Las cartas de Francisco Ayala sobre

Experiencia e invención

Experiencia e invención (Ensayos sobre el escritor y su mundo), Madrid, Taurus, 1960.

Este volumen publicado en España en 1960 reúne diversos trabajos de Ayala en su faceta de crítico literario. El hilo conductor de esta recopilación es el arte de novelar y el oficio de novelista. 

cartas 1 al 5 de 6
FECHA
23/01/1960
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Nilita Vientós Gastón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con correcciones a mano y firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fundación Nilita Vientós Gastón. Puerto Rico

Carta de Francisco Ayala a Nilita Vientós Gastón (23/01/1960)

23 de enero de 1960.

Querida amiga Nilita:

Gracias por su carta, y gracias también por la postal que nos envió desde México, y que nos hizo envidiarla a usted.

No le mandé el original del cuento, porque estaba seguro de que no se iba a animar a publicarlo en una revista como Asomante. Supongo yo que no saldrá a la luz hasta que entre con otros a componer un libro. En cambio, le remito el adjunto trabajo, que es por el estilo de los que componen mi libro Experiencia e invención, del cual acabo de recibir un ejemplar por correo aereo, y del que le enviaré a usted el que me pide, y el que sin ello también le hubiera dedicado, tan pronto como disponga de una pequeña remesa que he ordenado. En cuanto al artículo, sí le agradeceré mucho que me envie las pruebas, pues aquí carezco de toda ayuda clerical que no sea la de mis pecadoras manos, y el original va hecho un desastre. Poco trabajo cuesta que yo corrija pruebas, y evitaremos en lo posible las erratas.

Algo he sabido últimamente de las cosas de Puerto Rico por el matrimonio Schajowicz, que estuvieron aquí unos dias, y nos contaron. Por lo menos, se saca uno las ganas de decir lo que le parece justo. Yo ahora estoy por salir con unas cuantas puntualizaciones, que quizas levanten ampollas, a propósito del suplemento del Altlantic Monthly (enero) sobre España. ¿Lo ha visto? Véalo, si no. Estoy muy tentado de echar un cuarto a espadas.

No me diga que la Iglesia ha quedado tachada de tramposa. No sabe el dolor que eso me produce, y como hiere las más profundas fibras de mi corazón católico romano. Todos ustedes van a ir al infierno, ya lo verá. Mientras tanto, el obispo de Ponce y yo nos reiremos desde el Paraiso, muy cristianamente.

Saludos muy afectuosos de Nina y un abrazo de

Francisco Ayala.-


FECHA
03/02/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Eduardo Mallea
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] RUTGERS · THE STATE UNIVERSITY / COLLEGE OF ARTS AND SCIENCES / NEW BRUNSWICK, NEW JERSEY

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Archivo Eduardo Mallea

Carta de Francisco Ayala a Eduardo Mallea (03/02/1961)

3 de febrero de 1961

Mi querido Eduardo:

Esta vez me toca a mí sentirme culpable y pedirte disculpas por no haberte escrito en tan largo tiempo. Es lo cierto que, últimamente, llovieron sobre mí cosas tan diversas, y tan apremiantes algunas de ellas –lo que en modo alguno significa importantes; muchas veces, todo lo contrario– que me han robado la calma indispensable para ponerme a escribir una carta que no sea de las exigidas por requerimientos prácticos inmediatos.

Y al decir esto, me doy cuenta de que la presente, en cierto modo, responde a un motivo de ese tipo, ya que te he hecho enviar directamente desde España un ejemplar de mi nuevo libro de ensayos (en gran parte, publicados en La Nación a lo largo de años), editado por Taurus bajo el título de Experiencia e invención, y como lo recibirás sin dedicatoria, esta carta quiere suplirte las palabras afectuosas que hubiera deseado escribir sobre la ahora impoluta portadilla.

He sabido que salió La vida blanca, así como una edición de La razón humana. He encargado a la biblioteca universitaria que adquiera ambos libros, pero todavía no han llegado; creo que muy pronto me daré el gusto de verlos.

Durante el verano pasado estuvimos en Europa, como creo que sabrás (me parece, aunque no estoy seguro de mi memoria, que les escribimos a ustedes una postal desde París; pero bien pudiera ser que todo quedara en la intención, y esas intenciones perduran más en el ánimo que el propósito cumplido.) Fuimos a España, cuyo estado presente me interesaba comprobar de visu, aparte de confrontaciones con el mundo de mi infancia y juventud, que he cumplido con la intensidad premeditada. Acerca de las impresiones recibidas habría materia para hablar interminablemente, y como una carta no puede serlo, más valdrá no entrar siquiera en el tema. En fin, gasté tiempo y el poco dinero disponible, y aunque no hice nada que se traduzca o pueda traducir en letra impresa, no lo doy por perdido. Entre otras cosas, dejé que se retrasara una nueva novelita que tenía entre manos, continuación en cierto modo, y en cierto modo, no, de Muertes de perro, y ahora, después de salir de otros apremios relacionados con la cuestion de panem lucrando, por fin la he terminado. Lleva el horrible título de La gran vidorra, que corresponde al tipo de horror que me propongo expresar en ella. A la política y miseria de la anterior ha sucedido, dentro del mismo ambiente, la prosperidad y el progreso. El resultado es La gran vidorra. Ya está en poder de López LLausás, y si como deseo la publica pronto, me darás tu opinión, que tanto estimo.

Aparte de eso, he escrito varios cuentos, varios de ellos impublicables, por lo menos en revistas de buena reputación y costumbres honestas. (Y de las otras, me parece que ya no queda ninguna). En fin, con esto te doy cuenta de mis actividades plumísticas, que son las únicas, casi, a que me dedico, aparte del aburrido oficio de enseñar al que continuará no sabiendo; y si quieres saber ahora acerca de los planes para el futuro inmediato, se reducen a seguir enseñando, como lo haré el próximo verano en Columbia University, y quizás dar una escapada a Puerto Rico, o a Méjico, para cambiar de paisaje y de aires. Poca cosa, según puedes comprobar.

Siempre tenemos en la mente la posibilidad de que, algún dia, se animen a darse una vuelta por acá. Nos gustaría tanto su visita…Y creo que es sólo cuestión de decidirse, que me parece, para tí y en tu caso, la más difícil de las cuestiones. Si Elenita tuviera entusiasmo, a lo mejor se animaban.

Nina me encarga de transmitir sus cariñosos saludos. Y yo les envio un gran abrazo, esperando que no tarden demasiado en venir sus noticias. (Desde luego, haz caso omiso del membrete: la dirección personal es 54 W., 16th St., New York 11, N.Y.)

Cordialmente, tu viejo amigo

Francisco Ayala.-


FECHA
11/02/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Damián Bayón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada. Las dos últimas líneas y firma autógrafas]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Instituto de América de Santa Fe. Legado Damián Bayón. Archivo (Santa Fe, Granada)

Carta de Francisco Ayala a Damián Bayón (11/02/1961)

11 de febrero de 1961

Querido Damián:

Contesto a su carta y, ante todo, lo [sic] agradezco el ofrecimiento de enviarme un resúmen de las clases de Bataillon que, desde luego, me interesan muchísimo, como todo lo que él escribe. Si puede hacerlo con comodidad y no excesivo sacrificio, mándemelo; en otro caso, absténgase, pues por ahora he dejado el tema de la novela picaresca, y él siempre publicará lo que está haciendo. Mis trabajos están en el libro Experiencia e invención, ya publicado por Taurus, y del que he visto un ejemplar que me remitieron, prometiendo otros nueve para completar la espléndida suma de 10 que dan al autor. De ellos le reservo a usted uno; pero ya veremos cuando llegan, porque a éstos, para decirlo finamente, se les pasea el alma por el cuerpo. Creo que el libro queda bien, con gran unidad interna.

Me pregunta por La gran vidorra. Pues ya se concluyó, y la he enviado a López Llausàs. Estoy, pues, en la fase en la que uno se resiste a hablar del libro. Ya hablará él, por sí mismo, si quiere, y no tardando mucho (espero). Sigo haciendo algunas cosillas, cortas de extensión, si no de intención, y en eso me entretengo. Lo malo es que algunas resultan decididamente impublicables; digo, no sé si eso será lo malo, o lo bueno.

La novela de Cortázar aun no la conozco. Mandé que la compraran en Bryn Mawr, pero aun no ha llegado. Por lo tanto, mal puedo darle una opinión. Me temo, sin embargo, a juzgar en parte por las impresiones que ya usted me dió, y en parte porque se trata de algo que esta sucediendo mucho hoy en dia, que el defecto de no calcular adecuadamente el tamaño de la pieza perjudica demasiado a muchas obras de arte (literaria). Hay cosas -estilos, concepciones, incluso temas- que podrían ser sumamente agradables si no se presentaran en forma desmesurada, pero que pierden la gracia e incluso invitan al bostezo cuando se nos ofrecen en un desarrollo canceroso. Inclusive para dar literariamente la impresión del tedio, es necesario no aburrir, del mismo modo que para dar la impresión del lenguaje hablado, vivo, es necesario huir de la reproducción gramafónica de lo que la gente efectivamente dice. De no ser así, el mejor novelista del mundo sería un tape-recorder, o un Sánchez Ferlosio.

Aqui se publicó un número dedicado a España del Atlantic Monthly, que no está mal, pero tiene sus bemoles. Si usted tiene oportunidad de echarle una mirada ahí en cualquier Linconl Library u otro sitio, no deje de hacerlo. A mí se me ha ocurrido escribir unas cuantas puntualizaciones de poca consecuencia, pero que en cierto modo son resultado de mi ida a España en el verano pasado. Ya lo verá usted en su momento.

No sé si le dije que Enjuto publicó por fin en Asomante su artículo sobre Muertes de perro, que queda muy bien. He sabido de ellos por breves y eufóricas lineas en una carta que me escribió Gullón desde su compañía. Tengo ganas de darme una vuelta por Puerto Rico, y quizás lo haga en el verano, antes o después del curso de idem, que voy a dar este año en Columbia University, para reponerme de gastos excesivos en el año anterior: de modo que mis vacaciones, si tal puede llamárseles, se reducirán a 15 o 20 dias de trópico amable.

Recibí de Carpio una carta larga, pero malhumorada; y por otros conductos he sabido también de su estado de animo escasamente jovial.

[Escrito a mano:]

Lo lamento por ambos conyuges.

Y nada más por hoy, sino un abrazo de

Ayala.-


FECHA
11/02/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Nilita Vientós Gastón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] BRYN MAWR COLLEGE / BRYN MAWR, PENNSYLVANIA / DEPARTMENT OF SPANISH

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fundación Nilita Vientós Gastón. Puerto Rico

Carta de Francisco Ayala a Nilita Vientós Gastón (11/02/1961)

11 de febrero de 1961

Estimada Nilita:

Su carta segunda, fecha 1º de febrero, debió de llegar aquí a casa no antes del lunes 6, en cuya mañana nosotros habíamos salido para Bryn Mawr. La encontré aquí anoche a nuestro regreso de weekend, y esta mañana he tratado de conseguirle el Atlantic Monthly, aunque en vano, porque ya lo han retirado de la circulación, y no se encuentra en ningún puesto. Tampoco tengo mi ejemplar aquí, se quedó en Bryn Mawr. Puedo, si usted quiere, prestárselo, a condición de que me lo devuelva, pues como he escrito un artículo comentando y, en parte, rebatiendo algunas de las afirmaciones que contiene, deseo conservarlo. Dígame si se lo envio, y lo haré enseguida. Creo que ahi, quizás en la sala de revistas de la UPR, puede encontrarse; pero si no, le remito el mio.

Veo su comentario al libro de Weinstein: voy a pedir enseguida ese libro.

Me dicen de Taurus que ya le han expedido a usted un ejemplar de mi Experiencia e invención, como les encargaba. Lo recibirá sin dedicatoria. Póngale mentalmente la más afectuosa, admirativa y cordial, que se quedará corta siempre.

Saludos de Nina, y un abrazo de

Ayala.-


FECHA
16/02/1966
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] NEW YORK UNIVERSITY / GRADUATE SCHOOL OF ARTS AND SCIENCE / WASHINGTON SQUARE, NEW YORK, N.Y. 10003

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (16/02/1966)

16 de febrero de 1966

Querido Ricardo:

Durante el tiempo que estaba yo en Madrid llegó aquí una carta de Javier que tengo por contestar; pero como deseo también darte noticias de mi viaje a España, y el contenido de lo que tendría que contarle a Javier es el mismo, te ruego que se lo comuniques de mi parte, y que se dé por contestado de este modo.

Bueno, regresé el dia 25, y el 27 caí con una gripe y calenturón de órdago, que me ha tenido en cama por más de dos semanas, y ahora, acostumbrado a la dulce holganza, no termino de entrar en vereda. La perspectiva de ser sexagenario muy pronto (y para colmo, abuelo), aunque de esto último tú ya eres veterano, bien que ‘joven abuelo’, no deja quizás de echarme atrás.

Los dias que pasé en Madrid fueron, en cuanto al tiempo, lluviosos, templados, y agradables en cuanto los amigos, y en primer lugar el matrimonio Enjuto, derramaron sobre mí el bálsamo de su cordialidad. Por supuesto, que con todos ellos el nombre de Ricardo Gullón era de recurrencia infalible en todas las conversaciones. Desde el punto de vista práctico, creo que todo lo que me proponía con el viaje quedó logrado, pues Aguilar (es decir, Tirso Echeandía) está dispuesto y bien dispuesto a publicar mis obras más o menos completas, al parecer en tres volúmenes, y además de eso conseguí que Taurus me pagara unas pesetejas que me debía, y que declarara en efecto agotado el volúmen de Experiencia e invención, que, refaccionado, publicará ahora Gredos; corregí un tomito con cuatro noveletas mias que aparecerá en las Ediciones Anaya y que, como ves, está en pruebas ya; la Revista de Occidente va a publicar alguna de mis novelas, quizás La cabeza del cordero, en una serie de paperback que prepara, y Alfaguara hará una edición más decente de El rapto. Puedes ver que no he perdido el tiempo, aunque no bien desaparece uno de allí todo cae en el consabido marasmo.

Políticamente encontré la atmósfera bastante cargada. Todo el mundo tiene la sensación de una inminencia, y nadie sabe a punto fijo cómo van a evolucionar las cosas, pero la expectativa es general, y un tanto angustiosa. Veremos, dijo el ciego.

En Madrid estuve con Aranguren antes de su salida hacia Puerto Rico. Luego nos encontramos aquí, y él tuvo que hacerme visitas de enfermo (el enfermo, claro está, yo), sin que me fuera posible asistir a las conferencias que le había organizado. Ya ha seguido su viaje, y envidio el tiempo que pasareis ahí juntos, pues con tanto ilustre visitante y permanente ese Austin va a parecer una sucursal de Atenas. Ojalá pudiera yo también asomarme por ahí.

Ya habrás visto cómo van las cosas de la UPR. iEs fantástico todo!

Nada más por hoy. Sírva esta carta de estímulo para que me escribais vosotros, y contestaré, ¡vive Dios!, contestaré larga y puntualmente.

Saludos y un gran abrazo de

Ayala.-