Las cartas de Francisco Ayala sobre

Max Aub

Max Aub. París, 1903-Ciudad de México, 1972. 

La correspondencia más extensa de las que forman este epistolario es la de Aub y Ayala, compañeros ya en la década de 1920 en los ambientes literarios madrileños.


Aub, que había recalado con su familia en Valencia al comenzar la Primera Guerra Mundial, fue compañero de bachillerato de José Medina Echavarría, que después sería catedrático de Derecho Político, como Ayala. Medina debió de servirles de nexo en los años previos a la correspondencia conservada entre Aub y Ayala. Las cartas prueban cómo la relación literaria y profesional –con la actividad editorial como tarea común durante una época– fue estrechando su amistad, “excelente siempre”, y haciendo crecer el “recíproco afecto”, en palabras de Ayala.

Más información sobre el autor en www.maxaub.org

cartas 1 al 5 de 25
FECHA
20/01/1953
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Guillermo de Torre
DESTINO
Juncal 1283, 7º D. Buenos Aires
ORIGEN
Universidad de Puerto Rico
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO / RIO PIEDRAS. PUERTO RICO / FACULTAD DE ESTUDIOS GENERALES / OFICINA DEL DECANO

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Biblioteca Nacional de España. Mss/22819/6

Carta de Francisco Ayala a Guillermo de Torre (20/01/1953)

20 de enero de 1953

Sr. Guillermo de Torre

Juncal 1283

Buenos Aires, Argentina

Querido Guillermo:

Recibí tu carta a principios de diciembre y la leí con mucho interés, no habiéndola contestado antes porque tuve necesidad de salir para México en gestiones de la Universidad, y después de eso me fuí desde allí a Nueva York donde he pasado con la familia unos cuantos días de vacaciones. Ahora, reintegrado a las tareas habituales, puedo dedicar un rato a mantener nuestro contacto epistolar, con el deseo de que no vuelva a interponerse un lapso tan largo como en el pasado entre nuestras comunicaciones.

Ya sabía por vía indirecta y por manifestaciones públicas la impresión tan favorable que te ha producido, después de tantos años, el reintegro a la patria, y hasta compruebo por lo que me dices que has considerado la posibilidad de establecerte allí. Como no lo has hecho, te libras probablemente de comprobar la diferencia que hay entre ir como un potentado ciudadano de la Argentina, con la cartera llena de billetes, y tenerle que disputar el mendrugo a gente que más bien te habrá saludado como a alguien que puede dispensar eventuales favores. Y con esto, claro está, no hablo de los verdaderos amigos, que son siempre muy pocos. Por lo demás, cada país y cada régimen tienen sus molestias específicas que sólo padecen los residentes y suelen pasar inadvertidas a los viajeros. Mi impresión, a la distancia, es que la vida literaria española sigue siendo aún hoy mucho más provinciana que la argentina, a pesar de todo lo que pesa sobre esta última para abrumarla.

Yo aquí persisto en los viejos errores, y como te dije, estoy trabajando en la edición de una revista, La Torre, que esperamos poder publicar en breve y cuyo primer número te enviaré como mejor respuesta a tu deseo de conocer detalles.

Yo no sé cuando tendré la oportunidad de ir por ahí. Mi hermano me reclama para varios asuntos, y por otro lado tengo deseo de ver a los amigos, pero es necesario tener una buena oportunidad que justifique el fuerte desembolso del viaje.

En México ví entre otros antiguos amigos a Antonio Espina y a Max Aub, con quienes hablamos de tí. Allí la vida literaria es pobre, pero de todos modos existente.

Nada me dices de tus planes de vida y obra, y casi nada acerca de Norah, a quien recordamos siempre como una de nuestras buenas amigas cuyo recuerdo no desvanece el tiempo, aunque la pereza epistolar pueda sugerir otra cosa. Dale mis afectuosos saludos y recibe tú un gran abrazo de,

Francisco Ayala.-

Francisco Ayala

FA/dfd

P. D. Carpio, que está trabajando aquí conmigo, como sabes, me encarga que te trasmita sus saludos.


FECHA
10/09/1955
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Jaime Benítez
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con correcciones a mano, firma autógrafa y membrete:] UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO / EDITORIAL UNIVERSITARIA / RIO PIEDRAS. PUERTO RICO

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo Jaime Benítez. Universidad de Puerto Rico

Carta de Francisco Ayala a Jaime Benítez (10/09/1955)

New York, 10 de septiembre de 1955.

Sr. Jaime Benitez,

Rector de la Universidad de Puerto Rico.

Estimado Sr. Rector:

Siguiendo las instrucciones de su carta de fecha 30 de julio pasado, salí de Puerto Rico el dia 31 del mismo mes, a las 11,45 de la mañana, llegando a Miami a las 4 de la tarde. Permanecí en Miami, realizando gestiones consulares, hasta el 2 de agosto a las 5,30 de la tarde, en que me trasladé a la ciudad de México, donde llegué el mismo dia a las 10,45 de la noche. En esa ciudad llevé a cabo las gestiones encomendadas, que paso a reseñar:

1. Libro de Palés Matos. Si se hubiera tratado de mantener el formato y demás características de la colección Cultura y Cultivo, bastaba a mi juicio confiar la edición a cualquiera de las imprentas utilizadas hasta ahora; pero debiendo intentarse una presentación más lujosa, era imprescindible buscar a alguien que dirija la impresión, dando instrucciones a la imprenta y vigilando su ejecución exacta. Después de varias averiguaciones, he llegado a la conclusión de que sería conveniente encargar de ello al Sr. Max Aub, que está dispuesto a asumir la tarea, y que es persona de acreditada competencia en la materia. Nuestra Oficina de Compras, que ya tuvo tratos con él por recomendación de Juan Ramón Jiménez, puede encomendarle la confección del libro de Palés, si mi sugestión se acepta.

2. En los Talleres Gráficos de la Nación he revisado las pruebas y diseñado las cubiertas, portada, capitulares y cornisas de las Novelas y Cuentos de Voltaire, cuyas pruebas definitivas habrán llegado o estarán para llegar a las Oficinas de la Editorial.

3. En la Editorial Cultura entregué y dispuse la rápida composición de los apéndices para el libro de los discursos rectorales; compaginé y casi pude completar el nº 11 de La Torre, y procuré la aceleración de los otros trabajos en curso. El libro de Mesnard está detenido, a la espera de recibir corregidas las pruebas que nos enviaron.

4. Eché una última revisión al trabajo de imprenta para el libro de Gómez Acevedo, cuyas nuevas pruebas han de estar ya ahí, de acuerdo con mis instrucciones.

5. Encontré al Sr. Howard F. Cline, director de la Hispania Foundation de la Biblioteca del Congreso, quién me anunció que el próximo 29 de sept. se reunirá en Princeton el American Book Counsel, donde plateará el problema de los libros traducidos al español. Aprovechando mi presencia en esa Universidad, me invitará a concurrir para que presente nuestra labor, y cree fácil conseguir una resolución del consejo recomendando a Rockefeller Foundation que regale una imprenta a la Universidad para que pueda hacer sus ediciones en el pais, de acuerdo con lo que ya otra vez se había hablado y sugerido. Por supuesto, me mostré dispuesto y conforme.

6. El dia 25 de agosto, a las 5,30 de la mañana me trasladé a Oakland, llegando a las 11,45 de la noche. Desde el dia siguiente, me ocupé en Berkeley de preparar la exposición de nuestros libros regalados al Instituto de Literatura Iberoamericana. La exposición de [sic] hizo en las vitrinas de una oficina universitaria sobre la calle, lo que permitió que la viera el público general, y no sólo el universitario.

En la sesión de clausura del Congreso de Catedráticos de Literatura Iberoamericana formulé en representación de usted y a nombre de la Universidad de Puerto Rico la invitación oficial para que el 8º Congreso, que tendrá lugar en 1957, tenga como sede nuestra Universidad. La invitación fué aceptada por aclamación, designándose a don Federico de Onís para presidir ese Congreso. Las palabras con que fué acogida nuestra invitación evidenciaron la simpatía y el afecto general que en ese ambiente se siente hacia la obra de la Universidad de Puerto Rico.

A raíz de ese acto, tuvo lugar un banquete oficial ofrecido por la Universidad de California en Berkeley, y se me designó para hablar en último lugar, cerrando la ceremonia. Aproveché la oportunidad para presentar el esfuerzo realizado por nosotros en relación con los problemas del desarrollo del pais, y pienso que conseguí ofrecer información interesante y despertar el deseo de mejor conocimiento entre los presentes.

Creo, señor Rector, haber cumplido debidamente su encargo, y espero que apruebe mis gestiones.

Cordialmente suyo

Francisco Ayala.-

Francisco Ayala


FECHA
02/11/1956
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Vicente Llorens
DESTINO
Princeton University. Department of Modern Languages and Literatures
ORIGEN
Roma
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu. Archivo Vicente Llorens

Carta de Francisco Ayala a Vicente Llorens (02/11/1956)

Roma, 2 de noviembre de 1956.

Querido Vicente: Muchas veces, en el curso de este viaje, te hemos recordado, pensando si habrías realizado ya tu rápida ida a visitar la familia, y por dónde andarías en el momento. Ahora, ya, doy por supuesto que estarás ahí, en Princeton, y te envio estas lineas, después que estuvimos hablando largamente de tí, y sobre todo de tu libro, en una reunión con María Zambrano y Max Aub. Ella vive aquí desde hace tres años; y Max está pasando unos días de vacaciones. Él y yo nos referimos a tu obra en el curso de la conversación (ella no la conocía), y nuestro amigo se comprometió a hacérsela enviar tan pronto como regrese a México.

Nosotros vamos bien, hasta ahora, en nuestra excursión. A principios de diciembre regresará nuestra hija, para comenzar a trabajar, en Nueva York, y entonces veremos nosotros dos, los viejos, qué hacemos; pues mira cómo se están poniendo las cosas en el norte de Africa, donde yo anhelaba tanto ir. Eso me desconcierta los planes, y en verdad, no sé qué hacerme, aun sin contar con la peor eventualidad; pues soy optimista en lo fundamental, y no veo probable que se arme la gorda. Pero con la que se ha armado ya, es bastante para que uno considere la menos insensata manera de insertar su pobre vida de profesor en licencia dentro del cuadro grandioso de la historia universal. El tiempo y las circunstancias dirán, pues por el instante todo es posible, desde regresarme a Puerto Rico hasta ir al Japón heroico y galante, con los términos intermedios de pasar ese medio año en Buenos Aires o en los Estados Unidos. En medio de todo, este no saber qué hacerse, tan radical, tiene también sus encantos, a pesar de resultar al mismo tiempo ligeramente jodido.

Por lo pronto, y en espera de que el tiempo clarifique la situación o la enturbie definitivamente, vamos a recorrer un poco Italia, y dentro de algunos dias entraremos en Alemania, pais pacífico por excelencia, de donde pasaremos a París para los primeros dias de diciembre. Allí me tienes, en la Maison du Méxique, Cité Universitaire, Bd. Jourdan 9. Me gustaría mucho que, si tienes tiempo y humor, me pusieras unas lineas, a las que prometo la puntual y rápida respuesta que es mi costumbre.

Recibe saludos afectuosos de mi mujer e hija, y dáselos de mi parte a todos nuestros amigos de ahí. Te abraza cordialmente

Francisco Ayala.-


FECHA
26/10/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con correcciones a mano y con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (26/10/1961)

26 de octubre de 1961

Querido Ricardo:

Contesto a tu carta, aunque noticiosa, breve, en vísperas –casi– de un viaje a Alemania, donde me han invitado comme il faut, es decir, todos gastos pagos, para una especie de simposium sobre los problemas de América Latina. Siendo tiempo de clases, tendré que reducir mi excursión a tres semanas justas, tras de las cuales me tendrás aquí de nuevo el 26, Kruchef mediante. Ojalá me espere una carta tuya.

Ya veo que ves algunas dificultades en lo del número español de T.Q.; no me parecen graves, ni menos, insuperables. Creo que la idea tendría éxito.

Hace unos dias estuvo en casa Benítez; no me dijo que iba a ir a Texas –aunque Max Aub si me había escrito sobre este proyecto–; sí se sorprendió de saber que ahí está Borges, y me pidió la dirección para escribirle…

Mándame la separata de tu trabajo sobre Unamuno tan pronto como la tengas. ¿Sabes algo del 1  de La Torre? Yo, nada. Esa es la torre del silencio. Por noticias indirectas sé que en ella se encuentra de nuevo –nuevo Segismundo– el Carpius; pero habiendo descubierto sin duda que la vida es sueño, no se ha dignado ponerme unas lineas de mínima cortesía, cosa que no me extraña, pues esta ave, que ya era rara en la isla, tiende a pasar sobre la entera superficie de la tierra al catálogo de las especies desaparecidas. Lo que ello tenga que ver con las poluciones atómicas, u otras, lo ignoro.

Termino; y al releer tu carta y mi respuesto [sic], advierto que la separata que me prometías era la de tu ponencia, y no del trabajo sobre Unamuno. Tampoco conocía el contenido de esa ponencia, aunque sí me habías hablado de ella. Anyway, mandámelo todo.

Saludos, y un gran abrazo de

F. Ayala.-

[Escrito a mano:] 1 nº especial


FECHA
21/11/1961
REMITENTE
Ricardo Gullón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Ricardo Gullón a Francisco Ayala (21/11/1961)

21 de noviembre de 1961

Sr. D. Francisco Ayala

54 West Sixteenth Street

New York, N. Y.

Querido Paco:

Te escribo en vísperas de tu regreso de Alemania para que la carta llegue a tu poder, mejor dicho que te espere alla [sic] vuelta de este fabuloso viaje que estás haciendo de guagua. Espero que este viaje te habrá divertido y servido para estrechar lazos con los alemanes, y más bien con las alemanas.

Cuando estuve en Méjico me dijo Max Aub que él, Benítez y tú vendríais aquí en el mes de noviembre para asistir a una reunión de especialistas en televisión universitaria. Como sé que en ese ramo nadie te echa la pata, la cosa me pareció verosímil y el pretexto estupendo para pasar juntos unos días que hubieran sido muy agradables. Pero en cuanto llegué aquí me enteré de que la ilusiones de Max habían ido más allá que las realidades. Hubo, a primeros de noviembre, una reunioncilla de ese tipo, pero a Max le desconvidaron a última hora, por intervención de uno de esos cuya raza si volara oscurecería el sol. Ramón, puso pies en pared, y el desafuero se rectificó parcialmente, volviendo a invitarle para el mes de febrero.

Ahora escribió Miguel González preguntando detalles sobre una supuesta reunión de profesores de español en esta Universidad. Supongo que vuestro despiste arranca de que se ha señalado Austin como sede para la celebración de la asamblea del Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana, en 1963. No hay otra cosa, y puede suponer que si la hubiera, tu nombre sería uno de los dos o tres que pondría yo en primera línea. En definitiva, nada mejor que estas oportunidades para dedicarse tres o cuatro días a la sabrosa comilona y el culto intercambio de conocimientos.

Creo que no iré a Nueva York estas navidades, pues he tenido que atender muchos gastos en España y no puedo permitirme lujos turísticos. Confío en que podremos vernos en otro momento, pues tengo una invitación de Yale para ir a soltar un reóforo y si puedo combinarla con alguna otra por esa zona, iré y me detendré un fin de semana en Nueva York. La lástima ha sido que acababa de renunciar a ir a Wellesley, cuando me llegó la otra invitación, pero todo se arreglará.

De Puerto Rico sé que el número de Unamuno fué enviado a Méjico, y he pedido que me envíen las pruebas desde la imprenta para que no salgan tan abrasadas de erratas como los trabajos que he leído en los últimos números de La Torre. Por cierto, que ya deba estar en la calle el número 34 en el que se inserta mi reseña de tu libro, pero todavía no me lo han enviado. Eugenio me debe carta, y no me ha contestado ni siquiera a la que más le importa: la edición del libro juanramoniano que firma y cobra conmigo. No sé qué tiene el aire borinqueño que seca las estilográficas y paraliza las maquinillas.

Acabo de leer en Papeles tu estupendo “Baile de máscaras”, que está lleno de gracia en la observación y en la narración. Se me ocurre que vendría muy bien añadirle aquel sucedido de un martes de Carnaval en el Teatro Pereda, Santander, cuando el cogorza de Samperio cayó, no se sabe cómo, en una platea del entresuelo en donde, observándolo todo muy serios, estaban tres famosos médicos de la ciudad, y el tipo, sin inmutarse, les dijo: –“¿Y qué, ustedes, como siempre, hablando del peritoneo?” Otras anécdotas soportaría el inocente papel, pero te ruborizarías si las escribieras. Queden para otra ocasión.

Un fuerte abrazo de