Las cartas de Francisco Ayala sobre

Nina Ayala

Nina Ayala Silva. Madrid, 1934.

Hija de Francisco Ayala y Etelvina Silva Vargas, historiadora del arte y profesora de universidad, se licenció en Arquitectura y obtuvo el máster y el doctorado en Historia del Arte en Columbia University.


Destacan en su obra los estudios sobre arte español de los siglos XVI al XVIII. Es madre de Juliet Mallory y abuela de sus tres hijas, las descendientes de Francisco Ayala.

cartas 31 al 35 de 90
FECHA
27/09/1957
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Vicente Llorens
DESTINO
S.l.
ORIGEN
64 College Road, Princeton, New Jersey
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu. Archivo Vicente Llorens

Carta de Francisco Ayala a Vicente Llorens (27/09/1957)

Princeton, 27 de septiembre 1957.

Querido Vicente: Esperé a escribirte esta carta aguardando noticias tuyas, pero como tardan, mientras llegan o no, la empiezo, y saldrá cuando tenga unas señas más o menos seguras a donde remitírtela. Pete me dijo que había recibido unas lineas tuyas, y don Américo, recién llegado, que había estado contigo en España; pero ninguno me da una dirección concreta.

Bueno, aquí todo está perfectamente. Nosotros llegamos a “ésta tu casa” el dia previsto, es decir, el lunes 16, y encontramos todo en orden. A la mañana siguiente se presentó Mrs. Dorman, y desde entonces ha seguido viniendo con regularidad, para alivio de Nina, que encuentra en ella una importante ayuda. El resto de las cosas se ha desenvuelto con la prevista normalidad. Los vecinos Alexander son de lo más cordiales; echamos nuestras parrafadas, y la señora le ha ayudado a Nina, entre otras cosas, a conseguir un hombre que arregle la TV, que es para ella un entretenimiento insustituible. Toda la cuestión de proveedores y otras minucias domésticas se ha desenvuelto sin inconveniente, y ahora a final de mes te haré el ingreso del alquiler, pagueré [sic] el teléfono, electricidad, etc.

En cuanto a lo académico, también estoy satisfecho de cómo se presenta el curso. En el 301 había 6 inscritos, se dió de baja 1; hemos empezado con Larra, seguirá Sarmiento, y todo irá bien, pues los muchachos parecen agradables. El curso para graduados, que es, como recordarás, sobre Quevedo, será más trabajoso, ya que los estudiantes, cuatro, dan la impresión de ser demasiado desiguales. Veremos como se puede arar con bueyes tan disparejos.

La gente de la facultad, como siempre, estupenda. Todo son amabilidades por parte de Pete, de King, de los demás amigos. Te diré que se te añora, aunque tan poco tiempo hace que faltas.

Como puedes ver, la temporada se presenta agradable para nosotros, tanto más, estando tan cerca de nuestra hija, que ya el domingo vino a pasarlo con nosotros; y este fin de semana le devolveremos la visita en Nueva York.

Pero hablemos de tí. No te olvides que prometiste escribirme, para que nos mantengamos en contacto. Te imaginarás cuánto deseo que este viaje te resulte fecundo en el trabajo inmediato, y estimulante en relación con el otro que, a plazo un poco más largo, tienes que darnos sobre la presente emigración. Pero además de trabajar, debes procurar distraerte un poco, que buena falta te hace después de los sufrimientos por que has pasado. Cuéntanos que has hecho hasta ahora, y qué te propones hacer, que te prometo respuesta rápida y puntual.

Al regreso de N.York encuentro tu carta; y así, termino ésta para echárla al correo. Veo, por lo que me cuentas, que la España de Larra sigue impertérrita. Podría publicarse La diligencia con leves retoques, y sería de actualidad, salvo en lo bien escrito.

Esa fotografía me la ha dado para que te la envie la Sra. Alexander: ella está muy orgullosa de su obra. Yo me reservo mi juicio crítico.

Bueno, recibe nuestros cariñosos saludos, y un abrazo de tu amigo

Ayala.-


FECHA
27/12/1957
REMITENTE
Jaime Benítez
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
420 E. 64th Street
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo Jaime Benítez. Universidad de Puerto Rico

Carta de Jaime Benítez a Francisco Ayala (27/12/1957)

27 de diciembre de 1957

Sr. Francisco Ayala

420 East 64th Street

Apt. E-3J

New York City, N.Y.

Mi querido amigo:

Mis felicitaciones más efusivas y cordiales por el gran suceso que nos anuncia.

Aunque ni Cloti ni Margarita están todavía en situación alguna que permita experiencia directa sobre zozobras paternas, tiene uno ya suficiente vecindad con ellas como para apreciar lo que significa para usted y para Nina el que su hija haya tenido la suerte –usted y yo sabemos que en estos azares la inteligencia, la virtud y la educación ayudan pero no garantizan– de atinar en la gran pasión.

Por nuestra parte haremos los arreglos necesarios en el renglón de las licencias a que usted alude para que pueda usted atender todo lo que sea menester en estos momentos.

En lo que concierne a la situación local, tengo la esperanza de que pasados los encaramientos próximos, la cuestión universitaria habrá de normalizarse dentro de fórmulas mucho más satisfactorias y racionales. En estos momentos estoy trabajando a marcha forzada para prepararme para la próxima reunión del Consejo, que anticipo habrá de ser a fines de enero. En ella surgirán varios asuntos desagradables que confío tengan agradable solución.

Mientras tanto reciba un abrazo de,

Jaime Benítez

Rector

P.D.

Le envío separadamente copia del Informe de los 42. Todavía no he redactado mi contestación definitiva a este asunto por lo engorroso que me resulta tratarlo. Si logro hacerlo con tiempo, le enviaré copia por aéreo a fin de que me de sus recomendaciones y sugerencias.


FECHA
03/01/1958
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Jaime Benítez
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] PRINCETON UNIVERSITY / PRINCETON, NEW JERSEY / Department of Modern Languages and Literatures

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo Jaime Benítez. Universidad de Puerto Rico

Carta de Francisco Ayala a Jaime Benítez (03/01/1958)

Querido Jaime:

Leo su carta –que le agradezco mucho–, leo el mamotreto de los 42 (cuarenta y dos qué?); y en seguida, como quien habla en voz alta, sólo que escribiendo en lugar de hablar, voy a ver si ordeno en esta carta algo de las cosas que se me ocurren a propósito. Yo creo que en la contestación de usted, que debiera ser más bien corta y sinóptica, tiene que desenmascararse la intención hostil y personal a que responde el escrito, a pesar de que hábilmente quiere disimularla con un tono de falsa objetividad, cuyo efecto es dar al lector desprevenido la impresión de sólo [sic] se dice lo importante. La verdad es la contraria: se trata de una requisitoria implacable, en la que se han buscado con lupa a lo largo de tan larga incumbencia, todas las cosas que de alguna manera puedan aducirse en demérito de su gestión. No se ha ahorrado ni siquiera la baja insidia relativa la propiedad supuestamente perdida de la Escuela de Medicina Tropical. Tampoco han omitido los autores del escrito el detalle de mal gusto de impugnar la matrícula de la niña Clotilde Benítez, calculando sin duda que usted, como padre, no estará en condiciones cómodas para poner de relieve los méritos de su propia hija y demás circunstancias del caso. Por eso –diría yo– va a pasarlo por alto, absteniendose de contestar a ese cargo de tan ridículo favoritismo (permitir los estudios de una alumna que perdería su tiempo permaneciendo en grados inferiores a sus conocimientos actuales), y puntualizando en cambio, tan sólo, que en caso de la alumna Nina Ayala no concurrían tan sólo los méritos intelectuales excepcionales que reconocen ellos, sino, precisamente preparación adecuada, como lo demuestra el hecho de que, después de haber ingresado en la universidad, fué eximida de varias materias obligatorias. A eso le llaman ellos preparación de décimo grado, sin contar con que los grados en los colegios de Argentina, de donde procedía, no significan lo mismo que en Puerto Rico. De todas maneras, si después de rebañar afanosamente, son esas las injusticias imputables a su administración, puede sentirse satisfecho.

En el escrito de acusación pueden discernirse los siguientes elementos: a) Críticas contra el sistema legal por que se rija la universidad; b) críticas sobre la gestión de usted en lo que se refiere a interpretación de la ley. Da la casualidad de que, por virtud de ella, es usted, y no sus adversarios, el encargado de aplicarla, siendo responsable ante los tribunales, ante el Consejo y, vagamente, también ante la opinión pública. Usted admite sin duda la posibilidad y la legitimidad de otros criterios; pero nadie puede pedirle, mientras sea rector, que aplique sino los propios; c) Críticas por deficiencias reales o supuestas de la institución. Seguramente algunas serán achacables a la cuota de error y falibilidad que a usted, como a todo ser humano, le corresponde; otras derivan, notoriamente, de las circunstancias. Es cierto, por ejemplo, que muchos de los profesores carecen de la preparación y grados académicos deseables; pero no sólo Puerto Rico, sino también Francia, y también Estados Unidos y Rusia encuentran dificultades para reclutar personal docente en ciertas ramas, aún pagándolo espléndidamente. Usted está seguro de que si sus críticos consiguieran de la Legislatura una dotación adecuada, mucho podría mejorarse esa situación; d) capítulo de agravios y resentimientos personales, cuyos casos concretos se han ventilado hasta la saciedad, ad nauseam, y sobre cuya razón o sinrazón no es caso de discernir ahora una vez más; y e) insidias diversas cuya única respuesta adecuada es el silencio o el desdén; o el corte demangas [sic].

En resumen, algo de lo contenido en ese escrito sería aprovechable, si no estuviera dictado por el resentimiento y la hostilidad. A usted le habrá ofrecido la ocasión de reflexionar acerca de los años a que su gestión se extiende, y viendo reunidas todas la objeciones, mayores y mínimas, que le formulan sus adversarios, habrá tranquilizado su ánimo, y hasta se habrá sorprendido de que, en institución del tal volumen, y en un periodo de tan rápido crecimiento, no hayan podido recolectar más cosas susceptibles de presentar esa gestión a una luz adversa. En cierto modo, y contra lo que se pretendía lograr, sus redactores han hecho el servicio de recortar el perfil negativo (descartadas sus más evidentes arbitrariedades y sofismas) de una administración cuyos logros pregona esa supuesta autopropaganda que ellos le atribuyen, y están recogidos en los numerosos informes presentados al consejo; pero, sobre todo, que hablan por sí mismos en los edificios de la universidad y en la obra de sus profesores y alumnos.

No deje, si puede, de darle a su informe algunos toques de humor; yo sólo podría dárselos de mal humor.

Leí el artículo de Julián Marías. Es noble y valioso; quizás no demasiado eficaz, por exceso de celo.

Nina, hija, estuvo más enferma de lo corriente con su infección a la garganta; pero ya está bien.

Abrazos

Ayala.-


FECHA
03/02/1958
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ángel del Río
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con anotaciones a mano y firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
The Hispanic Society of America

Carta de Francisco Ayala a Ángel del Río (03/02/1958)

Nueva York, 3 de febrero de 1958.

Querido Angel:

Vuelvo a escribirle, según me recomienda, para que reciba una oleada de aire fresco (y no está poco helado el que hoy tenemos), desde esta tierra que hoy respira, satisfecha de poseer su planetita artificial. Y lo primero, quiero darles a ustedes la noticia, que a lo mejor ya saben por Carmencita, de que nuestra hija ha resuelto seguir la misma senda, y va a casarse dentro de pocas semanas. Nosotros estamos muy contentos, no sólo por que ella lo está, sino también por las condiciones del muchacho, que nos parecen excelentes.

Por lo demás, esto ha venido a alterar nuestros planes inmediatos, que consistian en un viaje a Sudamérica. Hasta que sea la boda ya no hemos de movernos de aquí, como es natural; y después, no sé si quedará mucho tiempo para viajes, pues he aceptado ir a Middlebury, como supongo que usted ya sabe.

Por supuesto, ya se nos había ocurrido, en consulta con los amigos, que un buen puesto para mis propósitos sería Yale; y el mismo inconveniente, o circunstancia, que usted llama por su nombre, es lo que tapona ahí. Personlamente [sic], tengo buenas relaciones con él; pero según me dice Peyre, tanto Arrom como el chairman tienen cierto temor a la presencia de un bípedo en su ambiente. De cualquier modo, no está excluido. Pero he aquí que en Rutgers, cuyo emplazamiento geográfico es ideal para mí, no pudiendo ser Nueva York mismo, están interesados y parece que van a proponerme: sólo esperan la hora de aprobarse el presupuesto, pues han de crear la plaza de full professor que me ofrezcan; pero parece que las perspectivas son bastante firmes. El único que, según me dicen, sería algo “reluctante” es el viejo Charles Stevens. Si usted tiene relaciones con él, no estaría demás que le pusiera unas lineas diciéndole que sabe está en consideración la idea de incorporarme ahí, y lo que se le ocurra a usted en apoyo de la misma. En cuanto a Princeton, quisieran que me quedara; y si hubiera en el departamento alguien con iniciativa e imaginación, buscarían la manera; pues el problema es que son pocos los alumnos para tantos profesores. Pero de todas maneras, y a la expectativa de que las cosas se consoliden más tarde, me dicen que me invitarán para el año próximo, si estoy disponible: es decir, si no he hecho un arreglo permanente en otro sitio. De modo que sabe como están las cosas, en lo que a eso se refiere.

En Puerto Rico, la posición de Benítez parece definitivamente consolidada; pero la verdad es que sólo me escribe para pedirme algún favor u opinión; nadie se molesta en enviarme las cosas, ni siquiera las publicaciones de mi oficina; así es que sé –por un anuncio del N.Y. Times– que salió el número de La Torre dedicado a J.R.J.; pero no me ha llegado todavía; y la palabra “todavía” le indicará a usted que no dejo de ser un optimista. Allí nadie escribe, sino versos; toda la actividad se escapa por la boca, por la pluma o por la bragueta; y eso, cuando hay alguna actividad. Lo cual, lo dicho sea entre paréntesis, no está nada mal, hay que reconocerlo.

Yo también creo que el Premio Nobel puede muy bien darnos un día la news de segundas nupcias, envidioso del prestigio ganado por la otra gloria nacional. Después de todo, para lo que le cuesta, ¿por qué no? Él ni siquiera toca el violoncelo, de modo que para largar al aire místicos suspirillos de monja y tener quien le zurza los calcetines y le prepare las ingentes moles de comida que líricamente consume, bien puede considerar que París bien vale un sacramento del santo matrimonio. No en vano la palabra mejicana chingar, como el correspondiente verbo español castizo, poseen dos acepciones, de las cuales la directa compite desventajosamente con la figurada; y a ésta se atiene con encarnizamiento nuestro delicado vate de Moguer (sin Palos).

A propósito del sentido figurado de ese verbo: don Américo partió, breves días ha, cargado de fichas y libros, hacia Houston. A causa de tan erudita carga, hizo el viaje en tren; y como el tren que le convenía no tenía parada en Princeton obligó a un joven profesor y antiguo discípulo suyo a realizar gestiones para obtener de la compañía que se detuviera el convoy. Gestiones, por lo demás, infructuosas, pues la vividura norteamericana impide comprender a los encargados del servicio cuan señalado honor sería para la empresa rendirle tal acatamiento. Total, tracatá, a tomar el tren a Trenton...

Lloréns llegó, tan animado, después de su viaje: he pasado con él cinco dias, y ha sido un gusto recoger así, despacio, las impresiones y opiniones recibidas durante esa experiencia, tanto más viva por haberse cumplido tras los años de casi esclavitud en que su bondad lo tuvo. Las impresiones que usted me da sucintamente acerca de España, él las ha confirmado y extendido, explayándose debidamente.

Bueno, termino. Déle a Amelia nuestros cariñosos saludos, y reciba un abrazo muy cordial de

Francisco Ayala.-

420 E. 64th Street (Apt. E. 3j)

NEW YORK, 21, N.Y.

[Escrito a mano:] Perdone una carta tan mal escrita, y rómpala enseguida.


FECHA
31/03/1958
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
José M.ª Ferrater Mora
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta manuscrita]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo “Epistolario del Legado Ferrater Mora”. Universitat de Girona. Cátedra Ferrater Mora de Pensamiento Contemporáneo

Carta de Francisco Ayala a José M.ª Ferrater Mora (31/03/1958)

31 marzo 1958.

Querido Ferrater:

Antes de tomar el avión, y por si más tarde –como prevés– no encuentro ocasión de escribir, quiero enviarte estas líneas agradeciendoos mucho la atención que habeis tenido para nuestra hija, y rogándote –aunque sé que no hace falta– que no descuides cuantos medios u ocasiones se produzcan a fin de conseguir que este sector de Estados Unidos se honre con mi permanente vecindad de valioso ciudadano y distinguido profesor.

Te repito mi dirección en Buenos Aires: Santa Fe 3099. Antes de la partenza, dame tú la vuestra en Paris.

Saludos, y un gran abrazo de

Ayala.-