Correspondencia con Ángel del Río :

Ángel del Río

1901 Soria - 1962 Nueva York

Desde los años veinte, el hispanista y crítico literario Ángel del Río desarrolló su carrera académica en Estados Unidos, donde dirigía el Instituto Hispánico de la Columbia University. En la década de 1940 publicó su conocida Historia de la literatura española


Cuando Francisco Ayala visitó por primera vez Nueva York, Federico de Onís y Del Río fueron sus anfitriones. 

cartas 6 al 10 de 12
FECHA
27/03/1952
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ángel del Río
DESTINO
600 West 116th. Street
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO / RIO PIEDRAS. PUERTO RICO / FACULTAD DE ESTUDIOS GENERALES / OFICINA DEL DECANO

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
The Hispanic Society of America

Carta de Francisco Ayala a Ángel del Río (27/03/1952)

27 de marzo de 1952

Sr. Don Angel del Río

600 W 116 th. St.

New York

Mi querido Angel:

Muchas gracias por su carta y por las noticias que en ella me facilita. He escrito directamente a Arnaud, y espero su contestación. Respecto del asunto de su invitación para venir a dictar el discurso del día de la lengua, he preguntado directamente a Benítez, y, en efecto, ha sido un buen recordatorio, ya que de otro modo las cosas se hubieran querido resolver a última hora. Ha pedido a Sebastián González, Decano de Humanidades, que le remita a usted el programa de dicha fiesta (o un programa de programa, no sé bien) y luego le cursará él a usted la invitación oficial.

Imagínese cuanta alegría me produce la perspectiva de tenerle a usted aquí algunos días, para fecha tan próxima.

Hasta entonces, le envía un gran abrazo su amigo,

Francisco Ayala.-

Francisco Ayala

FA/dfd


FECHA
02/02/1953
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ángel del Río
DESTINO
600 West 116th. Street
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con anotaciones a mano, firma autógrafa y membrete:] UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO / RIO PIEDRAS. PUERTO RICO / EDITORIAL UNIVERSITARIA

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
The Hispanic Society of America

Carta de Francisco Ayala a Ángel del Río (02/02/1953)

2 de febrero de 1953

Dr. Angel del Río

600 W 116th. St.

New York, N. Y.

Querido Angel:

Esta carta es más bien para Amelia que para usted. Resulta que ando detrás de alguna ayuda económica para los estudios de mi hija, y quisiera ver si será posible que consiga la beca Kimball que administra el Barnard College. Ojalá que puedan ustedes ayudarnos en esto.

Un gran abrazo de,

Francisco Ayala.-

FRANCISCO AYALA

FA:cb

[Escrito a mano:] Gracias anticipadas.


FECHA
25/10/1957
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ángel del Río
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con anotaciones a mano, firma autógrafa y membrete:] PRINCETON UNIVERSITY / PRINCETON, NEW JERSEY / Department of Modern Languages and Literatures

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
The Hispanic Society of America

Carta de Francisco Ayala a Ángel del Río (25/10/1957)

25 de octubre de 1957

Querido Angel:

Ahora, y no antes, veo su artículo sobre mi Historia de macacos. Lo he leido con enorme placer, y no tanto por sus juicios favorables, de los que descuento la parte correspondiente a la amistad, cuanto por la inteligencia y agudeza crítica que revela; pues claro está que, a estas alturas, no va uno a pagarse de elogios, mientras que la apreciación adecuada se agradece mucho. Y mucho es lo que le agradezco a usted la suya.

Me le imagino aprovechando bien su viaje. Verdaderamente, la tal licencia sabática es una bendición, de la que yo también he disfrutado a fondo. Tiene, eso sí, un pregusto jubilatorio no del todo agradable, sin embargo; pues para vacaciones resulta quizás un poco excesiva, y tampoco da el tiempo de ponerse a hacer otra cosa en serio; pero me parece que me estoy quejando de vicio, o como tros [sic] dicen, de harto.

Ahora estoy aquí, trabajando bastante, y con gusto. Me he metido a dar un curso sobre Quevedo para graduados, y raro será que no salga de ahí algún escrito más o menos largo, pues me parece que estoy descubriendo algunos puntos de vista nuevos sobre este tio tremendo. Ya charlaremos cuando volvamos a encontrarnos.

En esta campestre (de campus) soledad sonora, lejos del tropical ruido, se me ocurre pensar que, para mí, basta ya de Puerto Rico; y que cuánto me convendría hallar un hueco en alguna de las universidades de la región donde quedarme definitivamente. De pronto, como suelen acontecer tales cosas, me doy cuenta de que ya no aguanto más aquel ambiente demasiado insular, y que lo que pudo ser divertido a la corta, a la larga se hace insufrible. Preveo una etapa, además, de lios políticos intensificados, si cabe, en los que no quisiera verme envuelto, y tampoco vea como lo evite sin estar ausente; de modo que qué le parece? Pero esto, querido Angel, no lo comente sino con los debidos recaudos, pues no quisiera, dada la amistad que me une con la gente aquélla, presentar el caso, llegado el momento, sino como un alejamiento temporal. En fin, ya veremos.

Déle nuestros cariñosos saludos a Amelia, y reciba un gran abrazo de su amigo

Francisco Ayala.-

[Escrito a mano:] Despacho esta carta con retraso de su fecha porque he tenido que aguardar a que Carmencita me diera su dirección.


FECHA
03/02/1958
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ángel del Río
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con anotaciones a mano y firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
The Hispanic Society of America

Carta de Francisco Ayala a Ángel del Río (03/02/1958)

Nueva York, 3 de febrero de 1958.

Querido Angel:

Vuelvo a escribirle, según me recomienda, para que reciba una oleada de aire fresco (y no está poco helado el que hoy tenemos), desde esta tierra que hoy respira, satisfecha de poseer su planetita artificial. Y lo primero, quiero darles a ustedes la noticia, que a lo mejor ya saben por Carmencita, de que nuestra hija ha resuelto seguir la misma senda, y va a casarse dentro de pocas semanas. Nosotros estamos muy contentos, no sólo por que ella lo está, sino también por las condiciones del muchacho, que nos parecen excelentes.

Por lo demás, esto ha venido a alterar nuestros planes inmediatos, que consistian en un viaje a Sudamérica. Hasta que sea la boda ya no hemos de movernos de aquí, como es natural; y después, no sé si quedará mucho tiempo para viajes, pues he aceptado ir a Middlebury, como supongo que usted ya sabe.

Por supuesto, ya se nos había ocurrido, en consulta con los amigos, que un buen puesto para mis propósitos sería Yale; y el mismo inconveniente, o circunstancia, que usted llama por su nombre, es lo que tapona ahí. Personlamente [sic], tengo buenas relaciones con él; pero según me dice Peyre, tanto Arrom como el chairman tienen cierto temor a la presencia de un bípedo en su ambiente. De cualquier modo, no está excluido. Pero he aquí que en Rutgers, cuyo emplazamiento geográfico es ideal para mí, no pudiendo ser Nueva York mismo, están interesados y parece que van a proponerme: sólo esperan la hora de aprobarse el presupuesto, pues han de crear la plaza de full professor que me ofrezcan; pero parece que las perspectivas son bastante firmes. El único que, según me dicen, sería algo “reluctante” es el viejo Charles Stevens. Si usted tiene relaciones con él, no estaría demás que le pusiera unas lineas diciéndole que sabe está en consideración la idea de incorporarme ahí, y lo que se le ocurra a usted en apoyo de la misma. En cuanto a Princeton, quisieran que me quedara; y si hubiera en el departamento alguien con iniciativa e imaginación, buscarían la manera; pues el problema es que son pocos los alumnos para tantos profesores. Pero de todas maneras, y a la expectativa de que las cosas se consoliden más tarde, me dicen que me invitarán para el año próximo, si estoy disponible: es decir, si no he hecho un arreglo permanente en otro sitio. De modo que sabe como están las cosas, en lo que a eso se refiere.

En Puerto Rico, la posición de Benítez parece definitivamente consolidada; pero la verdad es que sólo me escribe para pedirme algún favor u opinión; nadie se molesta en enviarme las cosas, ni siquiera las publicaciones de mi oficina; así es que sé –por un anuncio del N.Y. Times– que salió el número de La Torre dedicado a J.R.J.; pero no me ha llegado todavía; y la palabra “todavía” le indicará a usted que no dejo de ser un optimista. Allí nadie escribe, sino versos; toda la actividad se escapa por la boca, por la pluma o por la bragueta; y eso, cuando hay alguna actividad. Lo cual, lo dicho sea entre paréntesis, no está nada mal, hay que reconocerlo.

Yo también creo que el Premio Nobel puede muy bien darnos un día la news de segundas nupcias, envidioso del prestigio ganado por la otra gloria nacional. Después de todo, para lo que le cuesta, ¿por qué no? Él ni siquiera toca el violoncelo, de modo que para largar al aire místicos suspirillos de monja y tener quien le zurza los calcetines y le prepare las ingentes moles de comida que líricamente consume, bien puede considerar que París bien vale un sacramento del santo matrimonio. No en vano la palabra mejicana chingar, como el correspondiente verbo español castizo, poseen dos acepciones, de las cuales la directa compite desventajosamente con la figurada; y a ésta se atiene con encarnizamiento nuestro delicado vate de Moguer (sin Palos).

A propósito del sentido figurado de ese verbo: don Américo partió, breves días ha, cargado de fichas y libros, hacia Houston. A causa de tan erudita carga, hizo el viaje en tren; y como el tren que le convenía no tenía parada en Princeton obligó a un joven profesor y antiguo discípulo suyo a realizar gestiones para obtener de la compañía que se detuviera el convoy. Gestiones, por lo demás, infructuosas, pues la vividura norteamericana impide comprender a los encargados del servicio cuan señalado honor sería para la empresa rendirle tal acatamiento. Total, tracatá, a tomar el tren a Trenton...

Lloréns llegó, tan animado, después de su viaje: he pasado con él cinco dias, y ha sido un gusto recoger así, despacio, las impresiones y opiniones recibidas durante esa experiencia, tanto más viva por haberse cumplido tras los años de casi esclavitud en que su bondad lo tuvo. Las impresiones que usted me da sucintamente acerca de España, él las ha confirmado y extendido, explayándose debidamente.

Bueno, termino. Déle a Amelia nuestros cariñosos saludos, y reciba un abrazo muy cordial de

Francisco Ayala.-

420 E. 64th Street (Apt. E. 3j)

NEW YORK, 21, N.Y.

[Escrito a mano:] Perdone una carta tan mal escrita, y rómpala enseguida.


FECHA
03/11/1959
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ángel del Río
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa y con membrete:] BRYN MAWR COLLEGE / BRYN MAWR, PENNSYLVANIA / DEPARTMENT OF SPANISH

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
The Hispanic Society of America

Carta de Francisco Ayala a Ángel del Río (03/11/1959)

3 de noviembre de 1959

Querido Angel:

Hace mucho que estamos deseando reunirnos con vosotros, y nuestros viajes cada fin de semana nos ha ido dejándolo de una para otra. Vamos a fijar una fecha: qué os parece la del domingo 15 de los corrientes mes y año, para venir a almorzar en casa? No es menester un R.S.V.P. escrito, pues el próximo sábado podemos comunicar telefónicamente.

Entre tanto, un gran abrazo de

Ayala.-