Epistolario de Francisco Ayala

09/05/1958

DESTINATARIO: Ferrater Mora, José M.ª REMITENTE: Ayala, Francisco

FECHA
09/05/1958
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
José M.ª Ferrater Mora
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo “Epistolario del Legado Ferrater Mora”. Universitat de Girona. Cátedra Ferrater Mora de Pensamiento Contemporáneo

Carta de Francisco Ayala a José M.ª Ferrater Mora (09/05/1958)

9 de mayo de 1958.

Mi querido Ferrater:

Dada la fuerza de tu imaginación, no necesitarás que te diga cuánto te he agradecido tu carta, que recibo en este momento. Y prueba de ello es que, contrariando todas las previsiones y la lógica misma de la naturaleza, me instalo ante la maquina de escribir, desdeño por un rato las incitaciones de la popularidad que me asedia, y me aplico a la actividad cuyo fruto son las lineas que tendrás ante los ojos si el correo se digna cumplir su cometido. En realidad, es sólo un aparente desdén, pues si sacrifico por un momento glorias efímeras, nunca más largas que la indigestión producida por un banquete, es a cambio de la más duradera que aguarda al tomo de nuestra correspondencia. Pero si los curiosos lectores de épocas venideras acudieran a ella en busca de mis impresiones sobre el Buenos Aires del año crucial de 1958, buen chasco van a llevarse. Cuando nos veamos, si aún dura para entonces el posible interés del asunto, te contaré verbalmente (pues que la butaca es siempre más cómoda que el sillín mecanográfico) lo que quieras saber de ello. En cambio podrán averiguar esos lectores, cuya hipotética legión probablemente se reduzca en verdad a algún que otro curioso erudito, que he visto la maquete [sic] de tu Diccionario, verdaderamente impresionante, y que López Llausás me ha comunicado su intención de remitirte por via aérea, sin reparar en erogaciones, el primer ejemplar de la obra; que están todos orgullosos de sacarla a relucir, y que ocasionalmente (esto es, con ocasión de haberme quejado yo del despojo inicuo por parte de Losada de mis legitimas ganancias sociológicas) el gran Antonio, quizás para que vea yo la diferencia de editorial a editorial y who is who in Argentina, me dijo, sin advertir que podía morirme de envidia, lo que piensa que vas a cosechar tú con tu libro.

No creas que no tuve yo una pequeña crónica de tu paso por la Isla de la Simpatía, cúyo es el apodo que le enjaretó el Cansado de su Nombre: el mundo es chico, y no sóla la susodicha, y mi sistema de espionaje no omite rincón de la tierra.

Aún no tuve noticia alguna de Rutgers; por lo visto, Rodríguez Alcalá debe de irse para ganar más en sueldo y categoría; si de aquí al lunes no he tenido news le escribiré a Vázquez Amaral, o a Pane, urgiéndoles, para saber a qué atenerme. Claro está que eso de Baltimore sería excelente; y para qué te cuento la alegría que me produce saber que has tenido oportunidad de hacerme ese bien. En efecto, no hay que dejarlo de la mano. Veremos si de un modo o de otro me traslado a Tierra Firme. Lo de la charla (yo procuraría que fuese impresionante, como sugieres) tienes que arreglarlo tú.

Mi novela saldrá a principios de junio. Voy a pedir que te manden un ejemplar a París, para que mates un poco el aburrimiento que, como es notorio, produce ese pueblito, y sobre todo para que apagues con su lectura las nostalgias americanas que te asaltarán sin duda tan pronto como abandones este Continente, –pues se trata de una novela “americana”.

A mi hermano José Luis y a Rosa, su mujer, le dí los recuerdos de ustedes, y estuvimos hablando un buen rato acerca del pasado y presente, dejando al futuro que hable por sí mismo. Ellos están bastante bien; a mí me encontraron muy viejo.

Y termino, pues no quiero quitarte mucho de tu importante tiempo.

Saludos muy afectuosos de Nina para todos ustedes, y un abrazo de

Ayala.-