Las cartas de Francisco Ayala sobre

Cuadernos

Cuadernos del Congreso por la Libertad de la Cultura. París, 1953-1965. 

Olga Glondys ha publicado un exhaustivo estudio sobre esta revista, de la que fueron inicialmente jefe de redacción y redactor jefe Julián Gorkin e Ignacio Iglesias. En 1963 asumió la dirección el colombiano Germán Arciniegas. Francisco Ayala publicó en ella ensayos literarios y sociológicos.

cartas 11 al 15 de 19
FECHA
01/09/1962
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Juan Fernández Figueroa
DESTINO
S.l.
ORIGEN
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] FRANCISCO AYALA / 54 WEST 16TH STREET / APT. 4F / NEW YORK 11 N. Y.

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Archivo de la revista Índice. Archivo Biblioteca Diputación Provincial de Cáceres

Carta de Francisco Ayala a Juan Fernández Figueroa (01/09/1962)

1º de septiembre de 1962.

Muy estimado Fernández Figueroa:

Hace ya bastante tiempo me pidió usted colaboración para Indice, y yo prometí que se la enviaría cuando dispusiera de algo adecuado, entendiendo por tal, no un trabajo de alcance meramente literario, sino más bien una cosa situada en la linea de las preocupaciones político-sociales de la revista, y que sin embargo tuviera perspectivas de superar los inconvenientes de la censura. (Por supuesto que lo literario, por su via indirecta, se relaciona también con esa linea, y a veces resulta más eficaz; pero ahí me parece –quizás por ello– superar los diferentes criterios que concurren en la mente censoriana, empresa casi irrealizable; y así, por ejemplo, aquel cuento mio, "Violación en California", que ustedes tuvieron la bondad de reseñar, no hubieran podido en cambio publicarlo, por razones demasiado obvias... En general, tengo la experiencia de que la censura considera más indeseables, o más 'peligrosas', mis obras de invención que las discursivas.) Pues bien, volvamos al caso: como parece que se inicia un nuevo curso político en España, al que corresponde el ablandamiento de la censura, creo que todos debemos contribuir a ese resultado tratando de forzarle la mano. En tal sentido, quisiera yo ahora poder cumplir mi ofrecimiento de colaborar con ustedes; y vea lo que se me ocurre:

La Universidad Veracruzana va a reeditar un antiguo libro mio, Razón del mundo, que trata el famoso problema de España, junto con otros escritos sueltos sobre el mismo tema en momentos sucesivos, hasta el trabajo que publiqué en Cuadernos de París comentando el número español de Atlantic Monthly, que seguramente usted leería. Y esta nueva edición lleva un prólogo recapitulador. Por correo ordinario, y junto con una [sic] ejemplar de mi nueva novela, El fondo del vaso, recien aparecida en Buenos Aires, le envio a usted una copia de dicho prólogo. No creo que sea caso de insertarlo íntegro en Indice; pero quizás podría usted, con su habilidad y conocimiento del ambiente, 'manipularlo' y darle forma apta, sobre todo con vistas a suscitar un poco de polémica, que es precisamente de lo que más carece la vida intelectual en España. Si se me diera pie para ello, yo entraría de lleno en la polémica, y podríamos abrir una brecha, una pequeña brecha entre otras, para empezar a despejar la situación. Como verá usted cuando lo reciba, todo mi trabajo apunta, claro está, en dirección al tema de la integración de España en la nueva Europa. Véalo, en fin, y dígame lo que piense de todo ello, y vamos a ver si podemos dar un empujoncito más para que salte de una vez la costra roñosa que sus peores humores han desarrollado sobre nuestro desdichado pais.

Con un cordial saludo, queda suyo

Francisco Ayala.-


FECHA
19/11/1962
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
José M.ª Ferrater Mora
DESTINO
S.l.
ORIGEN
New York University. Graduate School of Arts and Science
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] NEW YORK UNIVERSITY / WASHINGTON SQUARE COLLEGE OF ARTS AND SCIENCE / WASHINGTON SQUARE, NEW YORK 3, N.Y. / JUNIOR YEAR IN SPAIN / OFFICE OF THE DIRECTOR / 15 WASHINGTON MEWS

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo “Epistolario del Legado Ferrater Mora”. Universitat de Girona. Cátedra Ferrater Mora de Pensamiento Contemporáneo

Carta de Francisco Ayala a José M.ª Ferrater Mora (19/11/1962)

19 de noviembre de 1962.

Querido José María:

He empezado la semana de Gracias-sean-dadas dedicando a tus escritos mi vigilante atención. En Cuadernos leo tu 'Así que pasen veinte años', y esa lectura me ha proporcionado un rato de placer, tanto por el tratamiento a que sometes el tema como por el tema mismo. Y enseguida, me aplico a repasar las páginas de El ser y la muerte, demorando acá y allá, como hace uno cuando ya conoce los detalles del argumento y se recrea con los pasajes más felices. Ha quedado muy bien el libro, y te felicito de que lo veas por fin en circulación.

Aquí me tienes, trabajando lo menos posible, pero siempre más de lo que fuera justo. Nos abandonó Max Aub en el punto mismo de saturación, y todo resultó por consiguiente bien. Quedó contento de su ida a Bryn Mawr, aunque extrañó que Mario, con cuyo padre tiene él buena amistad, fuera escasamente atento (y esto te lo digo, estrictamente, para inter nos). Supongo que Billy quedaría encantada de que sus alumnas recibieran tan buena lección de fonética castellana como la que nuestro ilustre escritor debió de impartirles.

Et c’est tout! Nuestros cariñosos saludos y un abrazo

Ayala.-


FECHA
03/03/1965
REMITENTE
Damián Bayón
DESTINATARIOS/AS
Francisco Ayala
DESTINO
S.l.
ORIGEN
París
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Instituto de América de Santa Fe. Legado Damián Bayón. Archivo (Santa Fe, Granada)

Carta de Damián Bayón a Francisco Ayala (03/03/1965)

París, 3 de marzo de 1965

Querido Ayala:

Me imagino que estarán resplandecientes con la recuperación de los hijos pródigos (perfectamente dispuestos a regresar a Europa lo más pronto posible). Yo también tuve mucho gusto en verlos. Los encontré cambiados... para bien. Más aplomados, seguros de sí mismos, con la satisfacción del deber cumplido. Supongo que les espera una buena carrera en la enseñanza, por lo menos se las deseo.

Yo no sé como arreglarme para que el día tenga cuarenta y ocho horas. Hasta ahora no he llegado. Corrijo la tesis para entregásrela [sic] al editor. Llego a hacer ocho páginas por día (con dos dedos)... pero son 450, y no es moco de pavo. Aparte de eso escribo artículos: por el gusto de explayarme y también por ganar unos francos que redondeen mi magro presupuesto. Por la declaración de impuestos me entero de que estos tres últimos años he ganado, lo mismo con el inconveniente que la vida está mucho más cara y yo arrastro el pago de mis viajes por avión y el arreglo de mi casa. En fin, la caraba.

Exposiciones maravillosas. Los tesoros de las iglesias de Francia, y ahora en el Louvre: Caravaggio y el Seicento italiano. Escribo sobre las dos. El teatro está brillante. Vi el Lutero, de Osborne que no me gustó como obra pero cuya mise en scène era realmente buena. Ahora me preparo a Liola, de nuestro querido Pirandello. Y parece que Andorra, de Dürrenmatt es muy buena y está bien dada. Una noche de estas me largaré.

¿Qué más? La otra noche en casa de Jonquières hubo una reunión literaria. Gaëtan Picon quiere hacer en el Mercure de France un número consagrado a la América española. Consultan: estaban los Cortázar, Jorge Edwards el chileno, Vargas Llosa el peruano, Claribel Alegría, la salvadoreña. Cuando llego el momento del ensayo Aurora anunció que había que ponerlo a Murena. Mala cara de todos. Yo apoyé en que por supuesto había que ponerlo. Y gracias a nuestra decisión hasta el marido de ella marchó... de mala gana.

¿Sabe que Cuadernos cierra? en el número 100 (¡oh cifra simbólica!) se acaba la función. Y mis treinta dólares mensuales. No sé si es una manera fina de sacarse a Arciniegas de encima. Pienso que quieren hacer una revista más “española” ahora que están por pasar cosas del otro lado de los Pirineos. A propósito, hace un mes cayó Jorge Enjuto por aquí. Venía a arreglar lo de su tesis. Insiste en hacerla aquí. Estuvo encantador como siempre y charlamos un buen rato. Escriba Ayala, escriba. Jorge me dijo que hay nuevo libro y nuevo estilo. ¿Qué es eso? Muero de curiosidad. Abrazos tan suculentos como la comida de Nina, de


FECHA
10/04/1965
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Damián Bayón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Instituto de América de Santa Fe. Legado Damián Bayón. Archivo (Santa Fe, Granada)

Carta de Francisco Ayala a Damián Bayón (10/04/1965)

10 de abril de 1965

Querido Damián:

Nuevo papelito azul, esta vez con algún retraso, aunque no tanto como el usted para contestar a mi carta anterior. En efecto, estamos muy contentos con el regreso de los jóvenes, que durante todo este mes han estado trabajando cual enanos en la revisión de las respectivas tesis, ya -laus Deo!- aprobadas, y que defenderán en el mes próximo, acto éste que puede ser duro, aunque sólo en la manera de los torneos, que si golpean no matan.

La noticia del cierre de Cuadernos me ha parecido lamentable, pero no ha constituido sorpresa alguna para mí, pues si no hubiera tenido otros datos para esperarla (y los tenía), bastaba echarle una ojeada para observar su paulatino deterioro, como en el caso de esos enfermos, que sin haber sido jamás lo que se dice saludables, toman un curso que sólo puede conducirlos a la tumba, cuya próximidad se hace más evidente de un día para otro. La verdad que su semblante era, a lo último, terrible; ya olía a muerto.

Eso del nuevo estilo y demás, serán cosas de Jorge porque si el estilo es el hombre, cualquier cambio será no más que una jugarreta. Como espero que pronto, es decir, a finales de mayo próximo, tendremos ocasión de charlar, dejo para entonces el charlar de cosas literarias.

¡Vamos, hombre! ¡No se queje del estado precario de sus finanzas! Si todo el mundo sabe que está usted amarrotando cantidades de esa moneda fuerte mundial que es el nouveau franc, para no hablar de los pesos argentinos, que si bajan en la cotización, se multiplican en su cifra, y apa. Yo pudiera quejarme, que me veo este año en la triste necesidad de dictar un curso de verano, privándome del merecido descanso estival para echar un remiendo a mis exhaustas alforjas, después de haberlas exprimido con un viaje de un mes que quiero hacer a Europa antes de asumir de nuevo las clases-pejiguera. Y eso, a mis años.

No sé si habrá usted sabido acerca de la muerte de Jorge López, el hijo de don Antonio López Llausas. Yo he recibido un recorte de prensa con esa terrible noticia, pero no tengo detalles. Me aflige pensar en qué estado se encontrará el pobre viejo, que acababa de pasar un tramujo de corazón. ¡Tremendo golpe!

Escriba, Damián, escriba fito, fito, sin concederse tan grandes márgenes e interlineados, y sobre todo sin permitirse tan largos lapsos de silencio. Haga sonar las teclas de su maquinilla en honor nuestro.

Nina le envía sus saludos muy cariñosos, y yo un gran abrazo

Ayala.-

Me olvidaba de contarle que el otro dia nos honró con su visita Jorge Romero Brest en compañía de su jóven esposa. Está encantado de la vida, y al dia siguiente debió de estarlo más, pues vería en el New York Times su bella efigie bajo el epígrafe de ‘Olé, New York’ con una pequeña interview.


FECHA
10/04/1965
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] NEW YORK UNIVERSITY / GRADUATE SCHOOL OF ARTS AND SCIENCE / WASHINGTON SQUARE, NEW YORK 3, N.Y.

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (10/04/1965)

10 de abril de 1965

Querido Ricardo:

Ya estaba extrañado de no recibir carta tuya, cuando por fin me llega la del dia 3 enterándome de que has estado fastidiado del intestino; y como nada precisas, y calificas de pequeña la intervención que has sufrido, deduzco que se trata de cosas más vejatorias y molestas que dignas de preocupación, y que de todos modos pertenecen al reino del pasado.

No dejes que las clases te coman, antes al contrario, debes usar a tus estudiantes como conejos de Indias para probar tus escritos, que van dirigidos a todo el mundo. El asunto sería llevar a las clases las cosas cuando las tengas en la etapa de borrador, e inmediatamente, sin esperar a que ello se enfrie, redactar la versión definitiva apenas las hayas soltado.

El otro dia recibí una larga carta de Marra-López quien me cuenta que el amigo Maravall ha sufrido un nuevo ataque de corazón (cosa que Soledad Ortega, la hija de don José, me corrobora); y me dice también el mentado Marra que, pese a las promesas que le habían hecho a José Antonio de darle carta blanca para la dirección de Cuadernos Hispanoamericanos, a los veinte dias de haberla asumido tuvo que volverla a dejar, pues eso de los plenos poderes era pura filfa, y engañifa del nene Gregorito. Ya ves, una vez más, qué dificil es levantar la costra hispánica; aunque, quieras que no, va saliendo de todos modos.

Me entere por informe fidedigno de que los otros Cuadernos, los de París, habiendo llegado al número 100, han tirado la esponja. Ya era de suponer que Arciniegas les daría la puntilla. La verdad es que eso, como tantas otras cosas, fue siempre de mal en peor, saliendo de Málaga para entrar en Malagón, o de Murcia para Tegucigalpa.

Ellis está tan ansioso por conocer tu opinión sobre su libro que si no le escribes pronto unas lineas te las va a escribir él, preguntándote, pues me pide tu dirección,y supongo que es para ese fin.

No recuerdo si te dije en mi carta anterior que, por mor de los indispensables dólares, he aceptado dar un curso de verano este año en Harvard, donde deberé estar no más tarde que el 6 de julio. Por consiguiente, sólo tengo un mes desde el final de las clases hasta esa fecha, breve lapso que aprovecharé para visitar Madrid y pasar unos dias en París. Aun el viaje no está esquedulado (tal vez vaya también a Italia por cuatro o cinco dias), pero sí resuelto. Iré solo, pues estando aquí nuestra hija, es claro que la madre renuncia al susto de levantar el vuelo, y yo al gasto de que lo levante.

Supongo que no sabes que murió el hijo de López Llausás, el director de la Editorial Sudamericana, un muchacho magnífico, con 43, padre de seis hijos; y por la forma en que viene la noticia da la impresión de que se hubiera suicidado. No sé si lo conocías, o si conoces al padre; yo era muy amigo de esa familia, y me aflige pensar cómo estará el pobre viejo, que precisamente acababa de pasar un arrechucho de corazón.

No tengo mucho que contarte, y eso, como has visto, no demasiado bueno por cierto. Pero te escribo enseguida para darte ocasión a que me contestes sin demora, y me digas qué vas a hacer durante el verano, para que podamos comunicar como de costumbre y, a lo mejor, vernos. De mí, ya sabes.

Recibe los afectuosos saludos de Nina, y un fuerte abrazo de

Ayala.-