Qué decir de otro

Qué decir de otro

Francisco Ayala y Ana María Matute compartieron vida cultural y literaria en la España de los ochenta en adelante; sus caminos se cruzaron varias veces, y siempre se profesaron afecto y un gran respeto intelectual.

El 22 de mayo de 1998, un jurado presidido por Fernando Lázaro Carreter, director de la Real Academia Española, concedía el premio Príncipe de Asturias de las Letras a Francisco Ayala.

En la última ronda de las votaciones, Ayala fue elegido por amplia mayoría; en cuanto se conoció el fallo, los periodistas acudieron a pedir opinión, como es habitual, a otros escritores, y, entre ellos, a la que se decía que había sido la otra gran candidata: Ana María Matute.

Su respuesta, compendio de frescura y generosidad, la caracteriza a la perfección: