaremos despacio cuando vuelva y podamos sentarnos a charlar bajo el palo. Qué les parece el plan? Verdad que es bonito? Sólo presenta un inconveniente, contra el cual estoy luchando en estos momentos, y es mi escasez de $$$, pues, a pesar de nuestras proverbiales habilidades administrativas, aquí es todo tan caro que, en definitiva, no nos alcanza lo que tenemos para cubrir los gastos, aumentados todavía por la instalación de nuestra Nina, que ahora empezará a trabajar, pero que hasta ahora, y a pesar de la beca… De modo que, en estos momentos, mi principal actividad intelectual consiste en combinar y urdir, apelando a las posibles fuentes de aprovisionamiento. La cuestión es que debemos comprar todo el trayecto de avión de un golpe, pues si no resulta mucho más caro, y para lograr esta indispensable economía hay que tener el dinero en mano ahora. De eso me ocupo; si puedo conseguirlo pronto, volaremos a Turquía de aquí a 15 o 20 dias. Por supuesto, les avisaré siempre de nuestra dirección en cada momento y lugar.

Hemos leido con mucho interés los papeles descriptivos de su misión relacionada con el premio Nobel a Juan Ramón. Muy bueno ha sido que los franquistas no hayan podido capitalizar el precio de nuestro “jenial” poeta; por cierto ya acusaron el golpe en sus periódicos (Mundo Hispánico, por ejemplo).

Bueno, ocurre que cuando uno tiene muchas cosas que quisiera comunicar, el espacio de una carta se hace breve, y se termina por no decir nada. Ya tendremos ocasión de charlar infinitamente a nuestro regreso.

Vieron que salió en Sur mi artículo sobre el Nacionalismo sano y el otro? A Victoria no la he visto; nos hemos desencontrado como quien juega al ratón y al gato, y ahora ella estará de regreso en Buenos Aires.

Termino. Muchos y muy cariñosos saludos a todos en la casa, y algunos fuera de ella (administren estos últimos a su discreción). Para ustedes un fuerte abrazo de su amigo

Ayala.-

En mi anterior les decía que me dirijan cualquier correspondencia al American Express, rue Scribe, 9, pues ya no estamos en la Ciudad Universitaria. Seguramente han traspapelado esa carta, pues el telegrama y luego la carta de Jaime, venían a la antigua dirección. Ahora vivimos en el Hotel Sévigné, 6 rue Belloy, París 16e; pero es preferible el American Express, por si de pronto cambia uno de alojamiento.


FECHA
19/01/1957
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
José M.ª Ferrater Mora
DESTINO
S.l.
ORIGEN
París
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo “Epistolario del Legado Ferrater Mora”. Universitat de Girona. Cátedra Ferrater Mora de Pensamiento Contemporáneo

Carta de Francisco Ayala a José M.ª Ferrater Mora (19/01/1957)

París, 19 de enero de 1957.

Querido Ferrater:

Hombre de palabra, pocos dias después de recibida tu carta, vuelvo a escribirte, quizás porque en los meses venideros preveo que nuestra comunicación no será fácil. En efecto, lejos de proponernos visitarte en Bryn Mawr (y eso antes de junio), estamos tramando ir a ver que ‘se’ pasa en el oriente, ya que esto está bastante decaidillo desde todos los puntos de vista, y ya nos vamos hartando de la rutina parisien, que es de igual calidad que cualquier otra rutina.

La estada en París me ha servido, 1º para descansar de las duras jornadas que como chofer he tenido que cumplir antes; 2º para pasar la gripe correspondiente a este invierno; 3º para convencerme de que, como decía de Buenos Aires un anciano dramaturgo español cuyo nombre no puede pronunciarse sin riesgo, y menos escribirse: “esta ciudad tiene cada vez peores condiciones acústicas”; y 4º para borronear algo sobre esa novela, cuya celebridad amenaza adelantarse demasiado a su redacción, y en la que he avanzado poco, aunque algo. De todas maneras, no hay amenaza inminente de publicación.

Como veo que por tu parte, en cambio, estás lejos de seguir tan admirable pauta de parvedad literaria, y como sé que soy uno de los cuatro o cinco amigos que, leyendo tus obras, justifican el trabajo que te tomas en escribirlas, voy a darte la dirección de Nina, hija, en Nueva York, para que hagas el favor de enviarme allí un ejemplar de cada cosa, con sentida dedicatoria, pues antes de reintegrarme en agosto a Puerto Rico he de pasar por la Gran Urbe. Anota esa dirección, donde es más seguro que yo reciba cualquier cosa que en mi oficina de Puerto Rico, llamada por mal nombre Puerto de Arrebatacapas en cuanto a libros y demás se refiere, –pues somos demasiado cultos–. Los temas que te ocupan me han despertado el apetito de lectura, pero un apetito específico, que no podría satisfacerse con sucedáneos.

En fin, recibid nuestros cariñosos saludos, y un fuerte abrazo de

Francisco Ayala.-

420 E.  64th St. (Apt.E 3J) NEW YORK, 21N.Y.