Correspondencia con Ricardo Gullón:

Ricardo Gullón

1908 Astorga, León - 1991 Madrid

Licenciado en Derecho por la Universidad de Madrid en 1929, fundó con Ildefonso Manuel Gil la revista Literatura (1934). Alternó la docencia en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo con la práctica jurídica, tras una depuración de treinta meses por colaboración con el ejército republicano. 


En 1953 viajó a Puerto Rico, donde permaneció durante tres años. También enseñó Literatura Española en las universidades de Columbia, Chicago y Texas en Austin, entre otras. Ayala le dedica un capítulo de Recuerdos y olvidos.

cartas 6 al 10 de 166
FECHA
18/04/1960
REMITENTE
Ricardo Gullón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Ricardo Gullón a Francisco Ayala (18/04/1960)

18 de abril de 1960

Sr. D. Francisco Ayala

54 West 16th Street

New York, N. Y.

Mi querido Paco:

Perdona que haya tardado unas cuantas semanas en contestar tu carta porque esta última temporada me dediqué primero intensamente a adelantar el mamotreto de las prosas juanramonianas, y luego con la estancia aquí de Ernesto Da Cal, que pasó conmigo dos semanas, no me ha quedado mucho tiempo libre.

Ahora, abocado a mi próxima marcha de Puerto Rico, ya que quedan puramente dos meses para mi salida de la isla, empiezo a sentir dejarla. La explicación de este sentimiento creo yo que se basa en que acaso por vez primera fué aquí donde yo me encontré a gusto después de muchos años de incomodidad, en el trabajo y en otras cosas. Fatalmente Puerto Rico y la Universidad van asociados a esa idea y a esa sensación de trabajo grato que antes me había faltado. Estoy, por otra parte, lleno de dudas y preocupaciones en cuanto al futuro, y me gustaría charlar contigo de mis proyectos, pues tu buen juicio y la frialdad con que miras las cosas me sería de mucha ayuda.

Me alegra que te gustara el número machadiano de Insula. No quedó mal, verdaderamente. Verías, como es natural, el artículo de la señora Maslow, al fin aparecido. Tienes mucha razón al decir que se perdió toda proporción en el enjuiciamiento de los valores literarios españoles, y en verdad es maravilloso que la amistad funcione como funciona y salve muchas cosas y haga tolerante la vida en diversos aspectos. Pero en lo que se refiere a la crítica literaria, la situación es deplorable. –No te puedo enviar el original del artículo para el Texas Quarterly, porque no sé dónde puse la copia. Si apareciera entre los cien mil papeles que me abruman, te la enviaría con mucho gusto.

Siento que no podamos vernos en Nueva York a donde llegaré a mediados de junio. Rodrigo y Ernesto me han invitado para que pase con ellos unos días y me detendré en esa urbe por breve tiento, pues antes de llegarme a Middlebury, quiero hacer otras cosas en distintas ciudades.

No tengas en cuenta mi retrato en contestarte, y escríbeme pronto. Un fuerte abrazo de 


FECHA
02/10/1960
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (02/10/1960)

N.Y., 2 de octubre de 1960.

Querido Ricardo:

Por el joven González he sabido de tus pasos en la tierra texana, e incluso de tus propósitos de escribirme, que ahora espero se cumplan con la debida amplitud, una vez que, reintegrado a la vida sedentaria, o semi-tal, tengo una dirección fija (o dos), que excluyen todo pretexto para el silencio epistolar. Yo tampoco te había escrito a tí por no saber dónde estabas. Lástima grande que tengamos que reducirnos a las limitaciones de la letra escrita, en lugar de poder expandirnos en la libre conversación que permitiría un intercambio de impresiones, noticias, etc., adecuado al volúmen de experiencia (como en ocasión memorable dijo el sabio amigo Recaséns Siches) realizada y acumulada en estos últimos meses. De España habría tanto que hablar, que más bien renuncio. Me he encontrado las cosas distintas de lo que pensaba, y no desde luego mejores que la imagen que me pintaba de ellas. En lo que hay de mejoría (eliminación de molestias policiacas externas) reside la posibilidad de reparar en el mal profundo, que está en la actitud, diversa en sus manifestaciones, pero concurrente en lo esencial, que tienen las gentes frente al régimen, y frente al mundo en general. Para resumirte mi impresión en una sola palabra: “deprimente”. Y en cuanto a las perspectivas... no hablemos. La República del Congo ofrece un modelo de lo que está preparando Franco para el dia remotísimo en que Dios quiera acordarse de él.

En Madrid me encontré con algunos de los viejos amigos, y con otros nuevos (Laín, Ridruejo, y demás). Vi mucha, mucha gente. Entre ella, a Angel Ferrán, a quien visitamos en su casa acompañados de Bayón; y naturalmente,se habló de tí. Estuve también mucho con Jorge Campos, a quien encontré muy simpático. Taurus me va a publicar ahora un libro de ensayos y estudios literarios (todos los cuales, o casi, conoces tú perfectamente), y Aguilar va a hacer un tomo con todas mis novelas cortas, desde la época de Revista de Occidente hasta hoy. Esos son los dos únicos arreglos editoriales que he hecho allí durante aquellos dias. En Andalucía, de la que solo conocía mi Granada natal, reencontrada después de cuarenta años justos (qué barbaridad), Sevilla me fascinó; y me hubiera encantado el paisaje de la llamada costa del sol si hubiera podido levantar la vista de los cráteres que adornan la carretera, como por lo demás todas las de ese desdichado pais. Para qué voy a contarte la clase de emociones que me aguardaban en las piedras, árboles y aguas de Granada. Esto, que es el pasado, y convencerme de que España entera es también un pasado irrevocable, es lo que he sacado, como principal cosecha, de mi viaje. Estoy muy contento de haberlo hecho. Cuánto me gustaría que pudiéramos charlar de todo!

El resto del viaje, por toda Europa occidental, incluso Inglaterra (buen contraste todo ello –incluso Inglaterra, tan “vieja” en muchos aspectos– con la famosa piel de toro) fue agradable, llovido, cansado...

Y aquí me tienes de nuevo, trabajando de nuevo, tanto en lo profesional como en lo gustoso, es decir, en el cultivo de las letras, que es un entretenimiento inocente y barato.

De Puerto Rico he tenido noticias diversas, y en gran parte tristes. Ya había sabido meses ha la desgracia del pobre Manolín, y puedes creer que me afligió de veras. Ahora me dice Benitez, quien estuvo aquí en la semana pasada, que se ha quedado inhabilitado definitivamente. Y además, que Fernández Méndez se encuentra “mentalmente” enfermo, cosa que también había llegado a mis oidos por otros conductos puertorriqueños. Eso explica retrospectivamente algunas rarezas y anomalias de las que uno había podido darse cuenta atribuyéndolas a meros defectos de carácter. La muerte de Marrero es otra mala noticia; y no sé si es buena, que lo ha sucedido en el puesto la pelirroja Esther Rios. Los incesantes embarazos de Brunhilda, que desde algún punto de vista merecerán plácemes, perjudican tanto a la revista La Torre, de la que es directora y única responsable, como al problema poblacional de la Isla de la Simpatía; que –otra noticia– volverá a contar desde enero, si no hay novedad, con las luces filosóficas del gran Carpio. Bueno, majo, no podrás quejarte de laconismo por parte mia. Corresponde en forma debida, y serás recompensado con dilatadas respuestas.

Entre tanto, recibe un fuerte abrazo de

Ayala.-


FECHA
02/11/1960
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con correcciones a mano, firma autógrafa y membrete:] BRYN MAWR COLLEGE / BRYN MAWR, PENNSYLVANIA / DEPARTMENT OF SPANISH

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (02/11/1960)

2 de noviembre de 1960.

Querido Ricardo: 

Recibí con gran placer tu carta de 4 de octubre, pues deseaba tener noticias tuyas, y éstas son muy buenas, ya que se te ve contento y metido en trabajos: qué más se va a pedir.

Por lo que me dices, no son equivocadas mis impresiones de la realidad española. En cuanto al problema de la Iglesia, ¡habría tanto que hablar! Ahí tienes el caso de los obispos de Puerto Rico. Yo he pensado muchas veces en el sentido que tiene el hecho de que Jesús diera la jefatura de la iglesia a Pedro, es decir, a aquel de sus discípulos que se mostró más debil, más obtuso y más “falible”. ¿Qué quiso indicarnos Cristo con esa elección? ¿Que quien ya lo negó tres veces habría de seguir negándolo muchas más, y siempre? ¿Por qué? ¿Por ser piedra, y no espíritu? ¿Por ser humano? ¿Para que desconfiáramos y lo combatiéramos si queríamos de veras salvarnos? Es algo muy enigmático, ¿no te parece?

Todavía no he recibido la segunda edición del Galdós; pero [sic] que aquellos amigos cumplan tu encargo, y la remitan. Creo que te dije que ellos van a editar, y al parecer muy pronto, mis ensayos de crítica literaria. Espero tener pruebas (y a las pruebas me remito) en este mes o a principios del próximo.

Te agradezco el que sigas prestando atención a mi novela, y tengas la generosidad de decir lo que te parece de ella siempre que tienes oportunidad. Ya estoy terminando la nueva, que quedó suspendida durante mi viaje, y cuya última parte, aunque muy breve, me está dando bastante trabajo. Consta de tres: cada una de ellas, según una técnica distinta. En la primera se presenta, bajo la forma de un escrito inducido por engaño a un hombre simplón (todo esto es dificil de explicar; hay que leerlo), el espectáculo tropical de la gran vidorra; la segunda, para descargar la intensidad del estilo, está redactado en la forma pretendidamente objetiva, de información periodística; y la tercera, en que trabajo ahora, y donde el pobre tipo, escarmentado, se redime en el desengaño, tiene la forma –pesadísima y aburrida si no se tiene mucho cuidado– del monólogo interior. Espero que, en lo que resta de año, podré terminarla. Y va a ser un libro tan breve, si no más, que Muertes de perro. Me temo que el titulo va a ser, de todos modos, La gran vidorra. (Fíjate lo que son las coincidencias: he visto la última película de Fellini, que de una manera muy distinta, claro está, aborda el mismo tema fundamental, y que se titula La dolce vita).

Estoy verdaderamente deseoso de ver el número que estáis preparando y que todo hace suponer será espléndido. Miguel ha terminado la traducción de mi cuento, o lo que sea. Creo que esa especie de antología va a ser sensacional, dará mucho que hablar y orientará, que buena falta hace, al público de lengua inglesa (al público intelectual, claro está) acerca del estado de nuestras letras. Estando ahí quienes estáis, es de esperar que no falle lo que suele fallar en las publicaciones académicas: la distribución adecuada. Es menester que se entere la gente de que existe. Si yo puedo ayudar algo por mi parte, no hay que decir que lo haré encantado.

No te había contestado antes a tu carta porque quería explorar las posibilidades de invitación para una conferencia aquí (lo de Rutgers, ya veremos si cabe hacer algo). Aquí hay una dotación para conferencias en inglés que las pagan, no bien, pero menos mal; sólo que necesitan ser en inglés, y supongo que no te animarás a ello; caso contrario, podría intentarse. En el departamento suelen darse dos conferencias al año, y el pago es mísero, $50. Este año habíamos hablado a Angel (pues ya irás viento cómo son aquí, en este pais, las cosas: hay que fijar la fecha con varios meses de anticipación, por más ridículo que ello parezca),y Angel pidió a última hora que lo dejáramos para el segundo semestre, con lo cual eché mano de Paco Garcia Lorca, que vendrá el dia 22. Por cierto que me dieron la noticia de que no se disponía sino de $50 para todo el año; pero eso no puede ser, tendrán que arreglarlo. Si acaso, se podría decirle a Angel que te ceda el paso, pues a él creo que no le importa ni el oro ni la gloria que ello implica. Pero es menester que me digas cuándo es la conferencia que te han invitado a dar en un sitio que tu caligrafía no me permite descifrar (Avecherd?), y sobre esa base vamos a ver lo que puede hacerse. Escríbeme indicando fecha aproximada, y haré cuanto pueda para que coseches ese rico botín (oh,la tierra del dólar) y te envanezcas de haber hablado delante de media docena de encantadoras criaturas que, mientras te escuchan, tejen pullovers para sus novios y piensan en ellos. Fuera de bromas: eso sería la gran oportunidad para que hablemos hasta hartarnos, de lo cual tengo verdaderas ganas. De modo que dime eso, y hazlo cuanto antes.

Afectuosos saludos de Nina, y para ti un gran abrazo de

Ayala.-


FECHA
17/01/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta manuscrita con membrete:] BRYN MAWR COLLEGE / BRYN MAWR, PENNSYLVANIA / DEPARTMENT OF SPANISH 

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (17/01/1961)

17 enero 61

Querido Ricardo: Tu carta me ha puesto en un estado de furia. ¿Quien es el puto hijo de poeta amigo y muerto? Dos o tres excelentes condiciones que se prestan a combinación sorprendente. ¿Quien? O siquiera ¿con qué letra empieza?

Y no es eso sólo. ¿Crees tú que hay derecho a decir lo de Julián Marías sin más explicaciones? ¿Quieres que reviente yo de curiosidad? Te exijo, si no una telegrafica o telefónica respuesta, por lo menos que aclares sin demora en cumplida carta ambos enigmas. Y paso a contestar, o comentar, varios puntos de la tuya anterior.

Ya he hecho gestiones para ver si vamos a tener o no los chavos (chavos son, no hay aquí énfasis negativo) para la conferencia, y te volveré a escribir tan pronto como tenga respuesta. Espero que será afirmativa, y que podremos coordinar con Princeton.

Tus noticias acerca de mi libro han sido las primeras. Ellos, ya sabes cómo se las gastan. Le he escrito a Campos que no sea tan güevón, que mande el contrato, que conteste a mis cartas y que me envien ejemplares del libro.

Los tuyos me los dió Ernesto, aunque no antes del sábado pasado. No obstante lo cual, ya he leido, acá y allá, en ambos. Son fun-da-men-ta-les. El estudio de la prosa del poeta maldiciente pero bienescribiente es precioso. Libros, como digo, imprescindibles, además de –y éste es el milagro– gratísimos.

Lo de encontrar un puesto en el East es cuestión de estar al tanto y que se conozca tu disponibilidad. Como ya estás en circulación dentro de este ambiente no te faltarán propuestas; y luego viene el regateo. Tan pronto como yo sepa de algo te lo diré y, sobre todo, lo diré.

No te imaginas la gana que tengo de que hablemos de tanta y tanta cosa.

Volviendo a Marías: la verdad es que su artículo en Atlantic es indecente. Respecto de ese número, estoy tentado de escribir un comentario, quizás para Cuadernos, llamando la atención sobre varios puntos. En general, es bueno, y el editorial está bien orientado; no sé a quién se deba.

Escríbeme enseguida (a N. York)

¿No recalarás en la gran metropoli a tu paso hacia a o desde P.R.?

Abrazos de

Ayala.-

¡Ah! Acabo de leer el palo que le atizas en Insula a Hemingway. ¡Bien dado! ¡Duro, por cabrón! A mi casi me hicieron vomitar sus ¿qué son? en Life. Por cierto que cuando publicó Por quién doblan las campanas también yo le di un castañazo en La Nacion de Bs. As. 


FECHA
08/02/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta manuscrita con membrete:] BRYN MAWR COLLEGE / BRYN MAWR, PENNSYLVANIA / DEPARTMENT OF SPANISH

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (08/02/1961)

8 de febrero 1961

Querido Ricardo:

No por venganza, sino por falta de asistencia clerical, te manuscribo; y lo hago a toda prisa para proponerte las fechas de 16 o 20 de marzo; o 18 de abril; para tu conferencia. Tan pronto como decidas, me pondré al habla con Princeton para coordinar. Pero decide enseguida, please. Y me dices también el tema.

¿Cómo va el número? He escrito un largo artículo comentando con diverso humor varios puntos del de Atlantic, y aprovecho para hacerle un anuncio gratis al Texas. Creo que irá todo para Cuadernos. Y, a propósito de gratis: corren persistentes rumores en este continente y los próximos de que el Texas Quarterly, no contento con impartir la gloria a los autores, añade todavía un chequecito por las colaboraciones correspondientes. Incluso se pretende, por parte de algunos, haber cobrado ya dicho regalito. Si no mienten mis espías y la noticia es cierta, espero que mi nombre no sea omitido en tales sufragios.

Ferrater ha salido de un puesto como profesor de Spanish en Western Reserve University, y va a recomendar tu nombre para ver si te lo ofrecen. Siempre es bueno, a todos los fines, tener una baza.

Saludos a todos, y un abrazo de

Ayala.-