Las cartas de Francisco Ayala sobre

Cuadernos

Cuadernos del Congreso por la Libertad de la Cultura. París, 1953-1965. 

Olga Glondys ha publicado un exhaustivo estudio sobre esta revista, de la que fueron inicialmente jefe de redacción y redactor jefe Julián Gorkin e Ignacio Iglesias. En 1963 asumió la dirección el colombiano Germán Arciniegas. Francisco Ayala publicó en ella ensayos literarios y sociológicos.

cartas 1 al 5 de 19
FECHA
15/01/1959
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
José M.ª Ferrater Mora
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Rutgers University
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con nota final y firma autógrafas y con membrete:] RUTGERS, THE STATE UNIVERSITY / DEPARTMENT OF ROMANCE LANGUAGES / NEW BRUNSWICK, NEW JERSEY

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo “Epistolario del Legado Ferrater Mora”. Universitat de Girona. Cátedra Ferrater Mora de Pensamiento Contemporáneo

Carta de Francisco Ayala a José M.ª Ferrater Mora (15/01/1959)

15 de enero 1959

Querido Ferrater:

Hablé con el chairman, Mr. Pane, quien ha [sic] su vez ha llevado inmediatamente el “problema” a la Administración; y aunque ésta aún no dicho [sic] su última palabra, podemos desde luego interpretar los datos de la situación de modo favorable a nuestros planes. En efecto, su reacción ha sido ofrecerme el sueldo regular de full professor aquí, que es inferior al ofrecido por Bryn Mawr, y tratar de compensarme de la diferencia proponiéndome que, por el expediente del “trabajo de investigación”, mi actividad en Rutgers se reduzca a la mitad (digamos, a un día por semana). Aunque uno de los más altos ideales de la vida humana, en el que yo me comulgo fervientemente, es el del noble ocio, mi respuesta ha sido negativa; es decir, que tendrían que igualar la oferta de ustedes para que me quedara; y mi impresión, concordante con la de Pane, es que eso no pueden hacerlo, porque siendo universidad del Estado, sugeta [sic] a presupuesto legislativo, no tienen en verdad margen para negociar a base de sueldos, sino tan sólo mediante recursos como el sugerido, y que, combinado con el hecho de la proximidad a Nueva York, podría ser un aliciente muy fuerte para mí, si no tuviera en cuenta otros factores no menos considerables.

Así, pues, y aunque la aceptación oficial se la dirigiré, como es lógico, a la Srta. McBride dentro de pocos dias, te escribo enseguida para que sepas tú, y para que lo sepa la Sra. Marshall, que prácticamente es ya cosa hecha. Excuso decirte que me alegro mucho, una vez tomada la decisión, por todas las cosas que bien sabes y que no explayo para no regalarte el oido (o, en este caso, la vista). Una de ellas es nuestro proyecto de una revista; y esa si la menciono porque, pensando en él, se me han ocurrido algunas consideraciones que quiero comunicarte. Por ejemplo: habíamos hablado siempre de una publicación en español, que cumpliría las funciones estimulantes y catalizadoras, así como jerarquizadoras, tan necesarias en nuestro mundo intelectual, incumplidas (sobre todo las últimas) por revistas como Cuadernos. Pero, en cambio, descuidaría algo que me parece quizás más importante: colocar el pensamiento de habla española (si así puede decirse, si el pensamiento tiene un habla, que yo creo que sí) en condiciones de ser conocido fuera del área del idioma. Los hispanoparlantes intelectuales todos leen inglés y francés, por lo menos; pero en el ancho mundo, ¿quién lee español? ¡Que lo lean!, se dirá. Bueno, sí; pero... En fin, la cuestión es si no convendría dar los textos traducidos, o en edición bilingüe, o con un resumen en inglés tras de cada uno. Son cuestiones a estudiar, antes de presentar el plan a quienes puedan subvencionarlo. Otra cuestión sería la de formar un comité de advisers lo bastante amplio, y lo bastante adecuado, para que resulte respetable y no embarazoso... Pero ya habrá tiempo de planear todo esto.

Te agradezco que escribieras a Gorkin. Después, el impaciente Rodríguez Alcalá me escribió diciéndome, desesperado, que había remitido el artículo a la revista de la Universidad de Buenos Aires; yo le he contestado que no es óbice, pues ahí, si aparece, será como enterrado; y sé que a Cuadernos no le importa que sus artículos aparezcan también en otras revistas.

Termino, porque suena el timbre y es un poeta puertorriqueño que viene a darme una gran lata. Antes de que suba quiero haber terminado esta carta.

Saludos y abrazos de

Ayala.-

[Escrito a mano:] Supongo que no habrá inconveniente para lo del fondo de retiro.


FECHA
22/01/1959
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ignacio Iglesias
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] RUTGERS UNIVERSITY / The State University of New Jersey / INTERDEPARTMENT COMMUNICATION

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Colección Ignacio Iglesias Suárez. Archivo y Biblioteca de la Fundación Pablo Iglesias (Alcalá de Henares, Madrid)

Carta de Francisco Ayala a Ignacio Iglesias (22/01/1959)

22 de enero de 1959.

Mi querido Iglesias:

Mil gracias por la atención que ha prestado a mi novela Muertes de perro. La reseña suya, que acabo de leer, es una de las más lúcidas entre los muchos artículos que ya han salido comentando ese libro. Me parece, sobre todo, un gran acierto el que usted, a diferencia de otros críticos que escinden mis escritos en dos sectores incomunicados, el literario y el –digámoslo así– científico, apunte a la unidad esencial de mi producción. En efecto, la novela presenta desde el lado de la humanidad concreta los mismos problemas que en términos generales y abstractos he tratado en otros libros. Y esto es lo que, en general, pasan por alto los críticos, quienes, o bien se atienen al aspecto político, haciendo hincapié en la sátira contra la dictadura (J. L. Cano, en Insula, termina exhortando a la lectura, sin duda para el efecto de carambola), o bien consideran los aspectos literarios, técnicos, estilísticos, etc. Lo que hay debajo de las dictaduras (y que usted lo alude, al mostrar que una sucede a otra sobre el mismo ambiente), eso suele pasarse por alto. Y creo que no a causa de escasa atención, sino más bien por una especie de embarazo que a todos nos paraliza cuando se trata de reconocer el mal en que nosotros mismos estamos envueltos. Fundamentalmente, la novela es una diatriba, en todos los tonos, pero particularmente en el del sarcasmo, contra el nacionalismo; y si uno es enemigo de las dictaduras, pero comparte los sentimientos nacionalistas donde éstas arraigan, se sentirá tentado a aplaudir la sátira contra el dictador, y a omitir la sátira contra la situación básica que lo produce.

Pero el libro se está leyendo, y se está comentando, aunque casi siempre de soslayo, y yo creo que no será un libro inutil, ni un libro más. He presenciado, en la Argentina, algunas de las reacciones que ha producido, otras me han llegado en forma de carta, y tengo la impresión de que quienes han captado su fondo todavía no se atreven a publicar los efectos del impacto recibido. Usted, querido Iglesias, no conoce Hispanoamérica, y no puede imaginarse la sensibilidad que existe entre la mejor juventud para este tipo de planteamientos. Ahora mismo, frente a lo que está pasando en Cuba, mi novela “vive”. Yo creo que, con todos sus amargores, es saludable medicina; precisamente, por tratarse de una novela, y no de un libro directamente combativo.

Hace unos pocos días me envió Hugo Rodriguez Alcalá copia de un excelente artículo que, según me dice, les ha remitido a ustedes por indicación de Ferrater Mora. El que sea un escritor americano (R. Alcalá es paraguayo) quien hace esos comentarios, y no un español, les añade significación y valor. Y los objetivos últimos de mi novela coinciden tan a fondo con los propósitos del Congreso, que ese artículo encajará, creo, admirablemente en las páginas de Cuadernos. Según me dice el autor, va a leerlo como ponencia en el próximo congreso de [sic] Instituto de Literatura Iberoamericana, aquí en Nueva York.

Dígale a Gorkin que no se olvide de dar señales de vida. Yo creo que a final de mayo voy a ir a Europa, y permanecer varios meses, hasta fines de setiembre, en relación con un trabajo que he de hacer para la universidad de Princeton; pero todavía no es seguro. Así es que probablemente nos veremos para entonces. Entre tanto, no deje de ponerme unas líneas, que yo soy buen corresponsal y contesto a las cartas.

Otra vez muchas gracias por su nota, y un gran abrazo de su amigo y compañero

Francisco Ayala.-

Francisco Ayala

Importante: haga tomar nota de mi actual dirección; a saber

54 W., 16th Street, Apt. 4F

NEW YORK 11, N. Y.


FECHA
30/01/1959
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
José Luis Cano
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con correcciones a mano, firma autógrafa y membrete:] RUTGERS, THE STATE UNIVERSITY / DEPARTMENT OF ROMANCE LANGUAGES / NEW BRUNSWICK, NEW JERSEY

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Biblioteca del Centro Cultural de la Generación del 27

Carta de Francisco Ayala a José Luis Cano (30/01/1959)

30 de enero 1959

Mi querido Cano:

He tardado un tanto en contestar a su carta porque se interpusieron las fiestas (que no vacaciones, sino más bien cambio de bullas y barullos), y un congreso, o cosa por el estilo, donde tuve que leer un trabajo (y, claro está, previamente escribirlo), de modo que sólo cuando vuelve uno a la rutina docente encuentra tiempo para escribir a los amigos.

Llegó Vicente Lloréns, y con él comentamos las noticias que usted me da en su carta, y a las que él agregó detalles, y complementó con otras, de caracter extraliterario, pero concordantes en su sentido, y que llevan el ánimo de uno de la pena a la indignación, y de ésta a la desesperanza. Los sentimientos, ya viejos, acerca de los muros de la patria mía, que sin duda han de asaltarme cuando me asome a ellos, crean en mí, al anticiparse, una especie de expectativa dolorosa, que hasta ahora me mantuvo, por dos veces, casi a las puertas, y que no sé todavía si esta vez me permitirán traspasarlas. Veremos.

Lo que usted me dice sobre las dificultades para el artículo de Rodriguez Alcalá, no sólo no me extraña, sino que me hubiera extrañado, por el contrario, ver confirmarse el optimismo de nuestro querido Gullón. El artículo se publicará en Cuadernos, o en otro sitio; pero es lástima que no se llame más aún la atención de los lectores españoles sobre un libro que, como aquí dicen, produce impacto. Me gustaría saber si se vende, más o menos, por ahí.

En fin, querido Cano, reciba un cordial abrazo de su amigo

Francisco Ayala.-


FECHA
06/04/1960
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Guillermo de Torre
DESTINO
Buenos Aires
ORIGEN
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Biblioteca Nacional de España. Mss/22819/6

Carta de Francisco Ayala a Guillermo de Torre (06/04/1960)

6 de abril de 1960

Querido Guillermo:

Hace tiempo que tengo intención de escribirte, y se van pasando las semanas sin que pase yo del propósito a la acción. Es la eterna historia, y no hace falta explicar las causas. De todas maneras, ahora hago un rato, acuciado por la proximidad de nuestro viaje a Europa, que será en la última semana de mayo. Pienso ir primero a España, y pasar en Madrid unos ocho dias, visitando luego mi Andalucía natal y, no obstante, desconocida para mí. Espero, pues, tener la "experiencia" de España tras más de 20 años y toda una vida de ausencia, y esa experiencia es lo que, primordialmente, voy buscando. Pero también me propongo ver si es posible llevar adelante el plan de una revista de que tenemos hablado, y en el que no he adelantado mucho, porque quiero marchar sobre seguro, en lo económico, o no marchar. Los contactos que haga allí pueden ser decisivos o, por el contrario, hacerse desistir de la idea, o someterla a postergación indefinida. Ferrater Mora, que irá también a España, actuará de acuerdo conmigo para el mismo propósito; y veremos lo que sale, si sale algo. Me gustaría que me escribas a este propósito dándome tus impresiones, sugestiones y consejos (no sólo alrededor de dicho plan, sino acerca del viaje en general, puesto que ya eres veterano en esas lides). Y ya que me escribas, hazlo con la bastante amplitud para comentar sobre todas las cosas y muchas más.

Supongo que habrás visto el castañazo que el joven Maurín le atiza en Cuadernos al no menos jóven, pero sí mucho menos inteligente, Goytisolo por su famoso libro sobre la novela. Hace falta "clarificar" el ambiente en lo relativo a las letras españolas, y poner en su sitio, como tú lo hiciste también, aunque con elegante moderación, a tanta pretenciosa ignorancia como campea ahora. En verdad, sería muy sano trazar un panorama y hacer una valoración de la literatura que ahora se hace en España, cotejándola con la que se hace en Argentina, Méjico, Cuba, etc., para que no prosperen equívocos como los que fomenta el inefable Coindreu, a quien habría que decirle que nada tiene que ver el culo con las témporas. (Para no hablar de las insensateces de un Sender, pongo por caso). En fin...

Supe, y sentí mucho, la muerte del pobre Luzuriaga. ¡Qué racha! Escribí a la familia, pero parece que la huelga de correos demoró mi carta.

Cuando me escribas, no dejes de contarme cosas de ahí, literarias o no, pues siempre me interesa mucho la vida porteña. Y sobre todo, cuéntame de vosotros. Siempre os recordamos con inalterable afecto, y Nina se refiere a Norah en todas las oportunidades.

Yo no te podría contar nada de por acá, dada la vida dispersa y absurda que aquí más que en otras partes está uno obligado a llevar. Estuvo, como sabes, Victoria Ocampo, y ahora está nuestra amable compatriota y colega Rosa Chacel, que disfruta de una beca Guggenheim cuya prórroga está pidiendo por un año más, pues todavía no ha tenido tiempo de pensar qué va a hacer, o si va a hacer algo, para justificar dicha beca. En verdad, hay gentes para quienes la vida es beca perpetua. Y ¿cómo está esa novela que, al parecer, acaba de publicar bajo el sello de Losada y con dinero del Estado argentino?

Bueno, querido Guillermo, recibe nuestros saludos, y un gran abrazo de tu viejo amigo

Francisco Ayala.-


FECHA
17/01/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta manuscrita con membrete:] BRYN MAWR COLLEGE / BRYN MAWR, PENNSYLVANIA / DEPARTMENT OF SPANISH 

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (17/01/1961)

17 enero 61

Querido Ricardo: Tu carta me ha puesto en un estado de furia. ¿Quien es el puto hijo de poeta amigo y muerto? Dos o tres excelentes condiciones que se prestan a combinación sorprendente. ¿Quien? O siquiera ¿con qué letra empieza?

Y no es eso sólo. ¿Crees tú que hay derecho a decir lo de Julián Marías sin más explicaciones? ¿Quieres que reviente yo de curiosidad? Te exijo, si no una telegrafica o telefónica respuesta, por lo menos que aclares sin demora en cumplida carta ambos enigmas. Y paso a contestar, o comentar, varios puntos de la tuya anterior.

Ya he hecho gestiones para ver si vamos a tener o no los chavos (chavos son, no hay aquí énfasis negativo) para la conferencia, y te volveré a escribir tan pronto como tenga respuesta. Espero que será afirmativa, y que podremos coordinar con Princeton.

Tus noticias acerca de mi libro han sido las primeras. Ellos, ya sabes cómo se las gastan. Le he escrito a Campos que no sea tan güevón, que mande el contrato, que conteste a mis cartas y que me envien ejemplares del libro.

Los tuyos me los dió Ernesto, aunque no antes del sábado pasado. No obstante lo cual, ya he leido, acá y allá, en ambos. Son fun-da-men-ta-les. El estudio de la prosa del poeta maldiciente pero bienescribiente es precioso. Libros, como digo, imprescindibles, además de –y éste es el milagro– gratísimos.

Lo de encontrar un puesto en el East es cuestión de estar al tanto y que se conozca tu disponibilidad. Como ya estás en circulación dentro de este ambiente no te faltarán propuestas; y luego viene el regateo. Tan pronto como yo sepa de algo te lo diré y, sobre todo, lo diré.

No te imaginas la gana que tengo de que hablemos de tanta y tanta cosa.

Volviendo a Marías: la verdad es que su artículo en Atlantic es indecente. Respecto de ese número, estoy tentado de escribir un comentario, quizás para Cuadernos, llamando la atención sobre varios puntos. En general, es bueno, y el editorial está bien orientado; no sé a quién se deba.

Escríbeme enseguida (a N. York)

¿No recalarás en la gran metropoli a tu paso hacia a o desde P.R.?

Abrazos de

Ayala.-

¡Ah! Acabo de leer el palo que le atizas en Insula a Hemingway. ¡Bien dado! ¡Duro, por cabrón! A mi casi me hicieron vomitar sus ¿qué son? en Life. Por cierto que cuando publicó Por quién doblan las campanas también yo le di un castañazo en La Nacion de Bs. As.