Epistolario de Francisco Ayala

22/10/1961

DESTINATARIO: Enjuto, Jorge REMITENTE: Ayala, Francisco

FECHA
22/10/1961
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Jorge Enjuto
DESTINO
S.l.
ORIGEN
Nueva York
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con firma autógrafa]

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Fondo Jaime Benítez. Universidad de Puerto Rico

Carta de Francisco Ayala a Jorge Enjuto (22/10/1961)

Nueva York 22 de oct. 1961

Mi querido Jorge:

Por fin envió Brunhilda a Nina el trabajo copiado, pero como no lo acompañaba ni de una letra de su mano, ignoramos si dejó, como ella le había pedido, una copia en poder de Eugenio, o si no lo hizo. Supongo que Nina volverá a escribirle.

Por fin, parece que me voy a animar a ir a Alemania, cosa de ser así tendría efecto el dia 4 o 5 de noviembre.

No, contra lo que usted supone, no tengo noticias directas de Carpio; se ve que, o ustedes lo explotan atrozmente y no le queda una pizca de fuerza para poner unas lineas a amigo que tanto lo quiere, o él se ha dejado ir por la pendiente, ya recorrida antes en sus primeros tramos, de la pigricia epistolar, y piensa que eso de las cartas es cosa de mujeres. Si lo ve, trate de aclarar cual de esas hipótesis, si no otras posibles, aciertan.

Anoche nos honró con su visita Magdalena, por quién supimos cosas de Puerto Rico.

En cuanto a Julito, me honró (a mí) concurriendo a mi clase anteayer en Rutgers, y nos honró al matrimonio compartiendo nuestro humilde coche via New York, donde venía a pasar el weekend.

Si Aurorita, desde las alturas literaria en que hoy en dia vive, se digna pasar sus hermosos ojos por estas lineas zarrapastrosas, le interesará enterarse de que, hace no muchos dias, siendo las tres de la madrugada, la policía española fue a detener en su casa de Madrid al ilustre escrito José Bergamín por haber publicado en Caracas un artículo titulado “El delito de opinar”. Por suerte, el susodicho se hallaba en París, donde tendrá que quedarse si no quiere que el mundo llore su prisión en las mazmorras de la dulce patria.

Y nada más por el momento, si no enviarles a ambos nuestros más afectuosos abrazos.

Ayala.-