Epistolario de Francisco Ayala

01/04/1971

DESTINATARIO: Gullón, Ricardo REMITENTE: Ayala, Francisco

FECHA
01/04/1971
REMITENTE
Francisco Ayala
DESTINATARIOS/AS
Ricardo Gullón
DESTINO
S.l.
ORIGEN
S.l.
FICHA DESCRIPTIVA

[Carta mecanografiada con correcciones a mano, firma autógrafa y membrete:] THE UNIVERSITY OF CHICAGO / CHICAGO. ILLINOIS 60637 / DEPARTMENT OF ENGLISH / 1050 EAST 59TH STREET

DEPÓSITO DEL ORIGINAL
Harry Ransom Center. The University of Texas at Austin

Carta de Francisco Ayala a Ricardo Gullón (01/04/1971)

1 de abril de 1971

Mi querido Ricardo:

Después del primer empujón a los montones de trabajo con que me he encontrado aquí, voy a escribirte con un poco más de calma, pues mi carta anterior quedó interrumpida por una de esas alarmas domésticas que, por suerte, resultó esta vez falsa. No era apendicitis lo que tenía la niña y, como suele ocurrir a esa edad, enseguida estuvo buena otra vez. La hemos llevado Nina y yo a Puerto Rico durante los ocho dias que hemos pasado allí, permitiendo así a su madre que descansara un poco y se repusiera de varias consecutivas gripes. Con todo el placer que supone el tener a la criatura con nosotros, no es menos cierto que ese placer hemos tenido que pagarlo en términos de cuidado y fatiga. Por suerte, todo marchó bien, el tiempo fue excelente durante esa pequeña temporada, y disfrutamos de la compañía de los amigos, con quienes un día u otro (y con algunos, como Jorge, todos los dias) nos hemos estado reuniendo. Benítez quería de mí que inspeccionara el estado de la editorial y, en particular, de La Torre, que está a punto de colapso, pues Huescar, detestando y despreciando al pais y sin interés alguno en ello, difícilmente podía superar las dificultades de sacar adelante la revista. En fin, he visto cómo están las cosas, y el único factor positivo que he hallado es que de nuevo Brunhilda trabaja allí. Me ha propuesto Benítez que dirija yo la revista por control remoto, empresa arriesgada y archidificil, a la que no sé si me animaré. Le he prometido estudiar el asunto; pero quien no sabe cuánto más fácil y placentero es engendrar a una criatura que reanimar a un moribundo. En fin, voy a pensarlo, y veré si me decido o no, pues la cosa tiene sus bemoles. Me gustaría entre tanto conocer tu opinión, inclusive, de un modo confidencial, acerca del detalle pecuniario. Conociendo todos los elementos en juego, cuál te parece a ti que sería una remuneración discreta para echar adelante? Pues yo no tengo idea clara.

Parece que, de veras, los de Seix-Barral están dispuestos a sacar en mayo mi Jardín de las delicias. Ojalá que las prisas no arruinen algún aspecto del libro, que va a llevar, como te dije, ilustraciones. También quieren sacar para la misma fecha un tomo en edición de bolsillo con mis relatos de la época vanguardista.

Una amiga mía y antigua alumna que dirige la sección de español en el campus de Gary de la Indiana University ha recibido recomendación para colocar ahí a un egresado vuestro, Nicholas Canellos. Quisiera pedirte que, con la más completa garantía de secreto, me digas lo que piensas de él, tanto como escolar como en cuanto persona, aspecto éste muy importante para la convivencia en un pequeño ambiente. Dime francamente tu opinión, y si te es posible, sin tardanza.

Vuelvo a contarte de Puerto Rico. A Jorge lo encontré un tanto deprimido y como desconcertado. Parecería que, habiendo renunciado a formalizar las relaciones con la muchacha con quien había pensado casarse, probablemente a causa de la dificultad que supone el ser ella madre de dos niños en edad dificil, esas relaciones se han interrumpido, y él estaba, como te digo, taciturno y tristón. Supongo que es cosa pasajera. También los sempiternos líos del pais tienen que haber contribuido a ello. Está muy ligado –sin convicción– con los elementos rábidos del independentismo comunistoide, y ahora, después de la reciente provocación, hay una reacción un tanto brutal de los otros elementos, de modo que mientras se trataba de charlar, claro está, esos amigos lo hacian por los codos y sudando tinta, mientras los otros callaban; pero cuando se acude al lenguaje de las pistolas resulta que también ellos saben manejarlas, y llegado el caso, más diestramente. En fin, qué se yo. Visité a Nilita, tan simpática y cordial y pintoresca como siempre, pero asustada porque le han amenazado (aunque supongo que es sólo para intimidarla) con ponerle una bomba en su casa. Pasé con ella un buen rato, pues es de veras encantadora.

Y de otras gentes, qué se yo qué podrá interesarte... Todos vegetan.

Dale mis recuerdos cariñosos a tu gente y a todos los amigos comunes, y recibe un fuerte abrazo de

Ayala.-