Las cartas que mencionan el lugar

Finca Alcarroya. Jalance, Valencia

cartas 1 al 1 de 1
FECHA
22/07/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Vicente Llorens
DESTINO
Finca Alcarroya. Jalance, Valencia
ORIGEN
54 West 16th Street. Apt. 4F. New York 11 N. Y.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con correcciones y firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu. Archivo Vicente Llorens

Carta de Francisco Ayala a Vicente Llorens (22/07/1961)

Nueva York, 22 de julio de 1961.

Afortunado mortal y dilectísimo amigo: Éste que sufre los rigores del clima, complicados con los del trabajo docente, encuentra todavía, en el respiro sabatino, energías suficientes para dirigirse al privilegiado, añadiendo al cúmulo de sus placeres el que puedan proporcionarle algunas leves notas informativas, con que distraiga su ociosa atención.

En efecto: lleguen a tu castillo feudal ecos de este bajo mundo. Hemos pasado tres semanas en Puerto Rico, muy agradables, descansadas, no obstante las conferencias que dí en la UPR (pero éstas serían cansadas para la institución, más que para mí mismo, pues iban escritas, a fin de que no pierda la posteridad el regalo inapreciable de su contenido, y me limité al ya, de todos modos, excesivo esfuerzo de leerlas); tres semanas, repito, llenas de satisfacciones físicas, espirituales y mixtas, encontrando la isla llena de cubanos, experiencia reciprocamente satisfactoria para ambas parte, pues mientras éstos aprenden a admirar las ventajas del Estado Libre Asociado, Puerto Rico se beneficia del talento organizador y sentido de la suntuosidad que, por lo que se refiere a los aspectos placenteros de la existencia, poseen , sin duda alguna, los habitantes de la Perla de las Antillas, y son capaces de llevar consigo al exilio.

En fin, se terminaron para nosotros aquellas glorias tropicales, y empezó el infierno, cuyas torturas no ignoras tú, del summer course en Columbia University. Los pesos que me estoy ganando, bien podré decir que los sudo, cumpliendo la prescripción bíblica. En fin, ya he llegado al mezzo del camin, course, o curse, de nostra vita, y eso me consuela.

Dias atrás los amigos King vinieron a compartir nuestra pobre mesa, con cuya ocasión hablamos de varios amigos comunes, entre ellos, y muy destacadamente, vuestra merced; pero no temas: el calor nos tenía tan bajos de forma que sólo se nos ocurrían vagos elogios, pues no cabe imaginar, que, esforzando el ingenio, no hubieramos podido hallar alguna picardía puntuda que consagrarte. Ellos retribuyeron ayer gloriosamente nuestra atención, convidándonos en su casa a unos soberbios porthouses, o como se llamen, y a la compañía del matrimonio Tierno, –brillante grupo al que se unieron más tarde los Jaks y los Campbells. Lo pasamos realmente muy bien. Los temas que apasionan a nuestro amigo recién venido fueron apenas desflorados, puesto que la tela cortada es mucha, y espero que dentro de no demasiados dias volveremos a reunirnos, esta vez de nuevo en mi casa, para reanudar la conversación con el refuerzo de aquellos de nuestros amigos que estén en la gran urbe y quieran unirse a nuestras deliberaciones sustanciosas.

Según puedes ver, las noticias que te doy no son muchas, pero sí son todas. He puesto de mi parte lo posible para inflarlas, pues no en vano he sido periodista alguna vez, y conozco las fatigas del estio. Si el tuyo, placentero, te lo permite, toma en tu diestra mano la bien tajada péñola, y... venga de ahí.

Saludos de Nina, y un gran abrazo de

Ayala.-