Correspondencia con Damián Bayón:

Damián Bayón

1915 Buenos Aires - 1995 París

Historiador y crítico de arte, escritor y profesor, Bayón conoció a Francisco Ayala en Buenos Aires, en 1946, durante el velatorio de Pedro Henríquez Ureña. Por mediación de Ayala fue profesor invitado en la Universidad de Puerto Rico entre 1954 y 1958. Vivió en París en diferentes periodos y allí se doctoró por la Sorbona en 1964. 


Acompañó a Francisco Ayala en su primer viaje de regreso a España en 1960. Existe una edición anotada de la correspondencia entre Ayala y Bayón.

cartas 11 al 15 de 49
FECHA
28/11/1960
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Damián Bayón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa. Al pie, se añade párrafo manuscrito firmado por Nina Ayala]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Instituto de América de Santa Fe. Legado Damián Bayón. Archivo (Santa Fe, Granada)

Carta de Francisco Ayala a Damián Bayón (28/11/1960)

28 de noviembre de 1960

Querido Damián:

Ya veo con cuanta diligencia y bondad se apresuró a ayudar a Nina en lo que le pedíamos. Muchísimas gracias.

Nosotros continuamos en la eterna rutina, con pocas incidencias, y éstas, tan poco sensacionales como visitas y alguna película que uno va a ver. Quizás más importante para mí es que ya corregí las pruebas del libro de ensayos, enviadas por Taurus con el anuncio de publicación muy próxima (creo que será en diciembre).

Hace unos días estuvieron aquí en casa los Jiménez, tan simpáticos siempre; y con esa ocasión volvimos a charlar acerca de [¿]quién?, pues del amigo Bayón.

También anduvo por acá Benítez, tan errático como siempre, y muy satisfecho de su intervención en el lio político de los obispos (o como dice Matilla, “obispero” que se ha formado en Puerto Rico con ocasión de las elecciones). La excitación ha sido, por supuesto, enorme. Nilita me escribió, me escribió Enjuto, y la cosa ha debido ser digna de verse. Pero, claro está, no se puede estar al mismo tiempo en la procesión y repicando: yo repico aquí ahora, y dejo que la procesión vaya por dentro de la islita.

C’est tout! Hemos comido nuestro pavo, thansgivings a Dios, y mañana, vuelta a Bryn Mawr, a las clases, a las latas, a las pejigueras, a los libros. Menos mal que hasta ahora el tiempo está siendo estupendo. Cualquiera de estos dias nos levantaremos con una nevada, claro está.

Esta carta es para estimularlo a seguir cultivando el género epistolar. Nada más, pues.

Saludos, y un abrazo de

Ayala.-

[Escrito a mano:]

Querido Damián: Repito las gracias que te da papá por mi. Cuando mandé preguntarte acerca del crucero estaba bastante desorientada acerca de que es lo que mi profesor quería que desarrollase en el tema, pero con mas lectura y las recomendaciones de tu carta se me ha ido aclarando la cosa. Ya te diré si sale bien. Las fotos son muy bonitas, sobre todo la de la iglesia de Ouro Preto. No tengo mas espacio para cumplidos así que hasta la próxima. Nina.


FECHA
10/12/1960
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Damián Bayón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada. Despedida y firma autógrafas]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Instituto de América de Santa Fe. Legado Damián Bayón. Archivo (Santa Fe, Granada)

Carta de Francisco Ayala a Damián Bayón (10/12/1960)

10 de diciembre de 1960

Querido Damián:

Contesto sin retraso a su carta del día 25. Y tengo mucho deseo de leer su artículo, para ver esas cosas al trasluz, cosa esta no difícil, ya que estoy prevenido. Oportunamente le comunicaré mi impresión.

En efecto, Razón del mundo es un libro donde suelto una cantidad de amarras. Apenas publicado, ya no. Lo cual no impide que exista, como parte de mi historia personal, y que haya que asumirlo. La manera de encarar Ortega esos problemas era, para su tiempo, sorprendentemente abierta y fresca; pero no pudo dar el paso hacia afuera; los acontecimientos decisivos le tomaron demasiado viejo. Pienso escribir un artículo tratando de esto con las debidas precauciones, y enviarlo a La Nación, para continuar el tema iniciado ya con aquellos otros que usted recuerda. Pero es el caso que, de pronto, me estoy sintiendo demasiado cansado; supongo que sea cosa pasajera. O que tenga que ver con el Indian summer de estos días, y los barruntos de gran frio y nieves, que llegan retrasados este año.

De Ángel del Rio no creo que haya libro alguno conectable con los temas de su interés actual; en cuanto a Casalduero, sí, está tratando de caracterizar el barroco literario español sobre obras diversas; pero la cosa es que el barroco en literatura y en artes plásticas no se corresponden sino en forma bastante remota. Lea, por ejemplo (por ejemplo, digo) su Forma y sentido de las novelas ejemplares , donde encontrará un concepto del barroco aplicado a la creación cervantina. Es claro que estos conceptos, o categorías del conocimiento, son meros instrumentos auxiliares, y nunca deben forzar la realidad considerada para hacerla entrar en su horma.

¿Usted ha visto el libro de Hauser, traducido del alemán al inglés, en una buena edición ilustrada, y al español, en una buena versión? Supongo que sí: encuentro en él páginas buenas, estimulantes.

[Escrito a mano:]

Termino con las prisas habituales.

Abrazos de

Ayala.-

[Escrito mecanografiado:]

El libro de Arnold Hauser se titula en inglés The Social History of Art.

Quizás pueden interesarles también la tesis doctoral de un holandés, Constandsen, Le Baroque espagnol et Calderón , y un libro, publicado en Lina [sic] en 1952, que no está nada mal: Raul Ferrero, Renacimiento y Barroco.


FECHA
07/01/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Damián Bayón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Instituto de América de Santa Fe. Legado Damián Bayón. Archivo (Santa Fe, Granada)

Carta de Francisco Ayala a Damián Bayón (07/01/1961)

7 de enero de 1961

Querido Damián:

De todas maneras, pensaba escribirle ya; no lo había hecho porque usted me anunciaba en su última carta que iba a pasar sus vacaciones en Madrid, viendo la exposición de Velázquez, y como no tenía su dirección ahí esperaba a su regreso para contestarle y, de paso, felicitarle en Navidad y desarle [sic] las no por protocolarias menos sinceras felicidades de año nuevo. Pero hete aquí que ayer me dice Luisita haber recibido noticias suyas por las cuales sabe que renunció al viaje y ha pasado las fiestas, no mal tampoco, en Paris. De haberlo sabido, hubiera dedicado mis ociosidades en las dos semanas de academica vacación, a escribirle. Ociosidades digo, y digo bien, como se dice en el entremés de Los Habladores; porque primero me tuvo en cama la habitual gripe, y luego, cansado, y persuadido de la inutilidad de todo esfuerzo, decidí no hacer cosa que, ni remótamente, pueda merecer la consideración de trabajo, resolución que cumplí con la fuerza de voluntad que me caracteriza, sin permitirme ni la mas leve infracción durante esas dos semanas. Tengo, pues, tranquila la conciencia de no haber aumentado durante ellas la ya pesadísima carga de letra impresa que aflige al mundo. Conversaciones, TV y radio, gramola también, pocos paseos, alguna película como The Entertainer, consumieron mi tiempo felizmente. Ahora, aquí me tiene otra vez, sano y salvo, y dispuesto a recaer de nuevo en el viejo vicio, tan nefasto como la masturbación misma, de llenar hojas de letra menuda con destino a la imprenta, sólo perdonable por las hojas que de vez en cuando lleno también con destino a las aras de la amistad, no menos consuntivas, pero más gratas en todo caso.

De noticias, escasas, como ve. Aliciente ha sido la presencia del matrimonio Schajowicz, que nos trajeron las brisas del trópico feliz, y con ellas montones de anécdotas sabrosonas, de rasgos grotesquitos, y que renovaron en nuestro ánimo las saudades que no logran calmar en Manhattan ni siquiera las legiones de puertorriqueños que por acá transitan.

Tuve una postal de Nilita, desde Méjico, tan cariñosa siempre; y desde Méjico también envía luminosas postales el sobrino de Nina, que se ha casado con una americanita y se la ha llevado a disfrutar de una beca en la República Azteca; bueno, supongo que no sólo de una beca estarán disfrutando, y que, como en La Corte del Faraón se desea (usted vera que yo siempre cito a los clásicos) los dioses les habran concedido “larga luna y mucha miel”.

Recibí un número de los Annales en el que afanosa, pero vanamente busqué su firma. No obstante estar ausente ella, repasé el número con gusto y le agradezco su envio.

Sígame escribiendo, y seguiré contestándole con igual asiduidad. Quizás en otra carta pueda hablarle de alguna otra cosa menos trivial que las que llena, o inflan, la presente.

Entre tanto, reciba nuestros más afectuosos abrazos.

Suyo

Ayala.-


FECHA
11/02/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Damián Bayón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada. Las dos últimas líneas y firma autógrafas]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Instituto de América de Santa Fe. Legado Damián Bayón. Archivo (Santa Fe, Granada)

Carta de Francisco Ayala a Damián Bayón (11/02/1961)

11 de febrero de 1961

Querido Damián:

Contesto a su carta y, ante todo, lo [sic] agradezco el ofrecimiento de enviarme un resúmen de las clases de Bataillon que, desde luego, me interesan muchísimo, como todo lo que él escribe. Si puede hacerlo con comodidad y no excesivo sacrificio, mándemelo; en otro caso, absténgase, pues por ahora he dejado el tema de la novela picaresca, y él siempre publicará lo que está haciendo. Mis trabajos están en el libro Experiencia e invención, ya publicado por Taurus, y del que he visto un ejemplar que me remitieron, prometiendo otros nueve para completar la espléndida suma de 10 que dan al autor. De ellos le reservo a usted uno; pero ya veremos cuando llegan, porque a éstos, para decirlo finamente, se les pasea el alma por el cuerpo. Creo que el libro queda bien, con gran unidad interna.

Me pregunta por La gran vidorra. Pues ya se concluyó, y la he enviado a López Llausàs. Estoy, pues, en la fase en la que uno se resiste a hablar del libro. Ya hablará él, por sí mismo, si quiere, y no tardando mucho (espero). Sigo haciendo algunas cosillas, cortas de extensión, si no de intención, y en eso me entretengo. Lo malo es que algunas resultan decididamente impublicables; digo, no sé si eso será lo malo, o lo bueno.

La novela de Cortázar aun no la conozco. Mandé que la compraran en Bryn Mawr, pero aun no ha llegado. Por lo tanto, mal puedo darle una opinión. Me temo, sin embargo, a juzgar en parte por las impresiones que ya usted me dió, y en parte porque se trata de algo que esta sucediendo mucho hoy en dia, que el defecto de no calcular adecuadamente el tamaño de la pieza perjudica demasiado a muchas obras de arte (literaria). Hay cosas -estilos, concepciones, incluso temas- que podrían ser sumamente agradables si no se presentaran en forma desmesurada, pero que pierden la gracia e incluso invitan al bostezo cuando se nos ofrecen en un desarrollo canceroso. Inclusive para dar literariamente la impresión del tedio, es necesario no aburrir, del mismo modo que para dar la impresión del lenguaje hablado, vivo, es necesario huir de la reproducción gramafónica de lo que la gente efectivamente dice. De no ser así, el mejor novelista del mundo sería un tape-recorder, o un Sánchez Ferlosio.

Aqui se publicó un número dedicado a España del Atlantic Monthly, que no está mal, pero tiene sus bemoles. Si usted tiene oportunidad de echarle una mirada ahí en cualquier Linconl Library u otro sitio, no deje de hacerlo. A mí se me ha ocurrido escribir unas cuantas puntualizaciones de poca consecuencia, pero que en cierto modo son resultado de mi ida a España en el verano pasado. Ya lo verá usted en su momento.

No sé si le dije que Enjuto publicó por fin en Asomante su artículo sobre Muertes de perro, que queda muy bien. He sabido de ellos por breves y eufóricas lineas en una carta que me escribió Gullón desde su compañía. Tengo ganas de darme una vuelta por Puerto Rico, y quizás lo haga en el verano, antes o después del curso de idem, que voy a dar este año en Columbia University, para reponerme de gastos excesivos en el año anterior: de modo que mis vacaciones, si tal puede llamárseles, se reducirán a 15 o 20 dias de trópico amable.

Recibí de Carpio una carta larga, pero malhumorada; y por otros conductos he sabido también de su estado de animo escasamente jovial.

[Escrito a mano:]

Lo lamento por ambos conyuges.

Y nada más por hoy, sino un abrazo de

Ayala.-


FECHA
14/10/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Damián Bayón
DESTINO
París
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada. Nota aclaratoria y firma autógrafas]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Instituto de América de Santa Fe. Legado Damián Bayón. Archivo (Santa Fe, Granada)

Carta de Francisco Ayala a Damián Bayón (14/10/1961)

14 octubre 1961

Querido Damián:

Recibí su carta, tan generosa como suelen serlo todas las suyas, y luego el sobre con recorte de Le Monde, que me han interesado mucho, naturalmente. Al mismo tiempo, me ha llegado el número de La Nación que trae su excelente artículo sobre el Escorial, con el merecido, aun cuando benévolo y aun suavísimo palo al burro de Sánchez Albornoz. No hay que decir que lo he leído con deleite.

Le contestaré a sus preguntas sobre mis opiniones literarias: el libro de Cortázar todavía no lo he leído (y a lo mejor esto constituye ya un juicio, aunque implícito y hasta inconsciente, dado el aprecio y la verdadera estimación que siento por Julio. Hay ahí una sospecha, que tiene relación con la importancia que le suelo reconocer al tamaño en la obra de arte, de que no ha ido con tacto, y ha rebasado las medidas, -pero esto requeriría más largas explicaciones de las que caben en una carta-. Respecto del libro de Elvira, lo que le dije a ella, y quizás ella le habrá repetido, es exactamente lo que pienso: sin ser una obra de arte lograda, es una novela ‘seria’ e ‘imprescindible’, que contrasta con las pamplinas increibles en que abunda la literatura narrativa con tanto afán cultivada en Argentina. Es ante todo una cuestión de actitud, y hasta si se quiere una cuestión moral, que le hace volver la espalda a la monería literaria, con lo cual puede llegar a hacer buena literatura, pues no carece de dotes.

De esto, y de otras muchas cosas, quizás vamos a poder hablar pronto, pues quizás me decida a dar ese salto a Alemania, donde estaría desde el 5 hasta el 19 de noviembre, y ese dia me iría a París para pasar ahí una semana. Aunque no es seguro, pero sí probable. Si por fin lo hago, le escribiré a tiempo para que me encuentre a la llegada y combinemos todo del modo más conveniente. Después de pensarlo, ¿por qué no? Eso me permitiría cambiar de aires por un tiempito, y quizás sea bueno para la salud. Caso de hacerlo, quizás me convendría dar en París una conferencia o dos sobre ‘Unamuno, novelista’ que tengo escritas y todavía inéditas, si es que los amigos del Congreso por la Libertad, etc., me las patrocinan o consiguen que alguien me las patrocine (es decir, me las pague, hablando en plata; pues ello me ayudaría a costear la estada en París, a la que, por supuesto, no me convidan los alemanes.) Si usted, que tiene ahora, por lo que veo, vara alta con ellos*, hace un sondeo en forma ‘tentativa’, se lo estimaré mucho. Lo que veo es su noticia de que va a encargarse en Cuadernos del Balcón donde el pobre Serrano Plaja se ha puesto tan en evidencia (qué cretino, y aun tarado, es ese pobre Serrano Plaja: dicho sea inter nós, pues no tengo contra él hostilidad ninguna, ni me gustaría que esta opinión mía cundiera). En fin, me alegra el saberlo, por usted en primer término, y enseguida por la revista, que tendrá una cosa menos de qué avergonzarse, y más de qué enorgullecerse.

Y termino estas líneas, porque cuando hay perspectivas, aunque no sean seguras, de un próximo encuentro y dilatadas conversaciones, se quitan las ganas de teclear en la máquina.

Saludos muy cariñosos de todos nosotros, y un abrazo

[Escrito a mano:]

de Ayala.-

*no los alemanes, sino los del Congreso mentado