Las cartas de Francisco Ayala sobre

Cuadernos

Cuadernos del Congreso por la Libertad de la Cultura. París, 1953-1965. 

Olga Glondys ha publicado un exhaustivo estudio sobre esta revista, de la que fueron inicialmente jefe de redacción y redactor jefe Julián Gorkin e Ignacio Iglesias. En 1963 asumió la dirección el colombiano Germán Arciniegas. Francisco Ayala publicó en ella ensayos literarios y sociológicos.

cartas 6 al 10 de 19
FECHA
08/02/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta manuscrita con membrete:] BRYN MAWR COLLEGE / BRYN MAWR, PENNSYLVANIA / DEPARTMENT OF SPANISH

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (08/02/1961)

8 de febrero 1961

Querido Ricardo:

No por venganza, sino por falta de asistencia clerical, te manuscribo; y lo hago a toda prisa para proponerte las fechas de 16 o 20 de marzo; o 18 de abril; para tu conferencia. Tan pronto como decidas, me pondré al habla con Princeton para coordinar. Pero decide enseguida, please. Y me dices también el tema.

¿Cómo va el número? He escrito un largo artículo comentando con diverso humor varios puntos del de Atlantic, y aprovecho para hacerle un anuncio gratis al Texas. Creo que irá todo para Cuadernos. Y, a propósito de gratis: corren persistentes rumores en este continente y los próximos de que el Texas Quarterly, no contento con impartir la gloria a los autores, añade todavía un chequecito por las colaboraciones correspondientes. Incluso se pretende, por parte de algunos, haber cobrado ya dicho regalito. Si no mienten mis espías y la noticia es cierta, espero que mi nombre no sea omitido en tales sufragios.

Ferrater ha salido de un puesto como profesor de Spanish en Western Reserve University, y va a recomendar tu nombre para ver si te lo ofrecen. Siempre es bueno, a todos los fines, tener una baza.

Saludos a todos, y un abrazo de

Ayala.-


FECHA
11/03/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Dionisio Ridruejo
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Archivo de Dionisio Ridruejo, Centro Documental de la Memoria Histórica

Carta de Francisco Ayala a Dionisio Ridruejo (11/03/1961)

11 de marzo de 1961

Mi querido amigo:

El motivo inmediato de estas líneas es mi deseo de enviarle un abrazo muy cordial, a raíz de haber leído en Novedades de México la carta que dirige usted al Sr. Luca de Tena con ocasión de su ataque a Bergamín. Esa carta de usted revela, no sólo su limpieza de alma, sino algo que, en el fondo, va ligado a ella: una manera alta, noble, inteligente, generosa y digna de encarar (dándole a esta palabra todo su alcance) la situación de nuestro desdichado país, de la que el régimen, que la promovió, es exponente, y asume por triste paradoja con ello verdadero carácter representativo. El repulsivo episodio, visto desde ambos lados, revela una abyección que da ganas de echarse a llorar, y que, sin la carta de usted, sería para desesperar de España.

Durante estas semanas pasadas he tenido a usted muy constantemente en el pensamiento. Leí el número de Atlantic Monthly, y escribí para Cuadernos un artículo comentándolo, y haciendo diversas puntualizaciones, del cual he enviado copia a Jesús Prados [Arrarte] con el ruego expreso de que se le dé a conocer. Ignoro hasta la fecha si mi carta habrá llegado a su poder. Si es así, y usted ha visto ya mi artículo, se habrá dado cuenta de que dejo en él muchos puntos sueltos, algunos de ellos muy debatibles, con el propósito de suscitar polémica, que es a juicio mío lo mejor que cabe hacer en este momento, a fin de disipar turbiedades e ir preparándonos todos para los problemas "reales" y las dificultades "reales" del futuro próximo. En fin, la cuestión es que debemos, al mismo tiempo que se empuja hacia el cambio (y yo diría: cualquier cambio), evitar que nuestro pueblo sucumba a las convulsiones previsibles en las maniobras del tironeo comunista.

Termino; pues, como le decía, mi carta es sólo para enviarle un afectuoso saludo, que le ruego comunique también, de nuestra parte, a su mujer.

Suyo siempre.

[Francisco Ayala.-]


FECHA
01/07/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
José M.ª Ferrater Mora
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con nota final y firma autógrafas]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo “Epistolario del Legado Ferrater Mora”. Universitat de Girona. Cátedra Ferrater Mora de Pensamiento Contemporáneo

Carta de Francisco Ayala a José M.ª Ferrater Mora (01/07/1961)

1º de julio de 1961

Querido José María:

Ayer regresamos de Puerto Rico y, leida tu carta, contesto de inmediato (uno es así), aunque muy pronto tendrás, quizás, noticias nuestras por José Echeverría, si es que alcanzais a encontraros ahí. Dices que sólo hasta el 18 del corriente funciona para tí esa dirección, y ello parece implicar que pensáis ausentaros para entonces, supongo que hacia el seno de la Madre Patria, pues sería pronto para regresar a la adoptiva.

Mis tres semanas en Puerto Rico han sido gratas, y hasta relativamente descansadas, pues no hice sino leer las dos conferencias (o una, partida por gala en dos) sobre Unamuno, novelista, y sostener luego un coloquio sobre Literatura y Filosofía durante el cual insistí yo en que la literatura es filosofía, mientras que Schajowicz arguía [sic] frenéticamente que, muy por el contrario, la Filosofía es literatura, sin que la ayuda de otros colegas pudiera ponernos de acuerdo, pues sólo accedí por mi parte, en espíritu de condescendencia, a reconocer que la literatura no es filosofía siempre y cuando se me conceda que la filosofía no es literatura; pero mi antagonista, aun reconociendo que la literatura puede ser literatura, se obstinó en negar a la filosofía el carácter de filosofía, y yo, sintiéndolo mucho, tuve que retirar mi pequeña concesión; no obstante lo cual, todo quedó, como dice un poeta-filósofo, más claro.

El tiempo en el trópico fué agradabilísimo: sus 85° resultaban sumamente soportables, sabiendo que en Nueva York prevalecían 95°. Espero que desde el lunes en que darán comienzo mis actividades docentes caniculares, descienda aquí el termómetro a un nivel tropical. Si no, la enseñanza padecerá tanto como el enseñante, y sólo disfrutarán los alumnos, que pueden dormitar sin riesgo.

Veo con alarma que sigues entregado de lleno a las actividades literarias. Espero tu artículo de Cuadernos con mucho interés. Cuadernos es, de todos modos, vehículo de la fama, aunque a veces sea de la mala. Veremos qué dices tú a propósito del tema.

Desde luego, no me siento con ganas de hacer el proyectado viaje a México, y cancelo el proyecto, siquiera vago, por la firme resolución de quedarme aquí. Todo será que le dé a la pluma, en compensación, y que Dios nos perdone a todos.

Me da envidia el saber que has visto tanto teatro, que te has sentado en tanto café, que has hecho tantas excursiones.

A propósito de pagas miserables: recibí los $30 del Texas Quarterly (eran, en efecto, 30, no 300, ni 3,000), pero todavía no he hecho efectivo el cheque: espero que no sea falso.

Y nada más por hoy, sino hacerme portavoz de los cordiales saludos de esta breve aunque distinguida familia para la no menos lo uno ni lo otro que responde a tu nombre, y un gran abrazo de

Ayala.-

[Escrito a mano:] Ah, oímos casi todos los conciertos del Festival Casals, quien sigue tan firme.


FECHA
28/07/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
José M.ª Ferrater Mora
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo “Epistolario del Legado Ferrater Mora”. Universitat de Girona. Cátedra Ferrater Mora de Pensamiento Contemporáneo

Carta de Francisco Ayala a José M.ª Ferrater Mora (28/07/1961)

28 de julio de 1961

Querido José María:

Con alarma veo la fecha a que estamos. Si me descuido un poco más, quien sabe si la carta ésta no precedería ya a vuestra llegada. Deseo que te esté esperando, como sugieres, de modo que enseguida la escribo y expido. Si hubiera algún motivo para tanta celeridad, entonces no tendría mérito. La gracia está en que no tengo nada que decirte, pues no querrás que te cuente mis impresiones de la segunda, tercera y cuarta semana (que hoy termina) del curso veraniego en que me divierto. Otras noticias, apenas si las hay. Sabrás sin duda del incendio que devoró una parte del edificio Taylor, lo bastante para ocasionar gastos crecidos, pero no para impedir que se dicten clases durante los dos o tres próximos años. Sólo el lado de la derecha ardió, y temo que esas revistas que nos proponíamos inspeccionar tú y yo cualquiera de estos quinquenios hayan quedado reducidas a lo que seremos en un futuro próximo todos nosotros: polvo, aunque polvo enamorado.

Llegó Tierno Galván a la docta ciudad de Princeton, donde estuvimos reunidos alrededor de una barbacoa o bar-b-q preparado con maestría por Edmund King; a cuya sabia reunión seguirá en dias venideros otras, que tendrá lugar en esta ciudad Nueva York, condado de Manhattan, a expensas del que suscribe. De este modo, todos los problemas políticos de España y del resto del mundo quedarán satisfactoriamente arreglados: te lo comunico para que desde ya depongas cualquier inquietud que tuvieres acerca del futuro.

Yo también recibí el número de La Nación que se honra insertando tu artículo. Te guardo el ejemplar, y nada te cobraré por él. Lo único que si quiero pedirte, en compensación del servicio prestado al recomendarte, es, no la comisión (ça va de soi), sino que me recomiendes al susodicho rotativo para ver si consigues que me readmitan como colaborador, ya que no han publicado mi último artículo ni se han dignado contestar a mis reiteradas misivas, lo cual ha de interpretarse como una manera delicada de darme una patada en el trasero. O será que consideran demasiados dos profesores de Bryn Mawr para sus páginas? O acaso que tu amigo y protegido Julián Marías ha exigido que yo no colabore más como condición para seguir favoreciendolos con sus ilustradas prosas? Chi lo sá? Misterio profundo, que me tiene sin sueño desde hace meses.

Los amigos de Cuadernos, que ya publicaron la carta suscrita por varios firmantes de la carta no suscrita, y lo han hecho con sutileza digna de los tiempos de Romero Robledo, han obtenido, en calidad de compensación, que les envie un nuevo artículo, y prometen publicarlo en setiembre, que es un mes buenísimo, o por lo menos tan bueno como otro cualquiera, para publicar artículos.

Quizás no ignores que aquel cuento mio, Violación en California, que tú conoces, se publicó por fin en Cuadernos Americanos. No te doy noticia tan importante por falta de otras mejores, sino para que veas cómo, una vez más, la naturaleza imita al arte: según noticia muy regocijada que me comunica Nilita Vientós, el caso acabo [sic] de producirse en Puerto Rico en términos muy semejantes a los de mi relato. Y para que me convenza, me envía un recorte de prensa que guardo a tu disposición.

Termino, porque el papel termina, y me despido encargando los habituales saludos, y con un gran abrazo para tí de

Ayala.-


FECHA
14/10/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Damián Bayón
DESTINO
París
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada. Nota aclaratoria y firma autógrafas]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Instituto de América de Santa Fe. Legado Damián Bayón. Archivo (Santa Fe, Granada)

Carta de Francisco Ayala a Damián Bayón (14/10/1961)

14 octubre 1961

Querido Damián:

Recibí su carta, tan generosa como suelen serlo todas las suyas, y luego el sobre con recorte de Le Monde, que me han interesado mucho, naturalmente. Al mismo tiempo, me ha llegado el número de La Nación que trae su excelente artículo sobre el Escorial, con el merecido, aun cuando benévolo y aun suavísimo palo al burro de Sánchez Albornoz. No hay que decir que lo he leído con deleite.

Le contestaré a sus preguntas sobre mis opiniones literarias: el libro de Cortázar todavía no lo he leído (y a lo mejor esto constituye ya un juicio, aunque implícito y hasta inconsciente, dado el aprecio y la verdadera estimación que siento por Julio. Hay ahí una sospecha, que tiene relación con la importancia que le suelo reconocer al tamaño en la obra de arte, de que no ha ido con tacto, y ha rebasado las medidas, -pero esto requeriría más largas explicaciones de las que caben en una carta-. Respecto del libro de Elvira, lo que le dije a ella, y quizás ella le habrá repetido, es exactamente lo que pienso: sin ser una obra de arte lograda, es una novela ‘seria’ e ‘imprescindible’, que contrasta con las pamplinas increibles en que abunda la literatura narrativa con tanto afán cultivada en Argentina. Es ante todo una cuestión de actitud, y hasta si se quiere una cuestión moral, que le hace volver la espalda a la monería literaria, con lo cual puede llegar a hacer buena literatura, pues no carece de dotes.

De esto, y de otras muchas cosas, quizás vamos a poder hablar pronto, pues quizás me decida a dar ese salto a Alemania, donde estaría desde el 5 hasta el 19 de noviembre, y ese dia me iría a París para pasar ahí una semana. Aunque no es seguro, pero sí probable. Si por fin lo hago, le escribiré a tiempo para que me encuentre a la llegada y combinemos todo del modo más conveniente. Después de pensarlo, ¿por qué no? Eso me permitiría cambiar de aires por un tiempito, y quizás sea bueno para la salud. Caso de hacerlo, quizás me convendría dar en París una conferencia o dos sobre ‘Unamuno, novelista’ que tengo escritas y todavía inéditas, si es que los amigos del Congreso por la Libertad, etc., me las patrocinan o consiguen que alguien me las patrocine (es decir, me las pague, hablando en plata; pues ello me ayudaría a costear la estada en París, a la que, por supuesto, no me convidan los alemanes.) Si usted, que tiene ahora, por lo que veo, vara alta con ellos*, hace un sondeo en forma ‘tentativa’, se lo estimaré mucho. Lo que veo es su noticia de que va a encargarse en Cuadernos del Balcón donde el pobre Serrano Plaja se ha puesto tan en evidencia (qué cretino, y aun tarado, es ese pobre Serrano Plaja: dicho sea inter nós, pues no tengo contra él hostilidad ninguna, ni me gustaría que esta opinión mía cundiera). En fin, me alegra el saberlo, por usted en primer término, y enseguida por la revista, que tendrá una cosa menos de qué avergonzarse, y más de qué enorgullecerse.

Y termino estas líneas, porque cuando hay perspectivas, aunque no sean seguras, de un próximo encuentro y dilatadas conversaciones, se quitan las ganas de teclear en la máquina.

Saludos muy cariñosos de todos nosotros, y un abrazo

[Escrito a mano:]

de Ayala.-

*no los alemanes, sino los del Congreso mentado