Las cartas de Francisco Ayala sobre

Ramón J. Sender

Ramón J. Sender. Chalamera (Huesca), 1901-San Diego (California), 1982.

Periodista de formación autodidacta, Ramón J. Sender comenzó su carrera literaria en la década de los treinta; en 1935 obtuvo el Premio Nacional de Literatura por Míster Witt en el cantón. Tras combatir en la guerra civil en las filas republicanas, partió al exilio, primero en México y ya definitivamente en Estados Unidos, país en el que, al igual que Francisco Ayala, ejerció la docencia en diversas universidades. 

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FECHA
03/11/1959
REMITENTE
Ilsa Barea
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fundación Francisco Ayala

Carta de Ilsa Barea a Francisco Ayala (03/11/1959)

3 de noviembre de 1959

Mi querido amigo:

Hace ya más de una semana recibí una carta del Sr. Capouya con el contrato, que devolví firmado en seguida. Me han dado un plazo muy generoso para completar la traducción, y todo se queda erreglado [sic]; falta nada más que el cheque, que prometieron para cuando recibieran el contrato firmado por mí –y lo más importante, lo único importante, que es el trabajo mismo. Tengo mucho ánimo para ello y me siento algo impaciente, por tener que terminar tantas cosas antes.

Le hubiera escrito inmediatamente después de recibir el contrato, pero llegó unas horas antes de mi salida por avión para Paris, donde estuve nada más que tres días. Y después de la vuelta, he tenido un diluvio de cartas absolutamente necesarios, de conferencias y no sé qué más. Total, hoy es la primera tarde libre. Perdone por lo tanto la demora.

Para que nunca falte la gota amarga, he tenido que reorganizar mi método de trabajo porque dos dedos de mi mano derecha, el índice y el del corazón, un poquillo artríticos desde años (cosa con la que me dejo un encarcelamiento en el año pum, es decir en 1933…) se han hinchado de tal manera que el doctor ha decretado un largo descanso sin escribir a máquina. Esta carta la escribo con los otros dedos, muy mal desde luego, por ser de los que teclean con cuatro dedos, dos de ellos los “incomunicados”; pero mi trabajo corriente ahora tengo que hacer con una máquina de dictar, de esas de cinta, y con la ayuda de una muchacha que luego lo copia y recopia. Sin esto, nunca acabaría –pero francamente, era la seguridad de tener tanto trabajo en el inmediato futuro que me ha animado a comprar el aparato, y el cheque de Macmillan servirá para pagarlo. Así ve usted la indirecta influencia que Muertes de perro ha tenido en mi existencia.

Le agradezco mucho su anterior carta con lo que dijo de Poldi Kulcsar. Y de mí. Espero y confío que en adelante se va a hacer más estrecho el contacto. Como usted dice, sin conocernos, tenemos otro amigo en común, José Mari Dominguez, que está en Roma desde unos años [sic]; he pasado mis vacaciones con él y su mujer, y espero volver a otra visita el año que viene. Pero no hago planes más allá de junio. Todo lo demás es fantasía, por ejemplo, la idea de irme por medio año a los Estados Unidos, si es que encuentro alguna universidad que me deje dar cursos. Hace dos semanas estuve en Cambridge para dar una conferencia sobre la joven generación de novelistas españoles, los de dentro del país. Probablemente me invitará la Spanish Society de la universidad a dar otra conferencia sobre los escritores del destierro. Entonces, claro está hablaría también de sus obras, tanto de La cabeza del cordero que Muertes de perro [sic]. No hay tantos novelistas ahora, a parte de Sender, tal vez Pablo de la Fuente, José Blanco Amor (nada importante, creo), Miguel de Castillo que escribe en francés, y Manuel Lamana. Si usted sabe algo sobre novelistas españoles entre los emigrados en esa, le agradecería cualquier información. La dificultad es que tendría que hablar sobre Arturo en lugar prominente.

Ahora, o sea, hace poco terminé la redacción y ordenación de un tomo de cuentos de él, y otro de sus ensayos sobre temas literarios españoles, ambos para una editorial de Madrid! No sé, y no sabe la editorial, si la Censura lo admitirá; desde luego, lo retiraré si quieren imponer mutilaciones serias. Siempre puedo publicarlo en América Latina. Pero creo que vale la pena hacer el experimento. Más tarde, después de terminar “nuestra” traducción, quiero empezar un libro que está en statu nascendi, medio autobiográfico y medio biográfico, sobre Arturo y sobre mi, o sea, mi colaboración con él, pero también sobre nuestras vidas a parte y juntos. Lo escribiré en inglés, claro. Pero si me sale bien, lo verteré yo misma en castellano crudo, para dejarlo luego revisar y alisar (no demasiado) por alguien castizo.

Bueno, ahora le he hablado demasiado sobre mis asuntos personales. Pero es mi ilusión que entre el autor y el traductor debe existir una comprensión mutua –si no es una traducción de “pan y mantequilla”, como la que estoy terminando y otra que me está esperando. Por lo tanto, le pido paciencia con mi inclinación hacia cartas parlanchinas.

Un saludo muy cordial de

Ilsa


FECHA
06/04/1960
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Guillermo de Torre
DESTINO
Buenos Aires
ORIGEN
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Biblioteca Nacional de España. Mss/22819/6

Carta de Francisco Ayala a Guillermo de Torre (06/04/1960)

6 de abril de 1960

Querido Guillermo:

Hace tiempo que tengo intención de escribirte, y se van pasando las semanas sin que pase yo del propósito a la acción. Es la eterna historia, y no hace falta explicar las causas. De todas maneras, ahora hago un rato, acuciado por la proximidad de nuestro viaje a Europa, que será en la última semana de mayo. Pienso ir primero a España, y pasar en Madrid unos ocho dias, visitando luego mi Andalucía natal y, no obstante, desconocida para mí. Espero, pues, tener la "experiencia" de España tras más de 20 años y toda una vida de ausencia, y esa experiencia es lo que, primordialmente, voy buscando. Pero también me propongo ver si es posible llevar adelante el plan de una revista de que tenemos hablado, y en el que no he adelantado mucho, porque quiero marchar sobre seguro, en lo económico, o no marchar. Los contactos que haga allí pueden ser decisivos o, por el contrario, hacerse desistir de la idea, o someterla a postergación indefinida. Ferrater Mora, que irá también a España, actuará de acuerdo conmigo para el mismo propósito; y veremos lo que sale, si sale algo. Me gustaría que me escribas a este propósito dándome tus impresiones, sugestiones y consejos (no sólo alrededor de dicho plan, sino acerca del viaje en general, puesto que ya eres veterano en esas lides). Y ya que me escribas, hazlo con la bastante amplitud para comentar sobre todas las cosas y muchas más.

Supongo que habrás visto el castañazo que el joven Maurín le atiza en Cuadernos al no menos jóven, pero sí mucho menos inteligente, Goytisolo por su famoso libro sobre la novela. Hace falta "clarificar" el ambiente en lo relativo a las letras españolas, y poner en su sitio, como tú lo hiciste también, aunque con elegante moderación, a tanta pretenciosa ignorancia como campea ahora. En verdad, sería muy sano trazar un panorama y hacer una valoración de la literatura que ahora se hace en España, cotejándola con la que se hace en Argentina, Méjico, Cuba, etc., para que no prosperen equívocos como los que fomenta el inefable Coindreu, a quien habría que decirle que nada tiene que ver el culo con las témporas. (Para no hablar de las insensateces de un Sender, pongo por caso). En fin...

Supe, y sentí mucho, la muerte del pobre Luzuriaga. ¡Qué racha! Escribí a la familia, pero parece que la huelga de correos demoró mi carta.

Cuando me escribas, no dejes de contarme cosas de ahí, literarias o no, pues siempre me interesa mucho la vida porteña. Y sobre todo, cuéntame de vosotros. Siempre os recordamos con inalterable afecto, y Nina se refiere a Norah en todas las oportunidades.

Yo no te podría contar nada de por acá, dada la vida dispersa y absurda que aquí más que en otras partes está uno obligado a llevar. Estuvo, como sabes, Victoria Ocampo, y ahora está nuestra amable compatriota y colega Rosa Chacel, que disfruta de una beca Guggenheim cuya prórroga está pidiendo por un año más, pues todavía no ha tenido tiempo de pensar qué va a hacer, o si va a hacer algo, para justificar dicha beca. En verdad, hay gentes para quienes la vida es beca perpetua. Y ¿cómo está esa novela que, al parecer, acaba de publicar bajo el sello de Losada y con dinero del Estado argentino?

Bueno, querido Guillermo, recibe nuestros saludos, y un gran abrazo de tu viejo amigo

Francisco Ayala.-


FECHA
24/09/1960
REMITENTE
Max Aub
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
Department of Spanish. Bryn Mawr College
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fundación Max Aub. ©Max Aub y Herederos de Max Aub

Carta de Max Aub a Francisco Ayala (24/09/1960)

24 de septiembre de 1960

Querido Paco:

Cosa curiosa: tan pronto como eché el librito al correo, recibí la tuya. No te había mandado antes La verdadera historia… para que no se perdiera.

Por los del Río habréis sabido de nuestra vida y pocos milagros. Pienso estar hacia el 25 en París. Peua tardará un mes más. A la vuelta, si no hay dificultades pienso estarme ocho días en Nueva York –grave falla de mi cultura–.

Sender dio aquí una conferencia puramente INIMAGINABLE.

Tendría un interés loco en que me contaras cosas de Melchor y otros jóvenes de nuestras viejas tierras.

A Nina grande y a Nina chica mis mejores recuerdos. Para ti el gran abrazo de siempre.


FECHA
25/05/1968
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Max Aub
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] THE UNIVERSITY OF CHICAGO / CHICAGO 37 – ILLINOIS / DEPARTMENT OF ROMANCE LANGUAGES AND LITERATURES / 1050 EAST 59TH STREET

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fundación Max Aub

Carta de Francisco Ayala a Max Aub (25/05/1968)

25 de mayo de 1968

Querido Max:

Recibo tu carta y (ya ves) la contesto a vuelta de correo. Espero recibir aquí tus libros.

Respecto del anuncio de tu venida, sobre la que me pides opinión, te diré que, desde luego, debes venir. Te encontrarás con un pais desconocido desde todos los puntos de vista, pero sobre todo, y es lo que más importa, desde el punto de vista, digamoslo así, espiritual. El único problema que vas a tener es el de orientarte en esta complicada selva y no dejarte coger en ninguna de las muchas y diversas trampas que la mentalidad chinesca aquí desarrollada tiende a los inocentes. Y cuando digo inocentes, no digo tontos como el desdichado Recaséns Siches, quien, igual que la modistilla del poema de Almafuerte, dio aquel mal paso “y lo que es más grave, sin necesidad”. De Sender, jabalí notorio, a quien dedicas atinadas observaciones en tu sabrosísima entrevista con la Embeita, podría contarte alguna pequeña claudicación causada por su no pequeña vanidad. Es cuestión de tacto o d’esprit de finesse, que a ti no te falta. ¿Cuándo vendrías? Ojalá que sea estando nosotros aquí; y supongo que en compañía de Peua.

A ambos nuestros saludos cariñosos, y un gran abrazo de

Ayala.-


FECHA
27/05/1968
REMITENTE
Max Aub
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fundación Max Aub. ©Max Aub y Herederos de Max Aub

Carta de Max Aub a Francisco Ayala (27/05/1968)

27 de mayo de 1968

Querido Paco:

Gracias por tu rapidez y claridad. Lo de Recasens, comprenderás que no es nada nuevo y ya lo había fichado desde el Luis Alvarez Petreña. No sé si decir que ha tenido bastante castigo en su vida. Pero lo que es en la eterna no le arriesgo la ganancias [sic].

En cuanto al joven Sender ya le dije lo que le tenía que decir no sólo en Insula sino en mi historia, y aun antes, desde el Discurso de la novela española que, ¡lo que son las cosas! van a republicar ahora en Madrid… si los dejan.

En cuanto a fechas, me es muy difícil precisar. Ahora viene la época de las vacaciones de los nietos, aquí en México y luego me gustaría que mi viaje coincidiera con el estreno de alguna obra mía. O, tal vez, lo mejor fuera presentarme por las buenas, sin más y sin nada que hacer más que husmear ese país desconocido y, según la geografía, templado.

Un abrazo de los dos para los dos.