Las cartas de Francisco Ayala sobre

Nina Silva

Etelvina Silva Vargas. Puerto Montt, Chile, 1908-Madrid, 1990.

En Berlín, donde vivía con su hermana Lucinda, ambas con una beca Humboldt, conoció a Francisco Ayala. Allí contrajeron matrimonio el 20 de enero de 1931. Sus conocimientos de alemán le permitieron ayudar a su marido en las traducciones de obras académicas y literarias. En 1934 nació en Madrid la única hija del matrimonio, Nina Ayala.

cartas 31 al 35 de 102
FECHA
07/07/1961
REMITENTE
Jorge Enjuto
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo Jaime Benítez. Universidad de Puerto Rico

Carta de Jorge Enjuto a Francisco Ayala (07/07/1961)

7 de julio de 1961

Sr. Francisco Ayala

54 W 16 Street

Apt. 4-F

New York City 11, N.Y.

Apreciado don Paco y Ninas:

La suerte, que dicen ser veleidosa, no nos regaló esta vez con el ansiado premio gordo. Como de costumbre se lo llevó un gordo rico y nosotros, que nos conservamos más o menos en línea, en algunos casos por mor del “metrecal”, nos quedamos con un palmo de narices. No nos sacamos ni siquiera el reintegro y tanto en su número como en el mío dejamos de ganar lo que nos correspondería de un premio de $300 por un solo e indecente numerito. El disgusto ha sido de tal naturaleza que he tardado todos estos días en poderles escribir. Naturalmente, algo ha tenido que ver en este retraso el esperar para mandarles al menos uno de los cheques que esta Universidad le adeuda y endulzar en esta forma la amargura de la derrota.

No tendré que decirles que nos quedamos desconsolados con su marcha y que más de una vez hemos recordado con singular añoranza los amables ratos de charla y los no menos amables platos de callos salidos de las geniales manos de Nina grande.

Don Sebastián salió el lunes pasado hacia Galicia buscando merecido descanso. Fuimos un grupo a despedirlo al barco y allí, en una mesa del bar francés, nos reunimos a beber champagne los Schajowicz’s, dos curas y este servidor. Uno de ellos, de los curas, digo, era naturalmente el Padre Rodríguez quien hizo gala, quizás acuciado por deliciosas copas del burbujeante líquido, de ideas y actitudes que hubieran hecho palidecer de envidia al mismo Pan. Nuestro amigo Schajowicz estaba encantado de la vida y pensaba invitarlo a comer y todo. Yo, que sé como se las gastan los presbíteros de la península, en una parte [sic] le hice saber que todo aquello no pasaba de ser una bien urdida trama para echarse al coleto la conversión de un pagano de tan reconocidos méritos, cosa muy codiciada por gentes de sotana. Por suerte reaccionó favorablemente y asumió una actitud más reservada logrando con ello salvarse de graves peligros.

Por lo demás las cosas siguen más o menos igual, el pobre Franco va pasando, pero no tengo muchas esperanzas de que salga con vida de ésta. Hace dos días estuve a verlo y lo encontré hecho un cadáver.

Gullón trabaja mucho y no podemos verlo todo lo que quisiéramos. A última hora lo del viaje nuestro sigue indeciso. Ya veremos si lo podemos arreglar.

Reciban todos efusivos abrazos de este amigo que tanto les quiere,

Jorge

ltb

Anexo: Cheque Núm. 33860


FECHA
18/08/1961
REMITENTE
Jorge Enjuto
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo Jaime Benítez. Universidad de Puerto Rico

Carta de Jorge Enjuto a Francisco Ayala (18/08/1961)

18 de agosto de 1961

Dr. Francisco Ayala

54 West 16th Street

Apt. 4 F

New York 11, New York

Apreciado don Paco:

Aquí le envío el cheque de $300 que le adeudábamos y perdona usted que hayamos tardado tanto en librarse [sic], pero ya sabe los muchos problemas que nos trae la burocracia.

No sabemos de ustedes hace tiempo aunque tengo idea de que fui yo quien le escribí la última carta. Esperamos que todos estén bien. Ricardo se fué hace unos días a Madrid para tramitar la compra de parte de la Colección Guerrero para la Sala Zenobia-Juan Ramón Jiménez. De allí a Méjico para asistir a un congreso, antes de regresar a la Universidad de Tejas.

Julito, el tragaldabas, vendrá a fines de mes a Puerto Rico para pasarse una semana antes de regresar a Princeton a continuar estudios. Creo que en camino se quedará en Nueva York unos días y posiblemente haya de visitarlos, en espera de una invitación a comer los ya merecidamente famosos “callos de Nina”.

Nina chica debe haber terminado ya el ensayo que estaba haciendo entre sol y música y sería bueno que si es así, nos lo mandara para publicarlo en La Torre.

Les escribiré pronto con detalles más sustanciosos sobre los acontecimientos isleños. Hasta entonces, un abrazo muy fuerte para los tres de este su amigo que tanto los aprecia.

Jorge

ltb

Anexo: Cheque Núm. 2991


FECHA
21/09/1961
REMITENTE
Jorge Enjuto
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo Jaime Benítez. Universidad de Puerto Rico

Carta de Jorge Enjuto a Francisco Ayala (21/09/1961)

21 de septiembre de 1961

Querido don Paco:

Acabo de encontrar en uno de los bolsillos de mi chaqueta, el que siempre llevo lleno de cartas sin contestar, la suya del 5 de septiembre que aparentemente quedó olvidada hasta este momento.

Estoy tratando de conseguir ahora mismo a Brunhilda para preguntarle lo del trabajo de Nina. No está, pero han quedado en la oficina de darle el mensaje para que me llame. A ver si recibo la llamada antes de terminar la carta, pero si no, le pondré una post data contestando la información que me pide.

Carpio está de nuevo con nosotros contento y con toda la familia. Me parece más maduro que la última vez que le ví, y en su caso por ello quiero decir más joven y natural que lo que antes era. Su estancia en Alemania debió hacerle mucho bien. Está de nuevo trabajando en la Editorial, no solamente porque ello supone una buena ayuda para él, sino porque además buena falta hace por allá, sobre todo para poner un poco en buen camino a nuestra querida Torre.

Huéscar también regresó y está asimismo trabajando en el mismo sitio. Carpio no más llegar se compró un flamante Volkswagen que le chocaron, como era de esperarse, a los dos días de tenerlo. No pasó de ser un rasguño, pero el hombre se llevó el disgusto de órdago. Supongo que tenga noticias directas suyas para este viaje.

Marías nos ha sorprendido nuevamente con su grata visita y está ofreciendo una serie de conferencias en la Facultad de Humanidades sobre don Miguel de Unamuno.

De Ricardo acabó de recibir carta desde Texas en donde espero que el huracán que allí pasó no le haya dejado en la calle. Me dice que lo pasó muy bien en México y que piensa volver allí a la primera oportunidad.

Aurorita desde que la nombraron Presidenta de la Sección de Literatura del Ateneo está que no hay quien la aguante. Sale todos los días en los periódicos y por si no fuera poco aparecerán en las próximas semanas al menos tres libros de ella –dos sobre Machado y uno de cosecha propia– que la colocarán en las filas de los profesionales de la pluma. Todo esto le ha dado un cierto aire de suficiencia que no le sienta nada mal.

Julito se pasó quince días con nosotros, y como es natural, después de alimentarlo por ese tiempo la economía familiar ha quedado en precaria situación. A su regreso a Princeton pensaba visitarlos a ustedes y sin la menor vergüenza pedirle a Nina una “callada” de esos que de vez en cuando hacen las delicias del grupo más selecto de sus amistades.

Espero que usted esté preparándose ya para su próxima visita a Europa y que a su paso por Alemania se quede en París unos días. Si es así, acuérdese de nosotros cuando allí se encuentre.

Con recuerdos y abrazos para todos de Aurora, que aunque no está aquí sé que había de hacerlo con sumo gusto, reciban por separado las dos Ninas y usted uno muy fuerte de este amigo que de veras lo quiere,

Jorge

Sr. Francisco Ayala

54 W., 16 St., Apt. 4 F

New York City


FECHA
25/10/1961
REMITENTE
Jorge Enjuto
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo Jaime Benítez. Universidad de Puerto Rico

Carta de Jorge Enjuto a Francisco Ayala (25/10/1961)

25 de octubre de 1961

Sr. Francisco Ayala

54 W., 16 Street

New York City, N.Y.

Querido don Paco:

Acabo de recibir esta mañana su carta del 22 de octubre y se me quita un peso de encima al ver que ha cuajado su viaje a Alemania. Digo esto porque hace pocos días recibimos un cablegrama de una compañía de aviación Alemana en Nueva York pidiendo informaramos si teníamos en nuestro poder su pasaje a Alemania. Con todo el dolor de mi corazón tuve que contestar en la negativa. Me sospecho que el pasaje aparecería en otro sitio. No deja de preocuparme, sin embargo, que caiga usted en este país en la actual situación política, pese a que un amigo nuestro de apellido Castilla se encuentra allí estudiando al parecer perfectamente tranquilo.

Tan pronto recibí su carta llamé a la joven y apuesta Brunhilda, quien me explicó que no había dejado ninguna copia del artículo de Nina en la Editorial debido a que el mismo estaba en inglés y que Nina le había dicho que le mandaría la traducción al español. Parece que Geño está de acuerdo en considerar el artículo para un próximo número. Sería bueno, sin embargo, que cuando estuviera completo me lo refiriera directamente a mí para a mí vez hacérselo llegar a Geño personalmente.

Veo que Julito los honró compartiendo el flamante automóvil de que son poseedores; pero no deja de sorprenderme que una vez iniciada la honesta costumbre del reparto, tan popular en nuestros días, no le sedujera compartir también una de las suculentas comidas por las que Nina Grande ha logrado tan difundida y merecida fama.

Lo de Bergamín no nos extraña y estamos seguros de que se las arregló para que las cosas ocurrieran así con el fin de aumentar su creciente fama de conspirador, feo, católico y sentimental. Después de sus gloriosas y accidentadas hazañas en la península podrá retirarse a París para vivir de sus laureles por una buena temporada. La policía española con la natural falta de comprensión adscrita a estas beneméritas instituciones no entiende que el pobre Bergamín se gana la vida con los artículos que publica en El Nacional de Caracas y que todos estos juegos de lanzar el artículo y tomar las de “Villadiego” son parte sustancial del honesto oficio de escritor.

Carpio está bien, pero hacer varios días que no lo veo, tan pronto le eche la vista encima le daré su mensaje.

Aurora ha lanzado gratuitamente sobre su cabeza la semana pasada una sarta de cariñosos improperios. Siguiendo, según afirma, su consejo envió un artículo de Machado a Cuadernos Americanos y por si los dípteros, mandó copia del mismo a Sur por si colaba. Desgraciadamente fue aceptado en ambas redacciones y acaba de aparecer en las dos revistas, que por mala sombra salen al mismo tiempo. Huelga decir que ha escrito largos documentos explicatorios y si no lo culpó a usted directamente ante las respectivas direcciones por sus maquiavélicos consejos, fué porque se lo prohibí terminantemente, dada mi “autoridad” como marido. La verdad es que si hubiera dejado las cosas en paz nadie se hubiera enterado del camelo.

Recuerdos cariñosos a las dos Ninas y para usted un abrazo muy fuerte de este su amigo,

Jorge

ltb


FECHA
13/12/1961
REMITENTE
Ricardo Gullón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Ricardo Gullón a Francisco Ayala (13/12/1961)

13 de diciembre de 1961

Sr. D. Francisco Ayala

54 West Sixteenth Street

New York, N. Y.

Querido Paco:

Como ves no tardo en contestar tu carta última y empiezo felicitándote por partida doble. En primer término para desearte unas pascuas muy plácidas y productivas, en todos los aspectos. En segundo término por tu paso a New York University, del que me enteré ayer por carta de Rodrigo Molina. Puedo asegurarte que me alegro como si de cosa propia se tratara, pues sé que tu deseo era instalarte definitivamente en Nueva York, donde estoy seguro que te ha llevado el reconocimiento general de tus méritos y talentos, etc., etc. Tendrás así más tiempo para trabajar, y por esto no te felicito a ti, sino que me felicito, pues los partos de tu ingenio se multiplicarán y disfrutaré leyendo cuanto vaya saliendo de tu pluma.

No puedo comprender que pudieras pasar un mes en Alemania y París, regodeándote a tus anchas, siendo así que había faltado en el Congreso el aventajado ex­-filósofo don Julián Marías. Quizá no le han invitado, o no ha podido asistir, por la multitud de tareas, unas propias de su sexo y otras impropias, que le esperan en este continente. Espero que durante las navidades le agasajes y mimes para que te de buena nota cuando redacte tus informes de fin de curso.

Espero con impaciencia esa separata de tu cuento en los Papeles. Me interesa sobre todo comparar la versión completa con la publicada en la revista, pues quiero ver si consigo calar un poco en la cretinizante Censura española. Nunca se puede saber lo que van a tachar y lo que no, y tu cuento, aun mutilado, tiene gracia y está preciosamente escrito. Lo que me jeringa contigo es que, sin querer, comparo tu facilidad y tu gracia de pluma con el trabajo que me cuesta sacar adelante esos ensayos y articulejos que por ahí pululan. No sé cómo moños te arreglas para escribir como quien se bebe un vaso de buen vino.

Estoy sudando para poner en pie los capítulos de Unamuno dedicados a El otro y Teresa. No te chotees, pero lo que tu dictarías a Brunhilda, tu secretaria igualmente avispada, entre taza y taza de café, me lleva semanas de sudores, malos humores, dolores de cabeza y de otras partes, y por cierto, que, escribiendo de Unamuno, no me entendiste bien lo que te dije respecto a las pruebas de La Torre. Van a mandarme las mías y las del artículo que traduje, pero de tu joya privada nada se ha dicho. Creo prudente que le pongas unas líneas a la hermosa señora Molinary, para que te lo manden y puedas darle tú mismo un vistazo. Ya sabes cómo se la gasta por los pagos boriquas.

Dícenme que doña Fela quiere organizar una corrida de toros, e inmediatamente se me ha venido a las mientes la dificultad que tendrá para seleccionar el ganado, con tanta abundancia y competencia. Ignoro quienes serán los diestros encargados de trastear a los elegidos.

Dame las noticias que tengas sobre este acontecimiento sensacional.

Tampoco yo he recibido el último número de La Torre. No me extraña. Escribí el prologo para modernismo. Ordené todo el libro. Puse la firma de Eugenio junto a la mía, mandé el original a la imprenta y Aguilar, editor honrado, me pagó la mitad del anticipo y, según mis instrucciones, puso a disposición de nuestro amigo el resto del dinero. Pues bien: ni una palabra a mí, ni una palabra a Aguilar. ¿Puedes entender esto?

Recuerdos a Nina y para ti un fuerte abrazo de